Tampoco me importa el mío
Semana complicada he pasado. No termina de irse esa tos ni mi dolor en el trapecio.
Eso, puede que sea parte de mis pocas ganas de hacer. Ya es jueves y no he pensado...
Eso, puede que sea parte de mis pocas ganas de hacer. Ya es jueves y no he pensado...
¡No! Peor que eso, sí he pensando qué compartir en esta edición pero...
¡No se me ocurre nada!
Se pasan las horas velozmente, los días y yo siento que mi cerebro va a estallar. Y por más que duermo bien, pareciera que no descanso.
Estoy siempre cansada y no por exceso de actividades. Sí exceso de "elucubraciones mentales"
El mundo está como está, no puedo dejar de angustiarme por las infancias destrozadas y, particularmente en mi país, por las personas con discapacidad, por jubilados y jubiladas, por la situación del hospital Garrahan, por la gente en situación de calle …¡Por la violenta represión que ejercen sobre ellos y ellas!
(Imágenes publicadas por diferentes medios de información en google)
No puedo entender...y se enredan mis neuronas y trato de pensar en situaciones agradables, de recordar felices momentos...Pero no siempre lo logro.
¡Uff! 😢
Creo que mejor les cuento que he leído "Okasan", diario de viaje de una madre" y me he emocionado, he llorado con algún párrafo, me he identificado tanto con él y ¡he viajado a Japón!.
Nada es casual en la vida, eso creo. Es por algo que este libro apareció ante mis ojos.
Mori Ponsowy relata sus sentires cuando su hijo, de 21 años, parte a vivir a Japón.
Ella va a visitarlo, luego de varios meses desde que él ha partido, y debe afrontar que su hijo "es otro": es un hombre.
Y en una narración detallada y exquisita cuenta su viaje por Japón. Créanme que en cada párrafo sientes que también has viajado por esos lugares y has conocido ese pueblo.
En medio de estas descripciones va alternando las sensaciones y emociones que siente al volver a ver a su hijo amado.
Es un libro pequeño - 144 páginas- en el que narra cada uno de los 14 días que compartió con su hijo en Japón.
Dato no menor: "Okāsan" quiere decir madre, en japonés.
No reseño libros, y no era mi intención hacerlo. Solamente quería contarles mis sensaciones y sentimientos al leer Okasan, texto que ya forma parte de mi lista de "preferidos"
No sé si lo he logrado pero, en todo caso espero que no se hayan aburrido con esta entrada.
¡Gracias por el aguante!
Y por pasar.
Hasta el viernes que viene o hasta cuando gusten volver.
Esa Musiquita en el recuerdo
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº602 de la suelta de mis letritas)
Defender los derechos
Que el temor no te paralice.
No por favor,
¡No!
Salgamos a la calle
unamos las voces
demos batalla
abrazados en el amor
por defender los derechos
que otros y otras lograron
poniéndole el pecho a las balas…
Defendamos nuestros derechos
y los de nuestra Patria
la que está siendo entregada
a los depredadores piratas.
Exorcicemos los demonios
demos batalla
aunque se nos queden las palabras sin fluir
atragantadas de tanta injusticia y rabia.
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