jueves, 11 de julio de 2013

Aprendizajes

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy voy a decir que no tengo mucha idea de lo que quiero contar en esta intro. 
Y me quedo pensando que tal vez sea por este feriado gris. 
Ahora no me gustan los días feriados...Creo que cuando trabajaba en relación de dependencia sí. Es que al ser un día no laborable, siento que "la vida se detiene", y que no es un día para "molestar" a la gente que descansa. Entonces, a pesar de las actividades que tengo para hacer dentro de mi casa, no tengo ganas. ¡Necesito una vida social activa! Siento que me aburro y no tengo ganas de hacer ni lo por hacer.
También, y para seguir hablando de la necesidad de la energía solar, digo que tal vez, si hubiera más luz, saldría a caminar y con ese simple y cotidiano hecho despejaría mis ideas y sentiría renacer mi entusiasmo por disfrutar el segundo a segundo. 
En fin, es lo que hay...y por eso, porque hoy no tengo gris la materia, pues el gris tapó las ideas, mejor lo dejo acá. Me quedaré en espera del mínimo rayo de sol, para renacer como el ave fénix...
Ojalá les guste el cuento, al menos habrá valido la pena leer este blog hoy.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
  Lu
La frase para pensar (hoy combo, 2 x 1):
Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga.
Mahatma Gandhi
A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.
Madre Teresa de Calcuta
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 105 de la suelta de mis letritas )
Aprendizajes
Al fin, llegó el momento de realizar las primeras prácticas.
Al fin, podría desacartonar la teoría. ¡Soñó tanto con ese momento!
Imaginó distintas maneras de cómo sería su primer contacto con un grupo de 20 niños de 3 años.
Estaba muy segura de si misma y de su condición de docente por convicción. Docente porque había niños que se lo permitían ser, docente porque creía necesario cambiar las enquistadas prácticas. Docente por la libre expresión de los niños, por el respeto hacia ellos, por y para que lograran ser personitas independientes, que pudieran construir pasito a paso un pensamiento crítico.
Es cierto, no tenía las mejores notas, no era la mejor del curso, pero sabía que varias de “las mejores”, eran una cáscara de apariencias. Sabía quienes estudiaban de memoria, quienes se copiaban en los parciales, quienes solamente pretendían tener el papelito que las “habilitara para”…Carrera corta, bien vista en aquellos tiempos para las mujeres,  buena inserción laboral y también, porqué no, prestigio. (¿Dije que eran otros tiempos?)…
Lo cierto es que trabajó a destajo para preparar el material didáctico para ese primer contacto con la realidad áulica, que pensó y repensó su práctica, tachó, borroneó y volvió a escribir la cuidada planificación. No dejó detalle al azar, de hecho, tenía en mente varias actividades alternativas, por si el grupo se desmadraba ese día. El tema que debía llevar adelante (impuesto por la docente a cargo del grupo) era medios de transporte.

Se levantó más temprano que de costumbre esa mañana. Sólo tomó un cortado. Se peinó con una “colita de caballo”, delineó apenas los ojos y se dio un toque de lápiz labial. Un jean y zapatillas, para sentarse cómodamente en la ronda con los pequeños, y sobre el piso, como lo hacían ellos (nunca entendió a las maestras jardineras que iban a trabajar con tacos altos,
polleras super elegantes y se sentaban en una sillita) Y, claro está, el delantal cuadrillé, con el cual se sentía tan orgullosa al usarlo.
Se "colgó" del colectivo 56 como cada mañana, bajó en Congreso, esperó el 37… ¡otra vez apiñada como sardinas en lata! Protegía como podía su bolso con el material que le había costado tanto esfuerzo preparar.
Al fin, luego de más de una insoportable e incómoda hora, pudo bajar en Dorrego y Figueroa Alcorta.
Se reacomodó en el baño de las maestras y salió, justo a tiempo, con el sonar del timbre que indicaba que la jornada escolar comenzaba.
Entró segura a la sala. “Canchera” casi. (Jamás sintió temor, ni nervios ante ninguna práctica docente)
Al grupo ya lo conocía, de haber hecho las observaciones en esa misma sala. Sabía entonces que debería estar muy atenta a los movimientos de Martín. Era un niño muy curioso, activo, inteligente. Era un gran desafío por lo tanto. Pasó el intercambio,  ante la atenta mirada de la docente que la evaluaba, y hacía anotaciones en una planilla. Luego, salieron a correr un poco al amplio parque, (pensó que era lo conveniente, pues la próxima actividad en la sala,  requería mucha atención) Era la actividad más importante, así que ni bien regresaron, usó todos los recursos de que disponía para volverlos a la calma, y una vez logrado el objetivo, hizo gran despliegue de  figuras de medios de transporte (autos, colectivos, aviones, etc)
Y cuando todo iba viento en popa, Martín levantó la mano, y sin esperar que le dieran la palabra interrumpió a viva voz atropellando los sonidos, chocando las sílabas unas con otras:
-”Yo en mi casa tengo un tanque”
La incipiente docente, la que estrenaba práctica dijo, tranquila y sin inmutarse:
-¡Qué  bien Martín!  ¿Y qué transporta tu tanque?
Otra vez Martín, con las sílabas mezcladas chocándose por el apuro y el nerviosismo que lo caracterizaban, contestó:
-¡Es un tanque que tiene un botón vos lo apretás sale agua y se va la caca!

(Y ese día, de la mano de Martín, aprendí que para niños de 3 años, además de la planificación estructurada y recursos varios, siempre debería tener la capacidad de ser niña e improvisar junto a ellos.) 

2 comentarios:

  1. AMIGA, COMPARTO TU SENTIR, EN LA INTRO, PERO.......... EL RELATO, ME PUDO.
    REGRESE A MI JUVENTUD Y A SENTIMIENTOS, QUE TENIA DORMIDOS ..........SOBRA EL DECIR, QUE ME ENCANTO !!!!!
    GRACIAS, POR REGRESARME A AQUELLA EPOCA.
    BESOS!!!
    LA UBALDON

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  2. Lucía, me pasé de largo completamente, hoy ya es casi miércoles y recién entro a tu página, para encontrarme con que la nieve y el gris de Ushuaia también están pudiendo con vos. Lo que pasa es que ando muy ocupada aprendiendo a caminar de nuevo, ¡y me sale bien! si no fuera por la pierna izquierda que se niega a acompañar a la biónica, creo que podría hasta bailar.
    En fin, que la intro es el resultado de esos días en los que la fiaca, inercia, vagancia o falta de ganas, hace presa de una y ni siquiera da para pensar.
    El cuentito está divino, es que esos «locos bajitos» como dijo Serrat, son una caja de sorpresas, o mejor una galera de mago de la que puede salir de pronto una paloma,un conejo o un elefante. Besos, Evy

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