viernes, 23 de junio de 2023

Martín y mi práctica docente

  Tampoco me importa el mío
Sin duda vivimos tiempos convulsionados en cualquier lugar del planeta, sin duda las guerras son desastres universales y deben importarnos aun cuando sucedan en países remotos, o no tanto. 
Partiendo desde ese punto extremo de ambición y odio, desde ahí para abajo pasan infinidad de situaciones abrumadoras en cualquier sitio de este mundo. 
Explotación y falta de respeto hacia los más débiles, atropello de los derechos, intolerancia hacia "el diferente", es decir, cero empatía con la diversidad y todo lo que ustedes ya saben si tienen los ojos y el corazón bien abiertos.
Pero...
también tengo la certeza de que alrededor del mundo suceden infinitas situaciones alentadoras, que existe la gente empática, seres solidarios que dejan de mirarse el ombligo para buscar la manera de ayudar al prójimo, que hay una juventud que desborda ideas superadoras y buena voluntad, que hay familias que siguen educando a sus hijos sin buscar culpas afuera si algo no sale bien dentro de su núcleo primario y mucho, mucho más. 
Sólo que...¡no tienen prensa! 
Son pocos los medios que siguen siendo fieles a su compromiso de informar, de ser veraces , de buscar y difundir las buenas noticias y mucho más.
Por eso hoy y para despedirme, estaré ausente algunas semanas, quiero compartir una de esas buenas noticias, es algo que encontré de casualidad y sin buscar en Instagram. De allí fui a google y, felizmente, encontré muchas notas al respecto al igual que en YOUTUBE 
Les cuento: Jorge "Bocha" Ignacio, un abuelo, se conmovió ante el pedido de su nieta Candela que pretendía un colectivo para poder llevar a sus amigos y amigas de paseo, cosa que no podía hacer en su karting con motor eléctrico.
-Abuelo, quiero un colectivo para llevar a mis amigos! dijo la niña que en ese entonces tenía 6 años. 
Y su abuelo, mecánico y "fierrero", también chofer de colectivo, puso manos a la obra. 
Cuatro años tardó en llevar adelante su cometido 
¡Y logró un resultado sensacional! Es una réplica de la línea 109. Con capacidad para siete pasajeros, el motor es de Gilera, los frenos de Fiat duna y los asientos de karting. Chasis, carrocería, y cada detalle fueron creados por este abuelo amoroso. Lo único que él no hizo fue la pintura y el fileteado.
El corolario de esta historia es que en la actualidad Candela ya no usa más el colectivo y Jorge, con un corazón inmenso y amoroso, todos los domingos va a la plaza de su barrio y -dentro de la misma- lleva a pasear a niños y niñas que cada fin de semana lo esperan felices.
Las fotos son de https://lmdiario.com.ar/
Espero que en verdad esta historia les haya puesto los ánimos para arriba a quienes siempre ven el vaso "medio vacío" y a quienes, como yo, ven siempre el vaso "medio lleno" les haya dado un motivo más para sumar ternura y optimismo a su día.
Como ya anticipé, estaré ausente algunas semanas. Me voy un poco más al norte de mis país, tampoco tanto pero unos 3000km más o menos. Iré a visitar  familia y amistades en CABA, Rosario y María Susana.
Gracias por pasar. Hasta el viernes 21 de julio, o hasta cuando gusten volver.
  Lu                                                                                                                                                                                                    Esa Musiquita en el recuerdo
                                        
                                                         Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº485 de la suelta de mis letritas)
Martín y mi práctica docente
Al fin, llegó el momento de realizar las primeras prácticas.
Al fin, podría desacartonar la teoría. ¡Soñó tanto con ese momento!
Imaginó distintas maneras de cómo sería su primer contacto con un grupo de veinte niños y niñas de 3 años.
Estaba muy segura de si misma y de su condición de docente por convicción. Docente  porque creía necesario cambiar las enquistadas prácticas. Docente por la libertad de pensamiento de niños y niñas, por el respeto hacia ellos/ellas por y para que lograran ser personitas independientes, que pudieran construir pasito a paso capacidad crítica.
Trabajó a destajo para preparar el material didáctico para ese primer contacto con la realidad áulica, pensó y repensó su práctica, tachó, borroneó y volvió a escribir la cuidada planificación. 
No dejó detalle al azar. El tema que debía llevar adelante (impuesto por la docente a cargo del grupo) era “medios de transporte”.
Se levantó más temprano que de costumbre esa mañana. Sólo tomó un cortado. Se peinó con una “colita de caballo”, delineó apenas los ojos y se dio un toque de lápiz labial. Un jean y zapatillas para poder sentarse cómodamente en la ronda, sobre el piso,  con los pequeños.
Y, claro está, no olvidó el delantal cuadrillé, con el cual se sentía tan orgullosa al usarlo.
Se colgó del colectivo 56 como cada mañana, bajó en Congreso, esperó el 37… ¡otra vez apiñada como sardinas en lata! Protegía como podía su bolso con el material didáctico que le había costado tanto esfuerzo preparar.
Al fin, luego de más de una insoportable e incómoda hora, pudo bajar en Dorrego y Figueroa Alcorta.
Se reacomodó en el baño de las maestras y salió, justo a tiempo, con el sonar del timbre que indicaba que la jornada escolar comenzaba.
Entró segura a la sala. “Canchera” casi, jamás sintió temor ni nervios ante ninguna práctica docente.
Al grupo ya lo conocía, de haber hecho las observaciones en esa misma sala. 
Sabía entonces que debería estar muy atenta a los movimientos de Martín. Era un niño con trastorno de déficit de atención, hiperactivo y muy inteligente. Por lo tanto, era su gran desafío. 
Pasó el momento de intercambio, ante la atenta mirada de la docente que la evaluaba, y hacía algunas anotaciones en una planilla. 
Salieron a correr un poco al amplio parque, (pensó que era oportuno, para poder luego volver a la sala, a una actividad que requería atención) 
Era la actividad más importante así que, ni bien regresaron, usó todos los recursos de que disponía para volverlos a la calma. Una vez logrado el objetivo hizo gran despliegue de figuras de medios de transporte (autos, colectivos, aviones, etc)
Y cuando todo iba viento en popa, Martín levantó la mano, y sin esperar que le dieran la palabra interrumpió a viva voz atropellando los sonidos, chocando las sílabas unas con otras:
-”Yo en mi casa tengo un tanque”
La incipiente docente, la que estrenaba práctica dijo, tranquila y sin inmutarse:
-¡Qué bien Martín! ¿Y qué transporta tu tanque?
Otra vez Martín con las sílabas mezcladas, chocándose por el apuro y el nerviosismo que lo caracterizaban, contestó:
-¡Es un tanque que tiene un botón vos lo apretás sale el agua y se va la caca!

viernes, 16 de junio de 2023

Nanas para nenes y nenas de Ushuaia

  Tampoco me importa el mío
Les debo para un próxima edición algo más sobre la risa de la cual, como ya dije, hay mucho para contar.
Pero...
en esta ciudad que elegí para vivir hacen ya más de cuarenta años, hemos tenido esta semana dos días seguidos ¡con mucho sol! 
Entonces, ¡no pude evitarlo! y salí, cámara en mano, a tomar algunas fotos que, luego, he decidido compartirlas así que...
¡Hoy va de  fotos!
No sin antes decirles que, quienes viven en lugares soleados regularmente, no podrán comprender el porqué de mi algarabía. 
Y decirles también que en esta oscura época de cada año las horas de sol, por más brillo que tenga, son muy escasas. Aproximadamente entres las 11 de la mañana y las 14:30 hs. 
Luego, poquito a poco se va ocultando tras las montañas.
Un dato más y, prometo, ya vamos a asomarnos a ver las fotos de mi breve, pero intenso, paseo.
El dato, no menor, es que amanece muy tarde. Para que se den una idea hice algunas tomas desde mi ventana -en diferentes días- y acá va la muestra.
                 08:40                                                       08:55                                                    09:25
                                                       ¿ Salimos de caminata?
                                Tal como yo, las aves disfrutando del sol en el Canal Beagle
  Mediodía y, pese a ello, algunos patinadores y algunas patinadoras "despuntando el vicio"
                          Bella siempre la Bahía de Ushuaia y ¡majestuoso! el Monte Olivia
Siento que mis fotos no logran mostrar lo maravilloso que veo en cada "porción" de paisaje cada vez que hay sol. En fin...Intentaré mejorar el próximo día soleado.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
  Lu
                                           Esa Musiquita en el recuerdo                             
  
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº484 de la suelta de mis letritas)
Nanas para nenes y nenas de Ushuaia
Sol radiante
pierde su brillo
y
-por detrás del Martial-
baja tranquilo
para que llegue la noche
a dormir las lengas
del bosque nativo.

La luna
-gorda moflete-
brilla sobre la Bahía
cuando
no se pierde
-en medio de nubes-
jugando escondidas.

Los zorritos salen
desde sus guaridas
a "estrellear" el parque
de ojos alertas.
Y también
 a husmear 
-rondando las carpas-
si algún acampante
les dejó comida.

Las aves
duermen tranquilas
-entre farolitos chinos 
guindos, ñires
y barbas de viejo-
guardando sus trinos
hasta el nuevo día.

La noche ushuaiense
invita a la cama...
Los y las michis del barrio
-desde mi patio-
maúllan a la luna,
que les guiña un ojo
y aumenta su brillo.

Se acaban las nanas,
a cerrar los ojos
y dormir felices
Temáukel* los cuida
desde las montañas.
Tengan buenas noches
¡nos vemos mañana!

*Temáukel: Dios supremo de la cultura Selknam 

viernes, 9 de junio de 2023

Son cosas que pasan

           Tampoco me importa el mío
Como dije la semana pasada, a partir de un comentario de Graciela, quien decía que la risa es también tan contagiosa como los bostezos, se me ocurrió investigar las causas de ese contagio...¡Feliz contagio por cierto! 
Comparto hoy lo que he encontrado al respecto, pero como corolario ya les digo que aún no están claras esas causales.
De https://www.lanacion.com.ar
“La risa es un fenómeno social”, dice Sophie Scott, neurocientífica del University College de Londres, que desde hace dos décadas estudia la risa y otras reacciones humanas. Scott es coautora de un estudio que muestra la forma en que el cerebro responde al sonido de la risa, preparando las músculos faciales para sumarse y dejando preparado el terreno para que la carcajada vaya pasando de persona a persona.
Los científicos aún no han encontrado definitivamente un hueso de la risa, pero están revelando matices sobre el impulso de reír. 
Y como los humanos venimos programados para copiarnos unos a otros, la risa se contagia de persona a persona igual que los bostezos, señala Lauri Nummenmaa, investigadora del cerebro y profesora de la Escuela de Ciencias de la Universidad Aalto, Finlandia. “Simplemente copiamos el comportamiento y la risa de los demás”
Como creo que todos y todas sabemos de los beneficios de la risa para nuestra salud y bienestar, entre otros tantos disminuir el estrés, no voy a comentar sobre ello. Elijo compartir otros aspectos que desconocía y que encuentro muy interesantes. 
-El contagio de la risa no es exclusivo de los humanos. También sucede en los simios. 
-La conexión entre juego y risa es muy importante.
-La risa es una señal de juego no sólo entre humanos, lo es también entre diversos animales.
-También reímos cuando estamos solos, (yo lo hago a menudo) pero la naturaleza contagiosa de la risa hace que nos riamos mas fuerte y por más tiempo cuando estamos en grupo, y ni qué decir si vamos al cine o al teatro.
-Naturalmente tendemos a buscar la compañía de personas que nos hagan reír. La risa también refuerza las conexiones y lazos afectivos.
-Los bebés no nacen riendo contagiosamente, la gente acaba aprendiendo a hacerlo pero aun los científicos no logran determinar en qué momento ni cómo lo logran.

Y me pareció muy interesante también lo que encontré sobre cantidad promedio de veces que ríen los niños diariamente y cuántas los adultos....
¡Ya pueden contestar, sin temor a equivocarse, cuál de esos dos grupos etarios es el que más ríe!
Uff! No logro con este temita de la risa acotar mis decires. Acabo de encontrar un interesante párrafo sobre las distintas tipologías de risas y, además, las distintas EPIDEMAS DE RISA que se sucedieron a lo largo de la historia pero...
¡Da para otra edición! Me parece imperdible. No sé ustedes, pero yo no sabía nada al respecto.
Y aquí finalizo, esperando que tengan una semana muy risueña, que esas risas vayan desde una tímida sonrisa hasta una contagiosa y feliz carcajada.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.  Lu                     
                                                      Esa Musiquita en el recuerdo                          
                                                                   Acá no zafás:
 (por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº483 de la suelta                                                                              de mis letritas)
NOTA: Como de la risa charlamos en esta ocasión, me pareció que -aunque ya lo he publicado en otras oportunidades- el mejor relato que tengo para que todos y todas rían con ganas, es el que a continuación podrán leer. A mi me sigue causando mucha gracia cada vez que recuerdo el episodio más allá de que, obviamente, en el momento que aconteció quería desaparecer el mapa.
Cosas que pasan 
A mis 18 años estando de vacaciones en Concepción del Uruguay, en casa de mi prima Silvia, fui una siesta calurosamente entrerriana al Banco Pelay. 
Era el balneario más popular de la zona por ese entonces.
Fuimos, recuerdo ahora, con Ale que era una amiga de mi prima. Allí ambas, muy flaquitas y "cancheras" (particularmente yo, que vivía en Buenos Aires) caminábamos con donaire, como flotando sobre la arena blanca y caliente, con los pelos ondulando al compás de la brisa, propia de la costa, y las diminutas biquinis mojadas.
¡No había tipito ni tipejo que no nos miraran! 
Ya saben, cuando la malla se moja los pezones quieren escaparse a través de la tela, la “rayita” se ve bien marcada…
¡Hay con estos recuerdos a estas alturas de mi vida! Bellos e irrepetibles momentos…
Entonces
siguiendo con el cuento y, por si están preguntándose si “levantamos” o no, les informo que, obviamente, nos “ganamos" dos muchachos, porteños…preciosos
Diecinueve y veinte años respectivamente. Nos sentamos en sus sillitas de playa, ellos sobre la arena húmeda…empezamos a hablar animosamente. 
A mí, el rubio bonito me invitaba a pasar a la noche por su carpa, y yo “canchereando” le decía que bueno, que allí estaría.
¡Imagínense en esa época! Mi madre me hubiera encerrado con cuatro vueltas de llave antes de dejarme ir sola a la playa pasado el atardecer.
Lo cierto es que
allí estábamos, hablando, mirándonos las miradas, flirteando…y de pronto no sé cómo ni porqué empecé a toser, me picó la garganta, no sé…y desde mi posición canchera piernitas cruzadas tipo buda en la silleta, junto a la tos, salió otro sonido que debe haber hecho flamear mi diminuta biquini…
Y sí…Es lo que están pensando.
¡Se me escapó un pedo!… ¡el papelón de mi vida!
Encima, cero posibilidades de disimular. Imposible decir que la silla hacía ruido, o algo por el estilo. ¡En la playa y con reposeras! 
Así que
lo miré a los ojos y le dije: ¡Son cosas que pasan! 
Y seguí hablando como si nada, como si no me hubiese temblado la voz, como si no hubiera querido enterrarme en la arena y morir en ese instante.    

viernes, 2 de junio de 2023

Días sentimientos.

 Tampoco me importa el mío
Este primer fragmento, que sería como la sala de estar de mi casa de letras, no deja de espabilarme.
Es que siempre pienso que la charla que mantendremos en esta sala tiene que ser atractiva y casi confidencial pues es -en general- donde "charlamos" animadamente y sin querer "sacamos todo afuera"
Por eso cuento como surgen en tantas oportunidades. La semana pasada fue totalmente aleatoria y así se los dije.
En esta ocasión, como consecuencia de un comentario de Graciela, me había entusiasmado con reflexionar en voz alta sobre la risa, hilando con el tema de los bostezos pues ¡es igual de contagiosa!
Pero...
leyendo un libro de relatos breves de Eduardo Sacheri, justo un rato antes de sentarme a conversar con ustedes, me encuentro con un párrafo que me pareció sublime.
A mi, no quiere decir eso que a ustedes también vaya a conmoverlos de igual modo.
El cuento se titula "Estimado doctor" y en el párrafo de mentas dice:
“El martes es el símbolo de la monotonía por excelencia. No es como el lunes, paradigma de la depresión, ni como el miércoles, bisagra de la esperanza, ni como el jueves, preludio de la alegría, ni como el viernes, éxtasis de la liberación.
No, nada de eso. El martes es la evidencia de lo efímero de lo placentero. Es el canto de la monotonía. El martes demuestra que lo peor no es el lunes con su tristeza. Que lo terrible está en la continuidad, en la seguidilla, en la inútil cadena de días de la cual el martes es el eslabón más macabro. Es el puente nefasto que nos conduce de la desesperación al engaño. Pues si quedásemos en la desesperación del lunes, si nos ahogásemos en el pantano de su melancolía, vaya y pase. Pero no, fíjese que ahí está el martes con toda su vacía extensión, sin otro objeto en el mundo que conducirnos hasta el miércoles, y ponernos de nuevo a la espera de un nuevo fin de semana..."
Lo que me pareció genial es ese sentimiento que le coloca a cada día. Y trajo a mi memoria de qué modo sentía yo los días de la semana cuando aún  trabajaba.
No me atormentaban nunca los lunes, no me complicaba levantarme para ir a laburar, pero sí recuerdo al martes como un día "monótono", un día inacabable
Y siempre al miércoles lo sentí como un gran día, como "¡ya mitad de semana"!
Aún hoy tengo ese sentimiento, eso de ¡qué rápido pasan los días! ya llega otro fin de semana.
Y no es que en mi presente de "egresada del sistema" tenga obligaciones, actividades agotadoras y por ello necesite del finde.
¡NO! nada que ver, pero no sé si será que algunos hábitos y sentimientos quedan fijos en la memoria, o en el ADN, y tal vez por eso el miércoles sea el día que más me gusta de cada semana.
Como sea, ya ven que desvié mi idea de charlar sobre la risa para compartir este párrafo de Sacheri que le pone un sentimiento a cada uno de los días.
Espero les haya parecido en algún punto interesante. Lo de la contagiosa risa sigue en pie, será para un próxima edición.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
 Lu                                                                                                         
                                                          Esa Musiquita en el recuerdo
                                     
                                                     Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº482 de la suelta                                                                             de mis letritas)
NOTA: Como de días charlamos en la sala, para seguir con los tópicos, pensé que estaría bueno  compartir este poema que escribí hace unos 10 años.                          
                                                                          Días/sentimientos...
Hay días como tules
-días transparentes-
días agitados, soñadores
días como nubes,
-que se esfuman-
que se empujan y se aprietan
para que llegue el siguiente… 

Pero…
hay días, como túneles,
-días huecos y sin fin-
Y otros días telaraña,
que enredan y que atrapan
-ideales pa' dormir-.

Hay días como cárceles,
días laberintos…
-muy oscuros-
que  encierran, que atormentan
y son días sin futuro.

Y hay otros
-que son los mejores -
son los días como soles,
que iluminan el camino
y los sueños resplandecen,
que tatúan en la piel 
brillo y cálidos colores.