jueves, 3 de mayo de 2012

Cosas que pasan

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, voy contarles lo que anticipé el jueves pasado: me llamaron de la Editora Cultural Tierra del Fuego, para decirme que mi obra "Breves Momentos", fue seleccionada por los jurados, para ser publicada. ¡Guauu amigos y amigas! ¡Estoy muy emocionada! La realidad es que hasta que no pasara esta instancia, no podía saber yo si me publicarían o no. Es condición sine qua non para quienes decidimos presentar nuestra obra en la editora del estado provincial, pasar por un jurado compuesto por 3 personas, que individualmente leen la obra y emiten cada uno su opinión. Instancia que podría no haberla pasado. ¡pero ya está el primer paso dado! es decir, el 2do. El primero fue cuando -en soledad- decidí presentarme. Luego vinieron las ayudas, las opiniones, los correctores (ambos ad honorem), las niñas que colaboraron con las ilustraciones, mi amiga Silvia que me ayudó a compaginar. El título que no salía, las opiniones a través de este blog al respecto, Silvia (de Mardel) que encontró "la punta del ovillo", para que yo arribe al "Breves Momentos" como título de mi ópera prima. Y mi esfuerzo por lograr llegar a término para presentar.
Ahora se viene la 3er etapa: una ardua instancia de corrección, habida cuenta que los jurados hicieron algunas observaciones que intentaré cumplimentar en esta semana. 
A propósito, quiero decir que creo que Tierra del Fuego es la única provincia que cuenta con una Editora. Si no es así, espero que me informen, ya que intenté desasnarme a través de internet y no encuentro ninguna otra.
Que me llena de orgullo, que en mi provincia, la cultura no sea para unos pocos, que me gusta que practiquen eso de "el movimiento se demuestra andando" y andando van haciendo camino, y sin dudas, en el hacer cometen errores, y lo bueno es que van aprendiendo y creciendo, y mejorando. Apenas tiene unos 4 años, y ya se van notando los logros y los cambios. ¡A partir de este año la provincia de Tierra del Fuego tiene stand propio en la feria del libro! y pueden participar del mismo, no solamente los que publicaron con la editora estatal, sino que tienen en ese stand un lugar todos y todas quienes quieran presentar sus libros, independientemente de con qué editorial hayan publicado.
Y los dejo por hoy...¡Voy a trabajar en las correcciones de mi libro!
Como siempre,gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
  Lu
La frase para pensar:
Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas... Es una virtud, es dignidad y es la actitud de identidad más definida
Eladia Blazquez
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 63 de la suelta de mis letritas!)

Cosas que pasan
Y si. Los 18 años son como son. Aquí y en la China. En tu época y en la mía y por los siglos, de los siglos, enfatizó tía Ruperta, y yo inmediatamente le contesté: ¡Amén!
Y tía, que ahora va por los cincuenaytantos, se rió a carcajadas y le pareció un gran chiste mi sonsera.
 Siempre me dice que soy muy divertida, que adora mi juventud y mi desfachatez, esa cosa espontánea –según dice ella- que yo tengo y que me hacen única, graciosa, querible y varios calificativos más, a cual mejor. Que si me calzaran todos yo sería una líder mundial…La verdad es que yo no me la creo…pero bueno, tía me ama y soy para ella algo así como la hija que nunca tuvo.
 Y la verdad es que a esta altura de mi vida, 23 años no es poca cosa, he conseguido casi todo lo que me propuse. Con mucho esfuerzo, en general, y algunas lágrimas también…Pero lo he conseguido.
 Y el casi es porque… ¡que mal me va con los hombres! Con los hombres de los que me enamoro, digo, porque con los otros, los amigos… ¡los tengo de a miles! Adonde quiera que vaya, siempre encuentro un amigo nuevo. Y ojo, que también tengo amigas mujeres… ¡Pero me llevo mejor con los varones! Y hasta hago de celestina a veces…

Volviendo a tía Ruperta, y a su hipótesis de cómo son los 18 años, eso viene a cuento porque me vio muy triste  (yo había cortado con otro de mis “desamores”) y me contó una historia que, hasta el día de hoy, no pude averiguar si fue cierta, o puro invento, para sacarme una sonrisa.

Según sus dichos, a los 18 años, estando de vacaciones en Concepción del Uruguay en casa de su tío, fue una siesta de esas entrerrianas al balneario más popular de la zona, con una amiga de su prima. Allí, ambas, muy flaquitas y cancheras (particularmente ella, que era de Buenos Aires) caminaban con donaire, como flotando sobre la arena blanca y caliente, con los pelos ondulando al compás de la brisa, propia de la costa, y las diminutas biquinis mojadas.
– ¡Imagínate, preciosa, cómo nos miraban los muchachos! Ya sabes, cuando la malla se moja, y tienes un buen cuerpo, los pezones quieren escaparse a través de la tela, la rayita se ve bien marcada… ¡Hay con estos recuerdos ahora! ¡Qué momentos! - decía tía y se abanicaba el rubor que subía por sus mejillas.
A esa altura del relato, yo me sentía un poco más animada y le dije:- ¡Y dale tía! ¿Levantaste o no levantaste?  
Me pareció ver un dejo de melancolía en la mirada de Ruperta cuando me dijo:
-¡Claro que levantamos! Dos muchachos porteños…preciosos…Uno para Alejandra, otro para mi. Diecinueve y veinte años respectivamente. Nos sentamos en sus sillitas de playa, ellos sobre la arena húmeda…empezamos a hablar animosamente. A mí., mi  rubio lindo me invitaba a pasar a la noche por su carpa, y yo "canchereando" le decía que bueno, que allí estaría.
Imagínate sobrina, en esa época; ¡Mi madre me hubiera encerrado con cuatro vueltas de llave antes de dejarme ir sola a la playa pasado el atardecer! 
Me emociono con tanto recuerdo…Allí estábamos, hablando, mirándonos las miradas, flirteando…y de pronto no sé como ni porqué empecé a toser, me picó la garganta, no sé..y desde mi posición canchera piernitas cruzadas tipo buda en la silleta, junto a la tos, salió otro sonido que debe haber hecho flamear mi diminuta bikini…
- ¡Noooo! ¡Tía no me jodas! ¿Se te escapó un pedo? Pregunté yo.
- No…no te jodo… ¡el papelón de mi vida! Encima, cero posibilidades de disimular. Imposible decir que la silla hacía ruido, o algo por el estilo. ¡En la playa y con reposeras! Entonces, lo miré a los ojos y le dije: ¡Son cosas que pasan! Y seguí hablando como si nada, como si no me hubiese temblado la voz, como si no hubiera querido morir en ese intante.

Y esa es la parte de la historia, que nunca sabré si fue cierta o no. Pero lo que si sé, es que después de ese relato, abracé a mi tía y empecé a sentirme mejor.

4 comentarios:

  1. Hola amiga! Hoy madrugué, bueno en realidad vos publicaste temprano, porque recién es casi la una de la mañana y yo me acordé de leerte.
    ¡Qué bueno que tus escritos hayan entrado en la editora y se van a ver en letras de molde, y los va a leer mucha más gente que por aquí!
    Es un pasito más en este camino de la literatura.
    Tu relato está muy original, posiblemente no fue tan así pero la idea de la tía era hacerte sonreir y lo logró.
    Me encantó la frase de esa grosa que fue Eladia Blazquez.
    Esta vez le gané a Silvina! Besos, Evy

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  2. EVY.......... ESTA VEZ ME SACO EL SOMBRERO!!!!
    LU. TE RE FELICITO AMIGA. VOS COMO NADIE , TE LO MERECES.
    QUE LA PROVINCIA TE DE ALGO POSITIVO , CON TODO EL AMOR QUE DEJASTE ELLA........
    EL RELATO,SUPER !!!REGRACIOSO........ESTA TIA, ALGUNA VEZ, A QUIEN NO SE LE ESCAPO UN PEDO ?
    GRACIAS POR TUS JUEVES !!!!
    LA UBALDON .

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  3. Lucia, me alegro mucho que vayas a publicar tus letritas. Me hace feliz...
    Me dio gracia el relato.
    Te mando besos y nuevamente FELICITACIONES

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  4. Bravo, Lu!!! Muchas felicitaciones por la buena noticia... Un abrazote.

    Alba

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