viernes, 30 de septiembre de 2016

Para Hiji Agustina

Tampoco me importa el mío
No sé si podré plasmar mis sentires en esta entrada, pero a partir de la frase que leí en el blog de mi amiga Tesa, http://elalmacendelosdiasperdidos.blogspot.com.ar/que 
se los recomiendo una vez más- me la pasé pensando en el difícil y contradictorio arte de ser madre. Sumado a eso, el acontecimiento feliz del cumpleaños número 28 ¡¡VEINTIOCHO!! de hiji, lo que implica que desde hacen 28 años me inicié en el sinuoso camino de ser mamá.
Pero, volviendo a la frase, he aquí la misma: 
"Los hijos son como la hiedra trepando por las paredes". 
¡La  fuerza, al menos para mí,de esa imagen! Entiendo que puede sugerir tantas interpretaciones como lectores tenga. Cada quien reflexionará entonces sobre ello.
Sin dudas, el sentimiento materno está ligado a infinitos acontecimientos, el deseo de serlo o no, las distintas circunstancias de la etapa de crianza, el "deber ser" y la historia ancestral de cada mujer, etc
En lo que a mí respecta, quiero decir a vuelo de pájaro, dos o tres tips de mi ser madre sobre los cuales, frecuentemente, escucho hablar a tantas mujeres.
Recuerdo que cuando estaba embarazada, algunas amigas me decían, entre otras tantas consideraciones, "Aprovechá a dormir ahora, porque luego ya no podrás"...
Siempre dormí a mi gusto y placer excepto, obvio, cuando mi hija estaba enferma.
"Hacé todo lo que tengas ganas antes de tener un hijo, pues luego todo será complicado" No puede negarse que al tener un bebé, las responsabilidades y el ritmo cotidiano se alteran. Pero nada es "trágico". Todo, supongo, tiene que ver con las circunstancias en que cada quien se convierte en madre. 
Fui "madre soltera" y por lo mismo, la única "regla" que seguí, intuitivamente, fue intentar criar una hija con la fortaleza necesaria para enfrentar la vida...Nunca tener conmiseración de ella por esa situación fortuita que le tocó vivir.
Algunas situaciones cambiaron, es cierto, pero particularmente en el sentimiento. Me parece a mí que, el día que parimos, no solo pasamos a ser madres sino qué -sin quererlo- pasamos a ser "anímicas dependientes" del estado emocional de nuestros hijos.
Quiero decir con esto que, aunque mi vida esté brillando, si ella no se siente plena y feliz o, intuyo que tiene algún problema de cualquier índole, yo casi no duermo pensando en las posibilidades de "achicar" su angustia...Quiero decir también que necesito su abrazo y saber que me ama, explícitamente, sino me la paso rumiando por los rincones...Como para dar algunos ejemplos. 
Lo que no siento ahora, ni sentí jamás, es que al convertirme en madre tuviera que cortar mis alas y mi espíritu aventurero, entre otras cosas. De hecho, cuando quise y pude viajar, lo hice, dejando a mi hija al cuidado de sus abuelos. Si tenía que salir, pues lo hacía, ocupándome por supuesto de que se quedara con alguna amiga mía o, dependiendo de los años, se quedaba a dormir en casa de una amiguita de ella. Como sea, en general encontraba la alternativa para que ambas lo pasáramos genial. Y las veces que no la encontré, pues ¡me quedé en casa y disfruté de todos modos el estar con hiji!.
Antes de continuar, necesito hacer aquí un paréntesis, para realizar, un ENORME RECONOCIMIENTO Y AGRADECER a tantas amigas, de las cuales algunas ya no están, que me acompañaron en la primer etapa de mi maternidad, en esta ciudad sin familia de sangre. En esta Ushuaia donde en alguna época los amigos se constituyeron en familia por adopción.
Transitar su adolescencia, fue para mí bastante complicado, fui aprendiendo a la par de Agus, como resolver situaciones en este difícil momento por el que todos pasamos. Por suerte, me parece, en esa etapa de la vida de hiji, apareció su padre y "colaboró", en cierto modo, reafirmando mis decisiones respecto a salidas, estudios y otras cuestiones frecuentes que nos suceden con los hijos que adolecen.
¿Qué en ocasiones me angustio y tengo sentimientos contradictorios? ¡Pues claro que sí, somos MUJERES, ante todo y HUMANAS!. Por suerte ningunas "robotinas"
Pero la realidad es que ser mamá es una gran aventura que no acaba nunca, más allá de la edad de los hijos. Tal lo que me dijo Tesa y comparto 100%.
Hay mucha tela para cortar en este tema del "sentimiento materno", pero el espacio y, particularmente hoy, mi tiempo es reducido.
En apenas unas horas tengo examen de portugués, y ya es tiempo de que cambie estas reflexiones por un momento de estudio de esa lengua.
Así que, como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.
 Lu
Frases de madres e hijos
Los hijos aprenden poco de las palabras; sólo sirven tus actos y la coherencia de éstos con las palabras” 
Joan Manuel Serrat
Mienten los padres que intentan hijos a medida, torpe el hijo que reniega lo que hubo detrás” 
                                                                                                          MIguel Abuelo
Los padres son los huesos con los que los hijos afilan sus dientes.” 
Peter Ustinov
Soy mujer orgullosa y altiva pues crié, yo sola, a mi hija, y ella se supera y ME SUPERA día tras día
Lucía Porta
No se estudia para ser mamá, por eso hacemos lo mejor que podemos. Y si bien creo en el instinto, más creo en el ensayo y error, el sentido común y el amor
Lucía Porta
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 216 de la suelta de mis letritas)
NOTA: La entrega de hoy, es la nueva versión de un poema titulado "ParAgustina" que escribí hace ya varios años
Para Hiji Agustina
Te crecí
con agua y leche
digna
Dignidad de pobre
rica dignidad.
Te crecí,
sin penarte ni pensarte
abandonada,
a ritmo de duendes,
habitantes del bosque,
y de nuestra casa
poblada de historias 
entretejidas en noches
de luna llena.
Presagiando tu futuro
niña buena
te crecí,
amanecida
sola y plena,
para que descubrieras la vida
y cantaras en ella
sones de  solidaridad,
amor, paz y humildad.

Te crecí
simplemente...
Y hoy sos
una maravillosa mujer
inquieta,
ávida de saberes,
siempre independiente.

1 comentario:

  1. Lucía querida, con las disculpas a cuestas empiezo por leer este post para ir volviendo a la normalidad, como ya te dije personalmente mi vida en este momento es una vorágine de viajes, encuentros literarios y de los "otros" gracias a Dios y a ese ser maravilloso que tuve la suerte de encontrar hace ya ¡Un año! Quiera Dios o quien corresponda que todo siga así.
    Paso a tu escrito, hermoso, versátil, como siempre, con esa agudeza tuya tan especial. Claro que tenés razón al ser madres nuestra vida cambia, pero no es estrictamente necesario que nos olvidemos qué somos, Mujeres, antes de ser madres, y no somos malas madres porque hagamos uso del derecho a ser Mujeres.
    Las frases todas muy sesudas, sobre todo las tuyas y el poema... un poema, te quiero amiga, Evy

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