viernes, 25 de octubre de 2024

El alma de Alma

   Tampoco me importa el mío
Poca o nada inspiración tengo en esta ocasión. 
Diré que he pasado un feliz día de la mamá, que al fin salió el sol por estos pagos, que la temperatura en estos días es muy agradable pero...
Hace dos días que el señor viento pareciera decir ¿querían primavera? Pues acá la tienen y yo llego con ella. En fin, que todo no se puede. ¡Es lo que hay!
Dicho esto, pensé que ante mi escasa imaginación y las malas noticias tanto de mi país como del mundo en general, lo mejor será una entrada distendida, que nos genere "cosquillas en el corazón"
Obvio, me parece a mi, que entonces debería buscar alguna noticia sobre michis... Bueno sí, algo de perris también.
Puse manos a la obra y teclee "google"y luego "amistad entre animales y personas"
Buscando, descubrí que existe una ciencia llamada "antrozoología".
Es la ciencia que estudia las interacciones y el vínculo entre los seres humanos y el resto de animales.
¿Lo sabían ustedes? Yo no tenía la más remota idea.
Seguí buscando y en https://vetmarketportal.com.ar/ encontré una nota al respecto, de la que extraje los siguientes párrafos e imágenes:

La relación de amistad entre las personas y los animales solo es posible cuando se respetan las libertades y existe un beneficio mutuo, a nivel físico, emocional y mental.

El vínculo entre humanos y animales se define como "una relación mutuamente beneficiosa y dinámica entre personas y animales que puede influir positivamente en la salud y el bienestar de ambos".

Los animales de compañía, fundamentalmente perros y gatos, se caracterizan por su conducta social flexible, aunque solo manifiestan este rasgo si los humanos invierten en ellos el tiempo necesario y ponen esmero en su relación. Una vez que el vínculo se establece bien podría definirse como una relación de amistad.
No sabía de la antrozoología, pero sí de lo importante y necesarios que son los "peluditos de cuatro patas" en nuestras vidas.
Yo sigo extrañando a Momo y a Morrison. Puedo dar fe, a partir del vínculo que tuve con ambos, de lo importante que son para las personas.
Y más aún en estos tiempos en que las malas noticias y la mala gente abundan. ¡Nada como llegar a casa, quitarse los zapatos y abrazar a tu michi!. Bueno... ya dije, perri también puede ser. 😊
Para finalizar, les dejo dos videítos breves de "héroes sin capa". 
       
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gusten volver.

       
 Lu
Esa Musiquita en el recuerdo
                                        Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº571 de la                                                                                 suelta de mis letritas)
NOTA: Busqué este relato en mi archivo porque, me parece, tiene buena vibra. Digo, como para seguir con temas amenos y que nos dejen sensación de "cosquillas" en "el alma"
El alma de Alma
En la zona oscura del balcón, allí estaba Alma.
Alma con su alma a oscuras, con su soledad ancestral, con su mirada triste…
Pasó una pandemia que arrasó con su vida, que se llevó amigas, chamanas y amores…
Pasó una pandemia Alma…y la pandemia desnudó su alma.
Pasó una pandemia pero a pesar de todo –por suerte- el mundo siguió andando y Alma andando en él.
Pero…
no sonreía Alma, no salía de la zona oscura de su balcón…
En tanto
Beni su nuevo vecino, su vecino pospandemia, la observaba sin que Alma lo supiera tan ensimismada en la tristeza de su alma.
Entonces
Beni desde la zona luminosa de su balcón esa mañana soleada se atrevió a nombrarla, se atrevió a llamarla interrumpiendo los pensamientos profundos, la tristeza del alma de Alma.
Luego
Pasaron los días y Alma -que ya no se sentía tan sola con su alma- cambió la zona oscura de su balcón por la zona luminosa que estaba pegadita a la zona luminosa del balcón de Beni.
Fue una mañanita de esas que, atraída por los chismes del barrio, acerté a pasar por allí y al levantar la vista, ¡también yo lo vi!
Eran dos balcones convertidos en uno que irradiaban tanta luz, tanta claridad que para poder mirar se necesitaban anteojos de sol.
Hay quienes dicen que era la luz que se escapaba del Alma de alma cuando Beni la abrazaba.

3 comentarios:

  1. Ay Lu!...la verdad es que tengo memorias con perris y michis,con ambos fui feliz y tambien llore mucho.Sin duda entre humanos y animales se forja una relacion de amistad y entre amo y mascota,una relacion de amor,que es tan fuerte como cualquiera,hermosa entrada y los videos uno me dio penita.El poema es hermoso como todo el post.Te dejo un gran abrazo y me alegra que estes escribiendo!

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  2. A ver esa Lu, que la pasa, que llevas un tiempo un poco apagadilla, arriba ese ánimo que si no voy a nado cruzo mares montañas y te doy una tostada jajajá. Besos, amiga.
    A ver los animales, al igual que las personas, solo queremos cariño, y cuando nos lo dan nos aferramos a él. Asi de claro. La vida sin cariño no es nada.
    Vaya por delante el mío.
    Al igual los animales lo intuyen de las personas y nos lo dan de igual modo.
    Los días de pandemia fueron tristes, pero si algo nos enseñaron es que el cariño y vuelvo otra vez con él y el amor son fundamentales para los males de la vida en general.
    Asi, pues mucho cariño y besote para ti mi querida Lu.

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  3. Recuerdo esos vientos patagónicos... Dan dolores de cabeza pero también se llevan lejos las penas.
    Está claro que hay interacciones entre los animales y las personas. A veces pienso que más que entre las personas y las personas.
    En la época del aislamiento por el covid, los balcones nos hicieron relacionarnos con vecinos cuya existencia apenas conocíamos pese a vivir en el mismo edificio. Alma y Beni son un ejemplo de ello.
    Lu, un beso lanzado hacia allá desde mi balcón (aunque vivo en un Bajo, sin balcones; tendré que subirme a la azotea para enviártelo :)

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