Tampoco me importa el mío
Pensando que llego a esta edición totalmente "en babia" se me ocurrió buscar el origen de dicha frase. En principio, busqué la definición:
"estar distraído, abstraído, ensimismado, embobado o despistado, y sin enterarse de lo que ocurre a su alrededor".Respecto al origen, esto es lo que encontré en
https://original.revistaelabasto.com.ar/
“Estar en babia”
Babia es un territorio montañoso situado al noreste de España, en la provincia de León. Allá por los siglos XI o XII, cuando León era un reino, los monarcas tenían en ese sitio su residencia de descanso, a la que habían dotado de todos los lujos y comodidades introducidos por los árabes en al Península: baños, fuentes, espléndidos jardines.
Cuando la Corona corría peligro o querían evitar asuntos fastidiosos, los reyes se refugiaban allí para recrearse y gozar del clima y el paisaje. A los súbditos que acudían a la corte con alguna demanda, los servidores reales tenían orden de contestarles: “Los reyes están en Babia”. De donde el dicho pasó a cobrar un significado de vivir en las nubes, de ser un distraído.
Luego de haber aprendido el origen de dicha frase, me acabo de dar cuenta de que no sólo yo" estoy en Babia", sino que el presidente Milei también lo está.
La diferencia, en todo caso, es que para mi es un estado momentáneo y él VIVE PERMANENTEMENTE EN BABIA.
Y, obvio, al no ser yo presidente no tengo sus responsabilidades y, por lo tanto, no le jorobo la vida a nadie.
Tal vez esa frase tenga similitud en su significado con una mucho más actual como lo es "Vivir en una burbuja" o, también, "Vivir en un táper" (originalmente tuppperware!
Y en mi opinión, absolutamente personal, creo que también es el caso de Milei: Vive en una burbuja
Bueno, ya dije que "estoy en Babia" lo cual sin duda lo notarán reflejado hoy en lo que voy contando.
No tengo la fluidez habitual para contar, no estoy divertida ni espontanea y por eso nomás voy a finalizar esta intro.
¡No dejen de escuchar la musiquita en el recuerdo! Seguramente la mayoría de quienes vienen a visitarme la conocen en la voz de la inmensa Mercedes Sosa.
Lo que no conocía yo es esta versión que comparto y que me ha encantado.
Y no se pierdan el relato que sí, me parece a mi, es muy gracioso.
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gusten volver.
Esa Musiquita en el recuerdo
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº577 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Disculpen si ya lo leyeron aunque, lo más probable es que no lo recuerden así que...¡Será como leerlo por vez primera! 😂
Traje de...
Era tan bella, tan conversadora, tan simpática… ¡tan todo!
Bueno, sí. Estoy hablando de mi hija cuando era pequeña.
Madre orgullosa si las hubo he sido yo.
Ella, carismática, sensible, inteligente, empática y yo, profesora de jardín de infantes.
Imagínate…
en esa etapa de mi hija –entre los 3 y los 5 años- en una ciudad pequeña, ella “la hija de Lucía” era conocida por casi todos y todas.
Y Lucía, o sea yo, siempre orgullosa de ser la Maestra Jardinera que era. Siempre un paso más adelante, actualizándome y logrando reconocimientos de mis pares…
Pero, vuelvo a mi niña que por aquí va el cuento. Yo, “la sabionda profe” fui con ella de compras a una ferretería. Y justo a la entrada del negocio, con un cartel escrito en amplias letras, promocionaban
“TRAJE DE AGUA” Consistía dicho traje en una capa y botas de las que usan los pescadores.
Ahhhh!! Mi orgullo por partida doble –madre de esa maravilla de niña + profesora de Jardín- me infló el pecho y leyéndole “Traje de” le señalé la palabra “agua” y pregunté a mi peque:
-AGUS, ¿Qué dice acá?
Obviamente ella podía leer su nombre y mis conocimientos sobre el tema de lectoescritura me decían que, sin dudas, dado la similitud de ambas palabras podría descifrar lo que allí decía.
Y entonces ella leía, y la gente empezaba a observarla… (En verdad era muy bella y simpática, por lo que despertaba adhesiones donde quiera que estuviera).
-A---Ggg----U—uu-A
-Muy bien hiji! Entonces... ¿qué dice?
-No sé mami
Y volvía a deletrear en forma correcta y yo volvía a preguntar que decía y ella siempre respondía
–No se mami.
Hasta que al cabo de la tercera o cuarta vez de repetir el esquema, quitó su vista del cartel en cuestión, se dio vuelta, me miró a los ojos fijamente y me dijo, muy convencida
¡TRAJE DE BOMBERO!