viernes, 17 de enero de 2025

Doña Pepa

Tampoco me importa el mí

Como "lo prometido es deuda", sin preámbulo alguno, los invito a compartir en fotos la segunda parte del paseo a Cabo San Pablo y el bello pingüino rey como "broche de oro".
Bello el paisaje desde el mirador del faro y bellas flores en el sendero.
Desandando el camino, llegamos a "La casa del pescador" Antes de entrar nos sorprendieron gansos, gallinas y el perrito guardián
Excelente restaurante en el que se puede comer pescado fresco, entre otras cosas ricas. Silvia y Miguel, maravillosas personas, son los anfitriones. Él pesca, ella cocina... ¡Delicioso! ¡Hermoso parador! y allí, a la vista, el "Desdémona"

Y cuando estábamos contemplando este buque varado y abandonado en 1985...¡Lo vimos! Ahí estaba él...¡Hermoso!
   
 
Pidiendo perdón por las imperfecciones del vídeo, y antes de cerrar les cuento que alrededor de las 18:30 partimos de regreso, con el alma aleteando cual mariposa,  los sentidos a pleno y el corazón contento. 
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gusten volver.
 Lu
Esa Musiquita en el recuerdo

                                        Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº580 de la                                                                                suelta de mis letritas)
NOTA: Poemita para peques - y para quienes lo llevan dentro a pesar de los años- que rescaté de mis archivos. Data de 2017.
Doña Pepa
Vivo en un barrio pequeño
de tan solo cuatro manzanas
con casas de techos bajos
y apenas cuatro por cuadra.

En una casa pequeña,
a la vuelta de mi esquina,
vive la Abuela Pepa
con su gata Tomasina.

"Es una abuela sin nietos"
siempre dice mi mamá
por eso con mis amigos 
vamos a su casa a jugar.

En verano
nos ofrece helado de calafate
y en invierno nos invita
con un rico chocolate.

En otoño teje bufandas
y gorros muy coloridos
para sus nietos del alma
que somos yo y mis amigos.

Cuando llega la primavera 
está siempre muy contenta,
nos da cuadernos y lápices
y jugamos a "la maestra".

Algunas veces la abuela,
a mis amigos y a mi,
nos muestra fotos antiguas
que siempre nos hacen reír.

Otras veces cuenta historias
de su lejano pueblito
"porque así no las olvido"
murmura muy despacito.

Si Doña Pepa se muere
porque ya está muy viejita...
¿qué haremos en este barrio
sin nuestra querida abuelita?

1 comentario:

  1. Me encanta tu publicación. Cuánto me gustaría poder ver en persona a esos animalitos tan fascinantes.
    Es tu tierra, realmente espectacular!!!
    Lo de Pepa, una joya. Puede existir en mi barrio. Hay muchas similitudes en nuestros medios ambientes (tu tierra y la mía).
    Un abrazo muy grande, Lu.

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