Amor sobre tablero

Tampoco me importa el mío

Y por eso hoy voy a decir que me cansa tanta soberbia dando vuelta. (Este tema quedó pendiente desde hacen 2 jueves) La realidad es que estoy atravesando una experiencia cercana, con alguna persona que no puede soportar no ser la "vedette" y eso hace que no esté bueno compartir, actividades,rutinas, etc, porque en vez de ser momentos placenteros  pasan a ser todo lo contrario. Y se siente el cansancio y las ganas de volver pronto a casa.Y si fuera alguien lejano a mis afectos, pues lo mando a la mierda, desaparezco y ya. Pero...¿cómo se hace, cuando el ególatra es una persona que por algunas otras razones es querible?
La realidad es que la EGOLATRÍA es un trastorno de personalidad, y es una patología cada vez más frecuente, en estos tiempos competitivos que -lamentablemente- nos tocan vivir.
Busqué algunas notas al respecto, como para  punta del ovillo y nada más. 
Pego a continuación unos párrafos que tomé de: http://www.encontrarse.com
Se define al soberbio quien se tiene por superior, quien se siente y se cree más que todos los que le rodean y menosprecia a los demás.
En la Psicología dinámica, esconde una necesidad, la necesidad de ser más. Y toda necesidad es señal de una falta, de una carencia profunda.
En el caso del soberbio lo que habría en el fondo, en el inconsciente, sería una inseguridad nacida de un sentimiento de inferioridad.Y de ahí su necesidad imperiosa por ser más que los demás. Es el dime de qué presumes y te diré de lo que careces.
Y los siguientes párrafos los tomé de: http://www.psicologiaparatodos.com
El egocéntrico o la egocéntrica, atiende desmedidamente sus propios intereses antes que ocuparse de terceros, si es que lo hace.
El problema fundamental que sufren los ególatras es que miran la realidad a través del cristal de la propia "infalibilidad". Para ellos, los demás deben aceptar sus puntos de vista y generalmente no aceptan estar equivocados. Tienen una marcada tendencia a menospreciar a las personas.
Más que personas provistas de una necesaria y adecuada autoestima, los egocéntricos manifiestan una exagerada grandiosidad
Pensando que siempre tienen  la razón, no son aptos para profundas reflexiones y no escuchan lo que se les dice o advierte. Por ello, cometen graves errores a lo largo de su vida y poco a poco, de grandilocuentes se van quedando solitarios, conviviendo con su propia "grandeza" y algunas fantasías de supuestos éxitos, de poder o de excepcionalidad.
En las relaciones personales, los egocéntricos o egocéntricas se comportan como aprovechadores. En el ámbito laboral, siempre usarán a los demás para alcanzar sus propósitos.

Sin duda, estos párrafos forman parte de los miles que circulan por la web. Pero ya saben, lo mío solamente es un disparador, para que quienes consideran un tema cercano, lo tomen y lo amplíen a "gusto y piaccere"

Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida

 Lu

La frase para pensar:

"Hay personas que se consolarían hasta del fin del mundo, con tal de que ellas lo hubiesen  anunciado"

                                                                                                                          Hebbel, Friedrich Christian

Acá no zafás:

(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 81

                                                               de la suelta de mis letritas!) 

Amor sobre tablero

Como pieza de ajedrez

entre bambalinas

se mueve la reina
acechando al rey.

Pero éste, esquivo,

monta a caballo
para huir a su torre
pues se siente jaqueado.

Se mueve en diagonal

detrás del alfil

queda expuesta

ante un peón

que abriendo  la puerta

la deja subir.

Y ya en esa alcoba

que huele a verano

se quita la ropa

lo mira lo envuelve, 

en tanto él -desbastado-

se deja abrazar.

Avanzan, retroceden

y en medio del juego,

de cuerpos ardientes,

dedos exploradores, 

lenguas serpientes,

dice sonriendo la dama:

ya ves…

en esto no hay dudas…

                                        ¡es jaque, mi rey!.