viernes, 4 de mayo de 2018

Confusión de Marías

Tampoco me importa el mío
Lo pasado no tan pisado, pensaba días atrás cuando esperaba ser atendida en los consultorios de LALCEC. Y no lo pensaba en función de mi salud, que está muy bien por suerte, sino porque la espera allí se extendía habida cuenta de que una de las secretarias "nunca puede nada" por lo que su pobre compañera, sola, "no puede con todo".
Lo cierto es que las mujeres nos acumulábamos allí y, por suerte para mi, encontré 3 antiguas conocidas del pueblo.
Y acá viene la conexión con el pasado. Es que en 1983, año de mi arribo a esta ciudad, apenas si superábamos los 13.000 habitantes y, mayoritariamente, nos conocíamos. Al menos por profesión, por vecindario, por año de llegada a la isla, o por franja etaria, todos y todas sabíamos con quien hablábamos.
En la actualidad estimo que superamos los 70.000 habitantes y, obviamente, caminamos por las calles de la ciudad sin conocer a tanto transeúnte que se nos cruza en el camino.
Por eso, cada vez que tengo la posibilidad de encontrarme con la gente de aquellos "años locos y felices" lo disfruto enormemente .
Ese día, por ejemplo, haciendo alusión al tiempo que hacía que no nos veíamos, decía yo -"Y aquí me ven, sigo buscando "novio", a lo que una de las que participaba del corrillo acotó -" Y bueh, a esta altura, ¿porqué no probás cambiando de colectivo? 
Espontanea, rápida como siempre y las risas nuestras que hicieron que el resto de la sala posara sus miradas sobre nosotras. Y acotó- "¡Pero claro!, con todos los colectivos que hay en estos tiempos..."  
Inmediatamente, otra de mis antiguas conocidas dijo ¿Y porqué pensás que vengo a ver al ginecólogo? -Al menos veo un hombre a solas conmigo ...¡y me toca!  Y así transcurrió nuestra espera  felizmente divertida.
Este tipo de encuentros siempre es gratificarte. Una frase que utilizo cuando, ocasionalmente, se producen es -"Qué hacés! ¡Tanto tiempo sin vernos! Pensar que antes nos encontrábamos siempre en "Don Antonio" (un pub de aquellos años) y ahora, cuando nos encontramos, es en el hospital o en la farmacia" Lo cual, sin dudas, es dicho con humor y risas. 
Otro posible lugar, de encuentro casual, es alguno de los supermercados de la ciudad. También en esas ocasiones solemos quedar un buen tiempo charlando de nuestras vidas y preguntándonos por el fulano o la fulana que formó parte de la, por entonces, bella comunidad de Ushuaia allá por los 80.
Me quedaría aquí contándoles sobre aquellos felices años, sobre cómo salíamos de nuestras casas sin echarle llave, sobre cómo paraban los coches para llevarnos sin necesidad siquiera de hacer dedo, sobre cómo todos y todas aquí éramos "alguien": fulano, el pintor de brocha gorda, fulana, la señorita del Jardín de infantes, mengano el baterista, etc
Me quedaría.  Pero no se sí pueda interesarles estas añoranzas mías, historias sobre la cuasi aldea a la que arribé con una mochila de interrogantes y deseosa de aventuras. 
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA.
Frases: 3 de Greta Garbo
“No tienes que casarte para tener un buen amigo como compañero de vida”.

Me gustaría ser sobrenaturalmente fuerte para poner bien todo lo que está mal”.

"Aparentemente hay una ley que gobierna todas nuestras acciones, por eso nunca hago planes”
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 274 de la suelta de mis letritas!)  
NOTA: Dado el tema de la crónica de hoy recordé este relato escrito hace varios años y lo versioné para la ocasión. (El original es más extenso)
Confusión de Marías

               Llegó a Ushuaia, en un vuelo de LADE, con toda la fuerza y el ímpetu de su juventud.
Su título, de Profesora Superior de Jardín de Infantes, le producía infinito orgullo y, esencialmente, era una Maestra Jardinera de “pura cepa”,
Llegó un 21 de febrero de 1983 y sin el tiempo necesario para instalarse, mucho menos aún para recorrer el pueblo (con rango de ciudad), dos días más tarde se encontraría inmersa en su nuevo trabajo.
Inmediatamente, comenzó con las entrevistas “Hogar –Escuela”…
_Buen día. Así que usted es la mamá de Claudio. Un gusto conocerla.
Tímida, la Señora de unos pocos años apenas más que ella, contestó el saludo con un hilo de voz casi inaudible.
-Así que María, dijo “la Seño” intentando que la mujer se sintiera cómoda y entrara en confianza y, a partir de allí, no dejó de hablar, tal era su costumbre.
“Que esta entrevista es para conocernos mejor. Para saber qué pasó con Claudio en los 4 años de vida que ya tiene...que es importante establecer el vínculo hogar escuela y...bla bla bla.”
Y de repente, como María hablaba tan poco, decidió empezar con la entrevista sin irse por las ramas esperando que, al avanzar en ella, la mujer entrara en confianza.
 - ¿Domicilio?
-María Sánchez Caballero
-Ah, sí, sí, sí. ¿Pero cómo se llama la calle donde viven?
María Sánchez Caballero respondió nuevamente María, levantando apenas el tono de voz como desde que llegó a la entrevista, bajando la mirada hasta el límite que le imponía el piso.
A esa altura, enfática, la maestra, dijo
-OK, sí, pero no le pregunto su nombre…lo que necesito anotar acá es el domicilio.
-María Sánchez Caballero, dijo más tímida aún la pobre mujer, es el nombre de la calle. Yo soy María Cárcamo Barría nomás.
Perdió la seguridad y ese donaire casi altanero, se disculpó, se ruborizó, confesó su ignorancia respecto a la ciudad.
Entonces, la mamá de Claudio, siempre con su hilo de voz, sonrió y dijo:
-Gracias por disculparse Señorita Lucía.Ya estoy acostumbrada a tanta gente llegando del norte por estos años, que no conocen y creen que saben todo de este lugar y dicen “puras tonteras”...Pero Usted se ve tan joven... Seguro que va a aprender mucho y pronto.
A partir de allí, la entrevista fue más fácil y finalizó con un afectuoso saludo.
Con el correr de los días, la Señorita Lucía, realizó muchas entrevistas más, siempre muy confiada en sí misma y, recordando permanentemente su experiencia con la mamá de Claudio.
Experiencia que por suerte no volvió a repetirse habida cuenta de que, ese fatídico día, inmediatamente después de su jornada laboral, pasó por la Municipalidad y solicitó un plano de las calles y callecitas de Ushuaia. 
Desde luego que, también, las recorrió de norte a sur, de este a oeste y viceversa.

7 comentarios:

  1. Pues cuánto amor nos has descrito con la referencias sobre aquellos años. La vida pasa y suerte que aún tenemos ánimos para contarla. Un abrazo.

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  2. Hola Lucía, qué linda la intro, es cierto eso de que una que vino a esas tierras hace tanto tiempo, cuando éramos pocos nos conocíamos todos. Eso de encontrarse en cada lugar público hasta con personajes como el intendente o hasta el gobernador. ¡Qué época! Pero bueno, todo tiempo pasado no fue mejor símplemente fue distinto. Me gustaron mucho las frases. Y esa entrevista de la Seño Lucía, llena de ternura, realmente conmovedora. Besos Evy

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  3. Hola Evy
    Gracias por estar siempre atenta a mi casita de letras
    Sin dudas, los que vivimos aquellos "tiempos apacibles de esta comunidad" sabemos de qué se trata.
    No digo que fueran mejores. Pero afirmo que eran más cálidos a pesar de, los por entonces, crudos inviernos.
    Beso

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  4. Que lindo texto hermoso lleno de recuerdos
    no recuerdos
    momentos enganchados
    de un pasado . Un escrito para recordar
    un abrazo
    siempre

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  5. Entiendo tu añoranza, Lu, porque elegiste que Ushuaia iba a ser tu lugar especial, y lo fue, y ese recorrido desde el día que aterrizaste en la ciudad del fin del mundo hasta hoy esta lleno de intensas emociones, de muchas risas, también de lágrimas, porque llorar y reír forma parte de la misma vida y porque Ushuaia, pese a todo, sigue siendo "tu lugar en el mundo"

    Imagino el jolgorio en la consulta, Lu, y me encanta comprobar que, en todas partes, las mújeres podemos hablar de sexo, de soledad, de relaciones o ausencias o de boberías con humor, a ellos les cuesta más.

    Qué buen recuerdo de tus primeros días en el Jardín de Infancia, Lu, estabas llena de vitalidad, de ganas de aprender y de enseñar... y de empatía por aquella tímida mamá que te llevó a ponerte las pilas con el callejero.

    Hoy "compro" las tres frases de la Garbo.

    Un abrazo, me pongo al día, Lu, estoy en fase caótica y se me había pasado este post.

    Un abrazo,

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  6. Que buena historia Lu, es verdad que uno se junta con sus pares y la platica pronto deriva a lo que nos pasa fisicamente, un abrazito cariñoso!

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  7. Cambia todo Lu. En mi bloque somos 9 Ahora pacticamente ni nos vemos los vecinos en semanas. Cada uno se mete en su casa y no quiere saber nada más.
    Muy buena tu entrevista con la sra Cárcano e hicistes bien en rutearte toda la ciudad para conocer su callejero.

    La Divina siempre lo fue. Buena verdades dijo.
    Buen jueves. Me voy a Cruz Roja, esta noche te contesto al mail
    Un abrazo.

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