viernes, 7 de mayo de 2021

Instantes

Tampoco me importa el mío
Si me faltaba tema para esta entrada me salvó una amiga hace instantes cuando llamó para decirme: 
-Lu quiero ir a Procida, ¿sabés que allí ya no tienen covid?
Obvio le dije que también querría estar allí, que tuve el placer y la suerte de conocer esas islita hace 5 años atrás. 
Antes de compartir la novedad busqué info al respecto para cerciorarme de que la noticia era real. Ya saben que en estos tiempos, redes sociales mediante, circulan cientos de noticias falsas.
Copio y pego un fragmento de la noticia contada por "Clarín"
La isla de Procida, en la región de Campania, sur de Italia, es la primera en ser considerada "libre de covid" en el país al haber vacunado al 90 % de su población (7.500 personas) en pocos días, gracias a la llegada de la vacuna de Johnson&Johnson que necesita una única dosis.
"Procida puede efectivamente ser declarada la primera isla libre de covid", anunció Antonio D'Amore , director general del departamento de Sanidad, Napoli 2, al que pertenece la localidad, una importante meta turística.
Y me quedé pensando que no es menor la data, al menos para mi que siempre veo el vaso medio lleno.
Ya sé que es una población muy pequeña pero si ellos pudieron ¿Porqué no tener esperanza de que en un futuro no muy lejano también en nuestras respectivas ciudades podremos lograrlo?
De acuerdo, de acuerdo...¡Ya sé que es necesario una gran dosis de cordura y conducta social! Ya sé que los y las "covidiotas" más "covistúpidos" abundan pero...
¡Me emocioné al leer las declaraciones del intendente de Procida, Dino Ambrosino! 
Según la nota de "Clarín" él dijo: "el resultado en Procida es el signo de la esperanza que se reaviva y que volverá a colorear nuestro mundo. Me sorprendió la presencia numerosa y disciplinada de los jóvenes a pesar de los miedos y escepticismos".
Ese es el punto, en ese pueblo de pescadores, en ese pueblo donde cultivan los limones que dan el más exquisito "Limoncello" y donde se ocupan maravillosamente de cada turista que por allí asoma; en ese pueblo, todos y todas se pusieron del lado de la salud y del compromiso con el prójimo.
Y como una cosa trae la otra no quiero cerrar esta crónica sin llevarlos por unos instantes de paseo a Procida.
                  
Por ahora, paseo virtual, pero los que quieran ir "dendeveras" a ese paraíso, más temprano que tarde, que levanten la mano. 
¿Me están viendo? ¡Ya la he levantado!
Vamos amigos y amigas, vamos que soñar no cuesta nada. Los invito a un sueño comunitario y les dejo con ese soñar.
Por cierto la comunidad de italianos e italianas, que por aquí asoman semanalmente, si quieren agregar algún comentario para enriquecer esta crónica con gusto serán bien recibidos.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
 Lu

Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 396 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Buscando en mi archivo di con este texto que no recordaba. ¡Vaya sorpresa la mía cuando empecé a leerlo! Más adecuado para esta edición no sería posible. 
Instantes
Viajar en la Circumvesuviana es toda una aventura.
Aliento contra aliento, piojos saltando de una cabecita local a una rubia turista londinense, mochilas golpeando las caras de quienes tuvieron ¿la suerte? de viajar sentados, olor a tiempo suplementario seguido de definición por penales, riesgo de quedarte solo con lo puesto y una mochila vaciada entre el tumulto y el traqueteo del tren.
Así las cosas justo en hora pico, recuerdo, debí subir en Nápoles para viajar hasta Sorrento.
Virgen yo de esa experiencia empecé a preocuparme cuando el aluvión de gentes me metió, sin que yo estuviera segura de querer hacerlo, adentro de un vagón sucio, sin aire y con una turba humana.
De hecho, en ese trance, perdí a mi amiga con la que viajaba.
Quedé aplastada en medio de la mochila que cargaba en la espalda y la que llevaba sobre el pecho.
Me costaba respirar, no tenía de donde asirme, así que cada tanto y sin querer manoteaba alguna espalda, brazo, rodilla o vaya uno a saber que parte de la anatomía humana.
Nadie decía nada al respecto. Algunos soplaban, otros a pesar de todo reían y conversaban con sus amigos.
Empecé a intuir que esos dos muchachones que se miraban por sobre mis hombros, hacían gestos y hablaban en un idioma para mi inteligible, se estaban mofando de mi cara de sufrimiento.
Luego, en una de las tantas paradas del tren y en medio del reacomodamiento que se produce, alcancé a ver que uno de ellos estaba descalzo...
Me sentí absolutamente insignificante, presumida y egoísta. “Sufriendo” por viajar en ese imponderable tren, del cual bajaría al fin para ir a un departamento reluciente, cómodo, ducharme vestirme y calzarme a mi antojo.
Pocas estaciones antes de finalizar semejante viaje, sentí que el chico de los pies descalzos y su amigo, se apretujaban sobre mí, y me pareció sentir algún tirón en la mochila que cargaba sobre mis espaldas.
Se detuvo el tren, con alivio, vi como esos chicos bajaban y yo podía conseguir un lugar más cómodo, al menos con la posibilidad de sostenerme de un sucio y despintado travesaño.
Una estación más, fin del viaje, bajamos los pasajeros que aun quedábamos, estirando nuestras ropas, sosteniendo fuerte nuestras pertenencias y en el andén, finalmente, pude volver a reunirme con mi amiga.
-¡Que viaje demencial Lu!
No alcancé a responder, pues en ese instante estaba bajando la pesada mochila de mi espalda y divisé que habían abierto uno de los cierres.
-¡Ay no!, ¡creo que me robaron!
-Uh! Que cagada. Yo estuve todo el tiempo atenta, muchos carteristas aprovechan el tumulto. ¿Pero te falta algo?
Asombrada, comprobé entonces que mi billetera- a la vista- estaba intacta.
Ni cinco céntimos de euro me faltaban. La máquina de fotos, seguía allí, en el mismo lugar, la tablet también...
El espacio vacío correspondía a un par de zapatillas que había comprado dos días antes, en Roma, para poder caminar sin que me duelan los pies y pasear a gusto por la costa amalfitana.

15 comentarios:

  1. Hola LU!
    Me encantam teus textos!
    Sonhei com essa ilha Procida, de onde o covid fugiu
    e na verdade é muito bela para vacaciones.
    Mas me diverti com a tua viagem de trem...Jajajaja
    Acontece muito, quando nos sentimos estranhos entre montones de gente!
    Devemos sorrir e desfrutar, esperando que tudo passe bem.

    Un buen fin de semana para ti!
    Besos!

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  2. Felicitaciones, ya que de a poco a zonas se pueden considerar libres de covid, acá todavía falta para llegar a tal punto, en especial por lo que no obedecen las medidas de evitar el contagio, en noticias es recurrente las fiestas clandestinas y reuniones que superan el mínimo de asistentes.
    En fin.
    Esperemos que todo pase pronto...

    Me gustó el relato de otros tiempos, impensado hoy en dia, o no??

    Abrazo

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  3. Me apunto. Te imaginas si nos reunieramos los blogros allí?. Buena fiesta haríamos. Por que ya hay muchas ganas de cambiar de aires. Que Béjar lo tenemos ya muy "pateao". Esperemos que pronto se cumplan los deseos que todos tenemos.
    Viajecito para no olvidarlo, mal pensada que no te habian quitado nada
    Buen fin de semana Lu, el nuestro en el huerto. Cuídate.
    Un abrazo.

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  4. Hola Lucía,qué buena noticia que aunque sea un lugar pequeño de este complicado mundo actual esté libre del malvado virus. Creo que por eso mismo hay que preservarlo y no ir a él más que en forma de deseo. Se ve muy bonito en las fotos que publicaste, y pienso que si lograron librarse fue porque cumplieron con todas las medidas de prevención establecidas y también gracias a esa vacuna que en nuestro país no se conoce.
    Siempre actual Marilina con esa voz tan linda y esas letras que solamente ella sabe armar y ponerles música.
    Párrafo aparte para tu relato de ese viaje, ya lo conocía pero siempre es grato volver a leerte por la originalidad con que cuentas tus cosas.
    Sigamos cuidándonos, besos, Evy

    P.D. Sigo debiendo la llamada.

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  5. Por fin una buena!! Todos estamos en el mismo trance; pero me permito pensar que esto suceda en un pedacito de Italia, molto bene!! La han sufrido eh!! El año pasado desde Italia llegaban las peores noticias... después siguió España, América Latina...y ahora es India.
    Un pueblo respira!! Gran esperanza.! Muy atinada compartirlo!! Gracias Lu!!
    Tu relato no tiene desperdicio!! Destreza en "la pluma" para hacer visible tu viaje en el tren. Viajé contigo!!
    Un cariñoso abrazo!!

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  6. Pienso, que lo mejor que podemos hacerle a los habitantes de esa isla, o a los de otros lugares que se encuentren en tan buena situación es, no ser egoístas y de momento dejar de visitarlos, ya que podemos contaminarlos.
    Y tu relato de hoy, tan bonito e ingenioso como los 395 que le anteceden.
    Perdona que esté tardando en visitarte pero, es que estoy muy liado con temas familiares.
    Un abrazo.

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  7. Me encantó ese viaje en tren, viví todo el agobio y también la aventura de esos viajes mochileros, ahora nos hemos vuelto demasiado cómodos.

    Me gustó mucho cómo lo cuentas Lu, porque sentí hasta los olores, las miradas y los apretujones...

    Y qué suerte que sólo te sustrajeran unas zapatillas, es que a mí me han sustraido hasta la mochila, mis despistes son antológicos.

    Un relato que invita al viaje de nuevo...

    A ver si pronto nos vamos liberando de la Pandemia, da un poco de yuyo viajar a un lugar así que ya no lo tienen por si se lo transmitimos... Que isla más bella, Lu. Es el principio de la Esperanza.

    Un abrazo,

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  8. Hola Albino
    Esa isla merece ser conocida.
    Cuando finalmente el "bicho" esté controlado en el mundo te recomiendo que des por allí una vueltecita.
    Si yo viviera en Europa creo que ya hubiera ido varias veces, allí están todos cerquita los uno de los otros, independientemente del país en el que vivan.
    En Sudamérica las distancias son muy diferentes y no contamos con esos magníficos trenes que he visto en los diferentes países europeos que tuve oportunidad de conocer.
    Con excepción de LA CIRCUMVESUVIANA, creo que es obvio pero por si acaso lo digo.

    Sí que es toda una aventura viajar en esa línea de ferrocarril. También lo recomiendo de, todas maneras, está dentro de esas "cosas locas" que al menos una vez en la vida es necesario hacer.

    Abrazo y ¡feliz domingo!

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  9. Carlos querido, obviamente en mi país tan "pegadito" al tuyo las condiciones respecto a la pandemia son bastante similares.
    Fiestas clandestinas, "hago lo que quiero porque si", "mi libertad es mía" y otra sarta de sandeces suceden en estos pagos.

    Imagínate! Si tuviera en este tiempo un viaje de esas características nadie zafaría de contraer el virus.
    Pero fue maravilloso en su momento, otra anécdota para contar algún día a los nietos o nietas -propios o de mis amigas-.

    Que tengas un buen domingo
    Abrazo va cruzando la cordillera

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  10. Laura querida, lo dicho ¡soñar no cuesta nada!
    Qué lindo que te apuntes. Ya imagino el momento del encuentro contigo y tu Paco en el muelle de Procida.
    Seguramente sumaremos más viajeros y viajeras en cuanto quede claro que mi invitación a soñar era para soñar a lo grande, no para ir ahora por el asunto de que allí fue erradicado el" bicho"

    Buen domingo, supongo que estarán disfrutando en el huerto

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  11. Evy, pero claro mujer que no hay que ir ahora. ¿Cómo podría pensar yo algo así?
    Para mi es tan obvio como que dos mas dos es cuatro, aun así digo que "Los invito a un sueño comunitario" ... UN SUEÑO
    En fin tal vez el deseo subliminal de tantos y tantas de evadirse y desaparecer de este tiempo "coronaviroso" les hizo suponer que mi propuesta iba en el sentido de "NO hay bicho, así que ¡vamos!" Nada más alejado de mi pensamiento.

    Se liberaron porque fueron respetuosos con los cuidados y porque fueron vacunados el 90% de sus habitantes.

    Sí, también me encanta Marilina y esta versión de "Soles" con todas las voces de tamañas cantantes en el final.

    Sigo esperando la llamada 😊
    Besos

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  12. Grace, hola.
    Tal cual! Eso es lo que pienso. Como ya dije, aunque sea una pequeña población, es una puerta de esperanza. ¿Por qué no creer que poco a poco lo mismo irá sucediendo en el mundo?

    Ma da gusto saber que has disfrutado de mi relato.

    Beso y ¡feliz domingo de otoño!

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  13. Manuel hola.
    No. De ningún modo la idea de ir a Procida -ni en sueños- es en este tiempo de pandemia.
    Por dos motivos básicos: 1) el que tu mencionas
    2) Ni ebria salgo de mi país -aunque lo necesito, viajar es parte de mi vida- hasta que el bicho no esté bajo control.
    En mi país sé como manejarme, adonde ir, la salud pública es gratuita y, por supuesto, aquí tengo mi obra social.
    Claro que quiero volver allí pero, de momento, es solo una expression de deseo.

    Ya lo dijo Eleanor Roosevelt "El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños"
    Bueno, no sé si tan así pero cierto es que soñar no cuesta nada y que si uno desea algo con mucha intensidad luego se logra.
    Al menos, mi experiencia y mi tesón así me lo han demostrado.

    Espero amigo mío que más temprano que tarde se resuelvan tus asuntos familiares.
    Siempre es un placer leer tus opiniones cuando vienes a visitarme.

    Va mi abrazo

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  14. Hola Tesa
    Te cuento que no fue hace tantos años que viajé en esa línea ferroviaria, fue exactamente en octubre del 2015
    Otra gran experiencia viajera fue la de ese año. Estuve, con mi amiga Patri, en Italia y Portugal.
    Y luego volví a cargar la mochila en 2017- ya sabes- cuando hice la ruta portuguesa del Camino de Santiago.

    Te acordás hermano que tiempos aquellos...♬♫♪♩ ¡Es que añoro tanto mi vida viajera!
    No creo que sea casual que encontré ese relato...más bien es "causal"y ¡claro que invita a viajar de nuevo!

    Como vengo diciendo en los otros comentarios, obvio que no viajaría en este tiempo a Procida ni a ningún sitio fuera de mi país.
    Pero, amiga querida, soñemos que soñar no cuesta nada y hace los días más livianos esperando que llegue ese ansiado momento (en mi caso subir a un avión y cruzar los mares)
    cada cual sabrá cual es su sueño postergado.

    Y, para cerrar esta charla, así es Tesa, bien lo dices: "Es el principio de la esperanza"
    Va mi abrazo con fuertes deseos de que hayas mejorado de tu estado gripal

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  15. Querida Lu, me hiciste pensar si quedaría algún lugar en mi pais que no estuviera contaminado. Y no logro dilucidarlo. Me encanto lo de Procida, el lugar es encantador, como para visitarlo si o si. Oh que ganas de viajar, aprovecho de contarte que ya volví a Santiago, te mandare email, abrazos!

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