jueves, 30 de junio de 2011

Presagios

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, solamente se me ocurre pensar en la fracesita cotidiana: "¡que frío!" ... "¡QUÉ FRÍOOOOO!"... "¡¡Hace frío!!" ..."Che, ¿allá hace frío?" ..."¡huyyyy qué frío!!" y otras muchas similares.
Y sí, pienso, ES INVIERNO...¿qué temperatura debería hacer? y caigo en la cuenta de que muchos argentinos y argentinas deberían vivir en un país de clima tropical, porque pareciera que no soportan el frío, o que recién ahora lo descubren, o que antes en sus respectivas ciudades de residencia, no hacía frío...
En fin, que estuve en Buenos Aires (Ciudad autónoma y conurbano) en Gualeguaychú (Entre Ríos) en Rosario (Santa Fé), y en 25 de Mayo (Buenos Aires) y en toditos esos lugares tuve tanto frío como en Ushuaia, usé siempre mi campera de abrigo, la misma que uso en mi lugar de residencia, y que los poco días (apenas 2 o 3) que subió un tanto el termómetro, la humedad era insoportable, y todas las gentes se quejaban entonces con frases al estilo de:"Uf que humedad" "Está pesado hoy"..."va a haber tormenta"...."tengo manos y pies hinchados"...
Y otro dato: siempre gris y lluvioso (igual que en Ushuaia) con excepción de Guale, donde si bien mis amigas y yo estuvimos ateridas, al menos pudimos disfrutar de 3 fantásticos días de sol.
Total que al cabo de dos semanas de "yirar" por allí, ya quería volver a mi casita...y tuve tiempo de pensar, a pesar del frío, que es una suerte vivir en la "Ciudad más austral", ya que al menos, zafamos de estar todo el verano diciendo: "Qué calor"..."Insoportable" "¿Sabés  cuántos grados hacen?" ¡Esto es un horno" y otras muchas frases por el estilo....
Y como siempre, gracias por leer mi blog, y por compartir lo que quieran.Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale?
¡Hasta el jueves próximo!  Buena vida
.
  Lu
Acá no zafás
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  20 de la suelta de mis letritas)
PRESAGIOS
Al fin asomó el sol inundando de colores el paisaje, cual paleta de pintor amanecido.
Cielo y Bahía, Bahía y cielo se confunden en esa sutil línea llamada horizonte, y mis huesos, mi alma, mi piel y todo mi ser, perdido en contemplar tal maravilla, inspirando y exhalando, renovando la energía, contemplando y volando más allá de mis propios límites.
De pronto, algo me devuelve a la realidad, un golpe seco y fuerte en mi pie izquierdo que empieza a doler, bajo la vista entonces y lo veo. Un regordete y odioso enano de jardín, que sin duda alguien arrojó -o me arrojó- como arrojando una vida de rencores y olvidos.
Calmo el amanecer, nadie a la vista, pareciera que solamente el enano y yo habitáramos este espacio infinito. Un perro ladrando aparece entonces, desde un jardín que lo tiene prisionero, como delatando al culpable. Movimiento de flores, y ruidos de pisadas desparramando hojas es todo lo que puedo entrever.
Sigo caminando, miro el cielo que ya es otro cielo, diviso nuevos colores, nuevas formas, trato de poner allí todos mis sentidos, pero inevitablemente me distraigo pensando en el enano. Camino casi sin querer hasta la orilla, y decido acostarme en la estrecha playita donde algún improvisado pescador tira la línea.
Cierro los ojos, y trato de meditar. Inspiro, exhalo...pierdo la noción de lugar y tiempo...inspiro exhalo...varias imágenes indefinidas se atropellan y pretenden ganar espacio en mi mente...inspiro...exhalo...
Algo golpea mi cabeza, abro los ojos y sobresaltada me incorporo como puedo. Estoy un tanto mareada, observo a mi alrededor, el pescador ya no está, a lo lejos, pasan algunos vehículos: transporte escolar, colectivos... Giro un poco y allí, sobre las piedritas y caracoles, a pocos metros... ¡Un regordete y odioso enano de jardín!  Sin dudas alguien arrojó -o me arrojó- aquel enano, como el de hace un rato, unos cuantos metros más allá.
Empiezo a inquietarme, no veo a nadie, agudizo mi vista y por allí, unas huellas de pies descalzos que se pierden detrás del espigón del Club de Actividades Subacuáticas. De pronto, los ladridos de algún perro, que no logro divisar, provenientes del mismo sector por el cual se pierden las huellas de los pies descalzos
Miro la hora...faltan 15 para las 8...
Mejor me voy, estoy intranquila, no me parece casual...dos enanos golpeándome, silencio y ausencias... ¿De que se trata? Intento no pensar en ello. Camino de prisa el par de cuadras que me separan de mi coche, me siento segura dentro de él, arranco y en 2 minutos apenas estoy en el hospital.

-Buenos días doctora, llegó temprano hoy. -
-Buenos días Daniela, si... voy a tomar un café. ¿Preparaste mi agenda?-
-A las 8:30 llega su primer paciente, es para una primera entrevista, lo derivó el Doctor Miranda-.
-¿Hay diagnóstico? -
-En sobre cerrado...Lo dejé en su escritorio-.

Cafecito humante para alejar malos presagios, Malena Urrutia, doctora en psiquiatría, abre el sobre y a medida que lee el informe de derivación de su nuevo paciente frunce el ceño, y su rostro adquiere un rictus de preocupación.
El teléfono la sobresalta, es Daniela, preguntando si ya puede hacer pasar al nuevo paciente. Que lo nota tenso, que mejor no lo haga esperar; dice.

Abre la puerta del consultorio la Doctora Urrutia, y lo primero que ve, antes aun que la mirada furibunda y perdida del señor que acaba de entrar, son sus pies descalzos...
Y ya no puede ver más...
El paciente aquel, sacó un regordete y odioso enano de jardín de entre sus ropas y, como queriendo arrojar muy lejos una vida miserable, una soledad devastadora y llena de olvidos, se lo arrojó a la Doctora,  propinándole un certero golpe en la cabeza.
                                                                                                         Lu 2009

4 comentarios:

  1. QUERIDA LUCIA :ES MUY TEMPRANITO Y YA LEI TRES VECES TU CUENTO .LO DEFINIRIA COMO.... SHOQUEANTE!!!!!!!
    ESPERO QUE LLEGUE EL JUEVES PARA LEERTE. TUS PALABRAS , PLASMADAS , ME LEVANTAN EL ANIMO .
    GRACIAS AMIGA !!!!!!
    LA UBALDON.

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  2. Hola Lu, yo también, tempranito, (jaja 11.30 pero en vertical) ya acicalada y perfumada para el día, en mi humilde piecita (llámese estudio, bah)mirando un pedacito de cielo y techo con nieve, me deleito nuevamente con el cuento del regordete y odioso enano de jardín, pero mucho más con tu ensayo sobre el frío. Encantador, me lleva a mí también a la reflexión, y pienso, qué incoformistas somos los argentinos, no hay nada que nos venga bien y menos el tiempo, tema importante para inciar un diálogo.
    «¡Qué día! ¿Vió?, no se puede más con este frío». Vuelvo a lo tuyo, como siempre, buenísimo, Evy

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  3. Que frío! Que falquita me muero!
    No me vas a decir que en Tigre a pesar del frío, el sol no estuvo maravilloso?
    Te mando besos

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  4. No me preguntes porqué pero los enanos se parecen al miedo, a los miedos con los que casi todos convivimos. A veces como en el cuento nos hacen escaparnos. Otras, tb. como en el cuento, nos golpean de frente y nos dejan turulatos. Beso.Estela (alias " Cenicienta varada")

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