jueves, 9 de febrero de 2012

Supuestos irrelevantes

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, quiero compartir un pensamiento que me ronda y no logro desentrañar. Tiene que ver con los valores, y siento que, como el título de la canción de María E.Walsh, finalmente es cierto: éste es el "reino del revés"...¡desquiciado! agrego yo.
No logro comprender, porqué cuando un pibe de 15 años roba un auto y mata a 2 jóvenes los noticieros minimizan el hecho, y hablan de "TRAVESURA" de un adolescente. 
Copio aquí unos  párrafos que escribió  la mamá de una de las víctimas, donde expresa exactamente mis pensamientos en este sentido:
En este sinsentido que muchos adultos (periodistas, vecinos del conductor adolescente etc.) calificaron de "travesura", en algunos casos como el del vecino, minimizando el hecho, PERDIÓ LA VIDA MI HIJO..."
"Más allá del debate por la inimputabilidad del chico de 15 años, llamo a la reflexión. ¿Está bien que ya no haya noción de castigo por las “travesuras” que se mandan los adolescentes y que destrozan la vida de los demás? ¿Qué les estamos enseñando a nuestros niños y adolescentes sobre el valor de la vida? ¿Sobre la responsabilidad y el respeto? ¿Qué ejemplo les estamos dando?
Es muy probable que este menor que causó semejante tragedia, en unos 2 o 3 años esté sacando el carnet de conductor y ande lo más tranquilo por la vida, pensando que cuando tenía 15 años se mandó una “travesura”, mató a 2 personas y " ZAFÓ ". Sólo porque era menor y para la ley no tenía conciencia de lo que hacía…
Sabemos que los adolescentes están en formación, que necesitan contención y educación y que si estas condiciones están dadas por el mundo adulto (desde padres, parientes, educadores, vecinos y opinión pública en general), tragedias como esta por la cual hoy atravesamos no deberían haber ocurrido, ni ocurrir nunca jamás..."
Pero, no sé si lo notaron, es eso lo que está pasando, a punto tal que podrían invertirse los roles pasando las víctimas a ser victimarios y viceversa.
Otra noticia que tomo casi al azar, y leo entre lineas la misma duda que planteo, es la de esa modelo, o periodista (no sé) que "murió ahogada en su bañadera" Todos los medios hablan de lo increíble que era la chica, la mejor del mundo casi puede interpretarse, y casi al margen dicen que "encontraron también en su depto cocaína, rivotril, una birome sin el tanque, una tarjeta...en fin, elementos estos que  usan los adictos..."
Digo, pobre chica, que sin duda tenía serias dificultades emocionales, (que tal parece tantos amigas y amigos, familiares, novio etc no se percataron de ello), pero elogiarla del modo que la elogian y contar como "un detalle"  que era cocainómana, a mí me suena nuevamente a invertir valores, a distorsionar la realidad y, en este caso diría, hasta hacer apología de la droga.
Y como ya lo anticipó también el maestro Discepolín, en 1934, cuando escribió Cambalache:
Hoy resulta que es lo mismo 
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón;

los inmorales nos han igualao.
¡Y se quedó corto! Imagínense los años que pasaron, el agua bajo el puente y esta "modernidad" que tantas veces me oprime...
P/D Lista esta edición, me entero que se murió EL FLACO...Otra vez el maldito cáncer...El jueves próximo, si nada me atraviesa, intentaré un homenaje a este poeta, músico, persona...ÍDOLO de verdad...Los spinettianos y la cultura de luto. 
Como siempre,gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
 LU
La frase para pensar:
...Tal vez el día que se corte mi piolín, te veré, y sabré, que no hay fin...
                                                             Eladia Blazquez
Acá no zafás
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nro 52 de la suelta de mis letritas)
Supuestos irrelevantes
Siempre estaba allí. Con su pelo corto prolijamente peinado, su camisa celeste, gastada por el paso del tiempo, y un viejo jean. Destilaba pulcritud el hombre.
Venido del norte, pensaba yo. Sus rasgos lo delataban, su timidez y la vista baja permanentemente también.
Cada vez que lo encontraba en la sala de lectura, parecía inmerso en su libro. Semanas enteras con el mismo. Y eso me llamaba la atención. Recorría con su dedo índice cada renglón, parecía detenerse en cada letra…
“Chicato”, pensaba yo y me preguntaba porqué no usaría anteojos.
Hasta que, aquella tardecita en que entré a devolver un Cortázar, lo vi mirándola…
El libro abierto su dedo índice apoyado azarosamente en cualquier rincón de cualquier hoja y la vista, por primera vez, en este tiempo bibliotecológico compartido, clavada lejos del suelo, lejos del libro, lejos de la mirada perdida de siempre, reposaba en la nunca de Olguita, la bibliotecaria que en ese momento, gentil y sin desperdiciar palabras, fiel a su estilo, registraba la devolución en mi ficha…

Todos estos recuerdos vienen a mí ahora, que entro a un aula de la escuela para adultos donde tomé unas horas de lengua. Ahora, que lo veo a él con su pelo corto prolijamente peinado, su camisa celeste, gastada por el paso del tiempo, y un viejo jean. Pulcro, como siempre, y sobre el pupitre, los cuadernos con sus primeras letras garabateadas...

3 comentarios:

  1. LU: ESTOY CON VOS CON RESPECTO AL TEMA DE LA INTRO, ESTA TODO DADO VUELTA ??????????? MUCHAS VECES ME LO PLANTIE .
    EL TEXTO, NO ME LLEGO. TAL VEZ , PORQUE NO SUPE COMPRENDERLO ?
    NO ME DES MUCHA BOLA, CON MIS TEMITAS DE SALUD ( NO ES QUEJA, SOLO UN COMENTARIO ), NO ESTOY CON TODAS LAS LUCES .
    BESOS .
    LA UBALDON.

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  2. Horroroso el hecho. Claro que debería penalizarse, pero ¿a quién? Tal vez a esa abuela descuidada que dejó a mano la llave de su auto, o a esa madre despreocupada que se va de vacaciones sin su hijo de 15 años. El chico evidentemente un niño bien, de «buena familia», no cualquiera tiene un auto de marca. En fin, que dos vidas se perdieron, y una tercera que es la del pibe que queda, quién sabe si su conciencia lo dejará en paz alguna vez, ojalá que no.
    Tu relato es conmovedor, alguien que fingía leer y no sabía, solamente estaba allí por admiración a la bibliotecaria, muy tierno y contundente, besos, Evy

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  3. Comparto el desconcierto. Siento que vivimos con una desprotección tal, que asusta. Pero, mas allá de eso, no quiero perder la fe: en la humanidad, en el crecimiento, en la evolución.. Es un trabajo duro, del día a día...pero es el único soporte que encuentro.
    Abrazo fuerte, Lu.

    Alba

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