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Tampoco me importa el mío

Estoy un tanto confundida con los precios del supermercado y, particularmente, los de materiales para la construcción. Todo pareciera indicar, al menos recorriendo las góndolas, que "lo pasado pisado"...Y entonces vuelve a importarme el pasado, como en la entrada anterior.
Tengo que hacer el cerco del fondo, que ya conté que los vientos de septiembre lo derribaron. Un robo a mano alzada los precios, a pesar de que lo vamos a hacer de chapa. ¡Imposible de bloques!
En los supermercados, poco a poco desaparecen los precios cuidados y se ve cada día como pasan los empleados con las "maquinitas remarcadoras" de precios.
Ahora bien, el nuevo gobierno aún no asumió y ya los comerciantes se convierten en videntes y antes de quedar con una ganancia mínima arremeten con los aumentos en los precios de las mercaderías. Me pregunto ¿será por las dudas?
¿Y quiénes pagan el costo de la avivada criolla? ¡Pues claro que sí! Nosotros, los trabajadores, empleados y jubilados que dependemos de un sueldo mensual, que no podemos dejar de comer, asearnos, lavar nuestras ropas y reparar nuestras viviendas ( hablo solo de necesidades básicas, por si no queda claro) En tanto, otros siguen acarreando agua para sus molinos. De hecho, los grandes comerciantes nunca van a perder y los almacenes "de barrio y libreta para anotar" ya desaparecieron.
Y reafirmo entonces todo lo dicho en este mismo blog el viernes 27/11. ¡Qué nos pasa como pueblo! ¿y la solidaridad? ¿y la presión de todos juntos, codo a codo que deberíamos hacer desde nosotros hacia la clase gobernante? ¡Pues que no! Que siempre se corta el hilo por lo mas fino, y como ya dije, siempre el individualismo por sobre la comunidad toda. En este caso concreto los comerciantes miran su ombligo, se salvan y no les importa nada de como nos arreglamos los clientes a la hora de pagar sus elevados costos. Y por eso tenemos los gobiernos que tenemos y nos va como nos va. No sé en el resto del país, pero sí sé, y ya lo he dicho en otra oportunidad, como nos robaron acá en Ushuaia desde siempre los comerciantes. Puedo realizar un revelamiento, hacer un estudio exhaustivo de mis dichos y proporcionar datos estadísticos de lo que digo, pero no voy a aburrirlos con eso y no voy a cambiar los hechos por hacerlo. 
Entonces voy a contar una noticia muy positiva, una historia de amor y buena vibra que, tal vez por eso, los medios "desinformativos" no recogieron. Excepto, claro, el programa radial que escucho por las mañanas y gracias al equipo que trabaja en él pude enterarme.
No tengo mayores datos, intenté conseguir googleando pero nadie lo menciona. Lo que aconteció en esta ciudad es que una pareja madrileña de invidentes, vinieron a pasar su luna de miel a la Argentina. Particularmente querían conocer Ushuaia y caminar sobre un glaciar. No tuvieron esa suerte en Calafate, pues nadie se hizo eco de sus deseos contestándoles sencillamente que no podían hacer la excursión al glaciar Perito Moreno habida cuenta de que no estaban dadas las condiciones para llevar gente discapacitada. ¡¡¡VERGÜENZA CALAFATE!! 
Y en contraposición estaban absolutamente felices y agradecidos con todos los guías de turismo de Ushuaia, pues pusieron lo mejor de si para que la excursión sea todo un éxito acompañándolos en todo momento mientras ascendían por el Glaciar Martial. Y no sólo eso, visitaron los museos, pasearon en el "Tren del fin del mundo" siempre con guías apropiados que les mostraron todo y más de lo que "podemos ver los que vemos".
Y se fueron con el alma plena y un estado de felicidad que se podía percibir en la voz de Miguel, el mielero, que es a quien entrevistaron en "Va de nuevo", el programa radial  que escucho cada mañana.
Estuvieron conociendo también Misiones y Buenos Aires y se van de Argentina verdaderamente felices.
Hay mucho para reflexionar en esta sencilla historia, pero mejor cada quien saca sus conclusiones, basta para mí  por hoy.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.

  Lu

Frases para pensar:

“Yo también... ¡Sí! Yo tengo - ¿Por qué no confesarlo? - un pequeño fantasma, un duende de familia.” 

Oliverio Girondo

“Nada de nada; es todo. Así te quiero, nada. ¡Del todo!..Para nada.” 

Oliverio Girondo

“La cotidianeidad nos teje, diariamente, una telaraña en los ojos” 

Oliverio Girondo

Acá no zafás:

(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº  188  de la suelta de mis letritas)

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A puro silencio la oscuridad nocturna invitaba al sueño y me anostalgiaba de vos.

Un ruido me sobresaltó. Miré la hora. Medianoche exacta.

Las puertas y ventanas estaban cerradas. Bajé, inquieta, las escaleras y la nostalgia se convirtió en zozobra cuando vi en el piso, vibrando aún por la caída y partido en dos, el cuadro que pintaste para mí en una noche furtiva.

No había viento, ni temblores o explosiones que ameritaran esa estrepitosa caída. De hecho, no se movían las lámparas y el resto de los cuadros, permanecían alineados prolijamente en sus respectivos lugares.

Recordé entonces las historias que contaban mis tíos del campo, y que yo escuchaba incrédula cuando era niña. Todo mi ser se estremeció, tal vez era real eso de “los anuncios”

No podía llamarte a esa hora...Típico de los amores prohibidos.

Te sentí. No sé si despierta o dormida, pero estuviste conmigo y me apretaste entre tus brazos.

Triste y cansada, me desperté muy temprano. Fue una mala noche, me dije tratando de olvidar el asunto. A media mañana podría llamarte.

Sin salir de la cama encendí la tablet y, como todos los días, busqué las noticias locales.

El primer titular decía “ACCIDENTE FATAL EN RUTA 3, ALTURA RANCHO HAMBRE”

En el copete pude leer: "Ocurrió a la medianoche..."

Y entonces supe, aún sin haber leído tu nombre, que la noticia hablaba de vos.