viernes, 28 de marzo de 2014

Pero el amor...amarillea

Tampoco me importa el mío
Por eso hoy voy a realizar una mixtura de temas. No sé que sucedió esta semana...fueron 7 días como siempre entre la publicación anterior y ésta, pero...¡tal parece, para mi,  pasó más rápido! O tal vez mis neuronas se estén secando...¡y entonces las ideas tardan más en aparecer! ¿O será que la artrosis se adueña también de ellas? Queridos lectores y lectoras, va con onda, así que no se depriman. 
El otoño apareció por aquí con donaires de invierno...Y no paisajísticamente hablando, sino en relación al clima. Nevó anticipadamente, hizo mucho frió y no cesa la lluvia. ¡Vaya gracia! La parte buena, en todo caso, es que esta situación me llevó a armar velozmente mi cronograma de viajes. Pronto entonces, comenzaré a "usufructuar de mis vacaciones bloggeras".
Para quienes leyeron el post del 14/03, les digo que el relato que hoy publico, es la segunda parte de esa historia. ¿Será la última? Mmmmm...¡esos dos personajes son de película! Vaya uno a saber. Tal vez los hilos invisibles de los que hablé el viernes pasado, no se corten nunca...Ojalá el texto los y las atrape, ojalá se queden pensando en él y les vuele la imaginación...¡A mi me tiene super atrapada! 
Para quienes no lo leyeron, tienen dos opciones: pueden leer primero "Los mails no se ponen amarillos" , o bien lo saltean y leen la publicación de hoy ya que, me parece a mi, puede ser también un texto independiente.
Un dato que tal vez no le importe a nadie, y que ni siquiera es relevante, pues no pertenece al colectivo social sino exclusivamente a mi vida particular, pero que tengo ganas de compartir: estoy estudiando português. Me lo propuse el año pasado cuando estuve en Brasil, es un idioma que desde siempre me gusta y felizmente, llegó el momento de hacer realidad ese proyecto.
De hechofinalizo ahora esta intro. Debo ir a mi clase. ¡¡En cualquier momento empiezo a publicar en português!! jajajaaja
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu
Frases para pensar:
El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos.
José Stalin
Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado se las pierde.
William Arthur Ward
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños
Eleanor Roosevelt
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  134 de la suelta de mis letritas ) 
Pero el amor...amarillea
 “Abstenerse de recuerdos, a veces es una cuestión de supervivencia”
Alberto Levenfeld
Cerró su valija, suspiró profundamente, y salió decidida hacia la calle, donde la esperaba un puñado de gentes que la querían bien y por eso, despojados de todo egoísmo, preferían que partiera de una buena vez hacia Francia.
¡Vaya que la extrañarían! Pero, claramente esa historia que la llevó a escribir 365 mails, uno cada día hasta completar un año, estaba haciendo mella en su buena onda, estaba interfiriendo seriamente en su concentración y, por cierto, nadie podía creer que tuviera un final feliz.

En el remis que la llevaba a Ezeiza, no obstante, volvió sobre sus pasos, sobre esos recuerdos que debería dejar para siempre en Buenos Aires.
Sonrió al ver claramente la imagen de ese día en que él, de puro nervioso nomás perdió uno de sus lentes de contacto cuando tomaban un café en la sacristía…o cuando acudieron a sus recuerdos esas palabras que a veces soltaba él y que a ella le parecían bobadas: “Yo te quiero, pero”…”Vos siempre estás linda”...”Estás bonita hoy”… Y soltó una carcajada cuando lo recordó diciendo “¡Que graciosa la deformada!” Frase que usaba en ocasiones en las que ella le decía algo punzante que a él no le gustaba oír.
Cuando empezaron a salir de la cajita de recuerdos los que le hacían más mal que bien, como por ejemplo ese que empezó a asomar cuando recién estaban pasando Villa Lugano, prefirió distraerse en el afuera. Abrió la ventanilla y dejó que el aire fresco la atrapara…pero también allí estaban los sonidos, las imágenes el recuerdo último que quería borrar y no podía. El de ese día en que él la “clausuró”, diciéndole que no le mandara más mensajes de texto, que por un tiempo tendría su teléfono apagado, que necesitaba concentrarse en su misión...Fue por ese entonces cuando ella le mandó el primer mail.
Cerró la ventanilla, suspiró, faltaba poco para llegar, habían pasado Ciudad Evita. Revisó su bolso de mano, tomó unos sorbos de agua y, como para salir de los recuerdos inició una conversación banal con el chófer.

Ya en vuelo, decidida a abstenerse definitivamente de esos recuerdos, empezó a imaginar como sería su encuentro con ese amigo con el que llevaba una relación virtual desde hacían también 365 días…Causalidades de la vida -se dijo- y recordó cuando se conocieron a través de una página de citas, los primeros mails, luego las conversaciones por skype. Se sintió feliz de saber que con George, estaban construyendo una relación sólida, pasito a paso. Que mientras, por un lado,  escribía mails “al vacío” por el otro, escribía mails en un presente real que la llevaba hacia un futuro de palabras, de colores, de voces con preguntas y respuestas …A medida que el vuelo transcurría, aumentaba su ansiedad. ¿Cómo sería ese encuentro? ¿Tendrían tanta piel como onda cibernética? Era un tipo sereno y muy dulce el francés. Recordó que él había dicho que el tiempo de ser felices se aproximaba, que podrían hacer con ese tiempo, lo que ellos quisieran…

Fue tímido a la vez que tierno el encuentro. En principio, él le ofreció el cuarto de huéspedes.
Ella buscaba trabajo, preparaba el almuerzo, la cena y mantenía la casa ordenada. A modo de gratitud por la buena onda y el alojamiento, decía. Ya no recuerda como ni cuando, abandonó definitivamente el cuarto de huéspedes. ¡Que bien se sentía dormir abrazada! ¡Al fin no sobraba espacio en ninguna cama! Daba clases de español y era feliz.
El sol brillaba afuera a pesar de que era invierno, y en el interior de la casa todo era muy cálido.
Pensó entonces que debería dar un cierre definitivo a esa historia de amor que, marchita y amarilla, quedó oculta en el rinconcito de los olvidos.

¡No necesitaba ni estaba en sus planes ir a la iglesia! Pero creyó que la forma “políticamente correcta” de comunicarle a su amigo sacerdote que estaba enamorada y feliz en Bretagne, era inventando una boda. Y es lo que escribió en el mail número 366

viernes, 21 de marzo de 2014

Juanchi

Tampoco me importa el mío
Por eso hoy voy a hablar una vez más de los hilos invisibles que nos conectan con el universo y con las personas que amamos. 
Aviso que no son comentarios científicos, por las dudas. Son solamente pareceres y decires, de acuerdo a mis experiencias vividas.
Pero apostaría a que más de uno/una se encontrarán pensando que algunas veces, o al menos un vez, atravesaron por una situación similar a alguna de las que voy a intentar describir.
Por ejemplo, cuando busqué personas a través de hospitality club para que me alojaran en Francia, entre cientos de socios y socias, escribí JUSTO a Hélène...¡pues resultó que ella había estudiado 4 años en la universidad de Córdoba! Y...había conocido a un joven fueguino que yo conocí cuando el mismo tenía 4 años, en el jardín de infantes! Ni hablar la conexión y la onda que pegamos con esta maravillosa nueva amiga! A pesar de la gran diferencia de edad entre ambas, manejamos un lenguaje común...¡eso es lo más increíble de todo! Y tengo varios ejemplos más, pero me extendería demasiado, y en realidad todo este tema viene a cuento porque así como si nada, estoy de vuelta conversando como si nunca hubiéramos dejado de vernos, con Claudia, una gran amiga con la que entre los años 85 y 89, poco más o menos, fuimos compinches. Cuando se fue de Tierra del Fuego, nuestros hijos eran bebés y por esas vueltas de la vida perdimos contacto. Contacto, digo, no conexión si me permiten hacer una diferencia entre ambas palabras.
Nosotras las de entonces -Año 86
Siempre estuvo presente en mi, muy presente. Siempre supe que no podríamos no vernos nunca más en la vida. Para abreviar, digo que sin dudas a ella le pasaba lo mismo, y hace una semana ubicó "de casualidad" a Silvina, que era la otra integrante de aquel trío de muchachas compinches a la hora de la diversión, de los buenos y de los malos momentos. Y por supuesto, acto seguido y a través de Silvina me ubicó a mi. ¡Que felicidad! Y que gusto poder conversar así como si el tiempo de ausencia nunca hubiera existido. Esa es la magia del tiempo sin tiempo que es posible a través de esa conexión de invisibles hilos que mencioné al comenzar esta intro.
Son ideas, son vivencias mías, por eso no pretendo que acuerden conmigo. Pero soy una convencida de que los sucesos importantes los encuentros con determinadas personas se producen justo en el momento preciso, y tienen alguna explicación sobre la razón de ser.
Tal vez retome este tema, porque me queda el sabor de nota inconclusa, pero ya es demasiado extensa.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu
Frases para pensar:
"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma"
Julio Cortázar
"Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas."
Françoise Giroud
"La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos transcurre amenamente" 
Erasmo de Rotterdam
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  133 de la suelta de mis letritas ) 
NOTA: Fue necesario cambiar el nombre del niño y algunos datos, pues él y su familia aún viven en Ushuaia
Juanchi
Apenas sostenida por 5 años de experiencia, y con la certeza de no haber equivocado mi profesión, en 1985 me asignaron un vez más sala de 4. Y entonces… ¡conocí a Juanchi!
Juanchi, a los cuatro años, siempre se metía en problemas
Golpeaba  a sus pares en el jardín de infantes, y también a los adultos…sea la directora, la portera, o a cualquiera que no lo dejara hacer lo que a él se le ocurriera.
Era un niño obeso, lo cual de por sí ya era un problema….
Emocionalmente tenía dificultades varias, intelectualmente ¡estaba por sobre la media del grupo de pares! Era un niño muy curioso y ávido de adquirir conocimientos.

No voy a contar aquí sus historias personales, no voy a hablar de su familia…Solamente voy a decir que en tardes de lluvia y hasta de tormentas de nieve, solía ver al pequeño comiendo facturas en la calle, desabrigado, desaliñado y sólo, en la misma cuadra en la que su madre tenía un negocio…
Mi ser docente no me permitió, por suerte, etiquetar a ese niño, que ya estaba bastante castigado emocionalmente.
Fue muy difícil para mi encontrar la “vuelta” necesaria, el giro en mi accionar cotidiano,  para llegar a Juanchi sin seguir lastimándolo, acordar con los otros 24 niños de 4 años respecto a actitudes a tener para con ese compañerito… ¡y lograr que el resto del personal docente y no docente de la institución no lo estigmatizaran!
Juanchi debería tener algunos “permisos” especiales…pero no lo supe sino hasta que él mismo me lo enseñó.

Una mañana concurrió la banda del Área Naval Austral al jardín de infantes para celebrar con un poco de música el comienzo de la primavera. Al menos con un poco de música, ya que visual y climatológicamente hablando estaba “ausente sin aviso”.
Los y las presentes, mayores y menores, disfrutamos y nos divertimos mucho. Yo observaba particularmente a Juanchi. ¡Pueden creerme que le brillaban los ojitos! Y, durante la media hora que duró el espectáculo, no molestó a nadie y siguió el ritmo con sus manitos y hasta bailó unos minutos.

Luego de los “bis” y aplausos, volvimos a la sala. Me senté en el piso, como siempre, y de a poquito fueron armando la ronda los niños y las niñas.
Veinticuatro… ¡Juanchi no! Él “colgado” de la ventana que daba al patio, donde aún permanecían los músicos.
Hice despliegue de todos mis recursos… ¡nada resultaba! Juanchi no tenía intenciones de “sentarse con la cola en el piso” para compartir, al menos en lo inmediato.
La última opción fue: “Si no venís a la ronda, voy a tener que ir a buscarte. Todos tus compañeritos están esperándote, faltás vos para comenzar a trabajar”.
¡Ni se inmutó Juanchi! Ni siquiera giró la cabecita para mirarme. Allí seguía, ¡“colgado de la ventana”! 
Me levanté, ante la mirada incrédula y expectante de niños y niñas que esperaban en la ronda.
Me acerqué, y casi en un susurro le dije: “Por favor, dame la mano y acompañame a la ronda.”
Sólo entonces me “clavó” su mirada y me dijo:
- ¡Ya voy a ir Lucía! ¿No ves que estoy mirando para saber cómo hay que guardar los instrumentos de música?

viernes, 14 de marzo de 2014

Los mails no se ponen amarillos

Tampoco me importa el mío
Por eso hoy, que el relato que publico es un tanto más extenso que el de los últimos post, voy a escribir una breve intro.
Por eso y, porque hoy mi tiempo es breve, porque estoy luchando con una somnolencia que amenaza con dejar caer mi cabeza sobre el teclado en el próximo minuto, porque salió el sol después de varios días de lluvia y el atardecer me invita a salir al aire libre. ¡Y amigos y amigas la verdad es que prefiero dormirme sentada en el jardín de mi casa antes que con el mouse en la mano!
Varios son los temas que tenía previstos. Entre otros, la locura ambiciosa de esta sociedad, los padres que pierden a sus niños en el bosque de Ushuaia, la imperiosa necesidad de modificar la ley de jubilación, los abruptos cambios climáticos.
Pero, dadas las circunstancias, voy a contar un detalle de color, una anécdota sobre la cual trataré de averiguar más en los próximos días. 
Tiene que ver con una costumbre ancestral de los pueblos quechuas. Supe que cuando nacen los bebés, les ponen piedritas en las manos, que naturalmente los recién nacidos aprietan. Ese sencillo acto tiene un gran significado: Que el niño o niña recién nacido tenga manos fuertes. Eso es lo que me contaron.
Lo que voy a averiguar es el porqué. Aunque, conociendo la voluntad de trabajo de estos pueblos, lo duro y agotador de esos trabajos, imagino que por allí debe pasar este ritual. ¡Vaya si necesitan manos fuertes!
En ese sentido, pienso -y pueden criticar si quieren mi tono irónico-¡que bien que vendría que se instale esa costumbre aquí, en Ushuaia!
El sitio justo donde pareciera ser que al menos un 70% de la población sólo quiere dinero fácil...todos quieren ser caciques...nadie quiere empezar desde el llano.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
 Lu
Frases para pensar:
Epicuro
Tacito
George Sand
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  132 de la suelta de mis letritas ) 
Los mails no se ponen amarillos
365 mails le escribió.
Cada día, durante un año. Durante el frío invierno, en los verdes días primaverales, en los largos días de verano y durante ese otoño apresurado.
Siempre un mail diario. Le contaba historias, a veces chistes, otras le hablaba de sus sentimientos, o describía como había transcurrido su día. En ocasiones le repetía que tal vez él nunca leyera esos mensajes, pero de todos modos, ella le escribía por el placer de escribirle, por el placer que le provocaba pensarlo.
Nunca, en ese año recibió una respuesta. Sin embargo, cada vez se entusiasmaba más, y hacía gran despliegue de su creatividad a la hora de escribir. Era un momento secreto, idealizado…Tanto, que terminó siendo un ritual de cada día. Y buscaba ansiosa el momento libre para encerrarse en su atelier y teclear como en éxtasis cada palabra, cada signo de puntuación…cada sueño, cada utopía.

En tanto su cotidiano, su “vida paralela” continuaba como la vida de cualquier mortal. Con sus idas y vueltas, sus alegrías y sinsabores, sus amores y desamores.
En tanto también, algunas veces se encontraba con el destinatario de sus mails. A veces casualmente otras no tanto. Compartían un café, un saludo cordial y un “hasta pronto”. Luego él volvía a sus rutinas y ella hacía lo propio.
Una de esas veces, que no fueron más de 10 en el transcurso del año, ella preguntó como al pasar nomás, si no usaba más su casilla de correo. La respuesta, fue incierta...Fue un psii, que más parecía un NO así de rotundo.

Y el mail número 365, fue el último que le mandó.
Durante esos 365 días había estado organizando sus asuntos, como para poder partir en busca de nuevos horizontes. 
Cerró su valija y se fue. Sus amigos se alegraron por ella.
Y fue entonces, que alguien le contó a él sobre estos acontecimientos. Y, también entonces,  él se acordó de aquella pregunta como al pasar, y con el corazón latiendo más que siempre, fue a su computadora, abrió su correo… ¡y en ese instante pudo ver lo que antes no quiso!

365 mails leyó.
Cada día, durante un año. Durante el frío invierno, en los verdes días primaverales, en los largos días de verano y durante ese otoño apresurado. Siempre un mail diario
Durante esos 365 días había estado organizando sus asuntos, sin dejar de pensar en ella, y en esa frase no por hecha, menos cierta: “No hay más ciego que el que no quiere ver”
Colgó los hábitos y se fue. Los parroquianos se alegraron por él.

Partió en busca de nuevos horizontes. No de ella…
Una semana antes de renunciar al sacerdocio, recibió el mail número 366:
“Luego de compartir 365 días contigo, no puedo menos que anunciarte mi próxima boda.
Si hubiera estado en Argentina, te habría elegido para celebrar mi matrimonio ante Dios”
"Te mando un abrazo desde Bretagne"

viernes, 7 de marzo de 2014

Cuestión de valores

Tampoco me importa el mío
Por eso hoy quiero compartir con ustedes mi olvido...
¡Este "Que me importa tu pasado" ya tiene un pasado de ¡3 años! El 22 de febrero de 2011 publiqué el primer post...Inicié esta aventura bloggera por el simple placer de escribir y compartir mis letritas. Nunca supe bien adonde quería ir...para donde rumbear este espacio...¡Ahora tampoco! Creo que es mi sello, creo que el no planificar el mañana es mi vida misma, es como soy. Y ¡así es este blog! 
Y es tan como la que suscribe ¡que apareció justo para nuestro 3er cumple el amigo que muchos y muchas compartimos! Y quiero decirles que, por suerte, no hablo del amigo alemán, por si ustedes están pensando justo ahora en Don Alzheimer como el amigo común. No, no. Mi amigo es italiano (me gustan más los tanos que los alemanes, y que no se quiera leer en estos dichos ni siquiera un mínimo rasgo xenofóbico) y se llama Franco Deterioro
¿Les gustó? Espero que estén al menos sonriendo con mi comentario, es mi sutil manera de ponerle humor a los olvidos. 
Está bueno, creo, intentar siempre el humor respecto a lo cotidiano, a lo más íntimo de cada uno, aún si éste tuviera que ser irónico...
Y a modo de celebración de este hermoso día soleado, en el que estoy garabateando para ustedes, y de los 3 años bloggeros que compartimos, va una breve tanda de chistes:
-Doctor, ¿qué tiene mi marido?
-Pues he extraviado el diagnóstico, pero tiene Alzheimer o Sida.
-¿Y qué hago?
-Pues llévelo al bosque y abandónelo allí. Y si recuerda el camino de vuelta no se acueste con él

-No puedo comer carne.
-¿Tensión alta?
-No, pensión baja.

-¿ Ya sabés el chiste del hombre entre dos vallas?
-No.
-Vaya, hombre, vaya.
A mi me pasa a veces, que los chistes "más pavos" me dan risa, y otros que hacen carcajear a muchas personas a mi ¡ni media sonrisa me provocan! Lo mismo con las comedias, en el cine, cuando todos ríen yo apenas, y por allí alguna escena en particular me encuentra riéndome sola aun a pesar de que la sala esté llena. En fin, lo importante es reírnos, de nosotros, con los otros y otras. Atención: no DE, dije CON,( aunque parezca obvio lo aclaro). 
Reírnos cada día!
Y, si nuestro cotidiano es en algún momento insostenible, puede ser un buen ejercicio, buscar algo en nuestros recuerdos que nos provoque una sonrisa. Seguro vamos a encontrar allí varios momentos placenteros que nos ayudarán a transitar el hoy si el mismo está siendo algo adverso.
Y, como este espacio no sería posible sin ustedes, lectores y lectoras, porque son parte de este blog, mi agradecimiento por continuar allí y ¡¡FELICIDADES!!, y nunca abandonen la lectura.Lo que sea, digo, no necesariamente este blog, pero ¡Lean cada día! 
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida

 Lu
Frases para pensar:
Jean de la Bruyere
La vida es una obra que no permite ensayos. canta, ríe, baila llora, vive intensamente antes de que
el telón baje y la obra termine sin aplausos.
Charles Chaplin
Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión.
                                                                                                                                     Bourguiba, Habib
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  131 de la suelta de mis letritas ) 
Cuestión de valores

Buscando fortuna dejaste tu suelo. 
Y ya en tierra generosa, tierra de promesas, olvidaste tu esencia, el mate cocido, la polenta, el autito viejo y la bicicleta.
Al cabo de un año, para volver a tu pueblo,  subiste a la mejor camioneta. 
En la ruta de valores pisaste el acelerador y te sentiste importante…¡Con GPS y central multimedia! ¡Eras todo un ganador!

Que habías sido buena gente dijeron tus vecinos de antaño al salir del cementerio donde te enterraron. Entonces tu madre, con un vestidito negro y su dignidad de siempre, ya sin lágrimas ni consuelo odió tu cambio, de ambición desmedida, odió el dinero…¡y esa isla de fantasía llamada Tierra del Fuego!