Tampoco me importa el mío
El frío de invierno, a pesar de estar en medio del otoño, se hace sentir por estos días.
Ya no es una novedad que el clima va mutando...Por ejemplo, el invierno empuja al otoño para ocupar así su lugar y -por cierto- el otoño ha hecho lo mismo con el verano y etc
Lo que me pregunto yo es sí finalmente los científicos, locos y no tanto, los gobernantes, los pueblos en su conjunto, resolveremos qué hacer al respecto.
Dejamos todo como está e incorporamos los cambios climáticos a nuestro disco rígido, sería una opción. Es decir, ya memorizaremos que en otoño nieva y hace mucho frío, en invierno, aparecen días apacibles, se va la nieve, en primavera el calor empieza a hacer de las suyas y el nuevo verano tiene características otoñales.
Esto para el hemisferio sur, claramente de este lado del planeta hablo.
Otra opción posible sería cambiar las fechas de las estaciones y agiornarlas de acuerdo a las nuevas características. Ejemplo: otoño sería desde el 21/12 al 21/03, fecha en que arrancaría el invierno y así sucesivamente.
En fin. Se verá...
En todo caso, lo que no me queda claro es cómo enseñaremos a las aves, y a la fauna toda, la manera de adaptarse a tanto cambio climático.
He visto en la temporada pasada, cuando la primavera no llegó a tiempo, a las obstinadas golondrinas posarse en el escarchado cableado telefónico, o en las desnudas ramas de lenga, por decir apenas algún ejemplo.
Total, que con tantas cosas para contar me doy cuenta de que me he pasado la mañana hablando del clima. Pero, creo, no fue casual pues todo lo demás que tenía en mente eran noticias fatales y , supongo, no quise poner un desaliento más, a los muchos que tenemos cotidianamente, en esta entrada.
Y no lo digo desde lo personal pues mi vida, y seguramente las de ustedes también, está muy bien.
Ya veremos de que va la historia la semana próxima.
Ya no es una novedad que el clima va mutando...Por ejemplo, el invierno empuja al otoño para ocupar así su lugar y -por cierto- el otoño ha hecho lo mismo con el verano y etc
Lo que me pregunto yo es sí finalmente los científicos, locos y no tanto, los gobernantes, los pueblos en su conjunto, resolveremos qué hacer al respecto.
Dejamos todo como está e incorporamos los cambios climáticos a nuestro disco rígido, sería una opción. Es decir, ya memorizaremos que en otoño nieva y hace mucho frío, en invierno, aparecen días apacibles, se va la nieve, en primavera el calor empieza a hacer de las suyas y el nuevo verano tiene características otoñales.
Esto para el hemisferio sur, claramente de este lado del planeta hablo.
Otra opción posible sería cambiar las fechas de las estaciones y agiornarlas de acuerdo a las nuevas características. Ejemplo: otoño sería desde el 21/12 al 21/03, fecha en que arrancaría el invierno y así sucesivamente.
En fin. Se verá...
En todo caso, lo que no me queda claro es cómo enseñaremos a las aves, y a la fauna toda, la manera de adaptarse a tanto cambio climático.
He visto en la temporada pasada, cuando la primavera no llegó a tiempo, a las obstinadas golondrinas posarse en el escarchado cableado telefónico, o en las desnudas ramas de lenga, por decir apenas algún ejemplo.
Total, que con tantas cosas para contar me doy cuenta de que me he pasado la mañana hablando del clima. Pero, creo, no fue casual pues todo lo demás que tenía en mente eran noticias fatales y , supongo, no quise poner un desaliento más, a los muchos que tenemos cotidianamente, en esta entrada.
Y no lo digo desde lo personal pues mi vida, y seguramente las de ustedes también, está muy bien.
Ya veremos de que va la historia la semana próxima.
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA.
Frases: 3 de Audrey Hepburn
“Puedes conocer a una persona no tanto por lo que dice sobre sí misma, sino a partir de lo que dice sobre los demás”.
"Creo que mañana es otro día y creo en los milagros”.
“Amo a las personas que me hacen reír. Con sinceridad, creo que reír es lo que más me gusta hacer."
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 273 de la suelta de mis letritas!)
La vendedora de corpiños
Tenía que hacerse una biopsia.
Una más, se dijo, y respiró profundo.
Le
recomendaron una profesional muy reconocida, con un CV impresionante y muchas
maestrías en su haber.
A
regañadientes fue a verla. Ella hubiera preferido que la operara su
antiguo ginecólogo, excelente profesional y excelente persona.
Entonces...
Sin
quererlo, pasó a ser parte de una película surrealista.
En medio de
la consulta previa la doctora salió del consultorio y regresó, al instante, con
una bolsa de corpiños.
Sin más, le
pidió que se quitara de nuevo la ropa al tiempo que decía:
-Los traigo
de Estados Unidos, cuestan $ 800. Son los indicados para el posoperatorio...
La paciente,
sin paciencia, dijo entonces que ella tenía uno abrochado adelante y salió de
escena.
Luego
Llegó al
quirófano con una sola preocupación: que no la durmieran antes de poder ver a
"la vendedora de corpiños".
Por tanto no
se dejó anestesiar, causando el asombro del anestesista y todo el equipo allí
presente, hasta que la vio hacer su entrada triunfal con uno de esos
"special bodices" en la mano.
Como pudo,
desde la camilla y apurando las palabras dijo
-Doctora, en
la bolsita está mi corpiño abrochado adelante, como usted dijo.
-¿A ver?
preguntó y lo tomó con dos dedos poniéndolo lejos de su cuerpo (como si fuera a
infectarse al contacto con la prenda).
-Ah! No. No. Es muy bonito pero
para esta ocasión no sirve.
Ya casi
dormida, alcanzó a decir
-Mi
presupuesto no da para ese corpiño doctora. Ochocientos pesos es demasiado...
Cada vez más
lejanas las voces, oyó que le harían el vendaje tradicional. Que ella lo hacía
por las pacientes, para que no tuvieran que pasar por eso...
Cuando
despertó comenzó a reír a carcajadas.
Había tenido
un mal sueño.
Ciertamente,
no era posible que una profesional tan encumbrada se dedicara a vender, en
medio de la angustia que a muchas mujeres provoca el maldito cáncer,
"corpiños reparadores" como si fuera imprescindible usarlos para
erradicar la enfermedad tan temida.
Ciertamente,
no podía ser como esas tantas mujeres que, para acrecentar sus ingresos, pasan
por escuelas y oficinas públicas vendiendo ya ropa interior, ya artesanías, ya
cremas y perfumes entre tanta variedad como el ingenio popular permite a los
mercachifles.
NOTA: Cualquier parecido con la realidad…
¡Es la realidad y no
un mal sueño!