jueves, 25 de julio de 2013

Mala racha dominguera

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy a pesar de que no me importe, quiero volver al pasado, muy pasado. Quiero volver a mi niñez y quiero hacerlo con todos y todas los/las "cincuen/sesentones"  que pasan por aquí a husmear mis letras bloggeras.
¿Por qué digo esto? Pues porque quiero que juntos, volvamos a viajar en tren. Es decir, quienes son menores a esa  franja etaria y también leen estas letritas, sin dudas son bienvenidos, pero, lamentablemente no creo que recuerden los magníficos trenes que tuvo esta Argentina en tiempos más esplendorosos que los que hoy nos tocan vivir, y que se han perdido gracias a tantos saqueos de tantos gobiernos, democráticos y no, corruptos.
Dicho esto, los invito a viajar en aquellos trenes, a través de mis recuerdos.
¡Cómo olvidar el tren de mi infancia! Cuando salíamos de vacaciones con mi familia viajábamos en tren.
Enorme, limpio, ordenado, con guardas perfectamente identificados, con sus uniformes impecables, grises, bien planchados. Con la sonrisa transparente y la amabilidad a flor de piel. ¡El camarote! ¡Que lujito dormirse mirando por la ventanilla los campos, las casitas, otra vez los campos y el cambio de paisajes. Las noches oscuras, estrelladas, y las de luna llena, todo pasaba ante mis ojitos de niña asombrada, hasta que al fin, rendida, me dormía arrullada por el quetrén quetrén quetrén de las ruedas sacando chispas a los rieles y la máquina a vapor. ¡El vagón comedor oliendo a café con leche por la mañana! Los mozos, impecables también, camisa blanca y moño negro, se disputaban amabilidad. El jugo de naranja, las medialunas…
Y ya no sigo sobre estos rieles…tengo un nudo en la garganta, me invade la tristeza…
¡Maldigo la hora y los gobiernos de turno, que levantaron vías, que privatizaron, destruyeron, saquearon…¡Pobres los pueblos que alrededor de una estación, en tiempos de esplendor ferroviario, se levantaron! Que pena las generaciones de niños que no tuvieron la posibilidad de viajar con sus familias en tan magnífico medio de transporte! No tuvieron oportunidad para alimentar la fantasía y exaltar la actividad creadora, inventando juegos, recreando historias, socializando con los compañeros y compañeras de viaje…Que pena por ellos, y que suerte por mí, porque aún viene a mi memoria y me llena de felicidad por haberlo vivido, anque de tristeza... porque hasta el presente no se pueden recuperar.
Las estaciones de entonces merecen, creo, un capítulo aparte... 
Ahora, que me doy cuenta que la nostalgia ferroviaria me invadió y me fui por las vías, se me ocurre que es éste un buen tema para investigar, recoger datos, escudriñar en la memoria, y tener paciencia…mucha….(lo cual se torna complicado para mi, que me reconozco hiper ansiosa) y comenzar pasito a paso a pergeñar esa novela que sueño con escribir.
¡¡Tantos aconteceres podrían suceder en un tren atemporal con personajes vistosos y secretos nocturnos!!...
Espero con esta intro, que no casualmente viene a mi, haberlos hecho viajar por ese lugar sin tiempo que son nuestros recuerdos.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
   Lu
La frase para pensar:
Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
Julio Cortázar
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 107 de la suelta de mis letritas )
Mala racha dominguera
Otro domingo en el cual la soledad me abrumaba, el silencio circundante lastimaba mis oídos, ni una llamada telefónica…La nada, más allá de la nada
Y mis ganas de hablar…
Me di cuenta que estaba hablando sola. Me asusté …pensé que me estaba volviendo loca.
Escarcha, frío, silencio más fuerte que el silencio mismo.
Nadie en la cuadra para saludar, ni siquiera los gatos de siempre rondando, o algún perro para decirle “hola”.
Encendí  el auto, el limpiaparabrisas y la radio. Lo primero, sin ninguna dificultad, lo segundo, otra carga sobre mis hombros y sólo sobre ellos. Nadie para compartir que decisión tomar cuando las malditas escobillas no se movieron ni un milímetro…
Y se me escarcharon las lágrimas  cuando me di cuenta que la radio, tampoco funcionaba.

-¿Qué hago?
-Y…el cielo muy negro, la temperatura bajo cero, sumado al informe del servicio meteorológico...
-Si, ya sé lo que vas a decir. Que no saque el auto. Que sin limpiaparabrisas es un peligro circular. Que se viene la nevada…
-Si, eso mismo estaba pensando yo.
-¡Otra vez hablando sola! ¡Dios mío!, pienso, y decido ir al kiosko.
Al menos allí, voy a poder intercambiar unas palabras con alguien. La kiosquera por lo menos va a estar. Es una suerte para mí en este maldito domingo, saber que voy a caminar tres cuadras y podré conectarme con otro ser humano.
Tengo unos pesos en el bolsillo de la campera. Me acomodo el gorro y los guantes y empiezo a andar enterrándome en la nieve hasta más arriba de los tobillos.
La calle, imposible para transitar, las veredas de algunas casas… ¡peor! Voy jugando con mis pasos, para no desanimarme.
Al fin, entro al kiosko y como para empezar, saludo sonriente.
-Buenas! ¡Se viene otra nevadita nomás!
-Mmmsi. ¿Qué anda buscando?
- No sé...ha sí…dame unos Phillips Morris
-¿Box?
-No comunes nomás, que los box son más…
-¡Che vieja no te muevas! Tengo el caño en tu espalda! ¡Y vos rápido rápido dale toda la guita que tenés a mi amigo dale! y también unas birritas de tu kiosko de mierda y nos vamos! Y quedate tranquila que si no esta vieja la liga! Dale la plata ahora antes que tengas que cerrar por duelo…
-¡Ay muchacho! No me haga nada, mire, la verdad es que vine a comprar unos fasos, pero se los regalo si quieren. Total yo no fumo.
-¡Callate vieja! Cerrá el pico!
-¡Ay no muchacho! No me diga eso. Yo me quedo quieta y ustedes trabajen tranquilitos pero no me pidan que deje de hablar…por favor déjenme decirles algo…
- Te dije que cierres el orto vieja de mierda, ahora dame tu celular y si querés seguí hablando sola…
-¡Vamo boludo, vamo, ya tamos! ¡También me llevo los celulares de la kioskera! Vamo quel furgón ta en marcha rajemos! ¡Quieta vieja o te quemo!

El asalto pasó en menos de cinco minutos, creo… ¡Una verdadera desgracia! La kiosquera no para de llorar, mientras llama a la policía. Dice que se llevaron los pesos de todo el día, que esta vez, había dejado el dinero en la caja porque pensaba cerrar temprano y hacer la recaudación en una sola vez…que nunca a esa hora tiene mucha plata…que el domingo de mierda para ella había sido bueno, que fue mucha gente a comprar facturas, y vino, y también  yerba….
No para de llorar y hablar la mujer. Por supuesto, como corresponde, yo trato de calmarla, palabras para eso me sobran. 
A mí, el celular no me importa. Total, nunca suena. Bueno, sí, algunas veces me llama mi hija. Pero que importa, que me llame al fijo cuando tenga ganas de saber como estoy y listo.
Ahora, no puedo seguir pensando en mí. Tengo que ayudar a esta pobre víctima de los pibes chorros.
Y me quedo nomás con ella, así ni bien llegue la policía, sigo hablando. Soy una testigo importante. Voy a tener que declarar. Y no me importa nada. Es más, creo que estoy feliz.
¡Ya llega el patrullero! ¡Que suerte! ¡Voy a seguir conversando y viendo gente!
Al fin cambió mi racha dominguera…

jueves, 18 de julio de 2013

Paralelismo níveo

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy quiero contarles que...¡En buena hora llegó el invierno a Ushuaia! Y -vale la aclaración- no estoy contradiciendo mis dichos anteriores, respecto a los días grises y la falta de luz. Estos benditos cortos días siguen su curso, pero al menos, con la blancura y el bello paisaje de un invierno de verdad, encuentro una compensación. Y soy dichosa en estas horas, por poder ver tan magnífico paisaje, tanta claridad nivea...
De todas maneras, como dijo una vez un viejo amigo, "nada es del todo algo".
Es decir, bella nieve, bello paisaje, frío del que me gusta-no del que me "cala los huesos" como en Buenos Aires, o Rosario -pero....¡los pequeños contratiempos de tanta nieve acumulada  nunca faltan! O, mejor dicho, no faltan a veces, cuando una se levanta con el pie izquierdo, y particularmente, cuando una depende de una misma y la soledad cotidiana resulta abrumadora.
Llevo dos días paleando nieve. Disfruto verdaderamente de ver como voy abriendo paso, y delineando un perfecto camino desde la puerta de mi casa hasta llegar al cordón de la vereda. Luego, desvió la dirección de mi pala levanta nieve, para hacer otro sendero, por el cual puedan caminar ocasionales transeúntes sin tener que perder sus piernas dentro de la nieve acumulada, que llegó a, por lo menos, 30 cm en mi barrio (sino más). Para quienes no conocen, vivo en un barrio alto, por lo tanto, la acumulación blanca es mayor que en zonas más bajas, o el mismo centro por dar un ejemplo.
Y retomando los dichos de mi viejo amigo, digo que me gusta hacerlo, y disfruto de una magnífica sensación al levantar la pala y arrojar nieve hacia algún costado pero...¡mi cintura no lo entiende! Entonces ahora mismo, siento un dolor intenso, casi tan intenso como la sensación de bienestar al ver caer tan magníficos y volátiles copos. También, debo decir que sin dudas hoy , como mencioné ut supra, me levanté con el pie izquierdo. Encendí el auto, como hacen ya 26 inviernos y, con la imbecilidad puesta de manifiesto en su máxima expresión, encendí también el limpiaparabrisas...resultado -obvio para quienes tienen auto y viven en sitios donde cae abundante nieve- ¡se quemó el  fusible o lo que sea! Ergo, no funciona....y deberé afrontar sus consecuencias con todo lo que implica. Pude sacar el auto impecablemente, a pesar de la nieve acumulada en la calle, y comprobé una vez más que las cubiertas siliconadas son excelentes para transitar estos suelos invernales, al menos con autos pequeños como el mío. Y tan contenta estaba por pensar que en apenas 40 minutos, pude hacer mi sendero y arrancar el auto -previo calentarlo durante media hora of course- que intenté marcar bien el camino para salir sin dificultades luego. Tenía pilates 10:30 hs, eran las 10, estaba bien con los tiempos. Comencé entonces a sacarlo al medio de la calle, y retroceder, repitiendo el movimiento para dejar la huella, hasta que, en la cuarta reversa...¡enterré la cubierta trasera contra el cordón y al no poder retroceder más, tampoco pude sacarlo pues una de las ruedas delanteras se atascó en una montañita de nieve y comenzó a patinar y salpicar nieve marrón para todos lados.
En fin. Tuve suerte. El remis, milagrosamente, no tardó en llegar más que 10 minutos. Eso sí, la imbecilidad se paga (bueno, como vengo diciendo, nunca nada es del todo algo, algunos la pagamos) gasté $46 pesos que podría haber ahorrado si no hubiera amanecido con el pie izquierdo.
Ya no nieva. Sobre el mediodía logré desencajar el coche. La entrada a mi casa, escalera mediante, está limpia y el sendero para los transeúntes bien trazado. (Espero que la Municipalidad no me ponga una multa.)
La cintura partida, ya lo dije y mañana veré como resuelvo y cuánto me costará arreglar el limpiaparabrisas. ¡Bello paisaje! ¡Bella nieve! Muy bella...






Una casa de mi cuadra
Comparto tres fotos, tomadas desde adentro de mi casa  
y sin teleobjetivo, pero que pueden de todos modos corroborar mis dichos finales. 


5 hermanos y Mte Olivia


El patio trasero de mi casa

Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.

Lu
La frase para pensar:
El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien.
Milan Kundera
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 106 de la suelta de mis letritas )
Paralelismo níveo

La misma nieve
es esta otra nieve,
aquella que fue
hoy es agua.
Aquella que fui
ya no soy…
Otros trineos
otros niños
lo mismo
hoy es distinto
Mi niña
hoy es mujer…
Mis años nuevos
ya no lo son.
La nieve
igual de blanca
más silenciosa,
esa nieve que fue
-entonces o antes-
si bien es la misma
se me hace distinta.
Es otra, es ajena…
O, quizás, tal vez,
la otra soy yo…
Fueron 30 inviernos
dejando su huella.

jueves, 11 de julio de 2013

Aprendizajes

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy voy a decir que no tengo mucha idea de lo que quiero contar en esta intro. 
Y me quedo pensando que tal vez sea por este feriado gris. 
Ahora no me gustan los días feriados...Creo que cuando trabajaba en relación de dependencia sí. Es que al ser un día no laborable, siento que "la vida se detiene", y que no es un día para "molestar" a la gente que descansa. Entonces, a pesar de las actividades que tengo para hacer dentro de mi casa, no tengo ganas. ¡Necesito una vida social activa! Siento que me aburro y no tengo ganas de hacer ni lo por hacer.
También, y para seguir hablando de la necesidad de la energía solar, digo que tal vez, si hubiera más luz, saldría a caminar y con ese simple y cotidiano hecho despejaría mis ideas y sentiría renacer mi entusiasmo por disfrutar el segundo a segundo. 
En fin, es lo que hay...y por eso, porque hoy no tengo gris la materia, pues el gris tapó las ideas, mejor lo dejo acá. Me quedaré en espera del mínimo rayo de sol, para renacer como el ave fénix...
Ojalá les guste el cuento, al menos habrá valido la pena leer este blog hoy.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
  Lu
La frase para pensar (hoy combo, 2 x 1):
Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga.
Mahatma Gandhi
A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.
Madre Teresa de Calcuta
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 105 de la suelta de mis letritas )
Aprendizajes
Al fin, llegó el momento de realizar las primeras prácticas.
Al fin, podría desacartonar la teoría. ¡Soñó tanto con ese momento!
Imaginó distintas maneras de cómo sería su primer contacto con un grupo de 20 niños de 3 años.
Estaba muy segura de si misma y de su condición de docente por convicción. Docente porque había niños que se lo permitían ser, docente porque creía necesario cambiar las enquistadas prácticas. Docente por la libre expresión de los niños, por el respeto hacia ellos, por y para que lograran ser personitas independientes, que pudieran construir pasito a paso un pensamiento crítico.
Es cierto, no tenía las mejores notas, no era la mejor del curso, pero sabía que varias de “las mejores”, eran una cáscara de apariencias. Sabía quienes estudiaban de memoria, quienes se copiaban en los parciales, quienes solamente pretendían tener el papelito que las “habilitara para”…Carrera corta, bien vista en aquellos tiempos para las mujeres,  buena inserción laboral y también, porqué no, prestigio. (¿Dije que eran otros tiempos?)…
Lo cierto es que trabajó a destajo para preparar el material didáctico para ese primer contacto con la realidad áulica, que pensó y repensó su práctica, tachó, borroneó y volvió a escribir la cuidada planificación. No dejó detalle al azar, de hecho, tenía en mente varias actividades alternativas, por si el grupo se desmadraba ese día. El tema que debía llevar adelante (impuesto por la docente a cargo del grupo) era medios de transporte.

Se levantó más temprano que de costumbre esa mañana. Sólo tomó un cortado. Se peinó con una “colita de caballo”, delineó apenas los ojos y se dio un toque de lápiz labial. Un jean y zapatillas, para sentarse cómodamente en la ronda con los pequeños, y sobre el piso, como lo hacían ellos (nunca entendió a las maestras jardineras que iban a trabajar con tacos altos,
polleras super elegantes y se sentaban en una sillita) Y, claro está, el delantal cuadrillé, con el cual se sentía tan orgullosa al usarlo.
Se "colgó" del colectivo 56 como cada mañana, bajó en Congreso, esperó el 37… ¡otra vez apiñada como sardinas en lata! Protegía como podía su bolso con el material que le había costado tanto esfuerzo preparar.
Al fin, luego de más de una insoportable e incómoda hora, pudo bajar en Dorrego y Figueroa Alcorta.
Se reacomodó en el baño de las maestras y salió, justo a tiempo, con el sonar del timbre que indicaba que la jornada escolar comenzaba.
Entró segura a la sala. “Canchera” casi. (Jamás sintió temor, ni nervios ante ninguna práctica docente)
Al grupo ya lo conocía, de haber hecho las observaciones en esa misma sala. Sabía entonces que debería estar muy atenta a los movimientos de Martín. Era un niño muy curioso, activo, inteligente. Era un gran desafío por lo tanto. Pasó el intercambio,  ante la atenta mirada de la docente que la evaluaba, y hacía anotaciones en una planilla. Luego, salieron a correr un poco al amplio parque, (pensó que era lo conveniente, pues la próxima actividad en la sala,  requería mucha atención) Era la actividad más importante, así que ni bien regresaron, usó todos los recursos de que disponía para volverlos a la calma, y una vez logrado el objetivo, hizo gran despliegue de  figuras de medios de transporte (autos, colectivos, aviones, etc)
Y cuando todo iba viento en popa, Martín levantó la mano, y sin esperar que le dieran la palabra interrumpió a viva voz atropellando los sonidos, chocando las sílabas unas con otras:
-”Yo en mi casa tengo un tanque”
La incipiente docente, la que estrenaba práctica dijo, tranquila y sin inmutarse:
-¡Qué  bien Martín!  ¿Y qué transporta tu tanque?
Otra vez Martín, con las sílabas mezcladas chocándose por el apuro y el nerviosismo que lo caracterizaban, contestó:
-¡Es un tanque que tiene un botón vos lo apretás sale agua y se va la caca!

(Y ese día, de la mano de Martín, aprendí que para niños de 3 años, además de la planificación estructurada y recursos varios, siempre debería tener la capacidad de ser niña e improvisar junto a ellos.) 

jueves, 4 de julio de 2013

LAUra/taro

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy voy a escribir una breve intro, a pesar de todo lo que quisiera decir.Es que el tiempo apremia...son las 22:30 hs y recién pude lograr el ensamble de fotos que quería....¡¡Me llevó toda la tarde de miércoles!! En fin, que la tecnología no es lo mío...Pero voy mejorando, pasito a paso. 
Estuve "de incógnito" en Buenos Aires. Fui exclusivamente para darle la bienvenida a Lautaro y compartir la felicidad de mi ahijada Laura y toda su familia.
Y entonces me doy cuenta de que aún recuerdo cuando esperaba que nacieran los hijos de las amigas, mi propia hija...y no sé adonde fueron los momentos, los pañales, las paperas, el jardín de infantes, los llantos "mocosos", la adolescencia y mi vida joven. Es tiempo ahora de esperar los nietos de las amigas, y mirando fotos darnos cuenta que ¡los años pasaron! ¡Estás igual! escuchamos frecuentemente, y ahora sé que las fotos no mienten, así que la próxima vez que lo digan preguntaré, con cara de asombro,  ¿Igual a quién? ¿A mi madre o a mi abuela?
Y justo ahora me acuerdo de PASATIEMPO, poema de Mario Benedetti que cantaba Marilina Ross y dice: 
Cuando éramos niños 
los viejos tenían como treinta 
un charco era un océano 
la muerte lisa y llana 
no existía
luego cuando muchachos 
los viejos eran gente de cuarenta 
un estanque era océano 
la muerte solamente 
una palabra
ya cuando nos casamos 
los ancianos estaban en cincuenta 
un lago era un océano 
la muerte era la muerte 
de los otros
ahora veteranos 
ya le dimos alcance a la verdad 
el océano es por fin el océano 
pero la muerte empieza a ser 
la nuestra.
¡¡En fin!! No me quejo,me alegra vivir cada día
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
  Lu
La frase para pensar:
Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.
Antoine de Saint-Exupery
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 104 de la suelta de mis letritas )
LAUra/taro
Ensimismada,
feliz
lo anuncia 
al mundo
¡está embarazada!

Pasa los meses
tejiendo sueños
Pasan las lunas
la panza crece
es Lauti latiendo
sin apuro alguno
es cómodo el nido
está muy tranquilo
y ella radiante
en la dulce espera…

Son dos en uno
Laura va serena
bebiendo la vida
disfrutando a pleno
esperando al hijo
guardando registro
de cada segundo

Es junio y no llega
se hace esperar
hasta que el 29
asoma al mundo
para ser amado…
bebé ternura
bebé moflete
bebé deseado.

Laura niña,
adolescente, 
joven mujer
Laura/Lautaro
la completitud,
con el hijo
que te convierte en madre,
ha llegado.