Tampoco me importa el mío
Hola hola. Gracias por "coparse" con las vistas de mi bella Ushuaia. Eso me alentó a regresar con esta nueva muestra.
Pero -nada que ver con "abrir el paraguas antes de tiempo"- debo decir que, lamentablemente, en estas dos semanas poco ha brillado el sol.
Los pocos días en que sí lo hizo, por diversos motivos, no he podido salir de caminata.
Entonces, van tomas de paisajes en un día extremadamente gris.
Antes de ir a ellas, quiero contarles que en este tiempo ya está amaneciendo poco antes de las 5 de la mañana y oscurece alrededor de las 22:00 hs.
En general, los amaneceres son muy soleados pero...
¿Quién saldría de caminata a las 5 am? ¡No cuenten conmigo! y luego, los atardeceres son a pleno sol también.
Ahora mismo, mientras les cuento, son las 20:30 hs y ¡el sol iluminando los bosques, la bahía y las mansas aguas del Canal Beagle! ¡Un espectáculo!
Para finalizar mi cháchara de hoy les cuento que:
¡Adoro los días largos, aunque no siempre sean soleados, tanto como me mortifican los breves y oscuros de invierno con sus interminables noches!
A orillas del Canal Beagle y al pie del Monte Susana, este barrio que nos quitó la posibilidad de ir a disfrutar de esas playas y arrasó con el bosque...de esa Ushuaia que conocí en los albores del año 1983 y de la que hoy solo me quedan los recuerdos...
¿Recuerdan al Río Pipo? Acá ya derramándose en el Canal Beagle en donde las gaviotas lo reciben alborozadas.
Uno de los hoteles ubicados en zona costera El monte Susana con casas trepando una de sus laderas
El aeropuerto internacional Islas Malvinas se sitúa a 5 km del centro de la ciudad, en la península de Ushuaia situada entre las bahías de Ushuaia (en el este) y Golondrina (en el oeste).
Foto tomada, con zoom, desde la zona de desembocadura del Río Pipo y foto tomada, también con zoom, durante otro paseo, desde la orilla del arroyo Buena Esperanza.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Diego que por fin encuentres toda la paz que no tuviste en la tierra ¡¡Buen viaje mago de la pelota!!
Música en tiempos de covid-19
NOTA: Buscando en youtube canciones para compartir en este espacio, descubrí esta bella familia. Tienen un reportorio magnífico, y Nora es pura ternura. ¿Los conocían?
Esta es la presentación del grupo en su canal de Youtube:
Bienvenue à tous :)
Isaac (12 ans) et Nora (9 ans) sont initiés à la musique par leur père Nicolas (né à Séoul, Corée du sud). Leur mère Catherine est la cameraman de la troupe.
Nous habitons à Quimper, en Bretagne, à l'ouest de la France.
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 377 de la suelta de mis letritas)
FutureandoMi diario
Recordar: del latín RE-CORDIS:
“Volver a pasar por el corazón”
Eduardo Galeano
Natalí, mi nieta que acaba de cumplir 3, se entretiene jugando con mi “Caja de tesoros” mientras que yo riego las plantas del balcón de mi departamento y me pierdo mirando la majestuosa Bahía.
Estoy en un sitio privilegiado: nada se interpone entre mi campo visual y ella.
-Abita! Abita!
Es mi nieta que viene hacia mí con la colección de barbijos que, sin dudas, encontró en la caja de los recuerdos.
-¿Le hacés los ojos a estas máscaras para que pueda jugar? ¡Me puse una y no veo nada!
–No son máscaras Natalí, son barbijos.
-“Babijo”? ¿Y son de cuándo eras nena? ¿A qué jugabas?
-Barbijo…No, no eran para jugar y no era nena…
Era una señora y tu mamá era más o menos como tu seño del Jardín.
Entonces apareció en el mundo un bichito que no podíamos ver porque era muy diminuto pero que andaba volando por el aire y nos atacaba entrando por nuestra boca y nariz.
Se nos metía así dentro del cuerpo y nos enfermaba. Por eso teníamos que usar los barbijos, cubriéndonos la nariz y la boca.
No podíamos viajar, ni juntarnos con amigos, amigas ni siquiera con la familia. Tampoco abrazarnos ni besarnos…
-¿Y no te juntabas con mi mamá?
-Solo a veces, pero las dos usábamos el barbijo y no nos podíamos poner cerquita así como estamos vos y yo ahora. Tampoco podíamos darnos un beso.
Algunos días yo lloraba porque eso me ponía muy triste…se murieron algunas personas que yo conocía y una gran amiga también…
-¿Y vos no te moriste Abita?
-No…yo no
-Ah!! Qué "suete"!! Soltó despreocupadamente feliz.
Entonces
me dio dos barbijos - ella se quedó con otros dos- me tomó de la mano y me dijo
-Vení Abita, vamos a bailar el baile de los “babijos”…
Hoy pasó mi nieta por casa y me llevó, sin querer, al lugar oscuro de los recuerdos.
Por suerte ella es luz y, con su inocencia, convirtió el momento en una situación “tragicómica” como la vida misma.
Enero, 26 de 2031