viernes, 27 de noviembre de 2020

Futureando

                                          Tampoco me importa el mío
Hola hola. Gracias por "coparse" con las vistas de mi bella Ushuaia. Eso me alentó a regresar con esta nueva muestra.
Pero -nada que ver con "abrir el paraguas antes de tiempo"- debo decir que, lamentablemente, en estas dos semanas poco ha brillado el sol. 
Los pocos días en que sí lo hizo, por diversos motivos,  no he podido salir de caminata.
Entonces, van tomas de paisajes en un día extremadamente gris. 
Antes de ir a ellas, quiero contarles que en este tiempo ya está amaneciendo poco antes de las 5 de la mañana y oscurece alrededor de las 22:00 hs. 
En general, los amaneceres son muy soleados pero...
¿Quién saldría de caminata a las 5 am? ¡No cuenten conmigo! y luego, los atardeceres son a pleno sol también. 
Ahora mismo, mientras les cuento, son las 20:30 hs y ¡el sol iluminando los bosques, la bahía y las mansas aguas del Canal Beagle! ¡Un espectáculo!
Para finalizar mi cháchara de hoy les cuento que:
¡Adoro los días largos, aunque no siempre sean soleados, tanto como me mortifican los breves y oscuros de invierno con sus interminables noches!
 
A orillas del Canal Beagle y al pie del Monte Susana, este barrio que nos quitó la posibilidad de ir a disfrutar de esas playas y arrasó con el bosque...de esa Ushuaia que conocí en los albores del año 1983 y de la que hoy solo me quedan los recuerdos...
 
¿Recuerdan al Río Pipo? Acá ya derramándose en el Canal Beagle en donde las gaviotas lo reciben alborozadas.
     
    Uno de los hoteles ubicados en zona costera              El monte Susana con casas trepando una de sus laderas
El aeropuerto internacional Islas Malvinas se sitúa a 5 km del centro de la ciudad, en la península de Ushuaia situada entre las bahías de Ushuaia (en el este) y Golondrina (en el oeste).
Foto tomada, con zoom, desde la zona de desembocadura del Río Pipo y foto tomada, también con zoom,  durante otro paseo, desde la orilla del arroyo Buena Esperanza.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu      
       Diego que por fin encuentres toda la paz que no tuviste en la tierra                                         ¡¡Buen viaje mago de la pelota!!
Música en tiempos de covid-19
NOTA: Buscando en youtube canciones para compartir en este espacio, descubrí esta bella familia. Tienen un reportorio magnífico, y Nora es pura ternura. ¿Los conocían?  
Esta es la presentación del grupo en su canal de Youtube:
Bienvenue à tous :) Isaac (12 ans) et Nora (9 ans) sont initiés à la musique par leur père Nicolas (né à Séoul, Corée du sud). Leur mère Catherine est la cameraman de la troupe. Nous habitons à Quimper, en Bretagne, à l'ouest de la France.
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 377 de la suelta de mis letritas)
Futureando
Mi diario
Recordar: del latín RE-CORDIS:
“Volver a pasar por el corazón” 
Eduardo Galeano 
Natalí, mi nieta que acaba de cumplir 3, se entretiene jugando con mi “Caja de tesoros” mientras que yo riego las plantas del balcón de mi departamento y me pierdo mirando la majestuosa Bahía. 
Estoy en un sitio privilegiado: nada se interpone entre mi campo visual y ella. 
-Abita! Abita! 
Es mi nieta que viene hacia mí con la colección de barbijos que, sin dudas, encontró en la caja de los recuerdos. 
-¿Le hacés los ojos a estas máscaras para que pueda jugar? ¡Me puse una y no veo nada! 
–No son máscaras Natalí, son barbijos. 
-“Babijo”? ¿Y son de cuándo eras nena? ¿A qué jugabas? 
-Barbijo…No, no eran para jugar y no era nena… 
Era una señora y tu mamá era más o menos como tu seño del Jardín. 
Entonces apareció en el mundo un bichito que no podíamos ver porque era muy diminuto pero que andaba volando por el aire y nos atacaba entrando por nuestra boca y nariz. 
Se nos metía así dentro del cuerpo y nos enfermaba. Por eso teníamos que usar los barbijos, cubriéndonos la nariz y la boca. 
No podíamos viajar, ni juntarnos con amigos, amigas ni siquiera con la familia. Tampoco abrazarnos ni besarnos… 
-¿Y no te juntabas con mi mamá? 
-Solo a veces, pero las dos usábamos el barbijo y no nos podíamos poner cerquita así como estamos vos y yo ahora. Tampoco podíamos darnos un beso. 
Algunos días yo lloraba porque eso me ponía muy triste…se murieron algunas personas que yo conocía y una gran amiga también… 
-¿Y vos no te moriste Abita? 
-No…yo no 
-Ah!! Qué "suete"!! Soltó despreocupadamente feliz. 
Entonces 
me dio dos barbijos - ella se quedó con otros dos- me tomó de la mano y me dijo 
-Vení Abita, vamos a bailar el baile de los “babijos”… 

Hoy pasó mi nieta por casa y me llevó, sin querer, al lugar oscuro de los recuerdos.
Por suerte ella es luz y, con su inocencia, convirtió el momento en una situación “tragicómica” como la vida misma. 
Enero, 26 de 2031

viernes, 13 de noviembre de 2020

Cosas que pasan

Tampoco me importa el mío
Gracias por tanto amor a todos y todas quienes por aquí pasaron a acompañarme en mi duelo. Esas caricias al alma son invaluables.
Al fin he decidido abrir mi casa hoy, luego de transitar mi tristeza. 
Pero...
como en estos tiempos en que pareciera que hasta  las musas andan con covid  no encuentro mucho para decir, sin girar alrededor de la pandemia, sale edición de fotos. 
En verdad tenía ganas de hacerlo, me gusta mostrar "mi lugar adonde volver"

  

      Primera caminata de noviembre...Luego de andar 30 minutos, llegué a mi destino del día. 
      El río Pipo, corre apacible en su tramo final bajando hacia la desembocadura.
El camino de acceso y el "Puente de la mujer". Bello paseo si los hay, una muestra de bosque, el rio, todo "ahí nomás", dentro de la ciudad.
        De regreso a casa, caminando por la Avenida Alem, me gustó la vista. 
                             Allá abajo, el canal Beagle, hacia donde iban las aguas del río que visité...¿Habrían llegado?...
   
       Otras vistas, otra caminata...Siempre Ushuaia                    Y una vez más encontré a "mis" cauquenes
                 Las gaviotas alborotadas en este día que, otra vez, mis pasos me llevaron a la Bahía Encerrada. 
Gracias por pasar. Dado el aislamiento de mis musas voy a regresar por aquí el  viernes 27. Intentaré durante estos días resolver unos trámites y, particularmente, reacomodar mis ideas y reconectarme con mis ganas de hacer, andar, ver y descubrir.
¡Gracias por el aguante!  
Hasta entonces, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu
Música en tiempos de covid-19 
NOTA: Sale "3 x 1": chacarera, para que escuchen una música tradicional de Argentina, letra de la inmensa e inolvidable María E. Walsh y cantada nada menos que por el gran Pedro Asnar. ¡A disfrutar y sonreír! Los y las fans de gatos tenemos un plus con esta canción
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 376 de la suelta de mis letritas)
NOTA: De mi archivo de cuentos lo escogí porque me parece una historia muy graciosa. Obviamente a mis 18 años no me pareció nada divertida pero, por suerte, con el paso del tiempo he logrado estar más allá de" prejuicios y otras yerbas" y a la vuelta de casi todo.
Cosas que pasan 
A mis 18 años estando de vacaciones en Concepción del Uruguay, en casa de mi prima Silvia, fui una siesta calurosamente entrerriana al Banco Pelay. 
Era el balneario más popular de la zona por ese entonces.
Fuimos, recuerdo ahora, con Ale que era una amiga de mi prima. Allí ambas, muy flaquitas y "cancheras" (particularmente yo, que vivía en Buenos Aires) caminábamos con donaire, como flotando sobre la arena blanca y caliente, con los pelos ondulando al compás de la brisa, propia de la costa, y las diminutas biquinis mojadas.
¡No había tipito ni tipejo que no nos miraran! 
Ya saben, cuando la malla se moja los pezones quieren escaparse a través de la tela, la “rayita” se ve bien marcada…
¡Hay con estos recuerdos a estas alturas de mi vida! Bellos e irrepetibles momentos…
Entonces
siguiendo con el cuento y, por si están preguntándose si “levantamos” o no, les informo que, obviamente, nos “ganamos" dos muchachos, porteños…preciosos
Diecinueve y veinte años respectivamente. Nos sentamos en sus sillitas de playa, ellos sobre la arena húmeda…empezamos a hablar animosamente. 
A mí, el rubio bonito me invitaba a pasar a la noche por su carpa, y yo “canchereando” le decía que bueno, que allí estaría.
¡Imagínense en esa época! Mi madre me hubiera encerrado con cuatro vueltas de llave antes de dejarme ir sola a la playa pasado el atardecer.
Lo cierto es que
allí estábamos, hablando, mirándonos las miradas, flirteando…y de pronto no sé cómo ni porqué empecé a toser, me picó la garganta, no sé…y desde mi posición canchera piernitas cruzadas tipo buda en la silleta, junto a la tos, salió otro sonido que debe haber hecho flamear mi diminuta biquini…
Y sí…Es lo que están pensando.
¡Se me escapó un pedo!… ¡el papelón de mi vida!
Encima, cero posibilidades de disimular. Imposible decir que la silla hacía ruido, o algo por el estilo. ¡En la playa y con reposeras! 
Así que
lo miré a los ojos y le dije: ¡Son cosas que pasan! 
Y seguí hablando como si nada, como si no me hubiese temblado la voz, como si no hubiera querido enterrarme en la arena y morir en ese instante.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Buen viaje Berta

Tampoco me importa el mío
En esta casa mis letras y yo estamos dolientes. Por eso, me parece, que nos vamos a guardar unas dos semanas. 
Sé que quienes habitualmente vienen a visitarnos son amigos y amigas y sé que las amistades verdaderas están justamente en los momentos difíciles. 
Por eso sé que van a entender y van a esperar nuestro regreso o van a estar aun con estas letras quejosas y tristonas si no cierro la puerta.
Estar y acompañar en los días felices y divertidos...¡vaya que es fácil y nos alegra la vida!
Pero estoy doliente....porque se fue una guerrera, una mujer que de amistad cierta y lealtad sabía como nadie en esta vida. 
Se fue y me honra haberla acompañado en sus últimos tiempos tanto como ella me acompañó en cada momento feliz o infeliz de mi vida durante más de 33 años.
En todo caso ya hablaré de ella y tal vez esta edición sea el homenaje que necesito y puedo hacerle.
Y no es solo eso. A mis letras y a mi nos duele el mundo.
No estamos en buen momento para abstraernos de la realidad...
Ya saben que, en general, veo el vaso medio lleno pero, como digo siempre, no soy un robot y no solo eso sino que soy latina y argentina lo cual me hace más emocional y sentimental aun. Y estos, son días de bajón. 
Estoy "capeando el temporal", refugiándome en mi pequeño mundo, mientras espero que vuelva a asomar el sol.
Me parece que es una buena idea cerrar con viñetas de Mafalda a quien el maestro Quino la ha pensado sempiterna. Es la manera que encuentro hoy para expresar sin mis letritas porqué el mundo nos está doliendo.

 
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.

NOTA: Sale despedida como cada viernes. En todo caso, si no publico la semana próxima ya están sobre aviso: serán dos viernes de ausencia. Lo decidiré de acuerdo a mis sentires de estos próximos días. ¡Gracias! 
 Lu
Música en tiempos de covid-19 
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 375 de la suelta de mis letritas)
Buen viaje  Berta

Cuando un amigo se va
Queda un espacio vacío
Que no lo puede llenar
La llegada de otro amigo

Cuando un amigo se va
Queda un tizón encendido
Que no se puede apagar
Ni con las aguas de un río
Alberto Cortez
Por eso amiga linda, porque dejaste para siempre el tizón encendido seguirás a mi lado.
Por eso vengo aquí a despedirte con estas letritas, que soltaré también en la Bahía, para que puedas volar alto, para dejarte ir tranquila.
Ya hiciste por tus amistades y tu familia todo lo que pudiste y más.
Mi Berta de ojos esmeralda clarito, de ojos que sonreían aun cuando estabas internada. 
Gracias amiga por tantos momentos, por haber estado siempre particularmente en los eventos importantes de mi vida y la de hiji.
Mi Berta que siempre llegabas a los cumpleaños de mi pequeña con dos regalos: --"Uno para la madre y uno para la nena" , decías.
Para ella un juguete; a mi algún hermoso vestidito, o buzo, u otra hermosa "pilchita" que sin dudas me venía genial porque mi presupuesto era mínimo y la ropa de peques siempre fue cara.
Mi Berta que tras tu típico gesto de torcer boca y nariz supe siempre -y todos los que tuvimos la dicha de conocerte desde adentro- que escondías una gran ternura.
Esa ternura que nos prodigaste hasta tus últimos días...
Esa preocupación tuya, olvidando tus males para ocuparte de los demás... para ocuparte de mi dolor "de panza" y tu recomendación "Tomá manzanilla Lu"
Mi Berta que "regresaste" para despedirte, para saludarnos a través de una cámara y quienes te amamos no pudimos darnos cuenta entonces que era ese tu saludo de despedida.
Hasta ese detalle cuidaste Berta linda. El dejarnos tu sonrisa y tu saludo. 
Te aferraste a la vida y la peleaste con mucha grandeza y tanta garra, por eso empecé a llamarte "Leona" y te admiré cada segundo un poco más.
Berta vuela alto amiga que yo aquí sigo tomando mi té de manzanilla.
Me reconforta el saber que te hice reír cuando estabas convaleciente, y me siento  honrada por haberte acompañado durante tantos días. 
Altamente honrada por tu amistad.
Por siempre estarás en mi. 
¡¡Chauuu Leona!!