viernes, 29 de enero de 2021

Abismate conmigo

Tampoco me importa el mío
Semana complicada...trámites, mucha lluvia, otra vez frio y mi gatito con diarrea...En fin...
Lo mejor es que hoy "salgan fotos". No tengo muchas ganas de contar y ni siquiera un ápice de inspiración.
Así que ¿Vamos de paseo al Parque Nacional? En esta ocasión los invito a ascender por el sendero que nos lleva, dentro del parque, a "Pampa Alta".
Es una senda de dificultad media, de aproximadamente 4 kilómetros de longitud (de ida) y un desnivel considerable. 
Como todo el trayecto de ida es en ascenso se torna un tanto agobiante pero vale la pena el esfuerzo porque, al llegar a la cima, las vistas panorámicas son espectaculares. El regreso ¡por suerte! al ser todo en bajada se hace mucho más rápido. 
        A poco de iniciada la senda ya "amarillea" el bosque poblado de "botones de oro" por aquí y por allá
Más arriba se suman estas florecillas tan delicadas y el verde se cubre de blanco. Es una de las 3 variedades de orquídeas del  bosque fueguino. Es la conocida como "palomita" o, nombre científico "Codonorchis lessonii"
Seguimos ascendiendo, el aire cada vez más puro, el bosque cada vez más bello, los sonidos del silencio ¡infinitos! y en ese "estado de trance" llegamos a la "pampa" que aparece de pronto cambiando abruptamente el paisaje.
Llegar es estar más cerquita del cielo. Las vistas panorámicas son imponentes. El Canal Beagle, las islas chilenas Hoste y Navarino o el cerro Guanaco según hacia donde mires. Nada como verlas de manera presencial. Siento que en mis fotos no se aprecia la magnitud del paisaje
No importa hacia donde mires, la naturaleza es una obra majestuosa. 
De espaldas al sendero y hacia la izquierda otra vista panorámica, allá abajo, el valle del río Pipo.
Y así  despacito y sin ganas nos vamos despidiendo de "Pampa Alta". Es tiempo de emprender el descenso. 
¿Regresamos?
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu
Música en tiempos de covid-19
NOTA: La elegí por la fuerza de su estribillo...porque debemos seguir andando...porque todos y todas nos convertimos en seres resilientes durante el 2020...porque me gusta la fuerza que inspira...por esas voces. Por eso  y  porque vamos a seguir andando. Espero les agrade.
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 384 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Otro poemita de mi archivo. De la misma época, y tenor, que el que compartí la semana pasada.
Abismate conmigo
Al borde del abismo
-siempre-
camino hacia adelante
rodeo el precipicio
me juego
tambaleo
tiemblo
tropiezo
no caigo.
La vida es adrenalínicamente
bella
participo
-siempre-
no puedo mirar de afuera...
Me recupero
sigo 
camino con firmeza.
El horizonte se aleja 
-vos con él -
con rodeos
con temores
abismate conmigo
precipitate
sorprendete
el mundo seguirá girando
verás...
-nosotros también-
dame la mano.

viernes, 22 de enero de 2021

Andamiame la vida

 Tampoco me importa el mío
Luego de la afortunada visita a mi odontólogo la semana anterior -recuerden, iba por un turno y salí con el arreglo hecho- debería haber ido una vez más pero se me pasaron los días y aun no he concurrido.
Creo que, entre otros motivos, me sucede porque la verdad es que a mi ir al consultorio odontológico me da "miedito"
De esto quería hablar, pienso que tal vez logre exorcizar mi temor si lo saco afuera  contándoselo a ustedes.
No tiene que ver con el profesional que me atiende. 
Esteban es bueno en lo suyo y además es muy "copado". Charlamos mucho y me agradan nuestras conversaciones que, por cierto, además son divertidas.
Pero...
 a pesar de ello a la hora de abrir la boca me pongo tensa, me contracturo y "sufro"  
Él, que lo sabe, se ríe y me dice-"Alguien tiene que hacer el "trabajo sucio"
Y luego, mientras me hace el tratamiento correspondiente, no para de hablar y preguntarme cosas.
Y este, creo, es un "defecto" de la mayoría de los dentistas...
¿O no que se la pasan hablando mientras una/uno está con, los ojos cerrados, la boca abierta, la "carretilla" desencajada y el cuello duro?
Por lo tanto imposible sostener el diálogo, que pasa a transformarse en monólogo,  con ocasionales sonidos guturales del estilo de:  "aggg", "ajá""ugg", "eee" "gnoo" o similares, como toda respuesta.
Y ¡ni hablar! de cuando te indica que te enjuagues pero no embocás el vaso porque aun te dura el efecto de la anestesia, o cuando empezás a babear y ese maldito "cañito chupa saliva", que no soportas, no hace su trabajo porque seguramente, sin querer, ya lo corriste de lugar.
Y para no extenderme más no voy a contar del odioso chirrido del torno...
En fin, este es un pequeño resumen de lo que a mi me sucede, tal vez a vos que me estás leyendo no te pase nada y hasta te resulte placentera la visita al consultorio odontológico. 
Tal vez a mi me pasa todo eso y más porque me pongo nerviosa tan solo sentarme en ese "sillón de tortura" y colocarme el "babero", por si me chorrea la baba aun a pesar de los cuidados del profesional.
¡Ufff! ¡un espanto! Por suerte, tras un intenso y eterno momento, se acaba. 
Luego...
mientras me recompongo, empiezo a hablar poco a poco y, por enésima vez, le digo que prefiero mil veces ir a la consulta ginecológica que a la odontológica.
Recompongo mi dignidad y salgo diciendo algo gracioso mientras pienso: 
¡pero que tipa boluda, tanto terror a un arreglo dental!
Ya me voy, pero no sin antes contarles que hace muchos años teniendo yo, poco más o menos, unos 27  fui a la consulta con un odontólogo muy joven también y, además, muy lindo tipo. 
Los nervios, desde siempre y por siempre, me llevaron a apretar fuertemente en esa ocasión el apoya brazo del sillón...
Bueno, lo que yo creía que era porque de repente se movió y entonces me di cuenta que lo que estaba apretando era ¡el muslo del odontólogo joven y bonito!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
  Lu
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 383 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Sale uno de los poemas que me gustan y mucho, de esos que escribía cuando mente y corazón movían frenéticamente mis dedos y las letritas se conjugaban en versos que bailaban sobe el teclado, se inmortalizaban en algún sitio remoto y también en papel. 
O, dicho más sencillamente, cuando las musas no andaban fugadas huyendo del COVID
  Andamiame la vida
Puedo
proyectar/me
construir/me
ser feliz
fracasar...
Puedo
ver el sol
ser yo
con mi voz
-aun sin vos-
Puedo
crecer y creer
soñar y jugar
morir y nacer...
Puedo. Lo sé.

Pero...
cuánto camino allanado,
tanto más fácil sería,
si me dieras la mano
y andamiaras mi vida.

viernes, 15 de enero de 2021

Sucediendo la vida nomás

                                           Tampoco me importa el mío
Extraña semana esta que finaliza promediando enero.
No hay más árbol, ni luces, ni adornos navideños...
¿Aun es 2020? Tal vez sí...
Creo que estoy necesitando despertar de un largo sueño, desentumecerme y revisar el calendario.
Hasta las estaciones me confunden. 
Hace no más de cinco días, luego de una semana estupenda, empezó la lluvia sin dar tregua, la temperatura bajó abruptamente (¡A pocos días de haber cambiado el cobertor de invierno de mi cama por uno de verano!) y nevó en la montaña.
Sé que es verano porque FELIZMENTE los días -en cuanto a luz- son de alrededor de 18 hs.
Esta mañana, sin ir más lejos, me levanté para ir al baño cuando estaba clareando. Pensé que serían casi las 6. Por pura curiosidad busqué el teléfono para corroborar mi presunción y entonces, lejos de eso, pude leer nítidamente en la pantalla 4:30. 
Obviamente hice pis y volví a la cama a seguir durmiendo
Se me ocurrió que si tomaba unas fotos de noche, por la hora cronológica no por la luz, tal vez podría compartir con ustedes esta vivencia de luz diurna extra larga.
Ojalá resulte.  La siguiente serie de fotos la he tomado entre las 21:30 (9:30 P.M.) y 21:45 (9:45 P.M.) 
Podrán ver en los picos del "5 hermanos" vestigios de la nevada que les mencioné al inicio, casi, de esta "crónica de mi semana" Y, si no hubiera estado nublado, podrían haber divisado los manchones blancos también en el pico del majestuoso "Monte Olivia"
Dato no menor, aun estando nublado en el momento de las tomas se visualiza la claridad.  
Para completar mi "informe de la situación" les cuento que esa claridad se mantiene así hasta las 22:30 aproximadamente y en esta fecha en la que ya notamos que los días se van acortando. 
Recuerden que el "más largo" del año es el 21 de diciembre, cuando se produce el solsticio de verano y luego, a razón de un minuto diario, (poco más o menos) empiezan a acortarse.

Así se ve el pequeño parque o gran jardín del fondo de mi casa
Mi arbolito amado, que podo dos o tres veces durante el verano, y las casas que están justo frente a la mía.
Las nubes no dejan ver la cumbre nevada del "Monte Olivia" Un poco más bajo, el "5 hermanos"
Bello el canal y esta vista -con zoom y desde mi ventana- de "playa Larga"
Para redondear el concepto vertido al principio "extraña semana" quiero decirles que me la pasé realizando los últimos estudios para finalizar mi control oncológico anual, que fui a ver a mi odontólogo, para que me ubique en algún "huequito" de su agenda, con tan buena suerte que en el momento que llegué estaba desocupado así que fui por un turno y salí sin esa carie que tanto me molestaba.
Para no mezclar temas hoy, la semana próxima haré unas consideraciones y preguntas sobre las consultas odontológicas.
Y para completar la semana tuve un divertido encuentro, en el supermercado, con un técnico de ARSAT. Será tema de la próxima edición también.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
  Lu
Música en tiempos de covid-19
NOTA: Amé este video que acabo de descubrir. El audio de fondo es original: la cantante, poeta y chamana Lola Kiepja, de quien ya les he contado en la entrada del 18/10/2019
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 382 de la suelta de mis letritas)
Sucediendo la vida nomás
Los recuerdos llegan como bandadas de gaviotas sobrevolando el canal en busca de su presa. 
Creo que vienen a mí en busca de mi memoria, de mis emociones, de mi preciosa juventud, en busca de las vivencias que, día tras día, me convirtieron en esta mujer que hoy soy. 
A veces los recuerdos pueden no ser muy fidedignos…
Pueden estar teñidos por la subjetividad de fotos de momentos que no se quieren recordar, o de momentos que se prefieren  magnificar. 
Porque recordar es “volver a pasar por el corazón” y los sentimientos ¡sentimientos son! 
Sin embargo, tengo la certeza de mis días vividos en Comodoro Rivadavia. 
Tiempos duros aquellos, Malvinas acababa de suceder. 
Desmantelé aulas, hice cursos veloces en la Cruz Roja, asistí a las alertas amarillas y rojas y sentí el dolor por los que no volvían. 
Tengo el amor incondicional de mi mamá Kitty y su familia –mi familia- como prueba fehaciente de que la memoria no me traiciona. 
Recuerdo también el día que abrieron el aeropuerto. 
Fue cuando las voces de los represores se acallaron, cuando negaron la guerra sucedida y escondieron a los protagonistas de ese dolor sin fin…fue cuando esa locura había finalizado, cuando el daño ya había sido hecho y el mal causado. 
Entonces abrieron el aeropuerto y regresé a la casa de mis padres con los efectos de la derrota…
No la de Malvinas. 
No. 
La mía personal. 
Ya en Buenos Aires, buscando mi identidad patagónica, una amiga me dijo: 
-“Lu Tenés que ir a Ushuaia, es el lugar más lindo del planeta” 
Y eso para mi fue suficiente.
Total que, sin dinero para el pasaje, fui a LADE* en el porteño barrio de San Telmo y muy segura de mí misma dije, con tono más que convincente, que Ushuaia me esperaba, que casi no había maestras jardineras y yo lo era, que cómo poblaríamos la Patagonia si desde el estado y sus organismos no nos ayudaban y bla bla bla. 
Dos días más tarde, me estaba embarcando hasta Río Gallegos. Una vez en su aeropuerto, nadie me esperaba tal lo acordado. Así que vuelta a explicar a cuanto comandante me quería escuchar - todos, claro, mis "veintipico" lo ameritaban- que necesitaba llegar a Ushuaia. 
Así fue como, “haciendo dedo a LADE” llegué por primera vez a la Isla. 
Así fue como mis ojos sorprendidos observaban el bosque, el canal Beagle y los techos bajos de las casas desde la cabina de un Fokker F-27 de LADE, única línea aérea que llegaba a Ushuaia en aquel entonces. 
Y recuerdo que dije 
-“¡Al fin lo encontré! ¡Éste es mi lugar!” 
Y ya ven, acá estoy, acá me “hice grande”, acá tuve mi hija, planté el árbol y escribí el libro. 
Acá sufrí y fui feliz, sumé, resté, gané, perdí, amé y desamé, trabajé, disfruté, lloré, reí, construí, deconstruí, crecí a mi hija, tuve –tengo- amigos y amigas, viajé, regresé, extrañé… 
Acá… ¡VIVÍ!
Tal como sigo viviendo, con esa claridad que tengo desde hace 38 años: con sus pros y con sus contras
¡Ushuaia es mi lugar adonde volver!
* Lineas Aereas Del Estado

viernes, 8 de enero de 2021

Mujer

                                           Tampoco me importa el mío
Extrañamente llegó el 2021.
Al menos para mí...no sé si muchas personas tendrán ese sentimiento de "¿qué pasó con mi vida en 2020"?
Como sea, espero que este año sea mejor, que podamos  volver a abrazarnos, vernos las sonrisas y nuestras miradas sean de felicidad. 🥂
Qué  este 2021 cierre las heridas que nos dejó, a algunas gentes, el 2020. 
Y digo a algunas porque sé que a pesar de lo colectivo de la pandemia, en lo individual, cada quien tuvo diferentes situaciones.  
Entre otras cosas, por suerte, no todos y todas tuvieron pérdidas de seres amados.
Y...
estuve con  Kitty...me hizo bien haber ido, haber compartido con ella, haberla visto, abrazado y besado ( Ella tuvo COVID)
Ahora...quien sabe...será lo que tenga que ser. Yo, por si acaso, me despedí con mucho amor.
Pero ya, no quiero cansarlos ni bien arrancado el año. 
Entonces....
¡Van fotos de mi primer caminata del 2021! ¡Ojalá les agraden y las disfruten!
Vamos, los llevo de paseo al "Caminito de los presos" (Recuerden hacer clic sobre las fotos.)
Esto es parte de lo que queda del camino por el cual, entre los años 1909 y 1952, corrían las vías del trencito que llevaba a los presos desde el presidio hasta el bosque a buscar leña para, entre otras utilidades, calefaccionar la aldea.
¡Hermosura total! Durante todo el trayecto, las orillas del caminito pobladas de esta bella flor amarilla. Es la conocida como "botón de oro"
¿Pueden ver la "barba de viejo"? Es un liquen que se prende a los troncos de los árboles del bosque fueguino.
"Manzanitas del diablo" (chaura) resistiendo y un "simulacro" de durmientes. En los 80', quedaban aun traviesas originales...El "progreso"trae ciertas cosas...
Por ejemplo...¡Urbanizar zonas boscosas y contaminar! El "Caminito de los presos" cada vez más acotado, cada vez más contaminado, con muestras de desperdicios entre los cuales, por ejemplo, se desliza este "escuadrón de patos suicidas" 
A pesar de ello, espero que ustedes hayan disfrutado del paseo. Al menos, por ahora, queda un tramo intacto y bello.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
  Lu
Música en tiempos de covid-19
NOTA: Para empezar el 2021 propongo nuevamente que escuchemos a esta estupenda familia de músicos, esa niña pura dulzura y talento junto a su hermano y padre me conmueven. 
¡Me declaro fanática de "Isaac et Nora"! 
Y qué decir del tema que, en esta ocasión, interpretan "No soy de aquí ni soy de allá",  del gran maestro Facundo Cabral.
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 381 de la suelta de mis letritas)
NOTA: otra vez fui a mi archivo. Y tuve ganas de compartir este breve, pero intenso, poema.
Mujer
Atrapada 
en su otredad
errática
oscura
deshabitada
junta soles
y flores
para su entierro.
Sin tal otredad
regresará al camino
transmutada
iluminada
habitada...
Pero siempre 
errática.