viernes, 27 de noviembre de 2015

Eiségesis de vos

Tampoco me importa el mío
Y si de pasado que no importa hablamos, debo decir que si del presidente electo se trata a mi, como ciudadana argentina, si me importa su pasado...ligado a oscuros negocios con el genocida Videla, a favor de pagar los fondos buitres, con ideología machista sobre las mujeres y con rasgos discriminatorios muy fuertes...
A mi si me importa porque me importa la paz social por sobre cualquier otro tema. 
Y digo esto ahora que ya se sabe quien nos va a gobernar. Y lo digo ahora porque este país se dividió en 2 veredas con un muro en medio, tan imaginario como infranqueable, y se tiraban a matar de un lado y del otro. 
Y algunas gentes, como yo, que no estábamos ni de un lado ni del otro, ni siquiera teníamos la posibilidad de opinar respecto a algunas ideas y proyectos buenos tanto de la vereda Macri como de la vereda Scioli porque ya se nos acusaba de estar a "favor de" y empezaba una descarga de municiones verbales imposible de soportar y que no tenían ni ton ni son. Sólo eran acusaciones repetidas hasta el cansancio, sin prueba alguna de veracidad, o supuestos o miradas desde lo más micro y personal sobre como lo pasó cada quien en los últimos años. 
Y no, tampoco me parecía Scioli el candidato...De hecho, anulé mi voto y no voy a embarcarme en una charla de filosofía de café al respecto.
Lo que quiero significar es que si todos los habitantes del suelo argentino no crecemos desde nuestro interior y engrandecemos nuestras almas, y nuestras miradas empiezan a ser comunitarias para dejar de ser individualistas, nunca nos vamos a engrandecer como nación y siempre vamos a poner en riesgo nuestra paz social que tantos años y tantas muertes nos ha costado.
No entiendo de economía, no entiendo de mercados, no entiendo como juegan los hilos a nivel mundial y accionan sobre cada país, no entiendo de globalización...
No es ni será mi objetivo de vida tener más y más dinero, y casas y autos y negocios no tengo ambición de poder...
Mis ambiciones son más pequeñas, conservar mis amigos, ver crecer a mi hija feliz, viajar,escribir y adquirir cada día nuevos conocimientos, crecer  intelectualmente y, sin dudarlo, APUESTO A LA EDUCACIÓN Y SALUD PÚBLICA, creo que es lo que cada gobierno debería fortalecer, cada profesional de ambas ramas debería engrandecer y todos los ciudadanos deberíamos honrar. También apuesto a una linea aérea de bandera, y no acuerdo con las privatizaciones.
Y entonces mis deseos a partir de este gobierno que tendremos por los próximos 4 años es que SÍ CAMBIEMOS
CAMBIEMOS nuestro pensamiento, CAMBIEMOS nuestras actitudes, CAMBIEMOS 
nuestras ambiciones desmedidas por un poco de humildad...basta de mirar por sobre el hombro los que menos tienen a los que más tienen y viceversa. Basta de etiquetar a nuestros congéneres y sentir que son inferiores si no son a nuestra imagen y semejanza...Que si es negro, que si es blanco, que si es gay o trans, que si tiene tal o cual...CAMBIEMOS, empecemos por respetarnos los unos a los otros. CAMBIEMOS seamos responsables con nuestro trabajo, más aún si brindamos un servicio a la comunidad...
CAMBIEMOS nosotros los del llano, y aunque me traten de soñadora, aunque me digan que es una utopía, seguiré pensando que, si lo hacemos, lograremos cambiar a nuestros dirigentes, a nuestros gobernantes, a la clase política toda. Si así logran comprender que los cargos políticos son para trabajar por el bien de la sociedad en su conjunto, lo cual requiere mucho esfuerzo y buena voluntad,  y no para realizar todos los ilícitos posibles y amasar fortunas, solo entonces seremos un país con personas verdaderamente libres y felices.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.
  Lu
Frases para pensar:
No sé nada de mi corazón,no sé si se detuvo en mi pecho o vaga alrededor de vos.” 
Juan Gelman
Hay que aprender a resistir. Ni a irse ni a quedarse, a resistir, aunque es seguro que habrá más penas y olvido.
Juan Gelman
Te amé duplicadamente, te amé por vos y por mí.” 
Juan Gelman
..."Y hay una especie de acostumbramiento, que es lo peor que le puede pasar al ser humano: al terrorismo, al genocidio por hambre, a la falta de educación para todo el mundo.” 
                                                                                                                                             Juan Gelman
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  187 de la suelta de mis letritas)
Eiségesis de vos
No sé si soy responsable de mi soledad.
Sé que intenté ser una exégeta de vos.

Interpreté tus silencios,
reinventé tus palabras,
imaginé la razón de tu tristeza,
expliqué esa costumbre de enredar nuestras pieles
entre éxtasis y agonía.
Justifiqué tus ausencias
teoricé sobre tu entorno, traduje tu infancia pueblerina.
Me inventé el amor
y sumé tu soledad a la mía.
La costumbre si hizo años
los años me hicieron triste
y llegó el adiós sin enojos
reproches o melancolía

Perfecta eiségesis, errónea interpretación la mía, 
fuiste tan solo vos... no el que yo creía.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Positano

Tampoco me importa el mío
Para cerrar el tema viajero y volver a poner cuerpo y mente en Ushuaia, les cuento hoy a vuelo de pájaro mi paso por la Costa Amalfitana y Nápoles. 
Básicamente hemos recorrido el trayecto entre  Positano y Nocelle y un día fuimos a Sorrento, que es una bella ciudad con las típicas callecitas italianas, en las que no faltan los balcones con la ropa tendida secándose con la brisa marina, pero también con amplias avenidas y varios miradores para ver el monte Vesubio y Nápoles. 
Magníficas vistas en la estrecha ruta que serpentea por altos acantilados sobre el Mediterraneo (mar Tirreno) y que disfruté maravillada a través de la ventanilla de un bus que nos llevó desde Positano ( lo que me faltó guardar en mis retinas durante el viaje de ida, lo almacené durante el regreso) Casi no he tomado fotos...¡nunca podría captar mi cámara, en toda su magnificencia, ese camino que corre estrecho, balconeando siempre sobre el mar, entre las pendientes de los montes.
Son sitios para recorrer a pie, en días soleados, suerte que no hemos tenido pues los dos primeros días que estuvimos en la zona llovió y durante el tercero, se hizo sentir, arrollador, el viento.
Los italianos de esa zona tienen huertas en cada casa, en las terrazas naturales donde cultivan olivos, vides y cítricos. Son personas calmas y agradables, dispuestas a conversar y ayudar, de ser necesario, a quienes se acercan a ellos con alguna inquietud.
Tuve la suerte de ver como cosechan las aceitunas, las embolsan, las cargan en una especie de carro que tiene orugas para poder transportarlas por las escaleras hacia un sitio donde concentran todos los vecinos su producción para que sigan su curso, supongo, hasta llegar a quienes las envasan y comercializan. 
Una señora muy joven, mientras su marido ascendía con la pesada carga, transportaba sobre sus espaldas una de las bolsas que, supe luego, pesaba 35 kg. 
Quise tomarles una foto realizando el trabajo, pero no me pareció correcto hacerlo sin pedirles permiso. Eso fue entonces lo que hice, y ellos felices, en lugar de continuar con la tarea posaron para mi. ¡Me pareció muy gracioso y tierno este acontecimiento! 
Otra señora de la zona, que salía a cargar agua a una especie de "dispenser público" nos contó que el agua tenía mucho gusto a lavandina, entonces, para beber, iban a cargar sus botellas allí , para lo cual tenían que poner una moneda de 5 céntimos por cada litro de agua. Y nos preguntó si habíamos visto "Il Buco" Era muy difícil comprender el italiano cerrado que por allí hablan, así que nos tomó unos minutos entender que se refería al "agujero" de Montepertuso.
Respecto a Nápoles, seré breve. Estuvimos apenas un día allí, los napolitanos, en mi opinión, no difieren de los romanos. El tránsito caótico, a pesar de que allí hay menos turistas, de todas maneras hay sitios con gran concentración de ellos. En las calles peatonales, en el centro antiguo, tenés que caminar esquivando motos y gentes, sí ya sé dije peatonales porque eso dicen los carteles, pero las motos, que abundan en Italia en general, pasan por allí también. Y en los incontables puestos callejeros podés encontrar souvenirs de todo tipo, objetos de magia negra junto a santos y un retrato del Papa Francisco, junto a una jaula con un loro...
Para finalizar con el viaje y esta intro, el último día mi amiga quería cruzar de Nápoles a Isquia, así que compramos los boletos para ir en un aliscafo. Hermoso el trayecto, pero a los pocos minutos me dormí. De pronto, me despierto con el barco atracando, nos levantamos y bajamos. Ni bien lo hicimos, compramos el boleto de regreso, que nos costó 3 euros menos, y pensé que debería ser porque era otra compañía naviera. Luego mi amiga se da cuenta de que el billete decía "Procida-Nápoles", empezamos a recorrer la magnífica isla, que es un pueblo de pescadores, y en todos lados veíamos carteles que decían algo así como PROCIDA: AQUÍ SE FILMÓ LA PELÍCULA "EL CARTERO"  Patri se mostraba inquieta por ese tema, yo disfrutaba totalmente del bello día y ese sitio tan encantador. Finalmente, a la hora de regresar, ella confirmó sus sospechas...¡Nos bajamos antes del barco! Para llegar a Isquia faltaba un trayecto más! Tal como nos lo indicaban todos los carteles, estuvimos en PROCIDA.
Me dio exactamente lo mismo: no conocía ese sitio, lo hemos  pasado genial allí, y además...¡puedo contar esta anécdota que me parece muy graciosa! Me río mucho, sobre todo cada vez que recuerdo los detalles, que serían imposibles de contar en esta intro. Como ejemplo, uno de los comentarios, basados sin duda en nuestra ignorancia de la geografía de la zona, era tratar de adivinar que isla sería esa que divisábamos desde un punto panorámico desde el que sacábamos fotos y observábamos sus colinas...¡Pues esa era Isquia!








Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu
Frases para pensar:
No subas tan alto, pensamiento loco, que el que más alto sube más hondo cae” 
Rosalía de Castro
No importa que los sueños sean mentira, ya que al cabo es verdad que es venturoso el que soñando muere, infeliz el que vive sin soñar” 
Rosalía de Castro
..."y el anciano y el niño, contentos en su lecho de paja dormían, como duerme el polluelo en su nido cuando el ala materna le abriga".
Rosalía de Castro
Alma que vas huyendo de ti misma, ¿qué buscas, insensata, en las demás?” 
Rosalía de Castro
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  186 de la suelta de mis letritas) 
Positano
Vivir en Positano,
se me ocurre,
es vivir en un teatro.
Los balcones naturales
son los palcos
¿Los artistas?
esos cientos de turistas
que diariamente transitan
por sus calles
serpenteantes
angostitas
Y las obras, breves
genuinas, distintas,
son historias de las gentes
que la habitan
La escenografía, cambiante
según la estación del año
ya en invierno,
ya en verano
otoñal o en primavera,
glamorosa
paisajeando,
en la Costa Amalfitana
Positano
¡ la más bella!
     

viernes, 13 de noviembre de 2015

El Cachito

Tampoco me importa el mío
Para continuar lo dicho en el post anterior, hoy voy a dejar una reseña de mis vivencias y mis sentires en Italia. 
En principio, salir de Porto, con el recuerdo de los magníficos días vividos en Albufeira y la apacible Lisboa, y aterrizar en Roma fue un  contraste cuasi grosero, por definirlo de alguna manera.
Los romanos -bellos hombres si los hay- y romanas, mas los incontables turistas de todo el mundo, el caudal de vehículos circulando desordenadamente, sin respeto alguno por el peatón, las calles abarrotadas de gentes caminando detrás de un guía que llevaba un banderín o un paraguas a modo de "zanahoria tienta burros" para que el grupo lo siguiera, los monumentos con gentes apiñadas a su alrededor y, lo peor de todo, la mayoría de ellos vallados y/o con andamios por refacciones. Entre otros, y como ejemplo, la "Fontana di Trevi" que además de estar vallada, no tenía ni una gota de agua. Por tanto... ¡guardé  todas la monedas que pensaba tirar en ella!. No. Les aseguro, amigos y amigas, que no me dejó una buena impresión mi primer salida por el centro romano.
De hecho, en las fotos que logré tomar puede verse, en algunos casos, más gente o andamios que el monumento en si, por lo que debería encontrar un método para señalar con una flecha lo que en verdad quise registrar con mi cámara.
Llegar desde Termini al  Vaticano en bus es una verdadera odisea. Casi como el viaje que les conté que realicé en el circunvesubiano. 
Empecé a caminar, admirada y feliz por estar en ese sitio tan místico, Piazza San Pietro...la Basílica, sin poder concentrarme en mis ensoñaciones, pues cada medio metro alguien se abalanzaba sobre mí, intentando en varios idiomas conversar con nosotras para ofrecernos entrar a la  Capilla Sixtina sin hacer cola, etc etc.
En tales situaciones y ante la dificultad de tomar buenas fotos, opté por mirar algunos detalles y me di cuenta de que las palomas, también en la Santa Sede, son muy atrevidas. Tanto, que lograron enmascarar a Jesús y a los sufridos cristianos en algunas de las estaciones del via crucis.  Perdonando la expresión, ¡estas aves sí que se cagan en todo!
¡Y tan enternecedores la custodios de la guardia suiza ! Arrobada miraba como uno de ellos, que era casi un niño, estaba tan tieso que hasta dudé por un instante que fuera humano. Entonces un timbre de teléfono me sobresaltó y al girar mi vista, vi que el compañero del estático guardia, abandonaba sin ningún prurito su misión de custodio para conversar tranquilamente con quien lo había llamado.
Lo cierto es que Roma, a pesar de ser una ciudad vertiginosa, tiene su encanto, más allá de la historia que guarda en cada rincón. El Coliseo por cierto es majestuoso. Los foros, los arcos, las puertas...Me ha impactado particularmente la Porta Maggiore y el Templo di Minerva  Medica, que también estaba en parte tapado por andamios y, como en los otros monumentos vallados, no he visto nunca obreros trabajando.
El barrio Trastevere y el parque Villa Borghese son sitios para recorrer sin prisa, disfrutando de los mínimos detalles y a sabiendas de que no es fácil encontrar romanos dispuestos a perder unos minutos explicándote lo que intentas averiguar. No hay punto de comparación entre la locura de los romanos o los napolitanos con la paz y amabilidad de los portugueses. Otro temple, por suerte, tienen los italianos del sur. Pero veo que otra vez me extendí demasiado. Creo que si contara ahora sobre la Costa Amalfitana, los aburriría y no es la idea. Entonces, para cerrar, les dejo algunas fotos, no sin antes decir que en Portugal me sentí como en casa, y en Italia, sólo fui una turista...Sensación que para mi, no es menor.
  


  


Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu
Frases para pensar:
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar, si alguien pudiera prestarme después otra vida para pasármela en casa.” 
William Hazlitt
Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos.” 
Jean-Jacques Rousseau
Lo bonito de viajar y comer en culturas distintas está en buscar lo bueno de cada sitio, lo nuevo, y disfrutar del momento.” 
Ferran Adrià
¡Luego vendrá la primavera y el hermoso cielo azul! Quizá podamos viajar entonces. ¡Volver a ver el mar! ¡Oh! ¡Qué felicidad vivir y estar contentos!
Henrik Ibsen
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  185 de la suelta de mis letritas) 
NOTA: Hoy publico un cuento que escribí hace algunos años. Quienes están en esta casa de letras desde sus comienzos, ya lo leyeron, y pido disculpas entonces. Pero, tiene una razón de ser. Acaban de editar un libro; Certamen de escritura "Puente de palabras" en el que publicaron cinco obras mías, siendo una de ellas "El Cachito" y por eso quiero compartirlo. ¡Muchas gracias!
El Cachito
Lo recuerdo ahora como si lo hubiera vivido. Viene nítido a mí, el relato que escuché tantas veces en mi infancia correntina.
Imagino la escuela, alejada del casco urbano. Imagino  niños de miradas tristes, pieles agrietadas por el sol y el trabajo, sonrisas sin dientes y juegos en los recreos, como única alternativa de niñez.
Imagino también a las maestras, mirándolos condescendientes, sintiéndose cerquita de Dios por ser tan comprensivas y generosas con esos chicos "pobres", que lejos estaban de ser de la misma casta. Ellas, todas de familias bien, que fueron educadas como “niñas”. Ellos, pobres, ignorantes, nacidos y nacidas para “criados y criadas”.
Imagino aquella mañanita soleada, en que “importantísimas personas del pueblo”, hombres y mujeres de bien socios y socias del Club de Leones, concurrieron con su manto de piedad y un helado palito para cada infante. Ese fue el mejor regalo en el que pudieron pensar, a modo de celebración del día del niño, allá por agosto del ’66.
Luego, lo de siempre: chocolate con“caras sucias” y caras sucias. Globos, juegos y canciones acompañadas por la guitarra desafinada de la maestra de música, que tenía un sueldo de miseria pero, por suerte, un marido estanciero.
Risas, gritos, peleas, empujones y al fin, al menos por esa mañana, niños y niñas disfrutando de la infancia como pocas veces podían hacerlo.
Finalmente, y como todo lo bueno, se terminaba la feliz jornada.
Finalmente, como cada día se aprestaban a volver a sus ranchos, a dormir una siesta apretados entre la pared de ladrillos y adobe y sus hermanos. Con el calor chorreándoles por los poros y, por esa vez, sin ruidos de panzas  hambrientas. 
Y fue justo con el sonar de la campana anunciando la salida escolar cuando solito en medio del aula, “el Cachito” seguía estático, incrédulo, revisando una y otra vez su viejo portafolio heredado de algún alma caritativa.
Se acercó a él, solícita la señorita Directora que, como correspondía a aquellos tiempos y a esa sociedad norteña, se llamaba Felisita.
Se acercó para decirle si estaba sordo y por eso no había escuchado la campana, que ya debería estar en la fila tomando distancia para despedir a las maestras y compañeros. Se acercó más y sólo entonces se dio cuenta de que Cachito, lloraba con lágrimas silenciosas, miraba incrédulo sus dedos pegoteados de chocolate y desesperado buscaba el helado palito que había guardado en su portafolio, con el más puro amor de todos los tiempos, para llevárselo a su mamá.
         

viernes, 6 de noviembre de 2015

Instantes

Tampoco me importa el mío
¡Pero el futuro ya es pasado! En la entrada anterior a esta -2 de octubre- les decía "viajaré" "recorreré" y tenía una gran expectativa sobre el viaje que haría. Pues ahora debo decir "viajé" "recorrí"...
Aquí estoy, aún tratando de "aterrizar". Todo sucedió tan vertiginosamente que no puedo comprender como es que ya hace una semana que he regresado.
Y tengo miedo de que así, de prisa, se vayan también mis sensaciones y las vivencias de este viaje tan placentero.
En principio, quiero decir que adoré Portugal. Esas callecitas para caminarlas sin rumbo, descubriendo, sino imaginando, que pasa detrás de algunas puertecitas que parecen hechas para liliputienses, pero con una madera tan fuerte que nadie se atrevería a derrumbar. Con sus llamadores de hierro, con los apellidos familiares, o alguna otra referencia sobre quienes son sus moradores, como por ejemplo la "casa do avô", que me derritió de ternura. Los techos de teja, las fachadas azulejadas, los balcones floridos y, particularmente, me enamoré de la tranquilidad y amabilidad de su pueblo.
Si pareciera que, ante tanta paz, hasta las cigüeñas esperan en sus nidos que algún niño vuelva a creer en la magia de llevar bebés colgando de sus picos.
El orden del tránsito aún en Lisboa que es una capital pequeña,en relación a otras, pero no por eso deja de serlo. ¡¡Y los tranvías!!
Y los conductores esperando que los peatones crucen sin ninguna prisa...
La asombrosa "capela dos ossos" cuya existencia descubrí googleando "Evora " pues una amiga me había dicho que, si iba a Portugal, no podía dejar de ir a visitar ese sitio cuyo centro histórico fue declarado "patrimonio de la humanidad" por la UNESCO.
¡Sintra!  Allí además de disfrutar de ese sitio tan pintoresco, fuimos a "Quinta da regaleira" y al "Palacio de Monserrate" ¡Y por supuesto fuimos a "Piriquita" a comer "travesseiros" ¡Excelentes los pasteles y la repostería portuguesa! Y si de dulces hablamos, ¡cómo íbamos a perdernos de probar "Os pastéis de Belém" 
¡Y  que sabrosos los platos típicos! No se si me he fanatizado con este paisito y su gente, pero debo decir que lo único que no me ha gustado de Portugal es ...¡el "bacalhau"! En honor a la verdad, ni siquiera lo probé, pues nunca me gustó ese pez.
Por cierto, fui a la "Livraria Lello" y como "turista cholula" me compré un libro de Fernando Pessoa que bien podría haber comprado aquí en Ushuaia....¡pero leerlo en portugués tiene otro encanto! Hemos asistido a un concierto de fado y, como corresponde, visitamos una de las tantas bodegas de Porto, finalizando con la cata de sus excelentes oportos.
Tanto más podría decir de Albufeira, Silves, las rutas portuguesas, pero seguramente muchos de ustedes ya conocerán y tendrán su visión particular que puede, sin dudas, diferir de la mía. Y a quienes aún no conocen, intenten ir, busquen info, métanse en sus calles con google maps.
Podrá no gustarles tanto como a mi, pero seguramente no permanecerán indiferentes. Lo que, sin lugar a dudas, puso el valor agregado fue mi excelente experiencia con su gente...eso solo puede evaluarse transitando sus pueblos y sus calles.
Y he visto gatos negros por todas partes, hasta en el Palacio Monserrate, lo cual debería cambiar el pensamiento de los supersticiosos porque ¡lo he pasado genial!
No he visto niños mendigando (como en Nápoles) ni gente apiñada en los colectivos y ni necesidad de cuidarse de "cartertistas" (como en Roma)...Si, ya sé, las comparaciones pueden ser odiosas. Prefiero dejar entonces para otra entrada, mi visión de lo poco que conocí y vivencié en Italia.
  


               


Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.
  Lu
Frases para pensar:
En mi vida, disfruto de mis viajes y disfruto cuando regreso a casa. 
Tagami Kikusha
He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él” 
Jack Kerouac
Independientemente de cómo se viaje, de los atajos que se tomen, del cumplimiento o no de las expectativas, uno siempre acaba aprendiendo algo” 
Mark Twain
Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo.
Paul Morand
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  184 de la suelta de mis letritas)
Instantes
Viajar en el circunvesubiano es toda una aventura.
Aliento contra aliento, piojos saltando de una cabecita local a una rubia turista londinense, mochilas golpeando las caras de quienes tuvieron ¿la suerte? de viajar sentados, olor a tiempo suplementario seguido de definición por penales, riesgo de quedarte solo con lo puesto y una mochila vaciada entre el tumulto y el traqueteo del tren.
Así las cosas justo en hora pico, recuerdo,  debí subir en Nápoles para viajar hasta Sorrento.
Virgen yo de esa experiencia empecé a preocuparme cuando el aluvión de gentes me metió, sin que yo estuviera segura de querer hacerlo, adentro de un vagón sucio, sin aire y con la turba.
De hecho, en ese trance, perdí a mi amiga con la que viajaba.
Quedé aplastada en medio de la mochila que cargaba en la espalda y la que llevaba sobre el pecho.
Me costaba respirar, no tenía de donde asirme, así que cada tanto y sin querer manoteaba alguna espalda, brazo, rodilla o vaya uno a saber que parte de la anatomía humana.
Nadie decía nada al respecto. Algunos soplaban, otros a pesar de todo reían y conversaban con sus amigos.
Empecé a intuir que esos dos muchachones que se miraban por sobre mis hombros, hacían gestos y hablaban en un idioma para mi inteligible, se estaban mofando de mi cara de sufrimiento.
Luego, en una de las tantas paradas del tren y en medio del reacomodamiento que se produjo, alcancé a ver que uno de ellos estaba descalzo...
Me sentí absolutamente insignificante, presumida y egoísta. “Sufriendo” por viajar en ese imponderable tren, del cual bajaría al fin para ir a un departamento reluciente, cómodo, ducharme vestirme y calzarme a mi antojo.
Pocas estaciones antes de finalizar semejante viaje, sentí que el chico de los pies descalzos y su amigo, se apretujaban sobre mí, y me pareció sentir algún tirón en la mochila que cargaba sobre mis espaldas.
Se detuvo el tren. Con alivio, vi como esos chicos bajaban y yo podía conseguir un lugar más cómodo, al menos con la posibilidad de sostenerme de un sucio y despintado travesaño.
Una estación más, fin del viaje. Bajamos los pasajeros que aun quedábamos, estirando nuestras ropas,  sosteniendo fuerte nuestras pertenencias y en el andén, finalmente, pude volver a reunirme con mi amiga.
-¡Que viaje demencial Lu!
No alcancé a responder, pues en ese instante estaba bajando la pesada mochila de mi espalda y divisé que habían abierto uno de los cierres.
-¡Ay no!, ¡creo que me robaron!
-Uh! Que cagada. Yo estuve todo el tiempo atenta, muchos carteristas aprovechan el tumulto. ¿Pero te falta algo?
Asombrada yo, comprobé entonces que mi billetera, a la vista, estaba intacta. Ni cinco céntimos de euro me faltaban. La máquina de fotos, seguía allí, en el mismo lugar, la tablet también...
           El espacio vacío correspondía a un par de zapatillas que había comprado dos días antes, en Roma, para poder caminar sin que me duelan los pies y pasear a gusto por la Costa Amalfitana.