viernes, 24 de septiembre de 2021

Domingo

  Tampoco me importa el mío
Difíciles días estoy viviendo. Es inenarrable como se siente el vacío que trajo a mi vida la muerte de mi gatito Momo.
En cada momento del día y haga lo que haga noto su ausencia.
Pero...
sé que también voy a  salir de este duelo, sé que mañana será mejor tanto como sé que lo voy a extrañar hasta mi último suspiro.
Total que intento proyectar, y estoy pensando en la posibilidad de hacer parte de la ruta francesa del Camino de Santiago en 2022.
No se me ocurrió en estos días. No. Cuando en 2017 hice parte del camino portugués, la experiencia fue verdaderamente maravillosa y sentí que volvería a hacer otro de los caminos. 
Pensé entonces, y lo sostengo,  que el próximo sería el camino francés.
¿Y porqué aun no lo hice? Por mi eterno inconveniente: falta de compañía para realizarlo. 
Si bien no tengo dificultad alguna para viajar sola por el mundo insisto en que esta experiencia de peregrina necesito hacerla con alguien de mis afectos.
Y, al respecto, pareciera que llegó el momento. Estando en María Susana se lo propuse a Cris, una encantadora mujer de mi familia (sobrina segunda, habida cuenta que su padre es mi primo hermano).
¡Y se entusiasmó con la idea! 
Entonces
Ni bien regresé a casa volví a buscar material sobre los caminos de Santiago y estaba en eso cuando sucedió la trágica muerte de mi gatito...
Apenas unas horas antes de escribir esta crónica, hablamos con Cris por teléfono, de hecho fue ella quien me sugirió el tema para compartir con ustedes en esta ocasión, y con su aliento, sus ganas y su buena onda, voy a retomar la búsqueda de data y más. 
Por ahora es solo una expresión de deseo. No soy de las que puede planificar, no me gusta hacerlo, con más de seis meses de anticipación. De momento, con buscar info, imaginar situaciones y  fechas posibles es suficiente. 
Y ¿cómo lo llevan quienes  ahora mismo me están leyendo? 
Digo, eso de proyectar, de hacer planes. ¿Son de anticipar y organizar con mucho tiempo? No solo planes de viaje, sino en general. Por ejemplo, con quien pasarán las fiestas de Navidad y Año nuevo, o adonde irán las vacaciones siguientes, o que comprarán para la casa...
No es mi caso...nunca sé con quien pasaré fiestas hasta apenas una semana antes, tampoco que viajes haré dentro de un año o más y así con todo. 
Ya me voy, pero antes quiero compartir un vídeo breve con un poco de historia del Camino de Santiago y a propósito ¿tienen alguna experiencia como peregrinos y peregrinas?           
Cabe aclarar que cada quien que hace alguno de los Caminos de Santiago, tiene su propia razón de hacerlo. Y esas razones pueden ser tantas como peregrinos haya recorriendo los caminos. 
En mi caso personal es por la aventura de vivirlo, por conocer sitios de una manera diferente, por maravillarme una vez más ante la belleza natural y la historia puesta allí ante mis ojos.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
 Lu
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº412 de la suelta de mis letritas)
Domingo...

Soledades ensambladas
caen las máscaras
escenario vacío
se abre el telón
y la nada
Nada la
tristeza
regodeándose
en un mar
de lágrimas
sola y tu alma...

Luces que se apagan
telón cerrado
más acá
y más allá
la nada
Nada con la
marea alta
las defensas bajas
hay que surfearla
y falta la tabla...

Al fin llega el lunes,
se prenden las luces
la nueva semana
presenta
un mandala
desborda energía
sonrisas depura
inventa escenarios
dibuja horizontes..

Pero nada cambia
el séptimo día
nunca descansa
acecha en la cola
tiende su mortaja
atrapa, envuelve
y te abraza...te abrasa.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Insomnio

Tampoco me importa el mío
NECESITO DECIR QUE ESTA ENTRADA ES LA QUE ESTABA LISTA PARA SALIR EL VIERNES PASADO. EN ESTA SEMANA TAN DOLOROSA PARA MI NADA PUDE HACER, MUCHO MENOS PENSAR.
SALE ENTONCES LO QUE TENÍA EN BORRADOR.

Como decía la semana pasada poquito a poco se van sintiendo los aires de primavera y con ellos empiezo a sentir, aceleradamente, la necesidad de perder esos kilos que fui ganando en este segundo invierno "pandemioso". 
En este nuevo invierno sin actividad física y con meriendas obscenas en medialunas y cositas ricas de esas pura harina, puro vicio, pura tentación.
En fin. Sé que, si me pongo firme, en dos meses puedo bajar estos cinco kilos que me sobran. Basta con suprimir las harinas y retomar las caminatas diarias o pedaleo en la bici fija, según sea el clima. 
Lo difícil en todo caso es...¡tener la voluntad para hacerlo! 😕
Ya les contaré en un par de meses si lo he logrado. 
Pero hoy quería reflexionar en voz alta sobre hacia donde va esta sociedad, hacia donde van los cambios de paradigma, las responsabilidades individuales  y colectivas. La educación que, en general, se les da hoy a los niños y las niñas.
Es que veo con estupor y tristeza que cada vez mas los padres esperan que el Estado, que el otro o la otra pongan a sus hijos e hijas los límites que ellos no se atreven.
Recuerdo cuando mi hija era adolescente y quería salir a bailar. Pues, charlábamos sobre ello y conveníamos un horario, con quien iría y con quién volvería. Y estaba dicho que si no regresaba a la hora estipulada, iría yo al boliche y montaría un escándalo, haría prender las luces y la sacaría de allí ante la mirada de todo el mundo.
¿Se imaginan? 😂😂 
Bueno, pues que conociéndome mi hija no tenía dudas de que yo lo haría así que siempre llegaba al horario estipulado. Y, obvio, cuando ella llegaba yo estaba despierta (ponía el despertador para que sonara justo 10 minutos antes de ese horario) O sea que sabía que ni siquiera podía llegar oliendo a alcohol. Obviamente, conforme fue creciendo sus permisos se fueron ampliando, hasta que llegó el momento de poder resolver según su libre albedrío.
Pero en ese mismo momento recuerdo que se había armado no sé que problema con adolescentes en la madrugada y los padres y madres en el colmo de la ira solicitaban que la municipalidad pusiera horario de cierre a los boliches.
¿Porqué debería hacerse cargo el Estado de lo que ellos no podían resolver como padres?
Situaciones de diversa índole veo a diario en las noticias pero siempre con un fondo común: padres que no pueden poner límites a sus hijos o hijas y que, ante tragedias que les suceden a los mismos, buscan a un tercero como chivo expiatorio.
Tanto sea con niños pequeños como adolescentes.
Estoy hoy conmocionada y creo que por eso reflexioné sobre que sucede con la crianza de los niños y niñas. 
En este caso la noticia que me produce dolor es que un niño de tres años salió detrás de su madre en horas de la madrugada, se perdió, lo encontró un hombre de 60 y abusó sexualmente del pequeño. 
Me pregunto como es que los niños y las niñas pueden estar despiertos en horas de la madrugada, y me pregunto también cómo es que los peques no estén siendo observados por algún adulto responsable. En este caso puntual el padre del pequeño estaba en la vivienda, sin embargo nunca se enteró de que el niño salió a la calle. 
Este caso que menciono parece inconexo con mi planteo original. 
Puede ser, estoy bastante dispersa hoy y las ideas se atropellan en mi mente. 
En todo caso, lo que tienen en común es mi pregunta retórica de qué nos sucede como sociedad, de hacia dónde vamos con la educación que le damos a nuestros hijos e hijas, qué sucede con la puesta de límites -necesarios siempre para organizar el inmenso mundo que deben afrontar los peques- desde el ejemplo, la explicación pertinente y mucho amor.
Y digo esto porque tampoco acuerdo con el modelo de educación que se nos daba a quienes hoy andamos por los 60 a más. No teníamos en nuestra infancia ni adolescencia posibilidad de discutir y las cosas "eran así porque papá y mamá lo decidían y así debían ser".  
Seguramente tenían razón de ser pero, obviamente, los niños, niñas y adolescentes no entendíamos y ni siquiera se pensaba en la necesidad de fundamentar los "no".
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver
   Lu
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº411 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Al borrador que tenía listo para la semana pasada le faltaba agregar mi texto. Voy entonces al archivo y, acorde a mis noches de esta última semana, me pareció oportuno publicar este relato a pesar de haberlo publicado ya en otras oportunidades.
Insomnio
Como cada noche, alrededor de la una de la madrugada, se dispone a dormir.
Como cada noche algunos pensamientos empiezan a amontonarse en su mente y, esta vez, las malditas gotas y ese tic…tic…tic… insoportable le recuerdan que debe llamar un plomero. Eso a su vez le recuerda que necesita un albañil, o chapista o lo que sea que arregle el techo…el viento azota y las chapas juegan una melodía sin sordina…
Los minutos se pisan los talones apurando la hora siguiente.
Una vuelta trae, enredada en las sábanas, otro pensamiento y ese pensamiento otro, en las despeinadas ideas de la madrugada. Otra  vuelta y otro giro interminable de lo "por hacer" y esas misma sensación de indefensión, solitaria y final.
Respirar…eso, debo respirar, se dice.
Inspira…exhala…inspira…exhala…inspira…exhala...inspira...inspiraexhalainspira. 
¡No resulta!
Pispear la hora no le parece buena idea, pero no lo resiste… ¡van a ser las 4 de la madrugada!
Hacen ya tres malditas horas que da vueltas como en una alocada calesita, sin poder llevarse nunca la sortija.
Más allá, las sirenas anuncian alguna desgracia…no puede reconocer si es de bomberos, o policía o ambulancia. ¡Da igual!  Lo que sea, las sirenas nunca suenan felices…
¡Esos gatos! Al menos espera que ninguna gata preñada vaya a tener cría en su jardín... Mientras ellos se regodean en los placeres del sexo, ella soporta los maullidos y aumenta su desvelo cuando piensa que, si al menos alguien durmiera a su lado, podría reemplazar la rabia insomne por un apurado y excitante juego bajo las sábanas…
¿Adónde debería realizar la denuncia de gatos abandonados?  
Piensa en contar ovejitas. Nunca supo el porqué de esa frase... tal vez la inventó algún ganadero con problemas para conciliar el sueño. 
Mejor, se dijo, cuento novios, amantes, amoríos, amigos con derecho a roce y otros que pasaron por mi vida...Se pierde en ese recuento, mientras siente  su vejiga a punto de estallar.
Da otra vuelta y otra…
Se levanta, va al baño desganada, ojerosa y, sin prender la luz, se baja el short de algodón (no usa calzones cuando duerme) y deja que escape, sonoro, el chorro.
Vuelve a la cama, destapa la infaltable botellita nocturna de su mesa de luz. Bebe lentamente un trago, luego otro y otro trago. Cree que alguien alguna vez, no sabe donde, dijo que tomar agua de a sorbos es una manera de conciliar el sueño.
Se mete en la cama, aprieta los párpados, acomoda la almohada. Siente calor, se destapa.
Ladran los perros del vecindario y piensa que tal vez, a esa hora, alguno de ellos esté usando de baño su vereda…
Vuelve a enroscar sus pensamientos hacia la gente desaprensiva y mal educada…
Se levanta. 
Abre la ventana y al correr las cortinas, se da cuenta de que empieza a amanecer. Vuelve a juntarlas para que no entre luz.  Deja la ventana entornada…El aire fresco, parece renovar su esperanza de dormir…
Se calma pensando que por suerte es amanecer de sábado, no tendrá que levantarse para ir a trabajar.
Siete en punto de la mañana…Se duerme al fin exhausta…

A las siete y treinta, sonará el despertador que olvidó desactivar en esa maldita noche de insomnio.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Edición dedicada a gatito Momo

 Tampoco me importa el mío
Es jueves 9 de septiembre. Tenía lista la edición de mañana pero...
Las circunstancias me llevan a cambiarla para contarles que ahora mismo estoy muy triste.
Otra vez de duelo. Hace apenas unas horas un perro mató a mi compañerito de la vida, a mi fiel y amado gatito Momo.
Aun no termino de darme cuenta de que ya no va a volver. Que esta noche no tendré a quien hacerle los "mimis del amor" antes de irnos a dormir. 
Que la silla que está acá pegadita a mi permanecerá vacía, que yo no volverá para acurrucarse en ella y tocarme con su patita para que le haga masajitos en su columna vertebral.
Vivió cuatro años felices conmigo. De eso no tengo dudas. Fue el gato más bueno del universo, tampoco tengo dudas. No merecía tener la muerte que tuvo NO.
Le avisaron a mi hija, porque el número de teléfono que tenía en la chapita era el de ella. 
Fue hiji quien me llamó para darme la noticia y ya se había encargado de llamar a una empresa que se ocupa de cremar a las mascotas. 
Cuando me den sus cenizas, las voy a desparramar en nuestro patio. Ese pequeño parque en el que Momito disfrutaba tanto, allí donde intentaba siempre cazar pajaritos y del que venía corriendo hacia adentro cuando yo lo llamaba.
Quien no haya tenido mascotas no puede saber del dolor que se siente...
No imagino mis días sin él. 
Y no. No quiero otro gatito. Momo será siempre único. Las mascotas, como las personas, no son reemplazables. 
Seguramente ahora me estará mirando desde "El cielo de los gatitos"
Y nos vamos a extrañar tanto!!
Hasta siempre compañerito Momo!! Te amo tanto, tanto.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
 Lu                                                    
Música en tiempos de covid-19
Hoy zafás:
NOTA: Publico esta historia que encontré en 2015 buscando en internet en ocasión de que otros perros mataran a Tomi. Tomi era el gatito de mi hija, pero como compartíamos el jardín cuando ella se iba a trabajar él generalmente entraba a mi casa. 
Tristemente hoy vuelvo a compartirla. En esta ocasión dedicada a mi Momo y tratando de mitigar mi dolor.
El cielo de los gatitos
Hay un puente que queda entre el paraíso y la tierra, y se llama Puente del Arco Iris.
Cuando un gato que ha sido especialmente amado por alguien aquí, en la tierra, muere entonces va al puente del arco iris. Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales. Para que ellos puedan correr y jugar juntos.
Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y al abrigo.
Todos los gatos que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados.
Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás.
Todos corren y juegan juntos pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la verde hierba, moviendo sus patas cada vez más y más rápido.
Tú has sido avistado, y cuando tú y tu amigo especial finalmente se encuentran, se abrazan en un maravilloso reencuentro, para nunca separarse de nuevo. Una lluvia de besos cae sobre tu rostro; tus manos acarician nuevamente la cabeza amada, y puedes mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón.

Entonces cruzan, juntos, el Puente del Arco Iris...




viernes, 3 de septiembre de 2021

En mi barrio pasan cosas raras

Tampoco me importa el mío
Al fin llegó septiembre y con él, sin prisa pero sin pausa, se alargan las horas de luz, el sol flirtea con las nubes, aparece, desaparece y en esta indecisión amorosa algunos días decide quedarse.
Y mi alma, energía o lo que sea, algo interno sin dudas, comienza a desempolvarse, a sentir nuevas ilusiones y es entonces cuando creo que renaceré vital y divertida. Poquito a poco y pasito a paso como siempre.
Finalmente amigos y amigas, espero recuperar a mis musas...¿Regresarán con el sol? ¡Espero que sí!
Por ahora mi tiempo es muy breve pues estoy en el proyecto de amoblar el departamento que dejó libre mi hija hace ya más de un año y nunca hice nada más que abrir de vez en cuando para ventilar. 
Estoy también con mis controles médicos de rigor, como cada año. Eso implica una caterva de turnos, horarios y días diferentes que debo anotar pues mi memoria no podría retenerlos sin una ayuda. Y anoto en papelitos, y mi escritorio se convierte en un "desordenado orden" pero a mi me sirve.
¿Qué podría usar agenda electrónica? Sí...es cierto pero me gustan los papelitos tanto como leer libros de papel. Y así elijo hacerlo.
He ahí lo importante: que cada quien pueda elegir a gusto y piacere lo que más le guste. En todos los órdenes de la vida y, obvio, siempre y cuando no jorobemos la vida del prójimo y/o prójima.
Esto implica también y por sobre todas las cosas el cuidado del medio ambiente. 
Es terrible lo que está pasando en el mundo y, en parte, es responsabilidad de todos y cada uno de sus habitantes. 
En parte, dije, puesto que no se trata de cargar sobre nuestras espaldas responsabilidades ajenas de las grandes corporaciones y los "dueños del planeta".
Es por cierto un tema que tiene mucha tela para cortar. Hoy solo lo planteo, pero lo retomaré sin dudas.
Por mi parte, reciclo todo lo que puedo, cuido la energía, separo los residuos, por nombrar solo algunas de las pequeñas acciones.
Y respecto a los residuos ¿alguien podría decirme que se hace con las pilas, las baterías, los aparatos electrónicos que ya no se usan? Hace ya tiempo que los acumulo en mi casa, en una caja cerrada. Tampoco es que tenga tantos pero hace años que tengo esa caja con la batería de dos teléfonos, una tablet y pilas varias.
Por mi parte voy a ir al CADIC -centro austral de investigaciones científicas- a preguntar. Lo pienso hace un par de años...¡Esta vez lo voy a hacer! 
Trato de aprender cada día un poco más al respecto, es mi pasito de hormiga en tan largo camino por andar. 
Ya me voy, no sin antes decirles que vi en Netflix "El reino", que es una gran obra con inmensos actores y actrices, que Claudia Piñeiro es una autora impresionante y Marcelo Piñeyro un gran director. 
Luego se puede debatir eternamente su contenido pero lo que no puede perderse de vista en ese debate es que ES FICCIÓN. 
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
 Lu
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº410 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Hoy sale para peques y para quienes guarden celosamente su niño/niña interior
En mi barrio pasan cosas raras
En mi barrio 
pasan cosas raras.
La luna me espía
por la ventana y
-cuando no la miro-
manda duendes
- de a dos-
a jugar con los nenes de la cuadra.
La nena de la esquina
juega rayuela
- con su gato-
comiendo mandarina 
y sin zapatos.
Los duendes bajan en nubes
- que parecen barcos-
para jugar escondidas
en la "Laguna del Diablo"
mientras los chicos
-  de mi manzana-
disfrazados de piratas
escupen como guanacos.
La vecina de enfrente
con su gata Moma
junta cachivaches y
- casi entre dientes-
siempre habla sola.
Y cuando todos ríen
- muy divertidos-
se oyen gritos desde las ventanas...
Son las mamás llamando a sus hijos
a voz en cuello
- dicen muy fuerte-
"vuelvan a casa" "hora de bañarse"
"hay que cenar y luego a la cama"

En mi barrio 
pasan cosas raras
mientras yo espío por la ventana...
Tal vez mañana
me compre una mandarina
y vaya a jugar rayuela
con la nena de la esquina
y después
voy a subir a la nube barco
para viajar con los duendes
por el espacio.

Sí, es verdad,
en mi barrio pasan cosas raras
y yo  - ahora lo sé- voy a participar...
¡Ya no quiero verlas desde mi ventana!