Tampoco me importa el mío
Como la semana pasada les conté algo sobre el "tren de los presos" y eso me llevó a un breve resumen sobre la historia de"La Cárcel del fin del Mundo", hoy quiero compartir dos leyendas que giran en torno a ese siniestro presidio del que, lamentablemente, no quedó archivo alguno pues los mismos desaparecieron cuando el mismo fue cerrado, como ya dije, en 1947.
Una de ellas es la de "La dama de blanco", recuerdo que cuando vine a vivir a Ushuaia, en 1983, aun se contaba mucho esa historia.
A decir verdad, yo la tenía "archivada" hasta que, ahora mismo, buscando leyendas del Penal para compartir volvió a mi memoria.
Encontré un artículo reciente, agosto 2020, en https://www.lanacion.com.ar/ en el cual un grupo que estudia fenómenos paranormales afirma que aun hoy los presidiarios están cumpliendo sus horrorosas condenas por lo cual en las noches pueden sentirse gritos y ver "fantasmas".
Cabe aclarar que en el penal estuvieron tanto los peores delincuentes del país, como enfermos mentales, caso "Petiso orejudo" y, recibiendo el mismo trato de humillaciones y torturas, presos políticos como Simón Radowitzky.
También dentro de esta última categoría de presos estuvo el escritor y periodista Ricardo Rojas, con la diferencia de que él recibió un trato especial y cumplía la condena fuera del presidio.
Pero vamos a la historia de "la Dama de Blanco".
La primera vez que se corporizó, dicen, fue en 1978. En ese año, mi país estaba en las puertas de un conflicto bélico con Chile, que por suerte no sucedió, y el ex presidio era un cuartel que almacenaba material bélico.
Un guardia apostado allí en custodia, vio como una mujer vestida de blanco levitaba acercándose a él.
Salió entonces corriendo de su garita y se refugió dentro del presidio viendo como la mujer lo seguía, ante el susto desenfundó su arma y disparó. Esos disparos aun pueden verse en el techo.
En 1982 volvió a aparecer por las calles de Ushuaia, en el sector de la costa siendo vista por el aterrorizado sereno de la única estación de servicio que había en ese entonces.
Pero no se quedó allí, pocos minutos después fue vista levitando en uno de los pasillos del antiguo presidio por dos guardias encargados de la custodia del mismo.
Luego
los mismos aconteceres que la vez anterior. Uno de los guardias disparó, se puede ver aun el impacto de bala en la pared, y la "presencia" desapareció.
Lo que se cuenta de esta presencia sobrenatural es que una mujer, a comienzos del siglo pasado, logró embarcarse en Buenos Aires en un barco que llegaba a Ushuaia una vez por mes para ver a su hijo recluido en La Cárcel del Fin del Mundo.
Nunca la dejaron verlo hasta que un día le dijeron que su hijo había fallecido de tuberculosis.
Finalmente, la mujer que vagaba por las calles del poblado, falleció congelada en el exterior del presidio.
Desde entonces, se dice, ha vagado llorando lastimosamente por el interior de los pabellones de la cárcel y cuenta la leyenda que aun hoy sigue vagando por allí.
Yo nunca me la crucé pero, ahora que recordé esta historia, voy a estar mas atenta y trataré de vagabundear también por las inmediaciones del presidio a ver si la encuentro.
Debo decir que, en todo caso, si en verdad existen las "apariciones" le temo más a los vivos que a los muertos.
Hay muchas historias más entorno al presidio pero como me extendí más de lo previsto, quedarán para alguna otra edición.
Espero que hayan disfrutado de esta leyenda y, como siempre digo, si les interesa saber más busquen info en internet que van a encontrar notas, vídeos y fotos. Algunas bien documentadas...otras mejor ignorarlas.
Lo que publico es apenas un "disparador".
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
Música para el disfrute
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº420 de la suelta de mis letritas)
La incertidumbre era un monstruo gigante y feroz que atacaba permanentemente, que apenas si daba tregua para permitir algunos momentos de disfrute, que se colaba por los poros, por la garganta, el estómago y las fosas nasales.
Luego
Como es sabido, todo pasa y pasó el tiempo de vacaciones.
El reencuentro con vos en Buenos Aires, el regreso a Ushuaia y…
La Biopsia
Quirófano por vez primera en la vida, mucha tranquilidad, total confianza en el equipo médico del por entonces “hospitalito público de Ushuaia” y ansiedad por que todo pase y tener al fin el resultado es, me parece, un buen resumen de la situación.
Resultado del cual dependería el futuro accionar de tu mamá, resultado que ya no importaba fuera negativo o positivo para la enfermedad.
Lo primordial era derrotar al monstruo de la incertidumbre. Luego, accionar en consecuencia.
Siempre es mejor saber y tener así la posibilidad de “tomar el toro por las astas”. Esa era la premisa.
Y fue nomás.
Los sentimientos se mezclaron, se entrecruzaron, se hicieron confusión de ideas y, en ocasiones, no permitieron la claridad de acciones necesarias ante tamaña noticia.
A veces culpa… ¿De qué? No sé, pero a veces culpa. El sentimiento era de culpa y, más extraño aún, a veces vergüenza.
Angustia, lógica ante lo desconocido, necesidad de logística para pasar los días de internación….Agotador, desgastante, desolador…
Y
Allí la comunidad poniendo lo suyo. La comunidad también asustada ante lo desconocido, la comunidad generosa de docentes y no docentes de cada una de las escuelas públicas y Jardines de Infantes de Ushuaia, como así también niños y niñas de un sexto grado, juntaron dinero para ayudar a tu madre.
El impacto fue fuerte, fue una sensación de incredulidad, de “no puede ser”. Es que siempre tu mamá estuvo tan sana…
Es eso exactamente lo que decían
-"¿Cómo puede ser si la acabo de ver y está tan sana?"
Entonces
Continuará