Tampoco me importa el mío
Sabiendo que: cocodrilo que duerme es cartera, por si acaso, voy tirando pa lante que empujan de atrás...
Pero...
sigo más desorientada que Adán en el día de la madre y más perdida que monja en un puticlub.
Lo cierto es que, en este hacer para no quedar entumecida, decido comprar un libro que creo debe ser muy piola. Al menos eso me pareció luego de que leí la recomendación de Laura en su blog y busqué más info google mediante.
Entonces ...
compruebo una vez más que Dios está en todas partes pero atiende en Bs As.
No está el libro en las librerías de Ushuaia y, por ahora, no pueden traerlo - el distribuidor que provee a una de ellas está con COVID-19. Y en la otra (solo hay dos librerías en mi ciudad) me dijeron que no lo tienen y no se ocuparon de averiguar si podían conseguirlo en Bs As.
No me amilano por ello y más rápido que un bombero escribo a un par de librerías de Bs As...¡Claro que lo tienen!
Pero...
no todo lo que brilla es oro y se me cae nuevamente la estantería ¡No lo envían a Tierra del Fuego!
De todas maneras, aquí estoy, sigo firme como violín abajo de la pera y he decidido ponerle un poco de color a tantos grises, he decidido buscar algo divertido para compartir sin hablar del maldito bicho que ya nos tiene hasta la coronilla.
Total que, como ando con menos onda que bandera de chapa y menos luces que un barco pirata, acá copio y pego una serie de frases divertidas (y muy argentinas en su mayoría) para que sonrían y, si no las conocen, se las apropien para usarlas cuando la ocasión se preste.
A saber:
1) No por mucho madrugar se ven vacas en camisón.
2) Pesado como collar de melones.
3) Preocupada como Adán en otoño.
4) Más nerviosa que pescado en semana santa.
5) Asqueroso como tarro de moco.
6) Desubicado como chupete en la oreja (o en el culo)...
7) Ordinario como canapé de polenta.
8) Colorado como bragueta de ladrillero.
9) Más vale pájaro en mano que ser padre a los 18
10)Al pedo como timbre de cementerio. (o como bocina de avión)
Para no hacerla más larga que puteada de tartamudo finalizo, por hoy, no sin antes dejarles el enlace de donde copié algunos de los dichos populares:
Ya ven, sigo como bola sin manija. Aún así espero que les agrade esta entrada "frasera" y al menos sonrían.
Música en tiempos de covid-19
NOTA: La bandera argentina fue creada el 27 de febrero de 1812, durante la gesta por la Independencia de las provincias Unidas del Río de la Plata.
Su día se celebra cada 20 de junio, fecha en que se conmemora el fallecimiento de su creador Manuel Belgrano acaecido en el año 1820.
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 358 de la suelta de mis letritas)
Aprendizajes
Al fin, llegó el momento de realizar las primeras prácticas.
Al fin, podría desacartonar la teoría. ¡Esperé tanto ese
momento!
Imaginé distintas maneras de cómo sería ese primer contacto a cargo de un grupo de veinte niños de 3 años.
Siempre fui muy segura de mis convicciones y de la elección de mi carrera docente.
Siempre supe que era docente desde antes de que el título me habilitara.
Docente porque había niños que me permitían serlo, docente porque creía necesario cambiar las enquistadas prácticas.
Docente por la libertad de pensamiento de los niños y niñas, por el respeto hacia la infancia, por y para que lograran ser personitas independientes, que pudieran construir pasito a paso capacidad crítica.
Siempre supe que era docente desde antes de que el título me habilitara.
Docente porque había niños que me permitían serlo, docente porque creía necesario cambiar las enquistadas prácticas.
Docente por la libertad de pensamiento de los niños y niñas, por el respeto hacia la infancia, por y para que lograran ser personitas independientes, que pudieran construir pasito a paso capacidad crítica.
Y en tanto más segura me sentía, mas detestaba a esas compañeras con las que compartía el profesorado solo porque eran apenas tres años de estudio, porque era una carrera bien vista en aquellos tiempos para las mujeres, buena inserción laboral y también, porqué no,
prestigio. (¿Dije que eran otros tiempos?)…
Lo cierto es que trabajé a destajo para preparar el material
didáctico para ese primer contacto con la realidad áulica, que pensé y repensé mi práctica, taché y volví a escribir la cuidada planificación.
No
dejé detalle al azar. De hecho, tenía en mente varias actividades alternativas,
por si el grupo se desmadraba ese día.
El tema que debía llevar adelante
(impuesto por la docente de ese grupo) era “medios de transporte”.
Recuerdo que me levanté muy temprano esa mañana y apenas tomé un cortado. Me peiné con una “colita de caballo”, un poco de rubor en las mejillas y un toque de labial.
Me vestí con un jean y zapatillas, para sentirme cómoda a la par de los peques y "poner la cola en el piso" del mismo modo que lo hacían ellos.
Me pregunté una vez más cómo podía ser que algunas maestras jardineras fueran a trabajar con tacos altos, polleras elegantes y no se sentaran en el piso sino en una sillita.
Suspiré y me puse el delantal cuadrillé con el que me sentía "una seño" hecha y derecha.
Me colgué del colectivo 56 como cada mañana, bajé en
Congreso, esperé el 37… ¡otra vez apiñada como sardinas en lata! protegiendo como podía mi bolso con el material didáctico que tanto esfuerzo me costó preparar.
Al fin, luego de más de una hora de viaje, llegué a destino. Tenía el tiempo justo para pasar por el baño antes de que sonara el timbre del inicio escolar.
Entré feliz, sonriente y muy tranquila a la sala.
Había estado unos meses con ese grupo como auxiliar de la maestra.
Ciertamente el conocerlos con anterioridad era una ventaja.
Sabía por ejemplo que debía poner mucha atención en Martín.
Era un niño muy curioso, inteligente e hiperquinético. Era un desafío permanente. Pasó el intercambio, ante la atenta mirada de la docente que me evaluaba, y hacía algunas anotaciones en una planilla.
Luego, me pareció oportuno que salieran a correr al amplio parque antes de encarar la actividad primordial de la jornada que requeriría de toda la atención.
Entonces
ni bien regresamos usé mis recursos "mágicos" para volverlos a la calma y una vez logrado el objetivo, desplegué el "tesoro" extrayendo de un "cofre"las figuras que con tanto esmero había preparado.
Y cuando todo iba viento en popa, Martín levantó la mano, y
sin esperar que le diera la palabra interrumpió a viva voz atropellando los
sonidos, chocando las sílabas unas con otras:
-”Yo en mi casa tengo un tanque”
-¡Qué bien
Martín! ¿Y qué transporta tu tanque?
Otra vez Martín con las sílabas mezcladas, chocándose por el
apuro y el nerviosismo que lo caracterizaban, contestó:
-¡Es un tanque que tiene un botón vos lo apretás sale el
agua y se va la caca!