viernes, 29 de mayo de 2020

Crepuscular

Tampoco me importa el mío
Luego del amague de inspiración pareciera que la musa, ya dije que fue una sola, regresó solo pa' decirme ¡Oleeeeeeeee! y desapareció sin más.
Tuve una semana con ganas de nada...
Hago lo que puedo, como todos y todas. Pero con certeza no me dejo estar, por poco o mucho, por brillante o paupérrimo, por como salga la actividad que encaro: hago. 
No porque me inquiete el no hacer, no porque me parezca mal mirar el techo rascándome el ombligo...
Para nada, soy defensora a ultranza del "procrastinarismo", de "dejar para mañana lo que no quiero hacer hoy" . (Pueden ver post del 27/09/2019)
Pero...esta es una situación diferente, particular en la que me temo que si practico el "hacer nada" puedo llegar a caer en un oscuro pozo del que luego no será fácil retornar a la superficie. 
Confieso que todo lo que hice esta semana salió...¡mal! O, por lo menos, no tan bien. 
Pero...
ya saben, soy de las que siempre ve el vaso medio lleno...así que aquí estoy con la certeza de que mañana será mejor.
Quiero compartir con ustedes una foto que tomé hoy mismo (28/05) a las 09:05 de la mañana, quiero que intenten comprender lo que digo cuando hablo de la brevedad de los días en esta época del año. 
¿Observaron las luces de las calles aun encendidas y las luces del interior de las casas también?
Y este amanecer tardío sigue acelerado, y la oscuridad se adueña de la luz matinal hasta el 21 de junio, fecha anual de la "noche más larga" .
Si nada extra sucede hasta entonces volveré a tomar una foto a la misma hora y verán que entonces aun será noche cerrada.

De hecho se celebra, esa noche, el solsticio de invierno con la "Fiesta nacional de la noche más larga"
Ciertamente este año no habrá fiesta, pero eso no impide que la noche avance. 
Esta es, ya lo dije creo, le época del año que me ausento de mi bella Ushuaia... Demás estaría decir las causas de mi presencia aquí en esta ocasión.
Agrego que, extrañamente, aun no ha nevado lo cual hace que la oscuridad sea mas intensa. 
La nieve cubriendo la ciudad da una claridad bella e inusitada. 
Luego
a las 18 horas es noche cerrada. Las luces de la calle se prenden alrededor de las 17:20, las de los interiores unos 20 minutos antes.
No creo que puedan apreciarlo pero lo intento. Ya saben, le dan clic y amplían.
17:35 hs
17:20












Como ya dije, alrededor del 21 de junio si nada  me lo impide volveré a hacer las mismas fotos y a la misma hora.
Paradójicamente ese día empieza el invierno y, a partir del día siguiente, la luz empieza a avanzar sobre la noche...¡Ese es un gran día para mi! 
Entonces
como cada año me digo, absolutamente convencida de mis palabras, "Bienvenido invierno porque detrás de ti vendrá la primavera"
Ahora solo esperar que este mes que falta avance rápido, más rápido de lo que está avanzando el COVID- 19 en los barrios populares de Buenos Aires...
Ahora que pienso en ello, me avergüenzo de mi "yo quejoso" lloriqueando por la oscuridad y tal...
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Lu
Música durante la cuarentena
NOTA: En esta ocasión opté por divertimento. Seguramente a los argentinos y argentinas les causará gracia pues saben perfectamente de que se trata. No sé en caso de quienes no habitan en mi país, pues el tema de las filminas y otros dichos si no ven a Alberto Fernández cuando habla para contar como siguen las medidas por el COVID-19 por allí no les parezca divertido.
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 355 de la suelta de mis letritas!)
NOTA: Como podrán imaginar, recurrí una vez más a mis archivos...Me gusta mucho este "poemita"...Ojalá también a ustedes...Lo escribí un mes de septiembre, ¡bella y luminosa época, con "rosanaranjados" intensos en los atardeceres!
                                                                       Crepuscular
A cierta hora de la tarde
la nostalgia llega
sin pedir permiso.
Me envuelve en su arrullo
se ovilla en mis entrañas
y lenta, cansina
se instala en mi alma.

A cierta hora de la tarde
-en ese instante único-
en que la luz del día
se retira perezosa
y la noche enciende los primeros
focos
- a esa hora-
la nostalgia tiene
sabor a hombre
aroma a sopa
memoria antigua
y ese color
-púrpura-
que destiñe
el ocaso
con traje de niña
jugando rayuela

A cierta hora de la tarde…
la nostalgia apremia
tejiendo los hilos
que cruza, que trenza
-sin pedir permiso
se sienta en mi vereda
para hablarme de vos… 
recordándome el ocaso
de un amor
- tan cierto-
que dejó su huella.

viernes, 22 de mayo de 2020

Clementina

Tampoco me importa el mío
Esta semana, no sin esfuerzo, logré retomar algo de ritmo, atrapar una musa, (sí, solo una, peor es nada)  y ponerla a trabajar, desentumecer alguito las ideas, y que el cerebro le de un poco más de bola a mis mandatos.
Con eso y algo de voluntad esquiva pude cambiar la fachada de esta casa en la que los y las recibo semanalmente como así también mi perfil, al que tenía en la mira aun antes de que la pandemia nos avasallara. 
Obviamente, como no creo en las casualidades, se me ocurre que el fondo elegido no ha sido azaroso. Ni el relato...
Porque
el relato es el que hace ya como tres semanas tenía formato "idea" pero nunca llegaba a pasar a "escritura" y, finalmente, habida cuenta los recovecos de la mente, los sueños coartados por COVID-19, y otra serie de sucesos abstractos lo he logrado.
¿Podría haber obtenido mejores resultados? Supongo que sí pero, dadas las circunstancias, estimo que no están nada mal lo logros obtenidos.
Con el deseo intenso de que puedan distenderse y recrearse con mi nuevo relato, presentación y música seleccionada para esta ocasión finalizo por hoy, pues el tiempo apremia y debo salir para realizar mi compra semanal en un día congelado...no por el coronavirus sino por la baja temperatura que no me atrevo a buscar en la información meteorológica porque, asumo, debe estar por debajo de cero.
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Lu
Música durante la cuarentena
NOTA: Puse en el buscador de Youtube "Honrar la vida". Creí que era un muy buen tema para estos momentos (y siempre) 
No puedo creer esta joyita que encontré. ¡Emoción pura! Ese es mi sentimiento. 
Temazo por intérpretes que acabo de descubrir, vistas de Buenos Aires, mensaje de profesionales de la salud que te anuda la garganta y, para que nada falte: 
¡Feliz aniversario Patria mía! 25 de mayo 1810 - 25 de mayo 2020
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 354 de la suelta de mis letritas!)
Clementina
Estás allí inmóvil y , aunque no me hables, intuyo tus reproches.
No hay manera de no verte, de no sentir tu desconcierto, tu enojo, tus ganas de volar.
No sé como explicarte Clementina mía que no es mi responabilidad. Qué no soy culpable de esta quietud.
Que ese maldito coronavirus vino aquí a instalarse y descompaginar el mundo. 
¡El mundo! es demasiado amplio ese concepto
Y puede sonar  egoísta pero...el mundo es el mundo y nosotras somos nosotras, cada cual con sus problemas, con sus quejas, enojos y encierros.
Quiero decir que vino este virus de mierda a descompaginar mi vida, más allá o más acá del mundo.
Ese mundo que antes de la pandemia podía soñarlo y pensar como sería llegar a ese o aquel sitio, como serían sus aeropuertos, cuántas horas de vuelo tendría hasta llegar allende los mares...
Pero
¡ahora nada!...¡Virus de recontramierda!
Ni siquiera podemos volar acá nomás, cruzando el estrecho de Magallanes para ir a visitar familia.
De volar nada...de aeropuertos, aviones, equipajes, encuentros y más...¡nada!
Por eso sé Clemen , aunque no me lo digas, que  estás enojada conmigo. 
Porque al desarticularse mi vida viajera, obviamente se desarticuló la tuya. 
Ya no más llenarte la panza, con alguna caja de chocolates que llevo para regalar, ni de arrobarte con mi pilcha viajera, con mi calzado...
Ya no Clementina mía, mi más fiel y consecuente compañera de viajes, mi bella, cómoda y pequeña valija viajera.

viernes, 15 de mayo de 2020

Conversaciones escatológicas

Tampoco me importa el mío
Tal parece en este confinamiento, por alguna extraña razón, mi cerebro no obedece órdenes. 
Es que cada semana me prometo -y prometo- dedicar más tiempo a "mi casa de letras", a buscar temas, escribir algún nuevo relato y/o poema, renovar el formato, editar mi perfil....¡Y nada! 
Debo decir, una vez más, ¡otra vez jueves!
La salvedad, en todo caso, es que este editorial es la continuación del viernes pasado. 
Entonces
Llamé al número que me proporcionó el "santo varón" que se bancó mi perorata "sin comerla ni beberla" y, finalmente, pude resolver el problema gracias a la amable señorita que me atendió y a la cual seguramente también aturdí con mi reclamo.
Tal parece he sido así de parlanchina desde que, a edad muy temprana, comencé a hablar.
Digo, porque recuerdo ahora una anécdota que oí por muchos años de boca de mi madre, mi padre y de algunas tías y tíos que no paraban de reír cada vez que la relataban. 
En esos relatos decían que
teniendo yo tres años y estando con mi mamá de paseo por el Parque Juan de Garay, en la ciudad de Santa Fé donde vivíamos por ese entonces, un guardia me saludó y esa fue suficiente motivación para que luego de mi "Hola policía" empezara a contarle que tenía puesta una bambacha rosa, que me regaló mi tía Rosita, que no, no por mi cumpleaños sino por el día de santa Lucía, porque así me llamo...
Pero no termina allí la historia pues luego de tanta cháchara, cuentan "las malas lenguas", me levanté mi primoroso vestidito y le mostré lo linda que era mi prenda íntima. 
¡Habrase visto niña más descocada!
Juro y perjuro que con el correr de los años, si bien no perdí la costumbre de hablar atropellada y vehementemente, dejé de andar mostrando mis calzones en la vía pública.
De nuevo yéndome por las ramas. Es que, ya saben, "todo tiene que ver con todo" y aplica muy bien, por lo tanto, a mi modo de escribir.
Regreso entonces para contar la extraña conversación escatológica que quedó pendiente de la semana pasada.
Como ya dije, la cámara de inspección desbordaba, cada vez que vaciábamos la mochila de los inodoros el agua salía a la superficie.
Llamé a Chetere, empresa de desagote, y me atendió un señor muy amable al que relaté lo sucedido. 
Tengo por costumbre preguntar, siempre que hago un reclamo o solicitud, con quién estoy hablando. Así supe que mi interlocutor se llamaba Raúl quien me explicó que en ocasiones el papel higiénico no se disuelve correctamente y eso lleva a que se acumule lo cual en algún momento tapona los caños y eso provoca los desbordes de cámaras de inspección.
Combinamos un horario para que "sus muchachos", así denominó a sus empleados, pasaran a inspeccionar haciendo hincapié en que él ya no salía con el atmosférico, que era el dueño de la empresa y que, además, ya "estaba grande".
Hasta este punto todo estaba más que bien pero...en vez de saludar y cortar, evidentemente, el tono de confianza de la charla y mi verborragia incontrolable me llevaron a decir: 
-¿Sabe qué Raúl? En mi casa tengo dos baños, uno en la planta baja y otro arriba. Bueno, por estos días también pasa que este último, el de la planta alta, está tapado. No creo que tenga relación con el desborde porque el de la planta baja funciona normalmente. 
Se lo comento nomás, porque entiendo que es un problema de plomería y no es la primera vez que me sucede. En otra ocasión lo he destapado con la sopapa así que es lo que voy a hacer ahora mismo ni bien deje de hablar con usted.
¡Para qué abrí la boca! 
A partir de ese momento  la charla se fue "a la mierda".
Empezó Raul a explicarme que antes de usar la sopapa debía tirar agua hirviendo, pero no una pava, una olla grande.
Porque, dijo, disculpe señora pero vamos a hablar en criollo. Si uno hace caca dura el agua fría no la disuelve...
Y yo, en vez de decir, gracias seguiré sus consejos, espero luego a "sus muchachos"...
¡Redoblé la apuesta! Que si vamos a hablar en criollo me parece bien entonces decirle que yo no hago caca dura y bla, bla bla...
Y el tipo
bueno señora tampoco tiene nada de malo hacer caca dura y bla bla bla.
Y yo intentando explicarle que en verdad no hago caca dura que si se lo digo es porque sigo pensando que tal vez se haya tapado con algo que se cayó dentro sin que me de cuenta y que por eso cuando uso la sopapa cualquier cosa que sea haya caído allí se va corriendo y bla blabla.
Ya ni recuerdo como llegamos al punto final de esta conversación tan instructiva. 
De lo que sí estoy segura es de que debo controlar mi "impulso hablador" para no volver a "meter la pata" y arremeter contra desconocidos que atienden mis llamadas telefónicas.
O no...porque ¡quién me quita lo reído! 
"Destapados" los inconvenientes, y durante un par de días llamé a mi hermana y a varias de mis amigas para contarles de esta charla escatológica y  ¡juro que llorábamos de risa! 
Ahora mismo, río mientras relato y espero que también ustedes carcajeen hasta las lágrimas.
Hoy "ZAFAN" nuevamente de algún relato o poema de mi autoría..
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu
Música durante la cuarentena

viernes, 8 de mayo de 2020

Mi extraña semana

Tampoco me importa el mío
¡Otra vez jueves y yo "en ascuas"!  
Eso sí, ya arranco este editorial dispersa porque al escribir "estoy en ascuas" me doy cuenta de que, con lo años, me he vuelto cada vez mas adicta a las frases y/o refranes, como también me doy cuenta de que uso varios/varias de manera correcta por uso y costumbre, diría, pues no conozco el origen ni significado como, por ejemplo, de la que acabo de escribir ut supra.
Como sea
esta mañana muy temprano he despertado con un par de ideas girando las que ya no me permitieron volver a conciliar el sueño.
Entre otras:
- ¿por qué no contar como pasé esta extraña semana?
- Tal vez porque esto no es una bitácora, o porque a quién puede importarle tu cotidianidad... 
¡Ayyy! 
cuando arranco diálogo con mi otra Lucía puedo no acabar nunca así que mejor voy al grano.
Sí, he decidido contar situaciones, algunas graciosas otras no tanto, que me han sucedido durante la semana.
Salvando las distancias, si Federico Jeanmaire -ya saben, el número uno en mi lista de escritores favoritos - se la pasa contando las suyas y cosecha éxitos  y miles de lectores...¿porqué no puedo contar las mías?
En principio, para ordenarme, digo que si tuviera que representar en un gráfico mi semana última, sería algo mas o menos así
No exactamente así pero mas o menos así. Lo que quise representar son mis altibajos emocionales.
Pero
cómo no sé hacer gráficos busqué en google imágenes, lo modifiqué un tanto y es lo más parecido que logré a lo que, creo, fue mi caótica semana.
Finalizando la semana anterior, justo el jueves previo al finde largo, recibo un mail de Aerolíneas Argentinas informándome que mi vuelo del 13 de mayo BUE -USH sufrió una modificación en el horario de partida.
¿Quéeeeee? ¡Si la misma empresa canceló mi vuelo del 1 de mayo USH-BUE! ¿Cómo se regresa de un lugar al que no se fue? 
Llamo entonces, inmediatamente, al call center de la empresa y una voz metálica me anuncia que 
-"debido a la cuarentena social obligatoria la atención al cliente se realizará EXCLUSIVAMENTE mediante nuestro canal de whatsapp"
Y a partir de allí empecé, fiel a mi estilo, a enroscarme cada vez más...
¡NO, NO Y NO! NO USO WHATSAPP! 
No puedo dejar de "montar en cólera"cada vez que dan por sentado que absolutamente toda la humanidad lo usa.
Busco alternativas y envío un mail al contacto de la página web...¡me contesta una respuesta automática!
Mi amiga Silvia me ofrece enviar el whatsapp. Le agradezco pero no acepto.
No voy a traicionar mis principos anti whatsapperos.
Iré a juicio si, llegado el caso, el día que quiera usar el pasaje caído no reconocen que mi ausencia al vuelo no fue por desidia sino porque aun no  aprendí a materializarme, lo cual imposibilitará mi presencia en Buenos Aires el día 13 de mayo, y que aun no encontré la fórmula para regresar de un lugar al que no fui.
Mi amiga Yanina me pasó otra dirección de correo electrónico y allí reproduje el mail que había enviado al sitio web de Aerolíneas.
Hasta la fecha no he recibido respuesta alguna.
Finalmente, y para no aburrirlos, diré que busqué en internet días y horarios de los vuelos especiales desde BUE hacia USH, como el del 13 de mayo, para poder llamar así al aeropuerto local confiando que, aunque pasara horas marcando el número,  al fin alguien me atendería. 
Primer día de buenas noticias luego de tantos vaivenes. 
Miércoles 06
llamo a uno de los números que encontré- intenet mediante- correspondientes a Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Ushuaia.
Arranco -desquiciada- a explicarle al buen hombre que me atendió los aconteceres y, al fin, cuando paré de hablar para tomar aire, él pudo decir;
-Señora no siga contándome, le digo porque lamentablemente no puedo resolver su problema, usted está hablando con el hangar de Aerolíneas.
Enmudecí, creo, y el señor aprovechó para pasarme el número correcto con el que debería comunicarme. Le agradecí infinitamente su ayuda y corté, tal vez, algo ruborizada por la situación que acababa de protagonizar al pensar que, en mi extenso monólogo,  hasta le había dicho mi nombre y apellido...
CONTINUARÁ

Primera vez, en la historia de los editoriales de mi casa de letras, que saldrá en capítulos. 
Es que en verdad ya me extendí demasiado...¡y eso que me guardé detalles! 
Releyendo lo que escribí hasta el momento de mi experiencia con Aerolíneas durante la cuarentena, me parece que más que una crónica bien podría ser la primera página de una novela...
Entonces me acordé que Federico Jeanmaire publicó en Infobae una novela en capítulos. 
Aquí va el enlace, por si gustan leer el primero. Ya luego verán si leen la novela completa -18 capítulos- o no.
Antes de terminar, aún tengo un par de cosas más que necesito decir:
No sólo lo que relato hoy me sucedió durante "mi extraña semana".
1) Se desbordaba agua de la cámara de inspección y uno de los inodoros de mi casa se tapó. 
Llamé por teléfono entonces a la empresa de desagote y tuve un extraño diálogo con el señor que me atendió, a quien no conozco, y terminamos hablando  del "tenor de mis cacas".
2) Tuve el cumple virtual -zoom mediante- más desastroso que jamás haya tenido. No por el cumple que estuvo muy bien, sino porque a los 15 minutos que ingresé a la reunión, tuve que abandonar.
3) Abrí, traicionando mis principios de "no redes sociales" una cuenta de instagram...Pero...¡el fin justifica los medios!  Ya entenderán cuando llegue a este capítulo de "mi extaña semana".
4)Intenté participar de otra reunión virtual y me fue "idem al punto 2"
Ahora sí, para finalizar, les digo que me alegro mucho de ser Yo misma pues ni manera de aburrirme en cuarentena o fuera de ella. 
Hoy "ZAFAN" de algún relato o poema de mi autoría..
¡He estado suficientemente "latera" ya!
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu
Música durante la cuarentena

viernes, 1 de mayo de 2020

Soledad

Tampoco me importa el mío
Hoy, en relación a las dos últimas editoriales, vengo un poco más parlanchina.
Estoy muy tentada de reflexionar en voz alta sobre esos escandalosamente multimillonarios y sus reacciones frente al impuesto a la riqueza pero creo que, para hacerlo, necesito tomarme un poco más de tiempo pues si no hablaría sin fundamentos, "ungida por mi Yo más visceral" buscaría pergeñar situaciones titánicas para luchar contra ellos y cambiarles la cabeza, los tacharía de una sin darles derecho a réplica y los odiaría sin más. Y, claro está, el odio no es un buen sentimiento...En fin, ya retomaré este tema más calmada.
Hoy en todo caso, prefiero preguntar más que contar.
Y la pregunta es ¿qué es lo que mas añoran, qué de lo que ya no podemos hacer es lo que más necesitan y extrañan? Esta inquietud surge en mí viendo que amigos y amigas que ya ostentan abuelazgo, claramente, lo que más extrañan es a sus peques. 
Cierto es que extrañamos el contacto físico, los abrazos y besos, pero no hablo de esas muestras de amor que, creo, nos hacen falta a todas y todos, sino de alguna actividad en especial, alguna situación que hoy no puede darse, algunas personas en particular.
Como el ejemplo de los y las abues que extrañan en demasía a sus nietos y nietas.
En lo que a mi respecta, lo que me hace falta en extremo, lo que extraño y necesito casi como el aire que respiro es poder viajar. 
De hecho, ya saben, tengo dos viajes cancelados, uno a Comodoro Rivadavia que hubiera sido a mediados de abril y el otro, a Buenos Aires, que hubiera sido este viernes 1 de mayo.
Llevo ya casi seis meses sin armar mi maleta, sin subir a un avión,  sin  pasar por un aeropuerto, sin el abrazo del encuentro con quienes voy a visitar, sin el caminar por otras ciudades...
Y no estoy hablando, en esta ocasión, de viajes extraordinarios, de conocer lugares, culturas, historias diferentes. Sencillamente estoy hablando de ciudades de mi país que ya conozco, ciudades en las que tengo parte de mis afectos y que, más allá de ir a su encuentro, estos viajes implican para mi esa sensación de vacaciones, de "dolce far niente" que tanto me agrada, que tanto necesito un par de veces por año.
Y, siendo realista, vaya una a saber cuando podré volver a volar. Digo, porque si bien hay un estimativo mio,  popular y, particularmente, de la linea de bandera que podría ser a partir de septiembre, habría que ver para ese entonces en qué punto nos encontramos en Argentina respecto al maldito virus.
Nótese que por primera vez lo llamo "maldito"...es que no poder viajar un poco, no tener esa adrenalina que implica la previa a un viaje, las expectativas, luego el aeropuerto, el vuelo en sí, el encuentro con seres amados,  o con sitios desconocidos según destino, me está haciendo tanta falta como el aire que respiro.
Ups! Acabo de darme cuenta que así empecé esta "declaración de lo que más añoro" así que ya es tiempo de cerrarla.
Será ahora el turno de ustedes, si les pintan ganas, de contarnos cuales son sus añoranzas.
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
  Lu
Música durante la cuarentena
NOTA: Estuve toda una mañana buscando vídeos con un toque de humor sobre esta etapa que estamos viviendo y ninguno me convenció 100%. Entonces, busqué música y descubrí este grupo chileno...¡Aquí me quedé! Y lo comparto...Ya voy a investigar sobre ellos y espero que me cuenten, si tienen ganas, que les parece a ustedes esta versión de "Sobreviviendo". 
A mi me suena super bien con ese toque de música andina que tanto me agrada.
Adhiero, obviamente, a los reclamos del pueblo hermano y, por eso también lo elegí, habida cuenta que he encontrado otro vídeo, en este caso de mi país, que me ha encantado. Lo reservo para el próximo post.
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 353 de la suelta de mis letritas!)
NOTA: Tengo dando vueltas en mis pensamientos un relato breve que no termino de compaginar. Entonces recurro una vez más a mis archivos y rescato el siguiente texto. 
SOLEDAD
Caminaba extraviada como marioneta que perdió los hilos que le dan vida…la oscuridad avanzaba más veloz que sus pasos.
Llegó a orillas del Canal Beagle, juntó piedritas al azar y como una autómata las tiró, una por una, al agua, perdiéndose en los círculos concéntricos que formaban al sumergirse. Alucinada  imaginó como sería tirarse justo al centro de ellos. Las sombras de la noche y un viento helado con olor a mar impregnaron su tristeza. Caminó unos pasos, decidida a terminar con ella.
Entonces, sintió esas manos apoyarse con firmeza en su hombro. Giró lentamente...se dejó abrazar y lloró las lágrimas del mundo.