viernes, 24 de abril de 2020

El jardinero

Tampoco me importa el mío
Tal parece en tiempos de COVID-19 ésta, mi casa de letras, seguirá siendo de breves crónicas escritas y más "crónicas visuales".
Siempre intentando que lo visual sea bello, alentador, esperanzador...Que ponga un toque de humor o que, de alguna u otra manera, ayude a despejar las mentes "encerradas" en el coronavirus.
Y, como ya dije, no soy negacionista pero tampoco me interesa contar acá "más de lo mismo".
Tarea nada fácil la que me impongo en tiempos en que, paradójicamente, la vida misma pasó absolutamente a segundo plano.
Ya no se habla de los hambreados, de los rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa, de los sucesos sociales acaecidos en Bolivia, las protestas en Chile, los fenómenos naturales, las buenas noticias que acontecen diariamente de la mano de la solidaridad, y etc etc...
En fin, que pareciera que el único suceso a nivel mundial hoy es "La Pandemia" y nada aconteciera más allá ni más acá. 
La vida detenida...así podríamos pensar quienes comemos todos los días. ¿Cierto? 
Pero...los y las hay quienes saben que la vida no está detenida porque el hambre no se detiene y eso hace a la diferencia.
¡Ufff! Lu ya te estás enroscando...
-Sí, perdón...mejor voy a lo que encontré para compartir hoy.
Vuelvo entonces para contarles que el grupo argentino Ráfaga presentó "Resistiré" en ritmo de cumbia.
¡Es una maravilla! Al menos a mi me lo parece.
La propuesta es: verlo a pantalla completa cantar el tema en voz alta y bailar mientras ven las magníficas vistas de la Ciudad autónoma de Buenos Aires.
¡Una gozada total!
¿Ya bailaron? ¿Qué les pareció esta versión? A "mové el esquelto a mové".

Antes de cerrar este editorial necesito expresar mi tristeza por el fallecimiento de Marcos Mundstock, integrante fundamental del grupo Les Luthiers.
¡Ahora estarás haciendo reir en otra dimensión! En esta, siempre estarás presente a través de los medios audiovisuales y en el recuerdo de cada una de las personas que admiramos tu sentido del humor y tu excelente trabajo junto a tus compañeros de equipo. 
 ¡Buen viaje Marcos Mundstock! 

¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
  Lu       
                                      2 en el recuerdo 
                                                     
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 352 de la suelta de mis letritas!)
NOTA: Rescato de mis archivos un cuentículo que me parece muy "florido y soleado" lo cual es para estos momentos ideal. Eso sin contar que -me parece a mi- tiene una dosis de ternura extra. Y, como plus, es posible que el final les resulte inesperado. ¿Será cierto o solo es mi mirada subjetiva y "de autora"? 
El jardinero
Ponía una flor acá, otra más allá. Las rojas con las rojas, las amarillas con las violetas. Las hojas verdes y largas en un rincón, y las otras encerrando los coloridos ramilletes. Obviamente se ocupaba de los árboles que, en sus enormes y redondeadas copas, albergaban bandadas de gorriones, golondrinas o tal vez torcacitas. 
Me gustaba acariciar sus manos laboriosas y sus ensortijados cabellos en tanto aparecía el sol en medio de un cielo celeste intenso.  
Julián y yo disfrutábamos, apasionadamente, de tan felices momentos.
Luego
él me abrazaba con sus manitos coloreadas de crayones, me decía "te quiero mami", buscábamos un imán y colocábamos su obra de arte en la puerta de la heladera. 

viernes, 17 de abril de 2020

Efectos colaterales II

Tampoco me importa el mío
Una vez más seré breve...
¡Otro efecto colateral del COVID-19! 
Con tantas semanas confinada, pareciera que se me agotaron las palabras. ¡Y ya saben todos y todas quienes este sitio frecuentan que "sufro de verborragia"! Sin embargo en este tiempo...
Tal vez sea porque las palabras predominantes hoy tienen que ver con esta pandemia de la que no quiero hablar. Y no es que sea negacionista, de ningún modo. 
Tengo tan claro los aconteceres que por eso mismo sé que no hace falta que también este blog sea una prolongación de malas noticias. Basta con conectarse a cualquier medio de información para ello. 
Y con la certeza de que, más que nunca, debemos preservar nuestro equilibrio emocional es que intento que este sea un espacio "recreativo".
-Al grano pues Lu!! 
-Sí...cierto ya empezaba a irme por las ramas...
Van fotos de mi "mini paraíso" el gran jardín, o pequeño parque como me gusta llamarlo, del fondo de mi casa, de mi gatito y de la increíble azalea que tengo en mi sala de estar. También una vista desde la ventana de mi cuarto. 

  
            

 
Vista desde la ventana de mi cuarto
Mi azalea pone color a los días oscuros


                          













Espero hayan disfrutado del nuevo paseo visual que preparé para ustedes.
Como ya saben, clicando sobre las fotos pueden verlas en mayor tamaño.
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.











Lu
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 351 de la suelta de mis letritas!)
NOTAHoy sale la segunda parte del relato. Espero no los defraude pues, viendo los comentarios, creo que pusieron demasiadas expectativas.
Efectos colaterales
-¿ De qué estás hablando amigo? ¡ "Lo que pasó entre nosotros" fue hace 35 años! 
-Sí, sé que pasó mucho tiempo...
-¡Pasó la vida Pepe!
-Ss..si...pero ahora, en esta situación le confesé a mi mujer...
-¿Qué cosa que no supiera le confesaste? ¡Ella siempre lo supo! 
-Sé que ustedes en aquel entonces ha...ha..hablaron....
-¡Pero claro que hablamos! Fui personalmente y -como siempre- me hice cargo de la situación... en la parte que a mi concernía, obvio. Tan así me hice cargo que le dije que yo me abría en ese mismo momento. Y fue lo que hice.
- Bueno...sí...ella sabía pero...
-Pero qué amigo? ¡Éramos tan jóvenes!
-Sí...éramos tan jóvenes...
-¿Y entonces, porqué esta regresión ahora?
-... ... .. ...
-¡Pepe no entiendo nada! ¡me falta una pieza del rompecabeza!
-Sí.... te falta...te falta una pieza... por...por eso no entendés...
-Bueno, lo que sea no es asunto mío a estas alturas. Que quede claro nada tengo que ver con ese pleito de ustedes dos.

Viendo Mara que nunca obtendría la verdad de los sucesos acaecidos en tal circunsatancia de confinamiento decidió finalizar tan absurda conversación y pensó que la mejor manera era intentar darle un giro con un toque de humor
-Che Pepe...si a futuro te cruzo en la calle, ¿qué hago? ¿Cambio de vereda?
-No...nnno te preocupes....cru...cruzaré yo.
-Bueno amigo, sigo sin entender y lo lamento pero, nada puedo hacer. Beso...¡Ayyyy! Perdónnnn!! No sé si corresponde que te mande un beso. Chau nomás.
-Chau, dijo él y cortó.
Y allí se quedó Mara, pensando en  los efectos colaterales que trae aparejado el coronavirus.
Efectos que se manifiestan de diferentes maneras a partir de un confinamiento no buscado, a partir de la convivencia forzosa minuto tras minuto, día tras dia en parejas y/o familias con conflictos y, pensó también, que cada quien debería hacerse cargo de sus acciones sin buscar chivos expiatorios.
Antes de retomar su lectura, decidió poner música y le pareció muy oportuno escuchar "Como la cigarra"

viernes, 10 de abril de 2020

Efectos colaterales

Tampoco me importa el mío
Esta vez sí seré breve. Seguimos quedándonos en casa, tal parece que en mi país hasta el 23 de abril.
Entonces, quiero compartir con ustedes fotos de estos días otoñales que, por suerte, están soleados. A veces cálidos, a veces no tanto pero ¡siempre bellos!
El bosque ya está otoñal y como a pasos de mi casa está la "Laguna del Diablo", con un mini bosque fueguino en su entorno, voy a compartir algunas fotos que tomé el martes 7  de abril.
Vale aclarar que la fotografía no es lo mío, que vistos en vivo y en directo esos "recortes" de bosque que he tratado de plasmar son infinitamente más bellos. Ojalá puedan apreciarlos de todos modos.
Bordeando la laguna me topé con este lupino que ¡también resiste!
Ciertamente no se da por enterada de que ya llegó el otoño y -terca la planta-sigue mostrando sus flores, aunque  estén un tanto marchitas.

Como ya saben, clicando sobre las fotos pueden verlas en mayor tamaño.
Quedan pendientes para otra entrada las fotos otoñales de mi jardín que, nobleza obliga, debo decir que nunca antes valoré tanto como en este tiempo de "encierro".
Espero en verdad que quienes por aquí pasan puedan disfrutar de este "Mini paseo visual" por la pequeña muestra de bosque fueguino
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
   Lu
Para que sonrían (espero)
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 350 de la suelta de mis letritas!)
NOTA: Hoy sale relato que irá en dos capítulos. A ver si el primero logra interesarles y van imaginando el final...¿Vale?
Efectos colaterales
Leía, devoraba, libros que había empezado tiempo atrás y, por esas cosas de la vida cotidiana, había abandonado.
Ahora, en tiempos de cuarentena, retomó su olvidado hábito de leer y en el momento que sonó su celular estaba ensimismada en la lectura de “Lo mucho que te amé”.
Grande fue su asombro al leer en la pantalla el nombre de ese hombre que, hace muchos años, hace "la vida", fue su gran amor.
Amor "prohibido", amor "clandestino", amor que, para los cánones sociales, la convirtieron en aquellos tiempos en "amante". 
Pero
luego de la apasionada historia que vivieron, luego de lo mucho que se amaron corrió suficiente agua bajo el puente y, al cabo de años, curadas que fueron las heridas “del corazón”, lograron una sana relación de amistad.
Tan así que Mara le pidió que fuera el director de obra de su nueva vivienda, tan así que Pepe aceptó sin reparos y se abocó a la tarea.
También
Con el correr del tiempo, a veces único remedio, ella y “la legitima” volvieron a saludarse y conversar amigablemente cuando, ocasionalmente, se cruzaban en algún negocio.
Entonces
Dejó en suspenso la lectura y lo atendió entre alegre y asombrada por recibir ese llamado, casualmente, cuando leía tan alusivo título y en tan extraño tiempo de “parálisis” de la vida.
Palabra más palabra menos, así fue el diálogo:
-¡Hola Pepe! Me estuve acordando de vos y no en buenos términos precisamente…
-Ho...Hola, dijo él y Mara percibió una voz extraña, temblorosa, insegura. 
-¿Viste que…que te…debo el final de obra y…?
-¡Siii! Por eso te dije que no me acordaba muy bien de vos.
-Bueno…no…no…lo voy a poder hacer…
-¡Pero Pepe! ¿Por qué?
(A esas alturas con la voz que tenía el tipo, la cadencia entrecortada de sus palabras y la noticia que le estaba dando, ella empezó a pensar que estaba infectado con el COVID-19, que se estaba por morir, que…)
-Porque….porque….nnno corresponde.
-¿Porqué no corresponde ?
-No…cccoorresponde por lo…lo…lo que hubo entre nosotros.
Continuará

viernes, 3 de abril de 2020

Viento del este...en este momento

Tampoco me importa el mío
Estoy, para no perder la costumbre, escribiendo este editorial a último momento.
Toda la semana pensé en qué contar para no caer en el tema que, lamentablemente, nos atraviesa. Y, como siempre, se me pasó la semana velozmente sin que escribiera nada.
Tuve diferentes emociones y sensaciones, como imagino que cada uno y cada una de ustedes, que fueron variando con el correr de los días. 
Lo cierto es que sin saber cómo, me encontré pensando en Ana Frank y sus más de dos años de encierro y pensé que no fue la única que pudo salvar su vida gracias a un cautiverio forzado ofrecido por familias generosas y humanitarias...largos meses de encierro, años en algunos casos, en zótanos, en lugares lúgubres,o donde quiera que sea con el terror de ser econtrados y la esperanza de ser salvados.
Y pensé también en nuestros soldaditos que recién empezaban a vivir la vida-¡18 años tenían!- y los mandaron a Malvinas allá por el 82 a agazaparse en trincheras para esperar allí al enemigo. Cón frío, con hambre, con miedo, con incertidumbre...
Incertidumbre que no eligieron ellos, ni Ana Frank ni su pueblo. 
Incertidumbre generada por situaciones de odios, de ambición de poder, por no entender y aceptar la diversidad...
¿Y vos, ellos, ellas, yo y la humanidad toda sin distinción de raza, religión, condición social hoy? Ya sé, tampoco elegimos esta incertidumbre pero la diferencia es que hoy la guerra es contra un enemigo silencioso que nos ataca a todos por igual y tenemos profesionales de diferentes areas en el mundo entero, personas humanitarias, hombres y mujeres de distintos sectores buscano la manera de solucionar el conflicto. 
Y si nuestros hermanos y hermanas pasaron el Holocausto o nuestros soldaditos argentinos pasaron encerrados en aquellas circunstancias tan adversas ¿cómo no vamos a poder quedarnos, felices, en nuestras casas? ¿Habrá en el planeta alguna trinchera, algún escondite mejor que nuestro propio hogar? 
Tengo claro que hay sectores de la sociedad que viven en sus propios hogares situaciones muy adversas y no les resulta fácil permancecer dentro de sus casas...Es ese otro tema. 
Ahora que terminé escribiendo sobre lo que no quería, sé que lo hago pensando en quienes por aquí pasan a"husmear que cuenta hoy Lu" y, aun sin conocerlos puedo apostar a que todos y todas tienen una casa confortable donde transcurrir estos días sin mayores dificultades, con la suerte de contar con ese refugio.
Entonces...
¡A agradecer lo que tenemos, a levantar el ánimo cuando se cae, a planear que podrán hacer en septiembre, octubre, noviembre!
En lo que a mi respecta, tengo ya los dos vuelos, que tenía comprados, cancelados. 
El del 13 de abril que era con destino a Comodoro Rivadavia y el del 1 de mayo cuyo destino era Buenos Aires.
Y la venida de mi amiga Carmen, que por cierto quedó trunca, ya que finalmente Latam Chile abrió también su pasaje así que más temprano que tarde estaré disfrutando de su visita.
Y pienso en esos días por venir y saboreo lo fantástico que serán y, en el mientras tanto, salgo a mi jardín a jugar con mi gatito, subo cada tarde a la bici y pedaleo un buen rato mientras leo, converso por distintos medios con amigas y familia, incluso uso mi teléfono fijo -y sí, soy "antigua" y me resisto a abandonarlo.  Cocino rico y disfruto mis comidas, sigo con mis cursos de idioma vía Duolingo, leo los blogs amigos, escucho música, busco información de diferentes temas en intenet, converso, guardando la distancia, con mi hija que viene cada tarde al "gimnasio" y luego cuando se va desinfecto como corresponde la bicicleta, -para quienes no saben, hiji vive "pegada" a mi casa. De hecho originalmente era una sola casa que hace algunos años dividimos.
Uf!! Qué manera de extenderme! 
Al fin todas las fotos que tomé de mi pequeño parque, mi gatito, mi azalea florecida, pasarán a la  semana próxima. 
Ojalá si alguien ya está "bajoneado" logre animarse luego de leer este editorial.
También me he bajoneado, obvio, pero decidí no regodearme en la depre y/o tristeza  y salí casi tan rápido como entré en ese sentir.
Antes de ir a ver que almuerzo hoy les digo que, por alguna desconcocida razón para mi, el corrector de texto no está funcionando...¡espero no haber incurrido en muchas faltas y/o "dislexias"! 
Una vez finalizadas mis actividades cotidianas veré si encuentro, por ensayo y error, como resolver el asunto.
¡Cuídense, cuidémonos los unos a los otros y más temprano que tarde esto será un mal sueño!
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
 Lu  recordando a los veteranos y caídos en Malvinas 

Hoy cambio Frases por cuento del genial Landriscina:
NOTA: Intenté encontrar algo muy divertido. No me parece mal este cuento pero...¡no di con lo que quería exactamente! y se me acaba el tiempo. Espero esta semana que viene empezar a pensar este espacio anticipadamente. Ojalá al menos sonrían. 
Es perfecto como imita la tonada chilena. ¿O no amiga Carmen?
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 350 de la suelta de mis letritas!)
Viento del este...en este momento
Si estuvieran viendo lo mismo que yo en este preciso momento, tal vez, podrían pensar que Mary Poppins está llegando.
Eso sí, podrían pensar idem a mi si aun conservan alma de niño, una pizca de locura, un mucho de optimismo y adoran el realismo mágico.
Caso contrario, quienes no pertenecen a este club que podría llamar "De sana locura en contra de la incertidumbre" lisa y llanamente pensarán que estos días de encierro me han corrido los patitos de la fila o que he perdido varios caramelos del frasco...

Como sea
hay esta mañana viento del este y niebla gris...
Las hojas amarillas revolotean por sobre el parque pequeño, o gran jardín, del fondo de mi casa  que observo en vivo y en directo a través de una de mis ventanas abiertas mientras relato para ustedes en espera del arribo de la Poppins.
Mi gatito corretea feliz tratando de cazar esas esquivas hojas amarillentas que danzan y se bambolean al ritmo del viento...el aire es cálido, cada vez más cálido y me pregunto como hará Mary para que no se le de vuelta el paraguas con semejante viento.
Me pregunto también si vendrá con barbijo...¡Y me rio de la ocurrencia! Ciertamente ella no lo necesita.

Entonces
Algo sucede. Mi gato se ha quedado quietecito y con los ojos fijos, enormes, en un punto en el que no diviso nada. Sube y baja la cabeza como cuando juego con él mostrándole su pelotita amarilla...corre detrás de algo que no logro ver y ya regresa trayendo alguna cosa apretada entre sus dientes. Solo espero que no sea un pajarito...
Al fin se acerca más y, finalmente, lo veo  ¡¡ es un guante blanco!!
¿Habrá llegado Mary y no pude verla porque me distraje un momento y retorné a la realidad al pensarla con barbijo?  
¿Será tan solo  un viejo guante abandonado en algún sitio y que, por obra y gracia de la ventisca, llegó hasta aquí? O...
Si aun estás leyendo este  relato podrás  darle el final que más te agrade.
Porque
aquí acabo mi cuento justo en el momento en que cesa el viento.

"Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir. No me imagino lo que va a suceder, mas lo que ahora pase ya pasó otra vez."
                                                                                             Canción de Bert en "Mary Poppins"