Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, voy a intentar hacer un ejercicio retrospectivo junto a ustedes. ¿pueden verse niños? ¿pueden recordar las vivencias, los olores, los gustos, las tristezas, las palabras dichas...?
¿Se puede saber hoy como fue nuestra infancia con exactitud? A veces pienso si los recuerdos son fieles...o son solo recuerdos que armamos en el presente de acuerdo a nuestros deseos, a alguna imagen que vimos, a esa foto que rescatamos...
En lo personal, casi no tengo recuerdos de mi infancia. Las imágenes que vienen a mi, son a partir de mis 12 o 13 años...Y tengo, a partir de ese momento, infinitas visiones, emociones y sensaciones. Pero, en el sentido que vengo planteando hoy el tema del recuerdo, me pregunto también ¿ Fue tal o cual momento así como lo estoy viendo? De hecho, tengo la enorme felicidad de seguir en contacto real, de abrazos, de mirarnos las miradas -no virtual digo- con un importante grupete de cumpas de aquellos años. Y en esos magníficos encuentros, surgen distintas versiones de situaciones vividas en forma grupal. Me he sorprendido,gratamente, con la visión que el colectivo hoy tiene de mi pasado adolescente...no me recuerdo tal cual me describen...De lo que no tengo dudas, es de la buenísima vibra y energía circulante cada vez que nos juntamos...¡Y ya! Eso me hace pensar que fuimos bellos y buenos en nuestra adolescencia...que nos amamos por sobre cualquier mezquindad humana y que ya no importan los detalles.
Y algo más - tengo mucho más para pensar en voz alta, pero no tengo el espacio suficiente- ¿Que querían ser cuando fueran grandes?...El jueves que viene tal vez, vuelva sobre este punto...Yo...¡bailarina clásica!
¿Se puede saber hoy como fue nuestra infancia con exactitud? A veces pienso si los recuerdos son fieles...o son solo recuerdos que armamos en el presente de acuerdo a nuestros deseos, a alguna imagen que vimos, a esa foto que rescatamos...
En lo personal, casi no tengo recuerdos de mi infancia. Las imágenes que vienen a mi, son a partir de mis 12 o 13 años...Y tengo, a partir de ese momento, infinitas visiones, emociones y sensaciones. Pero, en el sentido que vengo planteando hoy el tema del recuerdo, me pregunto también ¿ Fue tal o cual momento así como lo estoy viendo? De hecho, tengo la enorme felicidad de seguir en contacto real, de abrazos, de mirarnos las miradas -no virtual digo- con un importante grupete de cumpas de aquellos años. Y en esos magníficos encuentros, surgen distintas versiones de situaciones vividas en forma grupal. Me he sorprendido,gratamente, con la visión que el colectivo hoy tiene de mi pasado adolescente...no me recuerdo tal cual me describen...De lo que no tengo dudas, es de la buenísima vibra y energía circulante cada vez que nos juntamos...¡Y ya! Eso me hace pensar que fuimos bellos y buenos en nuestra adolescencia...que nos amamos por sobre cualquier mezquindad humana y que ya no importan los detalles.
Y algo más - tengo mucho más para pensar en voz alta, pero no tengo el espacio suficiente- ¿Que querían ser cuando fueran grandes?...El jueves que viene tal vez, vuelva sobre este punto...Yo...¡bailarina clásica!
Como siempre,gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida
La frase para pensar:
Pobre no es el hombre cuyos sueños no se han realizado, sino aquel que no sueña.
Acá no zafás:
(para eso me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 60 de la suelta de mis letritas!)
Desfiles
No sé como fue…Sé lo que recuerdo.
Unas enormes rejas me separaron de mi
mamá… Ella se alejaba…se achicaba y las rejas eran cada vez más grandes.
Pero yo no lloré.
Me senté en un inmenso banco de madera
con su mesa más enorme aún.
No sé si había más nenas…no recuerdo sus
rostros ni sus nombres.
O sí…ahora creo que una de ellas - ¿mi
amiga?- se llamaba Viviana.
Pasaron muchos días…no porque lo
recuerde, sino porque la realidad es esa: los días siempre pasan.
Y esa vez estábamos en la calle. Mucha
gente, por todos lados…Yo solo veía rodillas.
Y me veo, cuan ridícula estoy con mi
cabecita dentro de ese enorme y horrible sombrero azul esa odiosa falda plisada
de paño ídem…
Veo patas de caballos también…se me
acercan ahora…se levantan…todos corren…también corro…y ya no hay tal
muchedumbre…estoy sola, en medio de un círculo que me mira mientras lloro.
A lo lejos suena algo…parece música de
banda, parece una marcha militar, pero no me importa. La gente aplaude y sigo llorando.
Y por detrás de mis lágrimas, veo como
aparecés de la nada y corrés como loca…me abrazás y llorás también.
Pero otra vez empezás a gritarme…me
apretás la mano y me arrastrás casi a tu
lado.
Por suerte, llegó el lunes. Me dejaste nuevamente detrás de las enormes rejas.
Entonces pensé que ya no quería volver a la calle, y me puse a jugar con mi amiga Viviana”
Ahora aborrezco los desfiles…las bandas militares y los colegios privados.
LU: EN MI CASO TENGO PRESENTE RECUERDOS DE MOMENTOS Y HASTA DE ETAPAS DE MI NIÑEZ, CON OLORES , SABORES, COLORES , SEGUN LOS CASOS, PERO POR SOBRE TODO , TENGO VIVIDOS, MIS SENTIMIENTOS DE ESOS MOMENTOS.
ResponderBorrarSIEMPRE FUE ASI, Y ME CONSIDERO UNA PRIVILEGIADA POR ELLO.
CON RESPECTO AL TEXTO, ME RESULTO ALGO DIFICIL DE COMPRENDER.
ESTO DE LOS TIEMPOS PARALELOS, ME CUESTA UN POCO. PERO ES UN TEMA PERSONAL.
COMO SIEMPRE, GRACIAS POR ESTAR .........
LA UBALDON.
Lucía, siempre tarde yo últimamente, pero SEGURA. En esta etapa de mi vida es cuando más claros tengo los recuerdos de la infancia, dicen los que saben, que es así, cuando más pasan los años, se olvidan las cosas próximas y se recuerda todo lo lejano. En mi caso tengo un poco de todo recuerdos muy lindos y otros muy feos, hasta dolorosos, pero en el balance ganan los primeros. La infancia siempre tiene algo lindo, sobre todo el hecho de que todo está por vivirse.
ResponderBorrarEl texto siguiente es un poco complejo pero lleva dentro una gran tristeza, y entiendo por qué odiás los desfiles, las bandas y los colegios privados con rejas. En el que yo pasé parte de mi infancia no había rejas de hierro,`pero sí de diferencias sociales que me hicieron sufrir mucho, pero también de allí saqué lo bueno que pude. Besos, Evy