viernes, 20 de diciembre de 2013

Amor aéreo II

Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, apretadísima con los tiempos y con las ideas, no sé muy bien por dónde empezar esta intro. 
Tal vez corresponda decir que , con un año más de experiencia, sigo asombrándome como si recién empezara a descubrir el mundo.
Decía en mi post anterior que me duele esta sociedad en la que vivo...que añoro la que fué...que me estoy convirtiendo en algo que no quiero...pero...
¡¡Hace apenas 4 días se robaron la bici de hiji que estaba en mi hall frío!!
Y me cuesta creer que en una ciudad que, si bien creció y mucho, sigue siendo pequeña los sres y sras policías no puedan recuperarla. De hecho, creo que saben donde operan las barras de "pibes chorros" y los distintos clanes que cohabitan esta Ushuaia a la que de bohemia no le queda nada.
Por otro lado, ya llega la noche buena, y entonces busqué algunas frases para compartir con ustedes y encontré el párrafo que transcribo a continuación:
"Hasta que uno no sienta la verdadera alegría de Navidad, no existe. Todo lo demás es apariencia - muchos adornos. Porque no son los adornos, ni es el árbol, ni la chimenea. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla con otros y la esperanza de seguir adelante."
No sé quien lo dijo, pero me gusta eso de las apariencias. Cada año entro en conflicto con esta celebración. ¿Qué cosa celebramos los que no somos creyentes y/o practicantes de religión alguna? La Navidad es el Nacimiento de Jesús. Recuerdo que cuando era niña, a mi casa no llegaba Papá Noel...era el "niñito jesús" el que me dejaba los regalos.
Como sea, de el párrafo que tomé me gustó también el remate: "la esperanza de seguir adelante"..Y por eso voy a brindar este 24.
Y nada más ni nada menos que por eso , vale la pena levantar la copa y sonreír
¡¡¡FELICIDADES LECTORES Y LECTORAS !!
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu
La frase para pensar:
Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades.
Nelson Mandela
Acá no zafás:
(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  120 de la suelta de mis letritas )
Amor aéreo II
Así las cosas, apenas pude conjeturar unas vagas ideas sobre la posible noticia, entré en estado de sopor, característico en mi en esos vuelos que por más económicos no son tan seductores. Estaba prácticamente “en vela”. Debí estar a las 4 de la mañana en aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que, no recuerdo bien, creo que apenas había dormido 3 horas.
Perdí noción de tiempo, espacio y-lo que es peor- realidad o fantasía.
Recuerdo ahora sonidos lejanos y una voz metálica, anunciando medidas de seguridad, indicaciones a cumplir durante el vuelo y, recuerdo también, que antes de caer en estado hipnagógico, pensé que esperaba que la noticia no fuera que, de momento, en la pista de aterrizaje del aeropuerto Islas Malvinas, había viento norte cruzado…Sería terrible para el aterrizaje…había tenido una experiencia de horror en ese sentido, y entendí que el tono de voz cantarín no podía tener que ver con un mal anuncio.

De pronto, me invadió un aroma a café y una suerte de sonidos característicos de los vuelos en el momento preciso en que la tripulación se prepara para ofrecer el servicio de a bordo.
Creo que fue entonces cuando comencé a tomar estado de conciencia nuevamente. O no…Porque al oír las voz del piloto y comprender sus palabras, me perdí nuevamente entre sueño y vigilia.
Esto es, aproximadamente, lo que estaba anunciando por altoparlantes:
Estimados pasajeros, llegó el momento de hacer el anuncio prometido. No tiene que ver, anticipo, con situaciones del vuelo, ni con la empresa, ni con condición alguna de  este viaje. Tiene que ver con amor. Tiene que ver con que quiero compartir con ustedes el pedido más trascendental que hice en todo los años que tengo, volando o no.
Tiene que ver con que estoy profundamente enamorado de Camila, la comisario de a bordo que en este preciso instante está ofreciéndoles el servicio de catering dispuesto para este vuelo. Tiene que ver con  que, como amo mi profesión tanto como a ella, decidí que es éste el momento oportuno para declarar mi amor públicamente y solicitar su mano. …
Camila, preciosa, ¿te casarías conmigo? Agregó luego de un breve e intrigante silencio

Pensé que soñaba, realmente. Esas palabras dichas en ese tono, con tanta devoción hacia una mujer, solamente podían suceder en una historia fantástica, en uno de esos cuentos que me contaban de niña, y que empezaban con “Érase una vez que era…”
Pero de pronto, el pasaje completo estalló en aplausos y vítores. Y escuché voces de aliento hacia Camila,  y voces de complicidad hacia el enamorado que gritaban: “¡Decile que sí nena!”  “¡Piba que esperás para contestar”! ¡Bravooooo!!
“Camila tu novio es mi ídolo! ¡Apurate a contestar antes de que yo tome la posta!” Dijo desde el fondo del avión alguna pasajera audaz.
Y fue entonces cuando el servicio llegó a mi fila, y vi a la hermosa Camila. Me di cuenta de que era ella la protagonista de la historia, no solo por el prendedor con su nombre, sino más bien por el rubor  en su bello rostro y por sus lágrimas.
-¿Qué desea tomar?  ¿Café, té…?
-Deseo que salgas de acá corriendo, abraces a tu novio y le digas que sí! Le dije, y agregué: Por cierto, mis felicitaciones a ambos, y ojalá la boda la lleven a cabo en mi próximo vuelo.


Lo mágico de esta historia, lo que cambia el rumbo a este relato, es que lo fantástico,  puede estar a la vuelta de la esquina, puede ser realidad y viceversa.
Y por eso lo comencé con “Érase una vez que era…”
Porque la declaración de amor en vuelo, es real. Es una historia que escuché en este final de 2013, en la ciudad de Ushuaia en una emisora de frecuencia modulada, contada por un periodista –conductor del programa con el que comienzo cada una de mis mañanas – Fue él quien estuvo en ese vuelo. Fue él quien escuchó la declaración de amor y decidió compartirla con sus oyentes. Y a mi me pareció una historia tan maravillosa para estos “tiempos modernos”, que decidí compartirla con ustedes.
 

1 comentario:

  1. ¡Preciosa la historia! La frase también me gustó. A mi me gustaba de niña aquello de: y colorin colorado este cuento ha terminado, daba pie para pedir otro.¡FELIZ NAVIDAD! Evy

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