Tampoco me importa el mío
Estoy descompuesta, desencajada, anonada, triste y desamparada. Y por supuesto también muy asustada. A pesar de que este blog se llama "Que me importa tu pasado" y, como digo, "Tampoco me importa el mío", ayer viví una situación devastadora y alienante. Ayer tuve un flash del más horroroso pasado que me ha tocado vivir en Argentina.
Trataré de relatar del modo más conciso que pueda esos hechos.
El miércoles 2 de marzo, los sindicatos todos (por primera vez en muchos años) con la convicción de que este gobierno que se dijo "popular y democrático" está haciendo abuso de autoridad, decidieron paralizar la provincia y marchar hacia los bloques de la legislatura para pedir la derogación de las leyes aprobadas el pasado 8 de enero, fecha en que mayoritariamente la población fueguina estaba fuera de la provincia, y en horas de la madrugada, cuando el pueblo dormía.
Antes de pasar al echo concreto que me tocó vivir, quiero dejar plasmada mi opinión que ya muchos conocen. 1) Modificar la ley de jubilación de nuestra provincia, era absolutamente imprescindible- 2) No acuerdo con la ley de emergencia previsional. ¿porqué pagar los trabajadores y jubilados la fiesta que vivieron los políticos de turno y siguen viviendo los actuales? No pueden, con la inflación que hoy realmente tenemos, no aumentar los salarios y lo que es peor, realizar una quita de los mismos, para dicha ley. Vale la aclaración, por si alguien sospecha lo que se le venga en ganas, en lo personal no me afecta al bolsillo, pues gano bastante menos del mínimo que impusieron para realizar esos descuentos. Pero si afecta mi moral y me espíritu batallador desde siempre contra las injusticias. 3) No pueden sancionar leyes del modo tan oscuro como lo hicieron.4) No me siento representada por el SUTEF (sindicato de los docentes) ni por los jubilados autoconvocados, por tanto, participo de las marchas como ciudadana independiente que ve como, quienes hoy gobiernan, hacen uso y abuso del poder y pretenden instalar un régimen de autoritarismo en detrimento de los trabajadores , poniendo en riesgo la paz social.
Aclarado estos puntos, les cuento que en tanto los manifestantes estaban en gran número apostados en la calle, frente a la legislatura, esperando ser atendidos por los legisladores en su conjunto (algunos de ellos no estaban) yo caminaba disfrutando del magnífico sol, tardío y cálido, rumbo a mi casa.
Al llegar a la intersección de las calles San Martín y Sarmiento, veo incontables policías apostados con su traje antimotín ocupando por lo menos 50 metros de la calle Sarmiento. (Eso es una cuadra antes del lugar donde sucedía la manifestación) Muy fea imagen, alienante realmente, pueden creerme y quienes hayan vivido gobiernos de facto comprenderán de qué hablo. Luego me para un policía y me dice que no puedo continuar por avenida San Martín. Que debo desviar mi camino. Asombrada, le pregunto si es que habíamos vuelto a un gobierno militar, pues yo no me había enterado. Entonces, muy educado el agente, me dice que no, pero que tiene órdenes. Que, por favor, no siga caminando por San Marítn. (A mi, a esas alturas, comenzaba a hervirme la sangre) Pregunto entonces, muy educada también, si es que aún estábamos en democracia, a lo que por supuesto el cabo me respondió que sí. -Ah! Que susto me había dado, le digo, entonces significa que puedo seguir mi camino. Y sin más me fui, lentamente, caminado por la calle "prohibida" y suspirando aliviada porque, a pesar de todo, seguimos viviendo en democracia. De lo contrario, obvio que no podría estar relatando estos sucesos. A mi reclamo, se había sumado también una muchacha que pedía al policía le muestre la orden del juez que decía que no se podía transitar libremente, toda vez que otras personas sumisas y no pensantes, desviaban su camino tal lo solicitado por el agente en cuestión.
De todos modos, ante el cariz de los acontecimientos y sin ser paranoica, ahora camino mucho más atenta por la ciudad...o como quien diría "duermo con un ojo alerta". No tengo dudas de que algunos de esos policías no olvidarán fácilmente mi rostro desencajado.
Total que, en lugar de seguir mis planes de volver a casa, lo único que logró el cuerpo de policías antimotín, fue que, con la impotencia y el enojo a flor de piel, me sumara a los manifestantes y allí me quedé, pacíficamente como todos, por más de 3 horas.
Me voy ahora, a dar otra vuelta por la legislatura para saber, de primera fuente, como siguen los aconteceres, para no tener que buscar en la "prensa silenciosa" (o silenciada).
Disculpen quienes me leen y no les interesa escuchar nada sobre estos acontecimientos, aunque debieran saber que no por ello dejarán de suceder. Y, en mi humilde entender de la realidad, es mejor estar atentos.
Y yo que había pensado en escribir sobre la importancia de contarles cuentos fantásticos a los niños! Será para la semana próxima, tal vez...
Trataré de relatar del modo más conciso que pueda esos hechos.
El miércoles 2 de marzo, los sindicatos todos (por primera vez en muchos años) con la convicción de que este gobierno que se dijo "popular y democrático" está haciendo abuso de autoridad, decidieron paralizar la provincia y marchar hacia los bloques de la legislatura para pedir la derogación de las leyes aprobadas el pasado 8 de enero, fecha en que mayoritariamente la población fueguina estaba fuera de la provincia, y en horas de la madrugada, cuando el pueblo dormía.
Antes de pasar al echo concreto que me tocó vivir, quiero dejar plasmada mi opinión que ya muchos conocen. 1) Modificar la ley de jubilación de nuestra provincia, era absolutamente imprescindible- 2) No acuerdo con la ley de emergencia previsional. ¿porqué pagar los trabajadores y jubilados la fiesta que vivieron los políticos de turno y siguen viviendo los actuales? No pueden, con la inflación que hoy realmente tenemos, no aumentar los salarios y lo que es peor, realizar una quita de los mismos, para dicha ley. Vale la aclaración, por si alguien sospecha lo que se le venga en ganas, en lo personal no me afecta al bolsillo, pues gano bastante menos del mínimo que impusieron para realizar esos descuentos. Pero si afecta mi moral y me espíritu batallador desde siempre contra las injusticias. 3) No pueden sancionar leyes del modo tan oscuro como lo hicieron.4) No me siento representada por el SUTEF (sindicato de los docentes) ni por los jubilados autoconvocados, por tanto, participo de las marchas como ciudadana independiente que ve como, quienes hoy gobiernan, hacen uso y abuso del poder y pretenden instalar un régimen de autoritarismo en detrimento de los trabajadores , poniendo en riesgo la paz social.
Aclarado estos puntos, les cuento que en tanto los manifestantes estaban en gran número apostados en la calle, frente a la legislatura, esperando ser atendidos por los legisladores en su conjunto (algunos de ellos no estaban) yo caminaba disfrutando del magnífico sol, tardío y cálido, rumbo a mi casa.
Al llegar a la intersección de las calles San Martín y Sarmiento, veo incontables policías apostados con su traje antimotín ocupando por lo menos 50 metros de la calle Sarmiento. (Eso es una cuadra antes del lugar donde sucedía la manifestación) Muy fea imagen, alienante realmente, pueden creerme y quienes hayan vivido gobiernos de facto comprenderán de qué hablo. Luego me para un policía y me dice que no puedo continuar por avenida San Martín. Que debo desviar mi camino. Asombrada, le pregunto si es que habíamos vuelto a un gobierno militar, pues yo no me había enterado. Entonces, muy educado el agente, me dice que no, pero que tiene órdenes. Que, por favor, no siga caminando por San Marítn. (A mi, a esas alturas, comenzaba a hervirme la sangre) Pregunto entonces, muy educada también, si es que aún estábamos en democracia, a lo que por supuesto el cabo me respondió que sí. -Ah! Que susto me había dado, le digo, entonces significa que puedo seguir mi camino. Y sin más me fui, lentamente, caminado por la calle "prohibida" y suspirando aliviada porque, a pesar de todo, seguimos viviendo en democracia. De lo contrario, obvio que no podría estar relatando estos sucesos. A mi reclamo, se había sumado también una muchacha que pedía al policía le muestre la orden del juez que decía que no se podía transitar libremente, toda vez que otras personas sumisas y no pensantes, desviaban su camino tal lo solicitado por el agente en cuestión.
De todos modos, ante el cariz de los acontecimientos y sin ser paranoica, ahora camino mucho más atenta por la ciudad...o como quien diría "duermo con un ojo alerta". No tengo dudas de que algunos de esos policías no olvidarán fácilmente mi rostro desencajado.
Total que, en lugar de seguir mis planes de volver a casa, lo único que logró el cuerpo de policías antimotín, fue que, con la impotencia y el enojo a flor de piel, me sumara a los manifestantes y allí me quedé, pacíficamente como todos, por más de 3 horas.
Me voy ahora, a dar otra vuelta por la legislatura para saber, de primera fuente, como siguen los aconteceres, para no tener que buscar en la "prensa silenciosa" (o silenciada).
Disculpen quienes me leen y no les interesa escuchar nada sobre estos acontecimientos, aunque debieran saber que no por ello dejarán de suceder. Y, en mi humilde entender de la realidad, es mejor estar atentos.
Y yo que había pensado en escribir sobre la importancia de contarles cuentos fantásticos a los niños! Será para la semana próxima, tal vez...
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.
Frases para pensar
Si la Gobernadora de la Tierra del Fuego manda a
la calle a la policía antimotín para intimidar a los trabajadores, que reclaman
sus derechos, entonces debemos considerar que la provincia está que arde. Algo
mal estará haciendo, ¿que tal si prueba con reflexionar?
Lucía Porta
“La idea que no trata de convertirse en
palabras es una mala idea; la palabra que no trata de convertirse en acción es,
a su vez, una mala palabra.”
Gilbert Keith Chesterton
“Hablar
de la democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar de humanismo y negar a
los hombres es una mentira.”
Paulo Freire
“La
diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la
democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.”
Charles Bukowski
Si quienes tienen el deber de gobernar y legislar
para el pueblo se esconden del mismo entrando, amparados por la oscuridad y a hurtadillas, a sus lugares de trabajo
para sancionar leyes en la madrugada, no podemos creer que sean democráticos.
Sólo podemos pensar entonces en sus oscuras intenciones.
Lucía Porta
Hoy zafás:
(Sí, visitantes, amigos y amigas de esta casa de letras. Hoy van a "zafar" de leer algún texto de mi autoría. Por estos días el conflicto provincial me atraviesa, y no he podido pensar en otro tema. Por eso elijo compartir con ustedes, un video de Eduardo Galeano narrando una maravillosa historia. Espero les guste tanto como a mi. ¡Gracias! )
Ay Lucía de mi alma, que tarde más fea has pasado. Yo vi fotos y más fotos de ese evento. A mí me trajo tan malos recuerdos, de épocas nefastas, los primeros setenta y el 2001 cuando el grupo antimotines irrumpió en el HRRG y rompió todo, con esos trajes horribles y armas, qué espanto. ¿Qué está pasando amiga? ¿Por qué tenemos que volver a esto? Si este gobierno se eligió democráticamente, por qué hacen esas leyes arbitrarias, despiden gente por portación de cara como en los mejores tiempos de la dictadura. Creeme que estoy preocupada, angustiada no por mí, ni la gente de cierta edad, sino por mi hijo, tu hija y todos los jovenes de hoy.¿Qué les espera si la historia en lugar de avanzar retrocede? Si no se cambia la ley allá habremos perdido el 82% y dependeremos de los aumentos que quieran darnos, ya no más equilibrarnos con los activos. Y sí, por qué tenemos que pagar todos lo que se robaron otros, es una infamia, no se puede tolerar. Ya en la web del IPAUSS están los descuentos de no sé qué porcentaje sobre el bruto de los que ganen más de 40 mil pesos. Yo zafo porque no llego ni a la mitad de eso. Pero es injusto que como dice el refrán paguen justos por pecadores. No sé de quién habrá sido la peregrina idea de hacer esto para recuperar la caja y la obra social. De hecho leí que los jueces, que ganan entre 120 y 200 mil pesos o más, se niegan al descuento que para ellos sería de unos 6.500 a 8000 pesos. La verdad que es una barbaridad, una que ganen tanto sin haber aportado los años que debían porque la justicia allá estuvo bastante después del 91.
ResponderBorrarEl video me emocionó muchísimo, pero no te dejes invadir por la tristeza y seguí escribiendo como siempre, besos, Evy
Acá decimos cuando alguien acierta a su pesar, cuando presiente antes de que ocurra el hecho agorero "me joden los profetas"
ResponderBorrarMe lo temía, Lu, aunque me hubiera gustado equivocarme.
Muchos argentinos que votarón de buena fe a este partido tan liberal según se pusieron de mote, que les iba a salvar la economía y no sé cuantas cosas más ahí están comprobando su error.
Cuanta verdad en cada una de las frases que eligiste o escribiste.
Y ya me voy a esa maravilla de vídeo y de historia, Lu. Me ha encantado y conmovido. De nuevo, qué grande es Galiano.
Lu, me gustó que no te dejaste amilanar, pero ve con tiento, que puede haber por ahí alguno con nostalgia de otros tiempos.
Un abrazo,
Eva y Tesa
ResponderBorrarAmigas, gracias a ambas por comentar. Mientras escucho a otra alma pensante y libre, Silvio Rodrígues, les contesto.
También me inquieta pensar cual será el futuro de nuestros jóvenes. ¿Tendrán que emigrar nuevamente' Tal la historia de Tesa en "El nadador de Níquel"
Y sí Tesa, también "me joden los profetas" desde el 2015 venía anticipando este desastre sociopolítico que estamos viviendo por estos días. Basta con revisar el historial de mi blog, para comprobarlo (particularmente 26 de junio y 3 de julio, pero, no son las únicas entradas en las que hago alusión a este presente)
También a mi me emociona y conmueve el video. Y pienso mucho en el simbolismo que lleva implícito...¡Por supuesto que no podía haberlo escrito otro sino Galeano!
Abrazo a ambas y ¡buena semana!