Tampoco me importa el mío
¿Cómo terminó mi "odisea del pijama"?
Tal lo ya dicho, a pesar de estar en la calle sin posibilidades de entrar a mi casa, con pantuflas y pijama, me alegraba mi buena estrella. Es que, además de no haber salido en ropa interior y de haber pensado esa mañana en una ducha y no en un baño de inmersión, era un día muy cálido y soleado.
Mi cabeza funcionaba a más revoluciones de las que puedo soportar.
No pasaba ni un vehículo, ni siquiera los recolectores de residuos que esa mañana pasaron antes de lo habitual. Las casas de la cuadra se sentían silenciosas y sin gente. No obstante ello opté, como segunda alternativa, por empezar a golpear puertas. De hecho caminé hasta una cuadra, a la vuelta de la mía, pensando que podría estar una vecina que conozco y que vive justo al lado de un hostal.
¡Ni siquiera los turistas estaban! Ni un taxi o remis . Nada ni nadie.
A todo esto Calabaza, comprendiendo que algo pasaba, no se despegaba de mis tobillos. Daba pasitos apurados para seguirme y pararse a mi lado en cada puerta que paraba yo. Excepto el ladrido de perros, al tocar en alguna casa, ni un otro sonido. Al fin, cuando ya pensaba en la tercera opción, caminar 4 cuadras por la avenida Alem hasta la parada de taxis y una vez allí pedirle a algún taxista que por favor fuera a buscar a mi hija a su trabajo, una nueva vecina que ni siquiera había visto alguna vez abrió su puerta.
El gatito, firme y quietito, parado a mi lado, la joven mujer mirándonos sorprendida y yo, atropellada, explicando quién era y mi situación.Me ofreció pasar, pero como su perro estaba adentro, le dije que no, que estaba bien así. Que solamente necesitaba que llamara al trabajo de mi hija y le contara lo que estaba aconteciendo. Al fin Celina, que supe su nombre en ese instante cuando nos presentamos mutuamente, sacó a su perro afuera y entonces entramos.
El resto, ya lo podrán imaginar. Hablé con hiji, que no salía de su asombro. Pidió permiso en su trabajo y en 10 minutos llegó al barrio. Me dio las llaves guardadas en su casa y partió raudamente.
Habían pasado al menos 40 minutos. El baño parecía un sauna...
Calabaza sin maullar y sin chistar se acostó a dormir y yo, luego de ventilar un poco para que salga el vapor, al fin pude ducharme y volver a mi calma chicha.
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA.
Frases: 3 de Ava Gardner
“Si tuviese que volver a vivir mi vida, la viviría exactamente igual. Tal vez un par de cambios aquí y allá, pero nada en especial.”
“La fama y el dinero no dan la felicidad. Si no tienes un hogar feliz no significan nada.”
"Yo era su chica, y él mi hombre; así de sencillo. Éramos buenos amigos, además de buenos amantes, y no nos exigíamos demasiado el uno al otro.
Acá no zafás:
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 269 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Pruebo, una vez más, escribir Haiku y, por primera vez, intento un Tanka.
Cae el ocaso
imágenes de niebla
parte un crucero.
La misma lluvia
sutilmente distinta...
Ya no estás aquí.
¿Si son amantes?
mira como se miran,
¡Son una hoguera!
El bosque otoñal
invita a la reflexión
contemplo y vuelo.
Brisa de otoño
se presiente en el aire
marzo asomando
amarillea el bosque
engalánase Ushuaia.
Querida, Lu, al final todo acabó bien.
ResponderBorrarMe da que Calabaza te acompañó primero por curiosidad, habías roto la rutina diaria y eso a los gatos los pone a cien, y luego por empatía y porque debía intuir que él tenía algo que ver con esa situación nueva por la mañana.
Lo describes tan bien, Lu, que visualicé tu paseo matinal en pijama y pantuflas con Calabaza a tus tobillos, los dos solitos a la espera de algún humano que te pudiera ayudar y me pareció muy tierno y divertido.
De las frase de la gran y guapísima diva me quedo con...
"Yo era su chica, y él mi hombre; así de sencillo...
Adoro los haikus, Lu, sobre todo los de Basho, y me encantaron los tuyos. Que lindas miniaturas poéticas y muy visuales.
Me parece muy dificil mantener esa síntesis y que tenga sentido y además el sentido sea hermoso, y tú lo consigues.
Tuve que mirar que era un Tanka, ahora ya los sé, sólo me queda leer algunos más además del tuyo.
Ah, cielos y bosques de otoño, esa brisa me trae olor a setas y tierra fértil.
Un abrazo,
Y esas cosas pasan con demasiada frecuencia. Y qué mal...Saludos.
ResponderBorrarBuen día Tesa!
ResponderBorrarTampoco sabía de las Tankas. Hace poco menos de un mes, Marina Filgueira le dedicó un Tanka a Calabaza y a partir de entonces, google mediante, también supe de que se trataba. El que publico hoy es por lo tanto "mi Tanka prima"
Abrazo y que tengas un bello domingo
Hola Lu. Viernes complicado. Pero como es frecuente que ocurra, visto a la distancia todo se ve más chico y menos grave. Los buenos recuerdos en cambio, al menos yo, siempre prefiero exagerarlos. Es gratis y tan reconfortante :)
ResponderBorrarTe mando un cariño desde la calurosa Buenos Aires.
Me haces sonreir con tus textos
ResponderBorrarMe encanta reirme
un abrazo siempre
Que buen texto nos dejas alma de Dios, por fin en retira la odisea, esto de quedarse de puerta a fuera y sin llaves y en pijama... Esto es la leche.
ResponderBorrarHe pasado un rato súper agradable y me he reído un poco pensando en las peripecias que has tenido que hacer, bueno, al fin y al cabo el asunto tuvo un final feliz.
Me ha encantado leerte.
Un abrazo, mi gratitud y estima.
Se muy -muy feliz.
Son bellos tus haikus. Me tomé la libertad de copiarlos…
La misma lluvia
sutilmente distinta...
en retirada…
¿Si son amantes?
Mira como se miran,
¡Es una hoguera!
Bosque otoñal
invita a reflexión…
aves en vuelo
Cae el ocaso
imágenes de niebla
parte un crucero.
¡Hola Lu. ¡qué aventura en piyama! Dejo este comentario cortito para seguir leyendote. Me encantaron los haiku. Besos, Evy
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