Comparto párrafos de Maitena

Tampoco me importa el mío

Me pregunto, y te pregunto, ¿todas las personas tendrán esa misma sensación que siento yo de que el tiempo se escapa por un inmenso agujero negro? A veces pienso que, en general, es una sensación que debemos compartir muchas mujeres y, raramente, algún hombre...¿Será una cuestión de género?

No sé como explicarlo, pero lo voy a intentar. 

Me gustaría sentirme como cuando estoy de vacaciones. Nada es urgente entonces y todo es igualmente importante. 

En cambio, cuando estoy en mi casa, siento, siempre, que tengo tanto que hacer, tanto, que no sé por donde empezar y, generalmente, al terminar el día me doy cuenta que, de todo aquello que quería hacer, no hice nada.

Me gustaría poder dormir un día sin "despertador externo", (no uso alarma, mi gatito Calabaza oficia de ella), levantarme una mañana sin esa sensación de "mente obturada", dejar transcurrir el día, mirar un rato algo en la tele, escribir sin tener que pensar en otra cosa que no sea la escritura, dejar que las ideas fluyan y el reloj se detenga...Leer, y terminar tan siquiera uno de los libros que se apilan en esa interminable montaña de "libros para leer", subir a la bicicleta y pedalear al menos 35 minutos, darme un baño de inmersión, con el ambiente oliendo a violetas y hasta que se "arrugue mi piel" de tanto estar bajo el agua. Digo, por citar solo algunos ejemplos de lo que me gustaría poder hacer. 

Obviamente todo ello en el contexto de mi casa impecable y ordenada, teniendo algún bocado sabroso, esperándome listo a la hora que me pinte el hambre, y un trago allí pidiéndome que lo beba...Por supuesto, Calabaza cepillado, con sus platos limpios, con su agua y su comida, el arenero desinfectado y con piedritas limpias. La heladera siempre con lo necesario, los inconvenientes domésticos arreglados, y más. Digo, también en este caso, como para citar algunos ejemplos de lo que me gustaría que sucediera.

Uff!..creo que en este monólogo de lo que no puedo hacer surge claramente, en este instante, adonde va a parar ese tiempo que "se escapa por el agujero negro"...

Ya veré como lo resuelvo...empiezo a entender porqué es tan maravilloso vivir de vacaciones...

Por ahora, lamento tener que dejarte con mis reflexiones a medias...Es que tengo que darle la comida al gatito, pedirle un turno con el veterinario, bañarme (ducha veloz) ir al supermercado, hacerme la comida, limpiar los baños y mi cuarto, terminar este post y para las 20 horas estar "divina y descansada" para juntarme con dos amigas a charlar de la vida y tomar unos vinos en un sitio donde, de fondo, suena una banda con cadenciosas melodías de jazz.

Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA. 

 Lu

Frases: 3 de Al Pacino

Ten cuidado con cómo juzgas a las personas, sobre todo a los amigos. No resumas la vida de un hombre en un momento.

La cámara puede filmar mi cara pero hasta que no capture mi alma, no tienes una película

La fruta cae del árbol. No lo sacudas antes de que esté lista para caer

Hoy zafás:

NOTA: En tanto estaba escribiendo la introducción y reflexionando sobre los tiempos, apareció en mi mente Maitena. 

¡Maitena! No tengo idea de su actividad hace ya un par de años. Cuando termine mi día, o mañana, voy a googlear para saber en que anda. Lo cierto es que me acordé de sus "mujeres alteradas" y me pareció que vendría bien publicar algunos párrafos de esa obra hoy, en sintonía con el primer bloque .

Así que comparto con ustedes un poquito de Maitena. A pesar que son textos de hacen más de 20 años, me parecen muy vigentes. ¡la recomiendo!

Dice Maitena:

Una mujer alterada es una persona que está cambiando. Y creo que fue Borges quien dijo que los únicos que nunca cambian son los tontos y los muertos.

Si bien es cierto que una cosa es sufrir un cambio y otra muy distinta es hacérselo sufrir a otros, convengamos que uno cambia cuando no soporta más lo que le pasa, por mucho que les pese a los que no puedan soportarlo. 

Así, la que hasta ayer te esperaba despierta, te cambia la cerradura; la que te esperaba dormida, se compra portaligas; la que veía siete telenovelas, se anota en siete cursos; la que manejaba una empresa, se quiere ir a vivir en carpa; la que cuidaba a la suegra como a una madre, la interna en un geriátrico; la flaca se pone hecha una vaca y la gorda baja veinte kilos.

En el medio, te van tratando de pirada, insatisfecha, ciclotímica, inmadura, egoísta y por supuesto, del peor de los insultos: feminista.

Pero no todo es negro: muchos de nuestros cambios son recibidos con gran alegría por aquellos que nos rodean, como nuestro nuevo marido o nuestro viejo analista. Y no fue fácil para nosotras las mujeres descubrir que teníamos derecho a cambiar. Por largo tiempo pensamos que lo mejor hubiera sido ser otra. 

Hoy, que sabemos que hasta la más superada se come las uñas, estamos más contentas con nosotras mismas. Cambiando lo que no nos gusta y no sólo los pañales o el rouge. Y lo logramos.

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Mujeres: Ellas sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que quieren. No toman un"no"por respuesta cuando creen que hay una mejor solución. Andan sin zapatos nuevos para que sus hijos puedan tener los suyos. Van al médico con una amiga asustada. Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus niños sobresalen y animan a sus amigos a que lo hagan. Se les rompe el corazón cuando muere un amigo. Sufren con la pérdida de un miembro de la familia, aunque son fuertes cuando creen haber perdido la fuerza. Saben que un beso y un abrazo pueden curar un corazón herido. Las mujeres vienen de todos los tamaños, colores y formas. Ellas manejan, vuelan, caminan, corren o escriben por correo electrónico para demostrarte cuánto les importas. El corazón de una mujer es lo que hace al mundo girar. Las mujeres hacen más que solo dar a luz: traen alegría y esperanza. Ellas dan compasión e ideales. Dan apoyo moral a sus familiares y amigos.

Alterada? Síiiiiiii!!! Y a mucha honra.