Tampoco me importa el mío
Que difícil.
Que difícil es volver, transitar este duelo, entender.
Hablo desde los sentires, desde la emotividad.
No hace falta oír razones. Las conozco, las entiendo, las acepto, las comparto... ¡Cuando se trata de que los dolientes son los otros o las otras!
Sé que pasará y entiendo la necesidad de transitar el duelo para lograrlo.
Así que, tranquila, hago lo que puedo y no me angustio por "nadear" en estos días.
Estuve en Comodoro Rivadavia, improvisé de un día para otro el viaje, tuve suerte, conseguí pasaje y fui a la ceremonia de echar a volar sus cenizas al mar. Lo hicimos el sábado 06, en un día muy patagónico, como lo fue ella. No faltaron los fuertes vientos, el oleaje embravecido, el frío y los grises del cielo.
Dicho esto, como para que comprendan si mis crónicas no salen del modo habitual, les cuento una noticia, para mi, muy buena, interesante y que puede ayudar a recargar mi energía.
Tengo una amiga muy teatrera.
Adriana es su nombre y siempre ha sido seguidora de mis relatos breves. Casi, podría decirse, es una fanática de ellos...
¡Lo que puede lograr la amistad incondicional! 😊
Lo cierto es que, fanática o no, desde hace un año; poco más o menos, venía gestando la idea de trabajar en la improvisación teatral de mis cuentos.
Entonces lo propuso en su grupo de teatro, "Leneas", la idea fue aceptada con mucho entusiasmo, decidieron trabajar en ello y...
Finalmente
llegó el momento concretarlo.
No voy a asistir al estreno, pero ya lo haré en alguna próxima presentación.
Les dejo este enlace, por si les interesa leer algo más sobre este proyecto.
https://lamirada.com.ar/20710-improcuento-en-cafe-latino-2.html
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 390 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Hoy sale para peques. Y para quienes siempre creemos en la magia de la niñez.
De mi archivo, este cuento lo escribí basándome en los divertidos relatos de Quiti cuando regresaba de algún viaje. Siempre sonaba en los aeropuertos...Desde los 70 años tuvo prótesis de cadera.
Mi abuelita es biónica
Hace muchos, muchos años, cuando yo era más o menos así de alta, como ustedes, a mi abuelita le decían “La abuela biónica” y por ese entonces, yo no entendía muy bien porqué.
Recuerdo que cuando se lo preguntaba a mi mami, me decía sonriendo: “es una broma que le hacemos, pero no es nada, sólo chiste”...
Así las cosas, imaginaba yo mil y unas historias, que siempre concluían en lo mismo: Mi abue era una súper mujer maravilla, ¡Una heroína!
Y por eso nomás, yo estaba feliz y orgullosa de ser su nieta.
Y un día, no me aguanté más mi secreto y decidí contárselo a todos mis compañeros y compañeras de 2º grado. Entonces, muy seria y emocionada, tal cual la circunstancia lo ameritaba, los reuní en un recreo y les dije que estaba a punto de revelarles un gran secreto. No sé qué pensó mi divertida cabecita de niña, pero sí sé que ante la mirada sorprendida de mis amigos, me sentí el centro del universo.
Me agrandé entonces contando una historia en la que no faltaron detalles románticos y de mil colores, pero lo cierto es que dejó a mis oyentes con la boca así de grande abierta al enterarse de que yo, la cuatro ojos, tenía una... ¡ABUELA BIÓNICA! que con solo extender su mano podía detener un tren.
De cualquier manera y como siempre pasa, con los niños y niñas de más o menos 8 años, se formaron dos bandos.
Uno, los que me creyeron a pie juntillas y 2, los que no creyeron ni un poquitín de mi historia. O sea, el bando de “ojos muy abiertos de sorpresa y admiración”, y el bando de “lo muertos de risas y carcajadas burlonas”
Así las cosas, yo iba feliz y contenta a la escuela, hasta que un día de acto escolar (los que por alguna razón hasta hoy los detesto), al que fueron mi mamá con mi abuela para verme bailar un candombe de la patria, vestida de negrita se armó un terrible zafarrancho. .
Antes de que pudiera siquiera empezar la celebración, esos chicos que nunca faltan, los “muertos de risa y carcajadas burlonas”, hicieron un cordón humano, se amontonaron, como veía amontonarse a mi hermano y sus amigos cuando jugaban al rugby, y corrieron, con tal velocidad y fuerza a enfrentarla, que en menos de un abrir y cerrar de ojos, mi pobre abue quedó desparramada en el piso.
¡El revuelo que se armó! Mi mamá pedía auxilio; la señorita corría llamando a la directora; la directora corría intentando atrapar a “esos salvajes” (según escuché que decía); “esos salvajes” corrían por entre la gente que estaba llegando para compartir el acto, tratando de no ser atrapados por la directora, con caritas de mucho susto, los cachetes colorados y soltando frases más o menos así:
-Te dije que no era biónica.
-No, yo lo dije primero.
-Mi papá me va a matar.
¿Y mi abuela? Logró incorporarse un poco, de modo tal que quedó sentada en el piso, desde donde observaba divertida la escena y esperaba que se calmaran los ánimos, para pedir que alguien la ayude a pararse, mientras decía:” ya, ya, si no me lastimé, está bien, tranquilícense, que no pasa nada. Fue solo un susto, pero está bien. Siento que la prótesis de mi cadera sigue intacta y en su justo lugar. Sigue allí, tan bien ubicada, que esta noche cuando me acompañen al aeropuerto, van a oírla sonar en el mismísimo instante en que pase por los controles de seguridad...”
¡Y entonces me di cuenta de porqué le decían Mujer biónica. Es que en esa operación que le habían hecho, cuando se rompió unos huesos al caerse en el hielo, le habían puesto unos “clavos” para unírselos de nuevo. Esos clavos eran los que al pasar por los controles de seguridad activaban las alarmas y por eso, en broma, le decían mujer biónica.
Bueno, no sería una heroína, ni una mujer maravilla, ¡pero siempre fue la mejor abuela cuenta cuentos del mundo!
Hola Lucía, qué bueno verte por acá. Es cierto que los duelos hay que transcurrirlos para poder asumirlos, no hay otra, es el tiempo el que ayuda a conformarse con que aquella persona querida ya está más que en nuestro recuerdo, donde vivirá para siempre.
ResponderBorrar¡Qué linda la canción que elegiste! Y el cuento de la abuela me siguió causando risas. Besos, Evy
Tiempo al tiempo amiga que aunque lento siempre va curando, no olvidando. Y mejor hablar de ello que guardarlo. Interesante idea que tus cuentos van a ser oidos y representados, literatura y teatro unidos
ResponderBorrarMenuda liaste con contar lo de tu abu vaya susto se llevaría. Nos sacaste la risa amiga.
Buen lunes Lu. Cuídate.
Un abrazo.
LU,
ResponderBorrarQuero felicitar-te por veres tua crónica transposta para o teatro!
Bravissimo! Te desejo o maior sucesso!!!
Depois, essa avó biónica, tem tudo para ser também uma história com muito êxito. Tens muito talento querida amiga!
Mais uma vez me congratulo pelo teu sucesso!!!
Una noche feliz. Besos!
Querida Lu, este tiempo de pandemia nos ha trastocado a todos, y en tu caso a la imposibilidad de viajar que seé que te ha afectado mucho, se ha unido la pérdida de personas muy importantes en tu vida.
ResponderBorrarEs normal que sientas dolor, haz el duelo con calma, Lu, y verás como poco a poco esta desolación por las ausencias se irá convirtiendo en gratos recuerdos que te acompñaran siempre.
Qué buen proyecto el del Café Latino, me encantó la idea, a ver si te acercas y nos cuentas la experiencia en directo.
Y qué decir de la abuela biónica, una delicia, Lu, vuelvo a sonreír al recordar el relato.
En algún momento, Lu, no me queda otra, voy a ser tan "biónica" como tu protagonista, ya me imagino pitando en las puertas de seguridad del los aeropuertos.
Un abrazo grande, Lu, desde esta primavera radiante, todavía con mañanas frescas y días claros y soleados, de esos que a mí me gustan. ¿Qué tal tu otoño?
Mímate,
Evy hola
ResponderBorrarQué genial que el cuento te siga provocando risas. Me alegra saberlo
Me encanta esa canción y me gustan, mucho, los Granados. ¡Linda familia, simpatía; mucha y buenas voces! Ni sabía que existían (excepto Pablo, obvio que es conocido como humorista más que como cantante) hasta que los descubrí buscando tema para el segmento de "Música en tiempos de covid 19"
Abrazo y ¡feliz otoño amiga!
Lau!! Sí, lo sé y así lo transito: "tiempo al tiempo"
ResponderBorrarTambién me pareció una gran idea eso de teatralizar obras literarias de autores y autoras de Tierra del Fuego. Como tal, he resultado "conejilla de indias" para la experiencia.
Genial que también a ti te haya hecho reír mi relato
Va mi abrazo otoñal
Hola Albino.
ResponderBorrarEres muy generoso con tu comentario
¡Muchas gracias amigo poeta!
Va mi abrazo ¡feliz primavera!
Tesa linda
ResponderBorrarCierto sé que el dolor y desasosiego pasará, pero sé que la sensación de vacío será por siempre. Fueron mujeres muy importantes en mi vida. Todas. Y particularmente Quiti.
Supe que tuvo muy buena aceptación del público la teatralización de mis relatos breves.
Este jueves va de nuevo, pero con otros de mis cuentos.
No voy a ir. Pero ya no por mi duelo sino porque la verdad es que es un espacio cerrado, y no me da mucha seguridad respecto al tema covid.
No vaya a ser que a un pelín de lograr ser vacunada me pesque el bicho. NO. Decididamente mejor no voy.
Mi amiga Adriana me pasará la filmación, al menos eso me dijo.
Mi otoño? ¡Uf! de momento solo apareció su parte más desagradable: Viento -mucho- grises, frío y lluvia. Confío que en abril sacará a relucir lo mejor de si: días soleados, bosque bellamente coloreado, sol, temperaturas agradables y sin viento.
Fuerte abrazo va amiga linda
Estimada amiga, mi deseo hacia ti va en la misma línea de los amigos que ya te han escrito, así que tranquilidad, que todo es cuestión de tiempo, y una recomendación si me lo permites, no dejes de salir a dar paseos, que a mi me hicieron mucho bien cuando me falto mi madre, hace menos de un año.
ResponderBorrarY te felicito muy sinceramente porque algunas de tus obras sean representadas en un Teatro; Es para estar orgullosa, y con razón.
Gracias, Lucía, también por esa maravillosa historia de la abuela, con la que me has hecho reír de lo lindo, y por ser como eres.
Un fuerte abrazo.
Hola Manuel
ResponderBorrarSiempre es muy grato recibirte en mi casita de letras.
Gracias amigo por tus apreciaciones y por alentarme a seguir "pa'lante".
Sé que ya es tiempo de que "arranque la chata que los melones se irán acomodando en el camino"
Va mi abrazo cruzando los mares