Tampoco me importa el mío
Y no solo eso, ya transcurrieron 10 días desde su comienzo, y nosotros, los pasajeros del tiempo, inmersos en él, muchas veces olvidamos de bajarnos a descansar un poco de tanto ritmo agotador.
Y quiero decir que sí creo en el calendario maya. Que muchos y muchas no supieron interpretarlo, también. Creo en un cambio. Creo que la humanidad está dándose cuenta justamente de esa necesidad de hacer paradas, de ver el horizonte desde otro punto, sentir el aire al respirar, mirar las miradas. Creo en una nueva era.
Creo en los desprendimientos de toda índole, particularmente los materiales. Y con mucha fuerza, creo en la necesidad de desprenderse también de los antiguos dolores,los lamentos y la zonas oscuras por las que que cada uno de nosotros debimos atravesar hasta hoy.
Creo en un nuevo paradigma, que aún debemos descubrir, alimentar y madurar...Algunas personas, van un paso adelante, pero no es lo que más importa. Lo importante es, que todas las gentes puedan empezar a recorrer este nuevo tránsito. ¿Utópico? Tal vez...pero tal vez es parte del cambio, empezar a creer en las utopías. En las grandes, en las comunitarias, en las que nos hermanan y nos dan fuerza. No en las personales. Creo que ese deberá ser el primer desafío: ser menos YOICOS. Ampliar la mirada, correrla de nuestro ombligo...No creo por eso que los problemas personales vayan a desaparecer...no. Pero si creo que es tiempo de redimensionar los aconteceres propios...
De hecho, el 2013 me sorprendió con una energía deferente...Y en algunos aspectos de mi vida emocional, (lo material "hace siempre" que no me importó) me doy cuenta del cambio energético. Nada cambió respecto al último minuto del 2012...sin embargo todo cambió para mi...Es una cuestión energética...Es creer...o reventar, según el antiguo dicho.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también. ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida
La frase para pensar:
Las hojas muertas se rastrillan hacia los desperdicios. Los recuerdos y lamentos también
Jacques Prévert
Acá no zafás:
(para eso me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 91
de la suelta de mis letritas!)
Año nuevo
Hasta
los gorriones están felices este primero de año. Yo no…
Estaba
en mi jardín, soleado, verde, agreste, con calafates aquí y allá, lengas jóvenes e irreverentes cubiertas de pan de indio, siemprevivas, manzanitas del diablo, mini margaritas
silvestres, y los pájaros. Gorriones, zorzales, y comesebos, desbordando sus
trinares, salticando y picoteando, alabando el magnífico día de verano, luego
de tantos grises que, por suerte, quedaron en el pasado.
Fiesta
melódica en la primera mañana de un
nuevo año. Pensé que era una buena señal, una anunciación, un indicador de un feliz
2013 para el universo todo. O, al menos, para mí. Corregí mi pensamiento, que por un instante
se tornó absolutamente utópico, y mi racionalidad lo volvió a su centro.
Algún
cohete tardío y clandestino, estalló cercano, pero mi pequeño bosque –por suerte
– cubre totalmente la visión de los patios linderos. Es mi muralla verde. Me siento protegida y
disfruto, atrincherada, en mi pequeña fortaleza.
En
esa contemplación me encontraba, cuando descubrí un carancho que acertó a pasar
por mi oasis personal.
(Debo acotar que no me gustan estos pájaros, que anuncian la nieve, que huelen
a carroña, que sus graznidos son
agoreros y por eso nomás no los quiero.)
Pasó la maldita ave carroñera… ¡y pasó lo que
tenía que pasar!
Hasta
los gorriones están felices este primero de año. Yo no…
¡El
carancho me cagó! Y lo que es peor, sobre
mi torso desnudo que disfrutaba por fin del sol.
BUEN AÑO 2013 !!!!
ResponderBorrarREFLEXIVA LA INTRO............
EL RELATO, SIMPLEMENTE, DESCONCERTANTE ..........
TODO, SEGUN MI GUSTO.
TE QUIERO
LA UBALDON