Tampoco me importa el mío
Por eso voy a pesar de que "no me importa mi pasado", en esta intro voy a volver un poco hacia él, para compartir algunos pensamientos sobre las "familias enormes", esas familias donde se sumaban los tíos, las tías, los primos, las primas, los suegros/suegras de los unos y de los otras, etc, y en las celebraciones se agregaban cada vez más tablones y caballetes para que toda la parentela tuviera su lugar en la mesa.
Me pregunto y les pregunto...¿aún en estos tiempos acelerados que vivimos, quedarán familias de esas características, que se reúnan en los cumpleaños, los bautismos, comuniones, (o la celebración que corresponda de acuerdo a la religión que practique la familia) Noche Buena, Navidad, Noche vieja, Año Nuevo, bodas de plata, o de oro etc?Yo viví esa experiencia...de niña, en el campo....en ocasiones, pues no vivía en el mismo pueblo que todos mis tíos y tías Porta, pero recuerdo esas pocas oportunidades de manera muy intensa,con auténtica nostalgia y me doy cuenta ahora-que tengo más de 50- el rol fundamental que cumplían los adultos para mantener la familia unida. ¡Seguramente habrán habido peleas, discusiones, miradas "atravesadas" y "sacadas de cuero"...y si uso ese tiempo verbal es porque yo no lo recuerdo, no lo viví. Pero los niños difícilmente podríamos percatarnos de esos "entretelones"...o tal vez no los haya habido...Pero, lo que cuenta, en todo caso, es el amor y la necesidad de compartir esos momentos tan significativos de la vida, con todos los parientes. ¿Tendría que ver con recordar el "terruño" de los abuelos dejado del otro lado del océano? No lo sé. pero lo que sí se ahora, es que al morir los viejos, las nuevas generaciones (intermedias y jóvenes) ya no intentan siquiera juntarse un día cualquiera una vez al año. ¡Y valoro por eso más aún a los viejos que intentaron siempre reunirnos!
Y si bien, es mínimo el universo que tomo para exponer estas
ideas-se reduce a mi familia-intuyo que debe suceder lo mismo en casi todas las
que algunas vez fueron enormes familias, que quedan hoy grupos dispersos
reducidos a la familia primaria y a los amigos, pero ya no a los
parientes.
Y el toque realmente personal de estas reflexiones es que vienen a cuento porque la única tía que tengo ahora de parte de mi familia Porta, acaba de cumplir 90 años. Vale aclarar que de mis tíos sanguíneos (los hermanos de mi padre) ya no queda nadie, esta tía noventosa estaba casada con un Porta y si bien es cierto que aún quedamos los hijos e hijas, nietos y nietas, bisnietos y bisnietas de esa rama familiar, fueron apenas unos
pocos los que dijeron presente a la celebración, la cual fue organizada por la
familia sanguínea de la cumpleañera y en ese caso sí, estuvieron casi
todos presentes. No pude ir y lo lamento tanto...tengo motivos "justificados" pero no es eso, es que digo ahora ¡Que pena ya no están los viejos para volver a juntarnos a todos contra viento y marea!
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
Frases para pensar:
"Definitivamente hay que dignarse a soñar para no tener que llorar"
Lina Rincón
"Lo que más me molestó no es que me hayas mentido sino que, de aquí en adelante, no podré creer en tí"
Friedrich Nietzsche
"Después de todo, tú eres la única muralla, si no te saltas nunca darás un solo paso"
Luis Alberto Spinetta
Acá no zafás:
(para eso me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 157 de la suelta de mis letritas)
Nostalgia del amor
Esta desazón
de vos
y
mi nostalgia
de
siempre...
De lo que
pudo haber sido
de mares no
cruzados
amaneceres
no vistos
y esta
sombra
de olvido…
¿De vos?
No…claro
que no.
De montañas
no escaladas
y viajes no
hechos,
de dedos
entrelazados
¿de
tus manos?
No…claro
que no
De manos
que abrasen
que cuiden
y cobijen
mis
temores,
mis pasos
desorientados...
De pies
desnudos
sobre la
arena
¿de tus
pies?
No…claro
que no,
con
ellos
borraste
las huellas
para
negar el pasado.
para no ver
lo que pudo
haber sido
para no
recordar
el amor
boicoteado...
De la
impronta de hogar,
que no
tuvimos,
y de un
hijo nuestro
que no llegó
para
cambiar el destino
pero no de
vos,
nunca…
Y esta
soledad,
mamarracho
en la
mentira de tu
abrazo,
me recuerda
los años perdidos
y me
anostalgio;
por el amor
que no
asomó.
por los
amaneceres
rosados
por el café
de la
mañana
y algún
beso,
robado...
¡Ay amiga, cuánta nostalgia y que sopapo me diste en el alma! Comparto ese sentimiento que sobrevuela tu poesía. Sabés por que lo digo. Es así, lamentablemente el tiempo pasó y vivimos otras vidas con otras personas, con otros sueños compartidos y aquellos pasos en la arena se borraron con la espuma de las olas de los días «sin». Nada vuelve, dijo Huidobro.
ResponderBorrarPerdón por empezar mi comentario al revés, con respecto a la intro, todo un tema, yo no lo viví porque mi familia era casi «tipo», pero lo vi en mis vecinos de al lado, en el barrio en el que crecí, siete hijos/as, compromisos (se usaba entonces) casamientos, bautismos, fiestas navideñas, cumpleaños etc. Todo se celebraba en el enorme patio, con las mesas improvisadas con tablones y caballetes, largos bancos en los que cabía ese familión, presidida la cabecera por el padre con la madre a su derecha. Muchas veces nos invitaban y yo recuerdo haber visto a mis padres bailar al son de una orquesta casera, guitarra y acordeón un valsecito o un tango. Qué épocas hermosas. Mi sueño personal fue tener una gran familia, cinco hijos al menos, para poder reproducir esa imagen de postal antigua. No pudo ser, pero aquella persona con la que lo planificamos o soñamos, lo logró, obviamente no conmigo. Y mi familia fue chiquita, un «hiji» de sangre, pero después, muchos «hijis» del corazón que llenaron mi casa, así como mis «hermanos del alma», los amigos, que todavía conservo y amo.
Muy buenas tus letritas de hoy, pero me quedo «picando» tu poema. Te quiero, Evy