Tampoco me importa el mío
Pero, a pesar de ello, estoy en una etapa nostálgica y recordar me hace bien. Es como si volviera a encontrarme. A veces, crecer puede significar perder el rumbo tras "costumbres adultas" o pautas impuestas socialmente...
Me gusta ser la que fui, y no hablo de juventud, no tengo rollo alguno con mis años. Hablo de esa espontaneidad, ese creer que una va a poder con la vida, ese sentir visceralmente cada segundo y tener sentimientos a "flor de piel"
Hoy nieva en Ushuaia, comparto con ustedes dos fotos tomadas desde adentro de mi casa.O sea fotos improvisadas, pero supongo que servirán de todos modos para que, quienes no conocen, tengan un flash de nieve...
Tal vez, la nieve me haya puesto
nostalgiosa...Lo cierto es que publico cartas que extraje de mi baúl de
recuerdos, que me parece que tienen mucha poesía implícita, y mucho
sentimiento. Ese tipo de sentimientos que no se encasillan en ninguna
tipología. Esos sentimientos a corazón abierto que van más allá de cualquier
tipo de relación. Ese quererse más allá de la vida...del tiempo...de la
distancia
Conservo amigos de esos, y quisiera que cada quien pueda atesorar esa posibilidad de sentir sin límites y sin etiquetas.
Estoy escribiendo este post con mucha antelación, pues en el transcurso de esta semana, el día 6 precisamente, vendrán a visitarme mis amigos Silvia y Carlos. Con ella, somos amigas desde los 13 años...¡una vida juntas a pesar de la distancia! Estoy muy feliz. Sil es parte de ese mundo ambulante en el cual nos queremos y nos sabemos nosotros mismos.No hay espacio para la duda...¡Y eso es magnífico!
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
Frases para pensar:
"Los
hombres cuentan historias que nunca tuvieron. las mujeres tuvieron historias
que nunca contaron"
Anónimo
"Yo no distingo entre la magia y el arte"
Alan Moore
"La amistad es, ante todo certidumbre, y eso es lo que la diferencia del amor"
Marguerite Yourcenar
Acá no zafás:
(para eso me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 166 de la suelta de mis letritas)
Cartas con poesía...
Hola Lucerito.
Me temo que empezamos mal si ya me acusas de no
querer saber de nosotros. Mejor harías en abrazarme virtualmente y esperar a
saber alguna cosa... por ejemplo si me resultaba fácil hablar por
teléfono, si me costó encontrar a alguien... si tantísimas cosas...
Empecemos de
nuevo: soy el mismo, mucho mas viejo, igual de loqueante, igual de cerca a
pesar de los kms, pero un poco más susceptible a los ataques y prejuicios. Yo
siempre me acuerdo de vos, y extraño nuestro modo de escribirnos un poco más
lejos de lo posible, pero también tengo una vida material y personas
que rondan no siempre con el talante comprensivo que es de esperar en
todas las cosas de la vida... ya sabes que algo de rebelde y de
incomprendido siempre queda muy bien en un artista de papelitos en los recreos,
de dibujitos en los márgenes... me acordaba de un lugar casi más allá del arcoiris, supongo
que vos te acordarás también...
Me encanta tu correo, pero quiero estar seguro
de que entiendas que no importa ya cuantos días pasen, cuantas tormentas,
cuantas veces vaya el cántaro a la fuente... vamos de a poquito, tenemos
tiempo... no se nada de vos, yo vivo en Barcelona ya lo sabrás, ahora me corté
el pelo recortito, por decir algo actual, y acabo de ver el correo en un ciber
porque me cortaron el teléfono por no pagarlo, nunca tengo guita y sigo amando
las artes todas y los sueños, siempre serás mi amiga de siempre, siempre te
quiero tanto, no temas, pero vamos de a poquito, porque no quiero que nadie se
coma pálidas, y ahora con este medio electrónico parece que ha llegado la hora
de no volver a estar solos nadie, bueno cielito tengo que irme, por ahora un
besito enorme y contame algo de tu vida, me alegro tanto de que sigas como
nosotros.
Ser
Hola.
No. No creo que empezamos mal. Creo que empezamos distintos...
¿O será
que “Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos”?
Estoy
igual que antes, un poco más vieja claro, pero no creo en eso
demasiado, esencialmente sigo igual, con un dejo de tristeza como ya sabés....imagino
que no olvidaste eso de “ El pedacito de lágrima que nunca se termina de ir de mis ojos” Ojalá no lo
olvides, si ya lo olvidaste...
No, no
entiendo que pasen millones de años luego de una carta en la que me decías que
no desaparezca nunca más, y resulta que vos desapareciste.
Cronológicamente,
fueron 13 años, emocionalmente dependieron de mi ánimo claro está.... te mandé muchas
cartitas, tarjeta de cumple, llamé por teléfono al hotel y ya no estabas...
Un
par de años más tarde, una amiga golpeó a tu puerta varias veces......vivías en
las Ramblas.....se cansó de ir...nunca supe nada.
Hace un
año y algo, empecé a buscarte una vez más, necesitaba saber de vos...recurrí a
internet.
Me
asusté.....pensé que tus huesos quedaron por allí......que tu cabeza había
estallado....no podía creer que si tus pies seguían descalzos por algún parque
no intentaras encontrarme. Tenías una ventaja, sabías adónde, yo no. Sin
embargo puse avisos....buscapersonas.net por ejemplo....le pregunté a las
nubes.....pero nadie me hablaba de vos.
No
podía creer....el “señor con zapatillas” que había signado en parte mi vida ya
no estaba, se había esfumado así como si nada. Empecé a creer que te había
inventado.
Ni
hablar que, mientras tanto, lo cotidiano me atravesaba. Andaba y desandaba caminos.
Me enamoraba y tocaba el cielo, me desenamoraba y llegaba la noche. Lloraba...reía...viajaba.
Londres fue lo más cerca tuyo que estuve, (hablo de lugares, se
entiende).
Me
perseguía el cáncer pero yo corría más rápido...dos operaciones de las que
dejan huellas en el alma...
Pero, aquí estoy. No, no empezamos mal. Retornamos distintos. Ojalá ahora no
desaparezcas... ojalá en tu lugar haya gaviotas y puedas entender porqué son la
noche blanca disfrazada de mamadera.
Un beso
de mariposa.
Lucerito
Lucía, qué hermoso que está este viernes tu blog. No solamente por las fotos con nieve, sino por la ternura con que está escrito desde la intro. Y qué decir de las cartas, son el alma de dos personas puestas en letras. ¿Por qué será que me llegan tanto? Tal vez por una empatía con cosas similares de mi vida. No importa, lo que importa es que me conmoviste mucho y que no me salen loe elogios tan fácilmente como otras veces, besos, Evy
ResponderBorrar