Tampoco me importa el mío
A 80 días de iniciado el conflicto, con la gobernadora de esta provincia ausente, haciendo "lobby" para ser reconocida como una figura relevante en Buenos Aires, con lo que el pueblo dio en llamar "tarifazo", con la jauría en el patio lindero, y otras tantas noticias nefastas, qué mejor que abrir la puerta para salir a jugar.
Qué mejor que rescatar la magia del juego y comprender que no solo es cosa de niños. No vamos a cambiar la realidad con ello pero al menos, me parece, podríamos cambiar nuestro mínimo universo, nuestro cotidiano y sonreír con más frecuencia y vivir más distendidos.Podríamos jugar en la calle a saltar baldosas rotas, o en la fila del supermercado, banco o la que sea, encontrar gentes vestida de tal color, o encontrar parecidos, o tantas otras situaciones divertidas que podríamos encontrar si echáramos a volar nuestra imaginación. Podríamos, por ejemplo, jugar en nuestras casas a ser quien quisiéramos, a las escondidas con hijos y/o pareja...
En fin, a tantas cosas podríamos jugar y sin necesidad de dedicarle tiempo extra. Digo esto, porque creo que más de uno/una estará pensando "si todo muy bonito, como si no tuviera nada que hacer".
Y ya que sobre el jugar hoy reflexiono, en voz alta, me he estado preguntando si los niños aun juegan de ese modo tan creativo a la vez que solemne de jugar. Me asusta pensar que solo juegan a "jueguitos con la pantalla", pero tal vez aun no se haya perdido la fantasía y la magia de varios juegos tradicionales. Me reconforta creer que aún siguen en esa linea de juegos, el haber visto días atrás a un vecinito que andará por los 9 años, en la puerta de su casa, siendo un "soldado clarinetista", pues con su corneta de juguete, tocaba y desfilaba teniendo como toda compañía a un perro vagabundo al que, quien sabe porqué, le puso de nombre Lucy. Lamento no haber tenido a mano una filmadora...¡vaya que fue un bello espectáculo el que presencié desde la puerta de mi casa! Tierno y gracioso. El nene verdaderamente era un soldado desfilando, sus gestos, el movimiento de sus manos, la manera de marcar el paso y ¡la forma en que ordenaba a "Lucy" para que lo acompañara en el desfile!. Difícil tarea, sin dudas, ya que cuando él tocaba "el clarinete" el perro, en vez de seguirlo, se asustaba y salía corriendo.
Pasé un bello momento y supe entonces que "no todo está perdido", pensamiento que sin dudarlo alegró mi tarde.
Ojalá se inspiren con esta entrada y vuelvan a jugar, los que ya no lo hacen, y sigan jugando por siempre los que, como yo, están convencidos de que no se es inmaduro por ello, pues comprenden que lo lúdico va más allá de la edad.
Ahora, me voy a buscar formas en las nubes, mientras espero que venga mi hija, para esconderme cuando ella asome por la puerta de mi casa.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.
Frases para pensar
“El
hombre no deja de jugar porque se vuelve
viejo. Se vuelve viejo porque deja de jugar.”
George Bernard
Shaw
“Alégrate
de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de
mirar a las estrellas”
Henry van Dyke
Henry van Dyke
¡Ustedes
tienen que ser alegres!, ¿Saben?, tienen que jugar a los piratas...Hacer
ciudades de mármol...Reírse...Tirar fuegos arficiales.”
Roberto Arlt
"Al jugar los niños, rodeados de un mundo de
gigantes, crean uno pequeño que es el adecuado para ellos...”
Walter Benjamin
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que
leé la entrega Nº 204 de la suelta de mis letritas)
Fantasmagórico
Sombra
que me asombra
me inquieta
me acaricia
me persigue
Sombra
confusa
sombra del pasado
entraña
de mi presente...
Sombra
de ese amor
irreverente
que en cada amanecer
me despierta,
despeñada,
tras su abrazo alado.
Ups, soy la primera en comentar y eso que vengo con retraso. Me encantó esta crónica de los juegos, es que cuando no había tanta tecnología ni televisión que nos dieran las cosas ya "masticadas" y hasta a veces "digeridas" hacíamos uso de algo tan ancestral como la imaginación. Y entonces nos convertiaamos en algún personaje de historieta o como contás vos de ese vecinito, en soldado, o princesas o símplemente en mamá de una numerosa familia de muñecas. O saltábamos a la cuerda o jugábamos a la "mancha", a las escondidas, con aquel famoso "piedra libre para todos mis compañeros". Las rondas con canciones como el "Arroz con leche me quiero casar" o "La farolera".
ResponderBorrar¿Será que todo eso se perdió en el tiempo? Tal vez en alguna parte del mundo todavía se canten rondas o se juegue a la "bolita" o la "payana" con las 5 piedritas, o a la famosas Rayuela con el cielo y la tierra para saltar los números en un solo pie. Cuántos recuerdos de juegos en los que poníamos energía e imaginación. No creo que todo esté perdido es cuestión de que los adultos juguemos alguna vez con nuestros hijos o nietos y reflotemos esa "sana costumbre de jugar". Esa sombra de tu poema se siente en la realidad, besos, Evy