El señor sin cuello

Tampoco me importa el mío  

Vuelvo, quiero creer que estoy volviendo

con mi peor y mi mejor historia

conozco este camino de memoria

pero igual me sorprendo....

Hola gente querida. No encuentro mejor manera de retornar que estos versos que tomé prestado del siempre, para mí, presente Mario Benedetti.
Y que me disculpe don Mario desde su estrella, pero así me siento. Que me disculpe, digo, porque no vuelvo de un exilio...sólo regreso luego de tres semanas de vacaciones en las que tuve de todo, como los viejos almacenes de ramos generales. Y cuando digo de todo, me refiero a varios planos, o al menos a dos principales: clima y afectos.
Un placer, a pesar de los días lluviosos y fríos, fue compartir el cumple 95 de mis "tías" gemelas. Eso en la ciudad de 25 de Mayo, donde luego de tanta lluvia salió, tímido, el sol aunque aún a pesar de él, el frío no se dio por vencido.
¿Qué decir más que voces de esperanza y felicidad al ver que se puede llegar a tantos años con una vida plena, con una lucidez prodigiosa y ganas de seguir andando?
Luego fui a Rosario...¡cuánto sol! pero, igual o más frío aún. Y el reverso, casi, de los aconteceres que viví en 25 de Mayo. Vi a mi tía de 91 años triste y la sentí como "cansada de tanta vida"  aunque también ella goza de buena salud tanto física como mental. Rescato sus ganas de reír, a pesar de todo, y su emoción cuando dice "Si yo volviera a tener 19 años, volvería a hacer todo lo mismo y volvería a elegir al Pedro para casarme"...¿Pueden creerlo? 
Me pregunto y les pregunto ¿cuántas personas habrá en el mundo que puedan decirlo así tan naturalmente y con tanto orgullo de haber tenido ese hombre, o mujer, como único amor en toda su vida? "El" Pedro, quiero decirlo falleció hacen ya muchísimos años y era Pedro Porta, hermano de mi papá. 
Y conocí retoños también...una nueva integrante de la extensa familia Porta en la que, lamentablemente, a partir de que ya no queda nadie de la generación que me antecede, tíos y tías, los vínculos se van perdiendo. Ya hablé de ese tema alguna vez , de la pena que me causa ver como caen en el olvido las relaciones parentales de grandes familias que, aún con sus discusiones a cuestas, sobrevivieron unidos gracias a las "tías viejas". Y luego, poco a poco, se han ido perdiendo a pesar de los avances, o por ellos, de la tecnología y facilitadores de la comunicación.
¿Y qué decir de Buenos Aires? Bella, soleada y feliz. Me sorprendió gratamente esta vez,  y no tengo dudas que ello se debe a la buena onda de mi amiga Yanina, que me recibió en su bello monoambiente del no menos inmejorable y magnífico barrio de Retiro. Todo al alcance de tu mano, todo para ir caminando y no tener que sufrir la tortura de medios de transporte, cualquiera sea. Fuimos, entre otros lugares, a la Reserva Ecológica...¡vaya sitio! No lo conocía y se los recomiendo. ¡Si van a Buenos Aires no se lo pierdan! Y si viven allí, pasen a visitarlo. Por suerte no es verano...de lo contrario no lo hubiera resistido. Por suerte no vivo allá y con mis ojos de turista la gran ciudad se vio magnífica...¡Ahhh Buenos Aires! Todo un tema en si mismo, sobre el que me gustaría reflexionar en voz alta y compartir un  viernes de estos.
Y fue entonces, en los días más divertidos de mis vacaciones, cuando llegó la otra cara de la moneda. Como siempre. Una de cal y una de arena...Como la vida misma.
Me llamó Gerardo, para avisarme que su mamá, mi amiga Liliana, estaba muy mal. Que ya la habían mandado a la casa...Que la oncóloga dijo que la quimio no resultaba...Y yo respondía, cuasi autómata- "bueno, en dos días voy a llegar y voy a pasar a darle un abrazo"...Lo dije, solo por decir algo...Sabía que tal lo que Gera me estaba diciendo mi amiga, su mamá, no iba a poder esperar mi regreso...Llegué el 22 a la noche...la enterraron el 22 al mediodía. Tan sólo 62 años, muy buena gente, lectora incondicional de este blog y seguidora fiel de mis letras, con una vida con proyectos para rato, tanto por decir, tanto por hacer...
Seguiré intentando aterrizar... Gracias por el aguante.

Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida.

                                                                                                                Lu

¡Hasta cada recuerdo amiga!

Frases para pensar

“La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella”

 Tomás de Kempis

“Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.” 

Rabindranath Tagore

"...la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo.”

Isabel Allende

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida” 

 José Martí

Acá no zafás:

(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 206 de la suelta de mis letritas)

NOTA: un nuevo intento de escribir para niños. La idea era otro cuento, pero...¡salió en versos! Lo estoy intentando...Ojalá a los y las peques les guste.

El Señor sin cuello

Amaneció Ushuaia

blanca de nieve

y le digo a mi abuela
que, antes de ir al jardín,

quiero jugar afuera.

Me pone guantes,

botas, campera
y gorro

para salir.

Busco el trineo, del año pasado,

y voy a llamar

a mi amigo,
que vive en la casa de al lado.

¡Martín, Martín

llegó la nieve

vamos a jugar!

Grito muy entusiasmado.

La mamá le dice

que tenga cuidado.

Le da una zanahoria

una bufanda vieja

y unos corchos quemados.

Sale mi amigo comiendo pizza

patina,  se cae panza abajo,

y yo me muero de risa

Cargamos en el trineo

el magnífico tesoro

y vamos a la plaza

jugando con las huellas
que en la nieve

deja, Morena,

la perrita que vive enfrente
de nuestras casas.

Debajo de una lenga

comenzamos nuestra obra

haciendo, entre los dos,

una gran bola

luego otra,

algo más pequeña,

para la cabeza

con

nariz de zanahoria

ojos de corcho quemado

y la bufanda vieja,

como su única ropa.

El Señor sin cuello
está terminado

pero...¡no tiene boca! 

Nos reímos mucho
y nos gusta tanto
que no nos importa.