Tampoco me importa el mío
Nunca, pero nunca jamás, nunca nunca, voy a olvidar el primer viaje que hice a Europa, el primer pasaje "caro" (para mi bolsillo) que compré...
Fue en el año 1980. Mi primer año lejos de mi familia, mi primer trabajo como "maestra jardinera", mi primera experiencia de "adulta"...
Fue a París, iban dos amigas y yo, inconscientemente feliz, decidí ir también.
Recuerdo, imposible olvidar, compré un pasaje en 12 cuotas de Aerolineas Argentinas. No, claro que no tenía tarjeta de crédito.
Y como detalle, no menor, renuncié a mis dos cargos para poder viajar en el mes de octubre. Obviamente no me darían, siendo docente y cursando mi primer año laboral, licencia por 20 días bajo ningún concepto.
AR me dio una chequera y yo, mes a mes, pagaba y cortaban por la linea punteada el "cheque" correspondiente. Así de sencillo el trámite.
Por cierto viajar con o sin equipaje costaba exactamente lo mismo. Equipaje, lógicamente, que debía respetar ciertas medidas y peso.
¿Y porqué recuerdo esto y comparto ahora?
Pues porque, en este preciso momento, estoy furiosa con mi linea de bandera.
Ciertamente, la globalización, el capitalismo, la modernidad, la competencia, y que se yo cuantos asuntos más hacen que las lineas aéreas del mundo actúen de la misma forma.
Y, ciertamente también, yo he actuado sin meditar demasiado pensando solo en conseguir la tarifa más económica.
Por eso, debo aclarar que no solo estoy enojada con Aerolineas ...¡También estoy enojada conmigo!
Pero, vamos al punto. Buscando el pasaje más económico posible para viajar en el mes de mayo a Buenos Aires, logro uno por un total de $10848,19. Me fijo que los vuelos sean en buenos horarios, y veo los tipos de tarifa...
¡Este es verdaderamente el punto!
¿Es necesario que te cobren diferencias por cada elemento que necesitás transportar? ¡De seguir así próximamente van a cobrar diferencia de tarifa dependiendo de que viajes o no masticando chicle!
Siempre, hasta el año pasado que ya existía este "curro"(choreo, afano, timo o como lo llamen en el país de quien esté leyendo esto), aun en la tarifa más económica se podía transportar, sin costo, una maleta pequeña en cabina.
Acostumbrada a ello compré, a pesar de que una leyenda del sitio web pertinente me advertía: Atención
Recordá que la tarifa que seleccionaste para alguno de tus vuelos no incluye equipaje mano ni en bodega. Podrás adquirirlo con un descuento preferencial antes de finalizar tu compra o luego ingresando a "Servicios Adicionales".
Pensé que no era posible. ¿O acaso la gente viaja con lo puesto y nada más? Sentí que ese pasaje "promo", si no permite llevar equipaje, es una mentira. Pensé que eso sencillamente es una estafa a la buena fe de los pasajeros...
Pensé luego que si, a pesar de todo lo dicho, así fuera podría comprar el equipaje, en otro momento previo al viaje, por unos pocos pesos habida cuenta que siempre viajo solamente con la valija de tamaño pequeño (con las medidas permitidas para cabina)
Necesitaba gastar lo menos posible...todo está muy caro en relación a mi salario...Ya saben que venimos de 4 años de gobierno neoliberal y remontar no será fácil...En fin...hice clic y compré. En 3 pagos de tarjeta, obvio.
Y con un porcentaje de interés habida cuenta que con mi tarjeta de crédito, tengo una y solo una, Aerolineas Argentinas no tiene acuerdo alguno.
Luego llamé...ese fue mi error, debido tal vez por esa maldita ansiedad que me lleva puesta. Debería haber llamado antes de comprar...
El chico, tan educado y con voz de operador de centro de llamadas, que me atendió me dijo que "Efectivamente la tarifa promo no permite llevar maleta alguna. Pero que no me preocupara porque por $900 podía comprar el equipaje de bodega"
Dije que no, que yo no llevo equipaje de bodega que solo querría comprar el permitido en cabina...
Y fue entonces cuando casi desmayo y ante la confusión y enojo creo que corté sin más.
¡No se puede comprar carry on! Solo el equipaje para transportar en bodega... por la suma que me había anticipado!
Solamente puedo llevar sin cargo...
Disculpen la extensión, y aún me quedan muchas palabras para decir sobre este tema. Imposible abreviar este editorial. Estoy realmente molesta.
Y ahora me voy a pesar la mochila, simulacro, que preparé esta mañana...¡No voy a pagar un peso más de lo que ya pagué!
Gracias por pasar por aquí. Ya saben, pueden dejar su huella si les parece.
El viernes próximo traeré novedades. Hasta entonces, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Frases: 3 que asocio con mi compra errónea "de tarifa"
"El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos"
Arthur Schopenhauer
"El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada"
Goethe
No hay mejor ahorrar, que poco gastar.
Refrán popular
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 344 de la suelta de mis letritas)
NOTA: Ya que de lineas aéreas hablamos, rescato de mi archivo esta historia que escribí en algún momento del año 2013
Amor por los aires
Érase una vez que era, un
piloto de Aerolíneas Argentinas enamoradísimo
de una comisario de a bordo con la que hacía algunos años –luego de algunos
otros de dimes y diretes- habían decidido caminar codo a codo construyendo un
camino de a dos, una historia de amor y de complicidades.
Habían decidido probar el acompañarse no solo en los vuelos que tripulaban juntos, sino en el día a día, en el mundo real, con los pies bien puestos en la tierra, aunque sus corazones anduvieran por los aires y la magia de cada vuelo poco tuviera que ver con las cotidianidades.
Habían decidido probar el acompañarse no solo en los vuelos que tripulaban juntos, sino en el día a día, en el mundo real, con los pies bien puestos en la tierra, aunque sus corazones anduvieran por los aires y la magia de cada vuelo poco tuviera que ver con las cotidianidades.
Estas infidencias las
obtuve en uno de mis vuelos Bs As – Ushuaia en que, por casualidad nomás, me
tocó de compañera de asiento una colega de la agraciada pareja.
Ella, de vacaciones, volaba hacia “el fin del mundo” esperando tener una semana de reparador descanso.
Ella, de vacaciones, volaba hacia “el fin del mundo” esperando tener una semana de reparador descanso.
Y lo increíble es que
–otra vez por casualidad nomás- a poco más de un año de haber sido partícipe de
tales confidencias, volando nuevamente de Bs As a Ushuaia, me encuentro con la misma tripulación de los
felices enamorados.
A poco de despegar el
piloto anuncia por los altoparlantes las condiciones climáticas, el tiempo de
vuelo, da detalles sobre la altura
crucero, dice que anunciará cada vez que sobrevolemos una zona de interés y, cambiando
el tono de voz, dice también que hará un anuncio de tanta importancia que tal
vez quede registrado en los anales de la aviación argentina.
Así las cosas, apenas
pude conjeturar unas vagas ideas sobre la posible noticia, entré en estado de
sopor, característico en mi en esos vuelos que por más económicos no son tan
seductores.
Estaba prácticamente “en vela”. Debí estar a las 4 de la mañana en
aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que
apenas había dormido 3 horas.
Perdí noción de tiempo,
espacio y-lo que es peor- realidad o fantasía.
Entonces
Me invadió un
aroma a café y una suerte de sonidos característicos de los vuelos en el
momento preciso en que la tripulación se prepara para ofrecer el servicio de a
bordo.
Creo que fue en ese momento cuando comencé a tomar estado de conciencia nuevamente. O no…
Al oír las voz del piloto y comprender sus palabras, me perdí nuevamente entre sueño y vigilia.
Al oír las voz del piloto y comprender sus palabras, me perdí nuevamente entre sueño y vigilia.
Esto es,
aproximadamente, lo que estaba anunciando por altoparlantes:
Estimados
pasajeros, llegó el momento de hacer el anuncio prometido. No tiene que ver,
anticipo, con situaciones del vuelo, ni con la empresa, ni con condición alguna
de este viaje. Tiene que ver con amor.
Tiene que ver con que quiero compartir con ustedes el pedido más importante que hice en todo los años que tengo, volando o no.
Tiene que
ver con que estoy profundamente enamorado de Camila, la comisario de a bordo
que en este preciso instante está ofreciéndoles el servicio de catering dispuesto
para este vuelo. Tiene que ver con que,
como amo mi profesión tanto como a ella, decidí que es éste el momento oportuno
para declarar mi amor públicamente y solicitar su mano. …
Camila,
preciosa, ¿te casarías conmigo? Agregó luego de un breve e intrigante silencio
Pensé que soñaba,
realmente. Esas palabras dichas en ese tono, con tanta devoción hacia una
mujer, solamente podían suceder en una historia fantástica, en uno de esos
cuentos que me contaban de niña, y que empezaban con “Érase una vez que era…”
Pero de pronto, el
pasaje completo estalló en aplausos y vítores. Y escuché voces de aliento hacia
Camila, y voces de complicidad hacia el
enamorado que gritaban:
-“¡Decile que sí nena!”
- “¡Piba que esperás para contestar”!
-¡Bravooooo!!
-“¡Decile que sí nena!”
- “¡Piba que esperás para contestar”!
-¡Bravooooo!!
-“Camila tu novio es mi
ídolo! ¡Apurate a contestar antes de que yo tome la posta!” Dijo, desde el fondo
del avión, alguna pasajera audaz.
Y fue entonces cuando el
servicio llegó a mi fila, y vi a la hermosa Camila.
Me di cuenta de que ella era la protagonista de la historia no solamente por el prendedor con su nombre, sino por el rubor de su cara y por sus lágrimas.
Me di cuenta de que ella era la protagonista de la historia no solamente por el prendedor con su nombre, sino por el rubor de su cara y por sus lágrimas.
-¿Qué desea tomar? ¿Café, té…?
-Deseo que salgas de acá
corriendo, abraces a tu novio y le digas que sí! Le dije, y agregué: Por
cierto, mis felicitaciones a ambos, y ojalá la boda la lleven a cabo en mi
próximo vuelo.
Lo mágico de esta
historia, lo que cambia el rumbo a este relato, es que lo fantástico, puede estar a la vuelta de la esquina, puede
ser realidad y viceversa.
Y por eso comencé con
“Érase una vez que era…”
Porque
la declaración de amor en vuelo, es una historia real.
Buenas madrugadas amiga. Acabo de leer tus letritas de la fecha, y sí que tenés razón para estar enojada. Es raro que no te hayas enterado de tal novedad, porque esto viene sucediendo desde principio de 2019. A vos te tocó el enojo por la llamada telefónica, pero a mí me tocó pasar un mal rato el 26 de mayo pasado el el aeropuerto de Córdoba, regresando del encuentro literario en La Falda, yo también tenía un pasaje promocional y normalmente por mi condición física, siempre despacho el equipaje ya que no llevo más que una pequeña cartera en bandolera para poder tener libres mis manos. Te cuento pues, al ir a hacer el checking pongo mi maleta mediana desde el carrito junto a la operadora para que lo despache y ahí me dice: «No le puedo tomar el equipaje , su pasaje no admite llevar maletas en bodega,» Obviamente no lo sabía, el pasaje yo lo había sacado en febrero, por lo tanto ni me preocupé en averiguar nada, ya que tenía un pasaje anterior que no usé y lo apliqué a la fecha de mayo. Quise pagarle y me dijo que no, que tenía que ir a la caja, que quedaba en la planta baja del aeropuerto y que la suma de acuerdo al precio era de $1300.- Justamente lo que yo tenía en efectivo, ni un peso más. doce billetes de 100 y dos de 50. Como dentro de los aeropuertos, por sus dimensiones me manejo en silla de ruedas, tenía un joven de la empresa encargado de transportarme. Allá fui a la planta baja, habiendo dejado la maleta con la operadora. No pude entrar a pagar yo porque era una especie de cabina de vidrio y la silla no pasaba, por lo tanto le di el dinero al joven y al poco rato regresa diciéndome que faltaba dinero, $50.- Yo estaba segura porque lo conté en la planta alta de que tenía justo lo que me cobraban. Pero... no hubo caso, tuve que pagar con la tarjeta de débito. Al parecer el joven se cobró la propina anticipada. Esto es una anécdota al margen, allí fue donde me enteré que los pasajes promocionales no admiten equipaje cargado en el precio. Eso va aparte.
ResponderBorrarYendo a tu relato del vuelo del amor, conocía ese hecho porque una amiga de Ushuaia, viajaba en ese vuelo y me lo contó. No sabía que vos también viajaste en él. Además salió publicado en los medios fueguinos. Una hermosa historia real.
Me encantó esta frase:«No hay mejor ahorrar, que poco gastar.» Trataré de ponerla en práctica. Aunque seas poco amiga de los «días» ¡Feliz día de los enamorados o San Valentin! Besos, Evy
Evy! Me parece que en esta madrugada estabas algo somnolienta...jajaja
ResponderBorrarEs que¡¡¡ claro que sabía de las distintas tarifas!!! Pero, como digo:
"Siempre, hasta el año pasado que ya existía este "curro"(choreo, afano, timo o como lo llamen en el país de quien esté leyendo esto), aun en la tarifa más económica se podía transportar, sin costo, una maleta pequeña en cabina".
De hecho en junio cuando fui al norte, saqué tarifa "promo" y no tuve que pagar extra por llevar la maleta del tamaño permitido en cabina. ¡Esa es la novedad!
¡Vaya manera de enterarte fue la tuya!
Y respecto al cuento...¡es ficción! No todo lo que allí digo es cierto. Excepto el nudo de la historia: la propuesta de matrimonio es lo único real.
Lo demás es ...¡puro cuento!
Abrazo fuerte amiga, desde el sur de sur
Pues ten cuidado Lu, que por aquí se escucha, que esa empalagosa pareja piensa celebrar en vuelo el bautizo de su primera hija....¡spchiiii! no se lo digas a nadie, pero me enterado yo, que cuando él se le declaró, estaba ya ella embarazada de cuatro meses....si, como lo escuchas... menuda prenda es la comisaria de a bordo.
ResponderBorrarEn cuanto a lo de las maletas, ya he oído a mis hijos quejarse en más de una ocasión del problema de llevar equipaje en cabina, cada vez se lo ponen más difícil, para que tengas que facturar.
Problema que yo no tengo, porque tengo claustrofobia a los sitios cerrados y jamás me he subido a un avión, suelo volar siempre en parapente, y cuando la distancia es larga voy en parapente a motor, y no te imagina lo que me ahorro.
Un fuerte abrazo, querida amiga.
Querida Lu, el tema del equipaje se ha puesto duro, porque a la proxima seguro que quienes tienen kilos de mas, no van a poder volar, digo yo. Me encanto la historia de amor, es genial, un abrazo feliz!
ResponderBorrarEstamos apañaos. En España te permiten una maleta o mochila de 40 cm x 20 cm x 25 cm gratis. Todo lo demás lo cobran. Me gusta ese mochilina que has preparado, aunque poco vas a meter en ella, al menos una muda para quita y pon sí te entra...después ya sabes a lavar.
ResponderBorrarQue bonito cuento vivistes en persona, en el próximo viaje toca el bautizo 😂 .
Buen domindgo.
Un abrazo.
domingo 😡
ResponderBorrarManuel! Vaya novedad! me has dejado con la boca abierta...o no tanto, porque algo ya me sospechaba yo.¡Es que estaba bastante "rellenita" para ser azafata! :):):)
ResponderBorrarAyyy amigo!! A mí déjame tranquilita dentro del avión ¡nada de parapentes, globos aerostáticos y demás "aparatos voladores"!
Ahora me pongo seria para decirte que adoro viajar en el medio de locomoción que sea pero, de entre ellos, mi favorito es el avión.
Te mando un abrazo volador a través de los vientos
Carmen linda
ResponderBorrarGracias por comentar!!
Bueno...pensándolo bien no estaría mal que cobren por kilos de más.
¡Sería la manera obligada de hacer dieta! Sería, para mi, la solución para dejar de comer -definitivamente- harinas
Abrazo y ¡nos vemos pronto!
Lau!
ResponderBorrarjajaja amiga, me has hecho reír con lo de"la muda de quita y pon"
Te cuento que en verdad la preparé -como prueba- y pude poner lo suficiente para pasar 12 dás en Buenos Aires. Logré que pesara la mochi así preparada justo, pero super justo, los 3 kg.
El problema sería el calzado...pero ya he pensado la solución. ¡En la próxima te contaré!
Ya sabes...más vale maña que fuerza.
Y respecto a mi relato.¡No estuve yo presente! Es todo ficción amiga.
La historia del pedido de mano, que sí es real, se la escuché contar a un periodista local en su programa de radio. ¡Él sí tuvo la suerte de estar en ese vuelo!
Te mando un abrazo soleado y que tengas una bella semana
Hola, Lu, entiendo tu enojo, y es que el tema de los billetes de avión "económicos" se conviertea veces en una pesadilla.
ResponderBorrarDel precio de la supuesta oferta te vas a más de doble cuando empiezas a añadir los "extras", que son más bien los imprescindibles.
Como tú, procuramos viajar con la maleta de cabina, pero en los vuelos Low cost ya no te permiten ese equipaje mínimo sin sobre coste.
Reconozco que para evitarme sorpresas de última hora prefiero pagar un poco más y que una agencia me lo gestione todo. Así nunca tengo sobresaltos.
Ni siquiera cuando viajamos a Cuba que llevábamos mucho equipje con regalos y nos pasamos más de 20 kilos del permitido en bodega, y no nos pusieron ningún problema.
Reconozco que soy más amante de trenes, ojalá hubiese trenes de altísima velocidad para desplazarme a todos los lugares, porque te dejan en el centro de la ciudad, son cómodos, no tienes que perder tiempo ni llegar con dos horas de antelación... y las estaciones de tren siempre me llevan con el pensamiento a los grandes viajeros aventureros de antes.
Creo que no te queda otra para hacer tu mochilita permitida esta vez, Lu, que ser muy creativa con tu equipaje.
De las frases me quedo con la segunda, quien alardea que nunca se equivoca... o está muerto o es un muermo medio muerto en vida.
Tú relato puede resultar muy romántico y peliculero para algunas personas, Lu, y tú lo cuentas con toda las chispa que tienes, pero si a mí me hacen algo así o parecido en público me muero de verguenza...
Utilizaría mi humor para salir del paso y decir algo así como, "siempre está gastando bromas, y eso que sabe que soy lesbiana de nacimiento"
Un abrazo grandote.
Hola Tesa
ResponderBorrarPues que no. Que no voy a gastar más ya que he logrado hacer la mochi para el viaje con las medidas y peso reglamentario.
Así que en verdad, para los precios de hoy en día, he logrado un pasaje relativamente económico.
También me gustan los trenes, y mucho. He escrito alguna vez mis recuerdos sobre los viajes que en ellos hacía.
Pero por ahora, no es la mejor opción en mi país.
Y desde la Isla de Tierra del Fuego...¡el avión es casi el medio obligado para entrar o salir!
A mí sí me hubiera encantado ser la protagonista de una historia similar a la aquí narrada!!
Vergüenza ¡nada! Lo qué si me pasaría a mi en una situación así es que ...¡me pondría a llorar de la emoción!
Abrazo y el finde, con tiempo y tranquila -espero- te comento en El Almacén