Tampoco me importa el mío
Y por eso hoy, miércoles, con una temperatura de 2.6°C y una sensación térmica de - 4.8 °C, nieve cayendo de forma intermitente desde anoche, debo decir que no tengo demasiado humor. A lo cual se suman infinitos problemas de conexión a internet, por lo que me está costando demasiado tiempo y pocas posibilidades de avanzar con esta intro.
De hecho, ahora estoy en la netbook, pues en la PC de escritorio no logro conectar a la red.
¡Es demasiado para mi!
La parte buena, es que el 3er capítulo de La Galleguita, ya lo tenía resuelto y pasado al blog. Al menos, espero que les despierte un poco más de intriga...Prometo un final a toda orquesta para el próximo post.
La otra buena noticia, es que , ¡se viene el festival provincial de teatro! A partir del 21 y hasta el 24 inclusive, 3 (tres) funciones diarias. Las entradas, para ver a los grupos que participan como muestra, son sin cargo, y las entradas para las obras en competencia, tienen un valor de apenas $ 20. Creo que es esto magnífico, y ojalá en los sucesivos años se vaya superando el nivel. Hay que decir que, en esta ocasión y POR FIN, se juntaron entes estatales y privados. Cultura municipal, cultura provincial, Teatro del Hain, Instituto nacional del teatro y, aunando esfuerzos, pareciera que el resultado va a ser brillante.
Una vez más apelaré al remanido y trillado dicho LA UNIÓN HACE LA FUERZA, porque creo que es ésta una buena oportunidad para demostrar la veracidad de esas palabras.
Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.
La frase para pensar:
"Nunca me han interesado ni el poder ni la fortuna,lo que admiro son las flores que crecen en la basura"
Fito & Fitipaldis
Acá no zafás:
(para eso me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 117 de la suelta de mis letritas )
La Galleguita -Pistas certeras-
A pesar de que, la
noche anterior, Elvira y los chicos me “tomaron para el churrete” seguí con el
convencimiento de que algo en La Galleguita” sucedía…algo oculto, intrincado y
relativo a los sentimientos, pensaba yo.
Apenas me quedaban
dos días más para estar en la ciudad de Rosario. Tendría que acelerar el curso
de mi investigación…
Esa mañana, volví a
entrar al mercadito. Me arrimé a la verdulería, con intenciones de intentar averiguar
algo con la verdulera, que en principio, al menos en público, era la única
hispanohablante.
-¡Buenas! El otro día
llevé unos papines. Muy buenos salieron. ¿De donde los traen?
-Buensssdisss
mamacita- Has visto son buenosssslos papinesss. Lostraen de aquicito nmás…Allá
en Bolivia se cultivan mejor puesss, perossstos nosstan malosss.
-¿Hasssvenido ahorita
por masspapass?
-Ehhhh…noo. No Mejor
hoy dame uvas. De esas rosadas que se ven buenas…Unas pocas nomás...
Y mientras la mujer
pesaba las uvas, atiné a decirle:
-¿Le pasó algo al
muchacho chino? Digo, porque siempre que paso por aquí lo veo y hoy no está.
- ¿Yuan? No
quelevapassaraessse. Missmito ahora debesstar en el aeropuerto…
-¡Buen día Margarita!
¿Me va a atender esta mañana o va a seguir de charla? Dijo una mujer intentando
ser graciosa, pero con voz firme y autoritaria. Tan así que, Margarita, (supe
entonces que así se llamaba mi “amiga”) me pasó las uvas y me dejó con más
expectativa que antes, para dedicarse de lleno a atender a la vieja impaciente.
A punto de atravesar
el umbral, vi a la mujer mayor, “la supervisora” y, como en aquella otra
oportunidad, casi sin pensarlo estaba preguntándole: ¿Qué colectivo me lleva al
aeropuerto?
-Monticas. Parada
plaza Sarmiento.
-¡Muchas gracias!
Hasta mañana, respondí y decidida apuré el paso. Estaba apenas a dos cuadras de
la plaza que, según entendí, era la
parada del colectivo.
Llegué justo a tiempo
para subir al de las 12:40. Tuve suerte, me dijo una señora, porque el próximo
pasaría recién a las 17:30 hs.
¡Todo se alineaba,
cada hecho en si era relevante y se enlazaba con el siguiente! Entendí que eran
signos de buena señal. Que iba por buen camino y el universo, al fin una vez,
estaba de mi lado.
Luego de
aproximadamente 30 minutos, interminables para mi, el ómnibus se detuvo en el
aeropuerto. Podría decirse que me “arrojé” del mismo y apuré el paso hacia la
entrada de la estación aérea.
¿Por dónde empezar?
Confiando en mi buena estrella, decidí dirigirme a la cafetería ubicada en el
sector comercial, a la cual tenía acceso el público en general, sin necesidad
de ser pasajero en tránsito hacia algún vuelo.
¡Increíble! La suerte
seguía de mi lado. Allí estaba Yuan…Tomaba un café y parecía ansioso.
Me ubiqué en la
barra, desde donde podía verlo, sin ponerme en evidencia.
Pedí un café, pagué
inmediatamente, pues pensé que debería estar presta para salir detrás del
oriental de mis intrigas en cualquier momento.
Y antes de que pasara
una hora, infinitos minutos durante los cuales hojeé un diario cualquiera, él se levantó, justo al finalizar un anuncio
de un arribo de Aerolíneas Argentinas…
AMIGA, QUE FRIOOOOOOOOOOOO!!!!!!!
ResponderBorrarESTOY , INTRIGADISIMA, CON EL CUENTO.
NO LO LEO LOS JUVES, PORQUE ME GUSTA, SENTARME TRANKI, Y DISFRUTAR, TODO LO QUE SOLTAS !!!!!
BESOS ...........
LA UBALDON.
Hola, qué bueno va el relato de las peripecias de un oriental en Rosario. Supongo que estarás extrañando la primavera rosarina, porque parece que en nuestra amada isla se niega a llegar esa señorita floreada, llena de sol y perfumes.
ResponderBorrarYo por aquí en las preliminares de mi cirugía que se confirmó será el 27 nomás. Espero que ese día me mandes buenas ondas y vibraciones positivas, me van a hacer falta, hay mucha de la otra y una gran tristeza que ya te contaré en otro momento, aprovechá el festival de teatro y pasalo bomba, te quiero, Evy