Histoire pour Michael IV

Tampoco me importa el mío

Pero hoy, que tuve la mala idea de leer algunos periódicos, me pregunto ¿Hacia dónde va la humanidad? Y ante esa pregunta, apareció de pronto en mis pensamientos Mafalda.

Mafalda que ya cumplió 50 años....¡y sigue tan vigente!

"Mafalda, la chica de pelo negro que odia la sopa y está en contradicción con los adultos, se publicó por primera vez el 29 de septiembre 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. El 9 de marzo 1965, con el paso de las tiras cómicas al periódico El Mundo (en el que Quino publicará seis tiras por semana), se inicia el imparable éxito del personaje, que cruza las fronteras nacionales para conquistar América del Sur y luego se extiende a Europa, ganando una posición de liderazgo en el imaginario colectivo." Párrafo que extraje de http://www.quino.com.ar/ y agrego que no sólo cruzó fronteras geográficas, sino que cruzó la frontera temporal...Sus conflictos y sus interrogantes, son hoy los míos, tal vez  "Porque las cosas a fin de cuentas no nos salieron del todo bien y porque, como sostiene Quino, repetimos los mismos errores históricos una y otra vez es que su gran aniversario la encuentra tan actual, con sus soquetitos blancos como recién estrenados" http://www.lanacion.com.ar/

Hay mucha tela para cortar, pero todos y todas seguramente tienen una gran frase de Mafalda para aplicar en estos tiempos, así que por hoy, solo voy a dejar una de las tantas que me identifican en este año electoral, en el que todos se miran con recelo, y nadie quiere ceder una milésima de su pensamiento para consensuar con otras ideas, y salen a las calles, odiándose los unos a los otros....

"Comienza tu día con una sonrisa, y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo"

Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el viernes próximo! Buena vida
  Lu

Frases para pensar:

"Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos"

Sigmund Freud

El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablar nunca de ellos.

Voltaire

Yo tengo mucho cuidado con los pensamientos de orgullo propio porque conozco a tantos idiotas que se creen los reyes del corso que quien me asegura a mi que no soy uno mas de ellos.

Alejandro Dolina

Acá no zafás:

(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº  161 de la suelta de mis letritas)  

El Pescapuerta

Como sea, estuve en el Pescapuerta.

Así fue como comenzó la magia de aquel entonces: “Burbujas, burbujas”, nos dijeron  justo cuando salíamos de un pub. Eran 3 hombres… ¡genial! Nosotras también éramos 3, mi prima Anamaría, su amiga Silvia y yo. Ellas dos, rosarinas, estaban de vacaciones en estas tierras australes y hacíamos honor a eso. En todo caso, si bien yo era local, ¡también estaba de vacaciones! Nos bastó una mirada cómplice y, como siempre me mandaban al frente, salí al cruce: - "hola pues… ¡porqué no! burbujas burbujas", respondí…

Marcado acento español, y simpatía desbordante los muchachos. Fuimos los 6 a Yoppen, pub que por aquel entonces se imponía en las noches ushuaienses.

Absolutamente amigables, empezamos por descifrar para ellos el significado del nombre del pub.

- Amigo, eso significa Yoppen en lengua de los onas, dije yo

-Bueno pues, que eso seremos nosotros  ahora mismo, dijo Luis

Y me gustó más que los otros…y pensé que también él se interesaba en mí

Y se sucedieron las horas, y nos divertimos mucho los seis y bebimos champagne, que ellos invitaron gentilmente.

Y cuando ya era de día y el mozo levantaba las sillas como avisándonos que debíamos partir no tuvimos más opción que salir del bar. (Recuerden, era verano y por estas latitudes en febrero amanece a las 5 de la mañana poco más o menos).

Y salimos caminando y Luis me dio la mano, y los otros 4 se apartaron y no sé como fue, pero cuando nos dimos cuenta estábamos solos, viendo el amanecer apacible en la Bahía y tirando piedritas al agua Y posó sus labios sobre los míos, y un sinfín de mariposas aletearon en mi interior…y sentí su tibieza y, de pronto, la voz de mi prima diciendo:

-Lu, nos vamos a casa ¿nos das la llave?

-No, no, dije, vamos también me voy.

Y allí quedó Luis, dándome otro beso como sin querer, rosando apenas mis labios…y me apretó contra su cuerpo mientras decía: -a las 4 de la tarde nos vemos en el barco.

Mi prima y su amiga también habían arreglado encontrarse con los marineros a las 16 hs en el barco. Pensamos entonces que era algo que tenían entre los 3 amigos arreglado de antemano, como una clave secreta por si encontraban chicas y querían seguir viéndolas.

Total que Anamaría, Silvia y yo volvimos felices a mi casa y cuando se nos callaron las voces fue porque nos habíamos dormido.

Y a las 4 de la tarde ¡subimos al Pescapuerta! Lo recorrimos, y conocimos a parte de la tripulación, y tomamos un carajillo y fuimos felices. Y esa misma noche cenaron en casa….y esa misma noche Luis durmió conmigo…y temblamos y nos emocionamos y nos amamos tanto.

Y dos días después los dos estábamos recorriendo la Patagonia. Comodoro Rivadavia, Sarmiento y su bosque petrificado, Esquel y el lago Futalafquen…y la dicha nos estallaba en carcajadas y nuestras manos estaban siempre entrelazadas.

Pero…el reloj nunca se detiene y pasaron las horas y los días y llegó el momento de la despedida…Él tomó un vuelo a Buenos Aires, donde se reencontraría con sus amigos, sus colegas científicos y la tripulación del Pescapuerta para volver a bordo del mismo a España.

Yo subí a un LADE que me trajo de regreso a casa. Mi prima y su amiga habían partido, recorrí el muelle buscando rastros, y tiré pidritas en las aguas de la Bahía…pero nada era tangible ya…Todos se habían ido, se acababan las vacaciones y dos días después estuve nuevamente en el jardín de infantes preparándome para recibir a 25 pequeños desconocidos de 4 años…

Y conservaba aún la tibieza de Luis…y su voz en el teléfono de tanto en vez….

No es una fantasía, lo sé…pues aún conservo  algunas cartas que guardé celosamente y el libro de Cortázar “Rayuela” con la siguiente dedicatoria 

Continuará