viernes, 12 de mayo de 2017

Nosotros (Pasajeros del tiempo) Fin...¿Fin?

Tampoco me importa el mío
Hoy nuevamente diré poco y mostraré más. 
Las fotos son de los tres últimos días de peregrinación a Santiago de Compostela
Salimos de Pontevedra, felices rumbo a Caldas do Reis, hicimos noche allí, luego seguimos hacia Padrón. Durante estos dos días hizo demasiado calor para mi "ser fueguino" y me he sentido bastante agobiada por el mismo. Nada que  no pudiera superar de todas maneras, es solo que  me sentía muy fatigada. 
Y luego, la mañana del 11 de abril, partimos felices nuevamente, por primera vez sin mochilas. Las enviamos en taxi para sentirnos más livianas y disfrutar plenamente de nuestra caminata final. 
Las sensaciones indescriptibles. Por un lado, a punto de lograr la meta y la ansiedad que esto nos ocasionaba. Y en algún sitio de nuestro interior, sentíamos la tristeza de saber que se acababa nuestra feliz aventura.
Podrán apreciar que durante nuestra travesía, teníamos tiempo para disfrutar inmensamente de los bellos paisajes y, también, de tomar "fotos pavas" con las cuales nos echábamos unas buenas risas.
Y ni hablar que hubo un momento, el día final, para prestarle atención a don José  y sus cuentos. Un jubilado que vive solo, y pasa sus días acercándose a las puertas del santuario de la Virgen de la Esclavitud para contarle, a los peregrinos que"atrapa", sobre las aventuras vividas durante sus tiempos mozos. 
Entonces, este post es de "finales" Llegamos al desenlace de los "Pasajeros del tiempo" a la par que con el final del Camino. Pero... creo que cada final, abre una nueva puerta...¿No lo ven así? ¡Bo camiño!
                                       
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA
 Lu
Frases:
Nada renace antes de que se acabe. Hasta el sol que deslumbra tiende a oscurecerse
Vinicius de Moraes
El final es el lugar del que partimos
Thomas S.Eliot
"Aquello que la oruga llama fin, para el resto del mundo se llama mariposa"
Lao-Tsé
Si has llegado al final de una meta con éxito, prepárate para iniciar otra.
Lucía Porta
Eso es la vida, una sucesión de principios y finales...
Hasta la partida de la que se vuelve, únicamente, en el recuerdo de los otros
Lucía Porta
Acá no zafás: 
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 237 de la suelta de mis letritas)
Nosotros (pasajeros del tiempo) Fin

Después... no sé. Pasan ahora escenas por mi mente con la velocidad de los sueños. Los niños apareciendo de algún lado, vos diciendo_ Pues...naa…por suerte no se ha estropeado…Ellos son Julián y Paloma…_ y mientras una frenética risa inundaba la habitación; tus ojitos, sino tristes, desesperados, intentaban ver más allá de lo posible. Sentí entonces una mano tirando de mi mochila y la risa en mi nuca…giré como pude, entre intrigada y ansiosa…sintiendo que estaba a punto de encontrar la pieza clave para armar este rompecabezas de tu vida actual, de tu vida como vos, pero tal parece ya no como nosotros. Y al fin la vi, al tiempo que decías_ Mariana…
Allí estaba, desaliñada, ausente con una extraña, aletargada y lagañosa mirada, aferrada a mi mochila, sonriendo frenéticamente y diciendo entre cortado: “Hooolaa amiigaa de mi marido…”
La abracé, entonces, con un abrazo entre sorprendido y cariñoso, supongo ahora, mochila en medio, ya que Mariana no se decidía a soltarla.
Cariño; hola, te escuché decir, dale la mochila a los niños y ayúdame con este monitor que te traigo de regalo, antes que se me caiga nuevamente, acompáñame, lo llevaremos al escritorio.
Literalmente soltó a mi compañera de viaje, cesó su risita, se restregó los ojos a la vez que intentaba levantar tu “tesoro”, que ahora le pertenecía – ¿tanto como vos?- pude pensar, sin salir de mi asombro.
Divertidos, Julián y Paloma, niños al fin, no se hicieron rogar y arrastraron mi mochila, pasando por una especie de living-comedor, donde pude notar mucho desorden y un televisor encendido, ¿habría salido con premura alguien de esa habitación? ¿Qué estaría pasando allí?...
Ensimismada en ese tipo de preguntas sin respuestas, me sobresaltó la pequeña tirando de mi camisola a la vez que decía: _ Pues ven, que te has quedado allí parada como si estuvieras viendo fantasmas…ven que te enseñaremos tu cuarto.
Sonreí aliviada y me dejé arrastrar por esa irresistible niña de ojos color esmeralda, tan esmeralda como las aguas de la inigualable y bellísima laguna homónima de mi Tierra del Fuego; laguna  donde alguna vez soñé lo maravilloso que sería caminarla de tu mano, ya no descalzos sobre campos de amapolas, sino con los pies cuidadosos sobre campos de frutillas, cuando aún te pensaba “como nosotros” y podía imaginar tu sabiduría y tu arte a flor de piel, y podía imaginarte extasiado en ese increíble paisaje puesto allí por Dios, sin dudas, o como quieran llamarlo, ese ser superior  y único, no importa como lo imagine cada quien de acuerdo a sus creencias, pero SUPREMO…¡otra vez esta mezcla de ideas! que se unen, se acomodan, se entrecruzan y que, indefectiblemente, me llevan a vos, pero vuelvo. Vuelvo al punto del relato en que me colgué con los ojos esmeraldas de tu hija. Allí estaba, decía, arrastrándome hacia “mi cuarto” mientras el simpático Julián empujando mi mochila, revoleaba esos ojitos café que tanto me recordaban los tuyos de antaño al igual que su piel cobriza.
¡Qué bellos tus hijos! pensé en voz alta, y sentí tu voz en mi oído murmurando _ ¡Gracias!
Me estremecí al sentir tu mano sobre mi hombro obligándome a girar, me estremecí al sentir tu mirada mirando mi alma  y, por primera vez en esta infinita hora que hace que volvimos a vernos las caras, te siento como antes…como siempre…como entonces.
Caen de pronto todos los tiempos sobre tu cuerpo y hasta la más ínfima milésima de segundo de tantos años de silencios y soledades. Solos ambos, frente a frente ahora, que ya no queda ni el aroma de los niños que tiraron mi equipaje sobre la cama y salieron disparados peleando por ver no sé que programa en la tele. Caen todos los telones, los miedos, los sinsabores y me abrazas casi con desesperación y esa mirada triste que hace latir mas fuerte aún mi corazón, que ya no soporta este silencio previo a lo que pareciera va a concluir en toda una confesión histérica, sino histórica. Este silencio que hecha a volar mis gaviotas interiores, este silencio que presagia una suelta de palomas, mil noches, y sólo una encantada, fuegos artificiales iluminando el mundo…
¡AL FIN SE DURMIÓ! Gritas casi y vuelves al susurro, a las palabras que no salen, y a las que, deliberadamente, dejas amarradas en tu interior…y me apartas bruscamente y te siento torpe intentando demostrar que lo que acaba de pasar entre nosotros no pasó….Pero ya es tarde.
Ahora sé que me buscaste tanto…que desesperado en tu búsqueda y tus tardes de hastío decidiste perder esa batalla del reencuentro, creyendo que tal vez ganarías la guerra y el encuentro. Abandonaste la búsqueda pero no me abandonaste…te fuiste a vivir con ella…tuviste esos dos bellos hijos…y en noches de hachís y alcohol me recordabas mientras más la abrazabas. Y pasaron los tiempos...y la soledad de Mariana más tu soledad sumaron soledades en vez de restar…y ahora, no sabes si desde ahora o desde siempre, “… ella está medio…bueno…ya sabes…toma sus calmantes y duerme…y hay paz. A veces,  por días vuelve a este espacio…a poner los pies sobre la tierra…y entonces cocina…se apasiona … se baña  y se peina, habla con el abogado por el juicio a la escuela de Paloma…ayuda a los niños con las tareas…y el día menos pensado- hoy por ejemplo- se angustia….delira…solloza…ríe histérica…busca botellas …toma hasta el alcohol de farmacia…o intenta cortarse en mil pedacitos…Trastorno bipolar,  diagnostican,  pero jamás nadie me dice que hacer…si se va a acabar o si esta historia va a acabar con mis días ….”
Ahora sé que a pesar de no parecerlo…a pesar de todo lo dicho…y del obstinado silencio en el que caíste luego de tus confesiones, en alguna esquina de tu vida y a la vuelta de cualquier día, nosotros volveremos a encontrarnos para seguir siendo así…como nosotros.
Y saldremos sin rumbo, pasajeros del tiempo, a caminar descalzos sobre la arena…a ver gaviotas cual noches blancas disfrazadas de mamadera… sin presentes familiares…sin miedos…sin años…etéreos.
Acomodé tus canas y mis cabellos desordenados…acaricié tu triste sonrisa y dije: “Pues… muéstrame la cocina…no sé que hora es, pero tengo hambre… ¡Y ni que lo digas querido!  Yo voy a cocinar.”
FIN...¿FIN?...

6 comentarios:

  1. Hola Lu!

    Que lindas tus fotos!.. se te ve muy guapa y juvenil y se nota que tambien te sentis asi.
    Me alegro mucho que el viaje haya sido un exito.
    Estaba esperando verte un dia en el super y alli charlando alocadamente con gestos y movimientos de manos es mas facil expresar mi emocion y admiracion.. y justo hoy te vi, pero estaba lejos y en un auto asi que te dejo este comentario y espero que refleje mi cariño y admiracion.
    un abrazo fuerte, corina

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  2. Hola Cori!
    Cierto...no nos estamos encontrando en el supermercado...jajaj
    Gracias por tu sentido comentario.
    Quiero que sepas que acariciar un proyecto por años y un día poder llevarlo a cabo, te da una inmensa felicidad. Particularmente si se trata de viajar, conocer otras realidades, otras gentes y seguir sumando amigos por el mundo. Te da una sensación de infinito...de empoderamiento...no sé bien como describirlo.
    Y si se me ve guapa y juvenil, tiene que ver con eso justamente. Con el estado de plenitud logrado durante el soñado camino y el resto de mi viaje por tierras españolas.
    De regreso...¡Ya se me notan las arruguas y el ceño fruncido de nuevo! Así que, de a poquito, empezaré a soñar con mi viaje 2018
    Un abrazo gigante

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  3. Que lindo viaje y que bien se te ve!!!!!.
    Yo ni que me paguen salgo para Europa
    odio los cambios de hora y climas. Me gusta donde estoy y con el confort que vivo Un abrazo enorme

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  4. Mucha, hola. También me gusta y por nada del mundo cambiaría mi lugar donde vivo y la tranquilidad de mi confortable vida. Pero, ¡ADORO VIAJAR! Pocas cosas en la vida me hacen tan feliz como elegir mi próximo destino viajero, los detalles previos, encontrar nuevas amistades en cualquier lugar del planeta y caminar el mundo pasito a paso. Y, por supuesto, aceptando los desafíos que ello implica
    Sin dudas es lo que haré mientras tenga fuerzas para ello.
    Siempre, sabiendo que MI LUGAR ADONDE VOLVER me espera, para seguir con mi cotidiano, mi familia, mis amistades de siempre y la seguridad que me ofrece lo conocido.
    Un abrazo

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  5. Bueno, qué me queda por decir a mí, luego de ver tanta belleza y de releer esta bella historia de los pasajeros.Que me encanta cómo estás viviendo esa vida tuya, grandes sorbos de aventura, sonrisas, y amistad. Con la memoria llena de paisajes maravillosos que no importa que no fotografíes,porque los guardas muy dentro tuyo. Y siempre volviendo a tu "lugar en el mundo" donde está el nido que armaste para criar a esa hermosura de hija que tenés. Me gustan mucho tus frases, eso está bueno, que empieces a elaborar y publicar las tuyas, los otros son famosos, pero lo tuyo es más de casa, mas cálido. Amiga, qué más decirte que me alegro de que hayas cumplido tu sueño y ya empieces a soñar otro viaje. Te quiero mucho y espero que podamos vernos en octubre, besos, Evy

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  6. Qué reguapas estáis, y las las fotos muy bonitas, Lu. Va ser cierto eso de que "la cara es el espejo del alma"

    Sueño cumplido, final de trayecto o mejor principio de otra nueva aventura que espera para ser soñada, planificada...vivida y recordada.

    Me encantaría tener un lugar en el mundo al que regresar como tú, Lu, pero soy una titiritera que va de aquí para allá, donde el corazón me lleva. Pero de verdad, que me chiflaría tener ese lugar mío, querido, armado por mí, para el regreso. Puede que eso sea la cura para mi extraña melancolía.

    Todas las frases me las quedo, me gusta mirar hacia adelante, como dicen por ahí...
    "hacia atrás sólo para tomar impulso"

    Maravilloso este final de "Nosotros pasajeros del tiempo" Lu, no le falta de nada, nostalgia, ironía, ternura, una pizquita de sensualidad y hasta ese toque de desenfado final para desdramatizar.

    Un relato diez, Lu.

    Un abrazo,

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