viernes, 23 de noviembre de 2018

Misterio insondable de vacaciones III

Tampoco me importa el mío
Otra semana y esta sensación de agobio que no me abandona...
A decir verdad, sueño con levantarme una mañana sin pensar en lo por hacer...Me gustaría tener la página del día en blanco y resolver sobre la marcha si salgo a caminar, si me quedo mirando el cielo, si juego al solitario spider sin culpas, si haga nada. ¡Me importa un bledo la mala prensa que tiene el ocio por el ocio mismo!
Fui educada en la cultura del "hay que hacer",  del "estar echados es de vagos", entre otras frases similares y, a pesar de mis años y de mi bien merecida jubilación, egreso del sistema educativo como me gusta decir, en algún lugar de mi ser siguen haciendo ruido. Esa maldita cultura en la que el disfrute por el disfrute mismo no estaba muy bien visto. 
Y no necesito remontarme a tantos años atrás. 
Hoy mismo, es frecuente que la gente me pregunte ¿Y qué hacés ahora?  Y se quede mirándome como esperando que diga "trabajo en"...
La verdad es que ahora no quiero ningún tipo de responsabilidad, ni siquiera la de limpiar mi casa. Obviamente, eso lo hago por una cuestión de convivencia social, porque me gusta vivir con la casa aseada y en orden y, básicamente, porque en estos tiempos duros por los que está pasando la economía en mi país no dispongo del dinero suficiente para contratar una persona que lo haga por mi.
Es decir, tengo que optar por dónde prefiero invertir mis pesos "sobrantes" y en ese optar voy dejando gustos que me daba y ya no puedo. Mi prioridad uno, en todo caso, sigue siendo viajar.
Por si acaso, sigo jugando todos los domingos una boletita de quini 6...
Quién les dice, el día menos pensado pueda mudarme a un departamento, contratar una señora que haga las tareas domésticas, una persona para que saque los turnos médicos por mi, un chofer que me lleve y traiga y se ocupe de llevar el auto al taller, a la gomería, y de todo lo que el vehículo necesite.
Podría entonces viajar sin límites de tiempo, costear los pasajes a las personas que amo para que vengan a conocer Ushuaia, o regresar si es que ya la conocen. Levantarme a mirar el cielo, salir a caminar, leer y escribir con la mente libre de preocupaciones, organizar fiestas y muchas actividades más que no tengan que ver con "el deber de" sino con el "disfrute de".
Eso sí, seguiría cocinando habida cuenta de que esta actividad me gusta tanto como comer. Ciertamente, el día que no tenga ganas, no lo haría. 
En todo caso, eso no se modificaría con más o menos pesos en mi cuenta, pues ahora mismo lo hago así. Cocino y con ganas, con pasión, pero el día que no quiero hacerlo...¡Voy a la rotisería!
Por si acaso también, acabo de leer unas predicciones para sagitario, mi signo zodiacal y...
¡Albricias! Tal parece el 2019 será nuestro año así que, sagitarianos y sagitarianas que pasan por aquí, ¡a ponerse felices! ya les anticipo que tendremos un año venturoso.
Solo copio y pego el primer párrafo de las predicciones para mi signo que ha hecho Patricia Kesselman
Sagitario (desde el 22 de noviembre hasta el 21 de diciembre)
"El 2019 será sin duda un año que marcará un hito para Sagitario. Después de un tiempo largo y difícil es posible que vean coronar con éxito sus proyectos más ambiciosos. Júpiter ingresó a Sagitario en noviembre del 2018 y permanecerá en ese signo durante aproximadamente un año (hasta el 3 de diciembre de 2019) cuando ingrese a Capricornio. Los pasos de Júpiter, sobre todo por conjunción, son los más favorables de todos los tránsitos planetarios. Mejoran mucho el estado de salud al aportar un aumento en la vitalidad, una mayor energía y un estado de ánimo estimulante".
Si quieren leer más, pueden ir a el siguiente enlace:
https://www.clarin.com/entremujeres/astrologia/horoscopo-2019-sagitario_0_ynOhXQIdd.html
Ojalá estén ahora mismo sonriendo con este ecléctico post. De momento, volveré a leer las predicciones y seguiré soñando.
¡Suerte la mía que en este país, que va cuesta abajo, aun no cobran por soñar despierta!
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA. 
 Lu
Frases: 5 de Les Luthiers
 Todo es relativo. El tiempo que dura un minuto depende del lado de la puerta del baño que te encuentres.

Pez que lucha contra la corriente muere electrocutado.

No soy un completo inútil. Por lo menos sirvo de mal ejemplo.

Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: tire y empuje.

¿Qué es más feo que encontrar un gusano en una manzana? ¡Encontrar medio gusano!
Acá no zafás:
(por eso  me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 289 de la suelta de mis letritas!)  
Misterio insondable de vacaciones -III
Los ruidos del afuera se sentían nítidos en ese primer piso en el cual las mujeres, infructuosamente, intentaban dormirse.
Calle muy transitada, ambos dormitorios con ventanas hacia el frente que, por el paso de los años, no cerraban herméticamente, el viento, insistente, abría las persianas del cuarto principal y el aire frío del amanecer porteño se colaba hacia el interior...
En fin, que todo se conjugaba para impedir, a pesar del cansancio, un sueño reparador.
Entonces
fue una eterna duermevela hasta que las alarmas de sus teléfonos empezaron a anunciar que era hora de levantarse.
A pesar de ello, las amigas estaban decididas a no dejar que el haber dormido mal fuera un impedimento para llevar a cabo sus maravillosos planes diurnos.
Por tanto
duchas reparadoras, reconfortante desayuno y allá fueron, alegres y dicharacheras hacia su primer destino de la mañana.
Total
fueron días intensos y felices. Las noches similares a esa primera aunque, un poco porque se acostumbraron y otro por el cansancio acumulado de tanto andar, dormían si no de corrido al menos más profundamente.

vertiginosamente, llegó la última noche.
Fueron a cenar a "el restaurante de la vuelta", no querían volver demasiado tarde, necesitaban armar sus maletas y ordenar el departamento para entregar las llaves al día siguiente.
Y allí estaban, celebrando los días vividos y pensando en que sería bueno juntarse una vez al año para realizar otras  mini vacaciones.
Por cierto, celebraban también que, al fin esa noche a modo de despedida, no había pizca de viento, ni brisa ni nada da nada. 
- Noche serenita si las hay, dijo Lu. 
-¡Al fin hoy no tendré que levantarme a cerrar persianas! respondió Claudia feliz y sonriente.
Así las cosas, de regreso a casa y mientras armaban sus maletas Claudia reparó en la foto en blanco y negro, "desubicada" en un rincón del cuarto.
-Chicas! ¿Alguna había visto esta foto? 
La respuesta fue un no rotundo y Carmen, al verla no pudo menos que exclamar
-Ahí está! El caballero y su amante! ¡les dije que este departamento huele a "amores clandestinos!
Lu, muy divertida con la situación, respondió que tal vez su teoría fuera valedera. 
Y las tres se quedaron fabulando sobre ese retrato de un distinguido caballero, de prolijo mostacho con aires del 1900 y una señorita que, por sus ropas y aspecto, parecía bailarina de  vodevil porteño.
Finalmente, con todo en orden, listas para dormir, no podían dejar de hablar a pesar de estar exhaustas.
Volvían una y otra vez sobre ese retrato recién descubierto y sobre lo extraño de no haber reparado nunca antes en él.
Y allí estaban las 3, muertas de risa, con los ojos a medio cerrarse pero, aun así,  imaginando historias sobre  esos "amantes clandestinos".
Finalmente el cansancio las venció y el silencio de sus voces más el respirar pausado indicaban que dormían plácidamente.
Pero
algo sucedió esa madrugada. Un estrepitoso golpe sobresaltó a las dos amigas, que compartían el cuarto principal, sacándolas de la profundidad del dormir
-Como puede ser ! La persiana abierta y no hay viento.
Dijo Claudia bastante molesta y levantándose para cerrarla.
-Shhh...No habrá estado bien trabada, dijo Lu que no quería desvelarse.
En la otra habitación, Carmen parecía no haberse enterado del suceso pues no emitió opinión alguna.
Vuelta a la cama, luego de asegurarse de que la ventana en cuestión quedara bien cerrada y esperando ambas volver a dormir prontamente, aun sin haber metido los pies bajo las sábanas...
¡La maldita persiana volvió a abrirse!
Lucía, que a esa altura ya estaba muy despierta, con tonito burlón y graciosamente dijo
¡Es el Caballero Mostacho, no quiere que andemos por allí ventilando su romance con la bailarina! 
Entonces...
la carcajada quedó a medio estallar porque, así sin más, se encendió estridente y frente a ellas la luz de la sala de estar...
                                                                                                                              Fin

3 comentarios:

  1. No hacer nada... actividad criticada y censurada si las hay. Comparto tu opinión, Lu, de qué fuimos criadas con el mandato de “hace, hacer, hacer”. Y cómo cuesta permitirse el “dolce far niente”. Que no es perder el tiempo, sino ganarlo para la vida. Me encantó la historia de ese “bullíncito de amores clandestinos”, fascinante. Un abrazo y hasta el viernes

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  2. Hola Lucía, hoy a mediodía del lunes, aún en ropa de dormir y practicando como dice Paulina el «dolce far niente» te comento tus letritas del viernes próximo pasado. Atentamente leí cada renglón y acuerdo con vos en eso de hasta sentirse culpable de «no hacer nada» lo que a mí me llevó varios años entender fue que me merecía ese descanso cuando, como decís vos, me «retiré del sistema» allá por el 2004. Es cierto que nos han educado en la cultura del trabajo, lo cual es muy bueno para el desarrollo normal de una vida, pero, siempre hay un pero, está bueno hasta cierta edad, porque luego de trabajar, como en mi caso, más de treinta años en relación de dependencia, más las tareas propias del hogar y criar niños, una necesita tener tiempo para una, valga la redundancia. Y ese tiempo llega con el retiro del área laboral y con la independencia de nuestros respectivos vástagos que ya hacen su vida sin nosotras. Entonces se nos plantea ese dilema, no hacer nada y hacer lo que nos gusta pero que no «quede mal» como si el ocio bien ganado fuera un pecado mortal imperdonable. Es lógico que no tengamos ganas de hacer nada, ya cumplimos con todo lo que la sociedad solicitaba de nosotras, ahora hay otras personas cumpliendo la tarea que hicimos, y por lo tanto nos toca disfrutar del tiempo haciendo a veces, «nada» y no debemos sentir culpa, claro que lo que llevamos pegado en nuestro modo de vida como una etiqueta, dice que el ocio es algo malo. ¡No es así! Y comparto contigo todo lo que escribiste este viernes.
    Me encantan las frases de esos locos hermosos e inteligentes que hacen reír sin caer en la chabacanería ni lo grosero.
    Final de campanillas para tu cuento de las chicas de mini vacaciones, me encantó. Besos, Evy

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  3. El cuento prometía final de traca y así ha sido, Lu, imagino las risas de las amigas viajeras, que me contagiaron a leerte, y al fantasma del caballero mostacho haciéndose presente por alguna de las impertinencias que debisteis inventar o airear, y nunca mejor dicho...Muy divertido.

    Qué buenos cómicos y qué sabios los Luthiers, me encantan.

    En cuanto a la primera parte de tu post, Lu, estamos con el mismo anhelo, levantarse un día sin nada que hacer urgente, sin que nadie te necesite, sin que ninguna tarea te apremie...

    Poder hacer NADA sin sentir el peso de esa cultura que hemos mamado si o sí, que por acá llamamos judeo-cristiana, y te lo dice una que ni siquiera es creyente, es mi sueño. "Ir a mi bola" sin horario ni fecha del calendario es lo que más me gusta del mundo.

    Qué bien os va ir a los Sagitario 2019, Lu, espero que dejéis algo placentero para los Aries, lo necesito con urgencia... Ni te cuento el final de año que llevo, como tu relato, de traca, Lu.

    Bueno, sí te cuento por correo.

    Un abrazo,

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