Tampoco me importa el mío
Estaba, y aún estoy, un tanto alelada. Motivos varios: imposibilidad de viajar, algunos desencuentros con hiji, malas noticias por doquier en el orden nacional y mundial, covid que no da tregua...
En fin, ni falta hace seguir enumerando.
Por suerte, "siempre que llovió paró" y esta vez no será diferente.
Lo cierto es que en ese estado de "tontera" salí el jueves pasado con la buena idea de tomar fotos de algunos sitios de mi ciudad para luego subirlas al blog junto a otras fotos de los mismos sitios pero de hace unos 30 o más años.
Entonces
guardé mi cámara en un bolsito que es exclusivo para transportar botella de agua, que no es cerrado, tiene "agujeros" por los cuales obviamente no podría caerse nunca la botella pero...¡sí una cámara pequeña y compacta de fotos!
Y...¡adivinen qué! ... Sí, obvio, se cayó.
Me di cuenta casi en el mismo momento y volví sobre mis pasos. Un señor que estaba adentro de su oficina, concesionaria Hyundai para mas datos, se asomó y me preguntó si buscaba una cámara de fotos. Claramente mi actitud y mis gestos me delataban.
Respondí que sí y dijo, palabra más palabra menos:
-Acaba de levantarla una señora, la vi y pensé que era de ella. Era una mujer así," flaca como vos"...
¡Hombre maravilloso si los hay!, ¡Me dijo "flaca"! Tuve un impulso de abrazarlo y decirle que la vida, a pesar de todo, es bella.
Pero claro, me contuve pues en estos tiempos "pandemiosos" no es lo recomendable.
Lo cierto es que el buen samaritano me dio todos los detalles que pudo, me dijo que seguramente la iba a recuperar, que la publicarían porque"la gente acá devuelve las cosas"(sic) A lo que respondí que hacen 30 años o más eso era seguro, pero que hoy en día...
Me informó también que habría entrado al supermercado Carrefour, que queda a pocos metros de donde nos encontrábamos.
Hacia allí me dirigí pero, ciertamente, era casi como "encontrar una aguja en un pajar"
Por suerte, y a pesar de lo dicho respecto a mi estado, pude usar bien mis neuronas. Subí a mi coche, respiré y pensé alternativas.
¿Publicarlo en face? Yo no uso ...¿mi hija? Mmmmm, no era momento de "molestarla con mis problemas" ¿Alguna de mis amigas?
Bingo -me dije- y llamé a Adriana.
La puse al tanto y me dijo que ni bien llegara a casa hiciera el texto para publicar, que adjuntara una foto de la máquina y se lo enviara por mail.
Una vez hecho eso me puse a trabajar para la publicación del día siguiente e intenté concentrarme en ello.
Luego almorcé pensando en que otra acción podría llevar a cabo con el objetivo de recuperar mi cámara y tuve la brillante idea de googlear "Objetos perdidos en Ushuaia!"
¡Si no lo encuentras en google no existe!
Allí figuraba una página de facebook... Bueno, yo no uso pero Silvia, mi "amigahermana", hace ya varios años me dio su usuario y clave para que pueda entrar a su face.
Eso hice y allí, en primer lugar un anuncio:"Encontré cámara de fotos en zona carrefour"
Luego, comunicarme con Adriana justo en el instante que ella me llamaba para avisarme que alguien que lo había replicado vio el anuncio -que yo acababa de ver.
Adri lo publicó en otro sitio de face, ella no sabía de la existencia de "objetos perdidos..." así que le vino bien también todo este rollo de la pérdida pues ahora lo sigue.
Luego me pasó el número de Marcela -la señora flaca como yo- la llamé y cuando le dije que gracias a mi amiga que hizo el contacto estábamos hablando, ella me respondió:
-"Hace una semana estuve a punto de cerrar mi cuenta de facebook, pero no lo hice, por algo pasan las cosas."
Total, que fui hasta su casa, una mujercita encantadora, con 3 hijos de entre 5 y 15 años, que salieron a ver "la devolución", una bella familia, y como ya pueden imaginar, colorín colorado este cuento felizmente a acabado.
Eso sí, antes de volver a casa pasé por Hyundai a decirle a mi "primer auxilio" que consideraba que tenía que saber que la había recuperado.
Esa tarde me sentí feliz...
Cuánta buena gente, cuántas circunstancias fortuitas, cuanto azar y cuánta buena energía puesta en estos aconteceres.
Es lo que intenté demostrar a través de mi relato pero no sé si lo he logrado.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cada momento en que entremos a "chusmear" ésta, mi casa de letras.
Música en tiempos de covid-19
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº 366 de la suelta de mis letritas)
Andando la vida
Estoy
errática
impertérrita
balconeando la vida
pasando las estaciones
reciclando horas perdidas.
Estoy
si voy o vengo
quien sabe
los caminos de la vida
intrincados
siempre son.
Estoy
en este ir o venir,
busco sueños y quimeras
para seguir transitando
la vida a mi manera.
Y
en esos días
oscuros
-que son palos en la rueda-
le doy paso a la tristeza
lloro, grito, pataleo
para volver al camino
-orgullosa de mi ser-
sonriente y con más fuerza
como brote en primavera.
Lo has expresado perfectamente y estoy muy de acuerdo contigo, en que a pesar de los tiempos que vivimos de prisas, etc. etc. y el ejemplo que nos dan los políticos de quedarse con todo lo que pueden, sigue habiendo gentes buenas y honradas.
ResponderBorrarTu poema, Lu, precioso, y tu estado de ánimo, adaptado a los tiempos, como el de mucho de nosotros, y gracias a Dios que el derecho a gritar, llorar y patalear, es de las pocas cosas que no nos pueden quitar, salvo que nos denuncie el vecino de al lado. En fin.....
Un fuerte abrazo y sigue cuidándote mucho que este maldito bicho ni a garrotazos acabamos con él.
Hola querida Lucía, muy alta la madrugada del domingo obviamente levantada y sin sueño, te comento. Hoy he tenido un día feliz porque contra todas las malarias pude cenar con mis chicos, (nuera e hijo) ya lo habíamos programado el día 29 de los ñoquis que les preparé pero ellos se los llevaron a su casita crudos y con la salsa de mamá, ambas cosas en sus taper. Me quedó picando ese día la bronca de no poder compartir mi cena con ellos, hecha con tanto amor. Entonces, mientras cargaban sus envases surgió la idea de una cena posible. Empanadas caseras, las cenaríamos en el living, bastante grande por cierto, guardando el protocolo del metro y medio de distancia, vasos descartables etc. Y lo hicimos pudimos compartir alrededor de dos horas o un poco más de charla degustando mis empanadas. Eso me ha dejado contenta, porque hace meses que no estábamos juntos así, cosa que era habitual una vez por semana. En fin que el maldito bicho no se va y todos estamos muy tristes, hay que tratar de hacerle estas pequeñas trampas para paliar un poco el afecto que no podemos demostrarnos.
ResponderBorrar¡Viste que no todo está perdido! Todavía queda gente buena que no se queda con lo que no es suyo. Yo no tuve la misma suerte en Río Grande en 2015 cuando se llevaron mi notebook del carrito del aeropuerto, dentro del maletín llevaba también algunos efectos personales como anteojos, remedios. Nada, que acudí a las radios la tv y las redes, nada. Evidentemente quedó en la ciudad, porque fue a la salida del aeropuerto, alguien de la cola de taxis la vio y se la llevó. Todavía la extraño. Perdí muchas de mis fotos y trabajos escritos.
Muy bueno el video. Lo mismo tu poema, tiene hasta cierta rima, Carlos Giménez diría tiene cadencia. Besos, Evy.
Hola Manuel.
ResponderBorrarCierto...tanta mala gente a veces nos hace olvidar que las hay buenas también.
Como diría Fito Páez "quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón"
Me hiciste reír con eso de "que nos denuncie el vecino..." ¡Sólo me falta! En mi casa chillo todo lo que quiero jajaja
Un poco más de paciencia Manuel...más temprano que tarde aparecerá esa vacuna tan esperada.
Abrazo
Evy, pero qué bien que se juntaron a comer empanadas!
ResponderBorrarAmiga, en momentos como este en que las normas a veces están "cruzadas" creo que lo más importante es el sentido común.
Me parece más seguro comer con mi hija en casa, por ejemplo, que ir a un restaurante donde está permitido hasta 4 personas por mesa...Eso acá en T del F.
También cada tanto vienen dos amigas a picotear algo, tomarnos unos buenos vinos y "chismosear" de nuestras vidas. En ese caso, nos juntamos en el departamento que vivía hiji y -menos las copas- toda la vajilla descartable.
¡No puedo tomar vino si no es en una copa! Luego las desinfecto...jajaj
Sí, tuve mucha suerte por recuperar mi cámara.
Abrazo va en un domingo primaveral-
LU, alguien capaz de escribir: "estoy errática impertérrita" merece ese premio del Azar, sin duda.
ResponderBorrarTu crónica es delirante por lo inaudita. Y que vives en un lugar para el que desde aquí me quito el sombrero, es un hecho. Felicidades.
Ana ¡gracias! me reconforta tu comentario.
ResponderBorrarFuerte abrazo
Pero bueno que haces. Andate al loro, no se si conoces el refrán de... no hay dos sin tres. Cuida esa cámara por favor que al final te quedas sin ella.
ResponderBorrarBuen relato nos dejas y da gracias que la has vuelto a encontrar y que aún queda gente buena por el mundo amiga.
Como tú estás estamos creo que casi todos. Hay días que no sabenos si vamos o venimos, son todos iguales sin apenas diferencias no nos queda otra Lu y a saber hasta cuando.
Buen martes y cuídate.
Un abrazo.
Lau!!! Ya es un clásico!! Una vez más comentándonos en los respectivos blogs al mismo tiempo. Seguro que si quisiéramos coordinarlo no nos saldría tan bien!! jajajaj
ResponderBorrarY aunque, como ya sabemos, "mal de mucho consuelo de tontos"...Bueh...aplica en estos momentos. Al menos podemos sentir que no hay una cuestión personal en esta sinrazón que estamos viviendo.
Abrazote amiga linda
Así es amiga. Me dí cuenta ayer al volver de tu blog que nos comunicabamos a la vez. El pensamiento cruza a la vez el gran "charco"😂
ResponderBorrarBuen miércoles. Cuídate.
Un abrazo.