Tampoco me importa el mío
Estoy asintomática...¿...?
Bueno, disculpen quiero decir que no tengo síntomas de la mas mínima inspiración. Y se me ocurrió decirlo de ese modo. ¿Está mal?
Como no sé sobre qué escribir repaso las noticias y veo que ahora cuando mas o menos, en esta parte del mundo, andábamos "manejando" al bicho, en la otra parte del mundo recrudeció y los antivacunas siguen mirando para otro lado ahora...
¡Ómicron!
Nuevamente la ciencia patas pa"arriba...Nuevamente a estudiar y presumir que podría ser esto o aquello, tal o cual.
Los vecinos brasileros estrenaron sus dos primeros casos...quizás cuando esta edición salga a la vista ya tengamos también casos en mi país.
¿Me asusta? No, para nada. Será lo que tenga que ser.
¿Me cansa, me agota? Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! Síiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
Y me pasa que ya no tengo la constancia de cuidarme como lo hice durante un año y medio...ya no resisto sin abrazar y besar a mis seres queridos.
Por lo demás sí: sigo con barbijo que no me molesta en absoluto, sigo emborrachando mis manos, sigo desinfectando mis compras.
No de manera tan puntillosa pero un rociado de alcohol al 70% siempre les doy.
En fin, que ya sabemos que "el bicho" vino para quedarse, solo espero que repiensen los y las antivacunas, que todos y todas sigamos cuidándonos, que no bajemos la guardia, que los que abandonaron el barbijo vuelvan a usarlo y...
¡Que podamos "cruzar el charco! Mis ganas de ir al Viejo Continente son inmensas y, por ahora, sigo viéndolo un tanto difícil. Mas aun que estoy vacunada con la sputnik.
Y en esto de poder viajar mas allá de las fronteras mi amiga Carmen, de Chile, tiene en espera desde marzo del año pasado un viaje a mi Ushuaia.
Presumiblemente tampoco pueda venir este diciembre, tal lo que teníamos conversado.
Aun no está dicha la última palabra, abrieron muchos de los pasos fronterizos, pero no el más austral que es por el que llegaría Carmen desde Punta Arenas hacia la Tierra del Fuego argentina.
Para cerrar esta edición de protesta nada mejor que hacerlo con una gran sonrisa...Es que es cierto...¡Al mal bicho buena cara!
En google imágenes, buscando chistes sobre COVID para compartir, encontré varios.
Me quedé con estos cuatro: (en realidad son 3 chistes y una reflexión. ¿cierto?)
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.
Música para el disfrute
Acá no zafás:
(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº421 de la suelta de mis letritas)
Llegó el tiempo de decirte con todas las letras de qué se trataba la enfermedad de tu madre. Siete años tenías. Y tu mamá te lo dijo sin vueltas.
CÁNCER. Esa era la palabra maldita y con tan mala prensa.
-La biopsia dio que tengo cáncer.
Lloraste, sin consuelo, te angustiaste, dijiste
-Mamá te vas a morir
Y tu mamá hizo lo mejor que supo, lo mejor que pudo y lo que la sostuvo y te sostuvo: te prometió que no, QUE NO SE IBA A MORIR.
Seguiste llorando, moqueando, ojos inflamados y rojos, suspiros casi hasta el ahogo y contestaste
-No me mientas, porque la gente se muere, vos no podés decir que no te vas a morir.
-Claro que no hiji. No te estoy diciendo que no me voy a morir. Tal vez suba a un avión se estrelle y me muera, tal vez me pise un coche y me muera, tal vez…Lo que te estoy prometiendo es que DE CÁNCER NO ME VOY A MORIR.
Luego
Fijar fechas de operación, ir a sesiones de psicología, pagadas gracias a la contribución del personal de las escuelas y jardines de infantes, como ya dije.
Aprender sobre la enfermedad, hacerse más fuerte y creer el cuento de que el cáncer con ella no podría.
Sostener a quienes, intentando poner una palabra esperanzadora, no podían evitar las lágrimas, contenerte a vos que confiabas tanto en ella y por eso nomás supiste que tu mamá no moriría en esa ocasión.
Pero…
A pesar de todo, aun de su fuerte voluntad para transitar el mal rato, tu mamá tomó algunas precauciones “por si acaso”
Buscó con quién dejarte si algo no salía bien. Firmaron papeles ante escribano público y todo siguió su curso.
Viajó para cuidarte la abuela postiza, la abuela elegida, no biológica, a quedarse con vos en tanto tu madre estuviera internada.
La abuela Quiti que lloraba por los rincones, y tu mamá seguía siendo “la más fuerte”, la que sostenía, la que cuidaba…hasta la hora en que ustedes dormían y entonces soltaba el llanto.
El viernes próximo: final de esta historia de vida.
Amiga hola, de día aquí de noche allá jajaja. Mira lo del bicho ya es un dramón, aquí en España al menos donde yo resido Getafe a 13 km de Madrid, los hospitales ya están tomando medidas cara las visitas no dejan pasar solo una por enfermo y se turnan los días por plantas.
ResponderBorrarNo sé que pasará con las Navidades, pero me temo que dejaran un poco de manga ancha, ya sabes la economía y bla, bla, bla, después vendrá Paco con las rebajas y el que muera o quede mal pues nada ...y me cayo, mucha culpa la tenemos nosotros aquellos irresponsables que no quieren vacunarse, y el gobierno que da prioridad al dinero más que a la salud. Por otra parte me he reído con tus chistes son geniales si no hay cosa mejor que la risa para pasar el mal trago. La carta quiero llegar al final es muy, muy emotiva. Un besazo y cuídate mucho.
Ni asintomática de inspiración ni de originalidad, amiga, plena de sensible creatividad, más bien diría... Respecto de la historia, tu historia, está claro que tenías que contarla y que determinaste vencer para además de gran madre ser una mujer ejemplar, para no leerla en ningún libro ni verla en ninguna peli, para que no te la cuente nadie, en definitiva, y para que puedas exhibirla orgullosamente de por vida como el logro o estímulo que muchos pueden necesitar para pelearla contra la adversidad...
ResponderBorrarAbrazo sinceramente admirado por como sos una vez más.
Geniales memes, la historia me conmueve en cada entrada. Te mando un beso
ResponderBorrarCampi, ¡Buenísimo que te gustaron los chistes!
ResponderBorrarEsa fue mi idea: que todos y todas podamos reír.
De nada sirve andar quejándose por los pasillos, y siempre hay buenos motivos para sonreír a pesar de las malas noticias.
Ya llega el final de mi historia. Espero no defraudar tus expectativas.
Abrazo y que disfrutes de este fin de semana. (Bueno, del domingo habida cuenta de la diferencia horaria)
Por acá, sábado muy cálido y soleado.
Gracias Carlos por tantas palabras acariciadoras.
ResponderBorrarSiempre vienen bien, particularmente en esta época del año en que la nostalgia se me acopla sin pedir permiso.
Abrazo va con deseo de que estés disfrutando del finde
J.P.
ResponderBorrar¡Gracias amiga!
Ya llega el final y, como le digo a Campi, espero cubrir las expectativas
Beso ¡buen fin de semana!
Pareces una chica ejemplar y escribes de maravilla. Escribir es dejar que el alma exprese lo que siente y tú lo haces de maravilla. Contar historias no es siempre fácil, bueno, sí, es fácil, es más difícil hacerlo como lo haces tú que dejas el sentimiento envuelto en esas letras que tienden a flotar y a dejar el alma en suspensión.
ResponderBorrarNo dejes de escribir nunca.
Un abrazo de domingo.
Así es, no nos queda otra que seguir poniendo buena cara a este mal bicho, que para ser chino ya dura y no se le ve intención de que quiera largarse. Estamos como al principio de contagios y en marzo 2 años ya, al menos las muertes son pocas, veremos despues de navidad porque aunque algunos estemos procurando no reunirnos mucho, otros están a la buena a la buena de Dios sin ningún reparo.
ResponderBorrarTu historia conmueve con cada entrega Lu y que bien hiciste ese "por si acaso" por lo que pudiera a ocurrir. Esperando ese capítulo final e imaginar la carita de tu hija a tu vuelta.
Buen domingo.
Un abrazo.
Enrique!
ResponderBorrarPor aquí lunes lluvioso y gris, vengo a agradecer tus palabras.
Sos en verdad muy gentil amigo.
¡Gracias!
Siempre digo -también en mi perfil- que escribiré hasta mi minuto final. Por el placer de escribir y nada más.
Abrazo va con el deseo de que tu semana sea como vos lo quieras
Hola Lau!
ResponderBorrarRespecto al bicho hoy, 06/12, se registró el primer caso de ömicron en mi país...
¡Ufff! ¿Será como la canción de A. Lerner "Volver a empezar"?
Ya acaba mi relato y, como dije, espero no defraudar con el cierre que le di.
Mi hija iba de la mano de la abu Quiti a verme al hospital, en tanto duró mi internación.
Y si yo estaba comiendo, compartía esa sosa comida de hospital con mucho placer.
Claramente no por el sabor sino por "comer con mamá"
Buena semana amiga querida!
Abrazo
Hola Lu!!
ResponderBorrarbenditas vacunas, ya me di las tres, pero la segunda Spuknik me pego muy fuerte y la tercera que no era Spuknik me pego pero más suave.
La historia me esta haciendo sufrir, espero un final feliz. Cariños Lu, felicidades y paz para tu corazón.
mariarosa
Holalú!
ResponderBorrarA mí ya me han puesto la tercera dosis y eso me hace sentirme con una inmunidad que en realidad no existe. Las navidades se presentan inciertas, aunque yo ya he reservado una mesa en un restaurante para comer juntos el día 25 con toda mi extraña familia. A ver si no nos lo prohíben... Ya dura mucho esta insoportable situación. Al menos, en España se están vacunando muchos de los que no lo habían hecho, pues están exigiendo en muchos bares la presentación del certificado de vacunación y para muchos de mis compatriotas (entre ellos yo mismo) acudir a conversar y a confraternizar a un bar, copa en mano, es un rito inaplazable.
¿Ómicron? Espero que las variantes del funesto virus no lleguen hasta omega, la última letra del alfabeto griego.
Tu carta de vida se ilumina poco a poco. Para mí es una Historia de Vida, con mayúsculas.
Un abrazo que abarque desde la alfa hasta la omega (pero sin virus), amiga Lu.
Hola Lu!
ResponderBorrarSempre vi em ti uma mulher com coragem. Se estás assintomática e te vacunaste, não é grave. Se não te vacunaste e tiveres temperatura, faz outro teste e vacuna-te logo que possas. Eu sei que vai correr tudo bem. Não te preocupes. Apenas não facilites e tem muito cuidado! Um bicho tão pequenos não assusta!
Me encantó o que contaste acerca de tua madre. Gracias por compartilhares com tanta emoção esses momentos verdadeiramente assustadores.
Te cuida muito, querida amiga.
Te deixo todo o meu carinho e um grande abrazo!
Feliz noche!
Hola María Rosa
ResponderBorrarAun no tengo la tercera dosis. Las dos que me dieron son Sputnik y no tuve síntoma alguno en ambos casos.
No sufras amiga, ya ves que pude contarlo. El viernes, ya no falta nada, va el final.
Abrazo y ¡buena continuación de semana!
Amigo Diego!
ResponderBorrarSiempre un gusto cuando pasas por mi casa.
No tengo idea de que haré en las próximas fiestas aunque hace ya unos años he decidido no juntarme en la Noche Buena.
Para mi la fiesta más importante es poder celebrar con las personas que amo la "Noche vieja", haciendo siempre algún ritual de esos que -se supone- te auguran un mejor Nuevo Año. Ejemplo: quemar el calendario del año que se va.
Y, demás está decir, riendo y comiendo cosas ricas acompañadas de unos buenos tragos.
Ocurrente tu opinión sobre el virus. En todo caso...¡espero lo mismo que vos!
Ya tenemos suficiente.
Abrazazo va.
Albino, sí tengo dos dosis de sputnik.
ResponderBorrarCuando dije "asintomática" era solo para decir que me falta inspiración.
Nada tiene que ver con el virus.
O si...¡me pescó "el virus de la nada misma"! jajaja
Respecto a la carta, la mamá que escribe, soy yo y es para mi hija.
Ya lo verás el viernes próximo.
Abrazo querido amigo poeta
Has descrito perfectamente, el cansancio mental a que nos tiene sometido este maldito bicho, y menos mal que por aquí las cosas no van muy disparatadas, y los antivacunas parece ser que poco a poco se van concienciando, sobre todo, después de los comentarios del líder negacionista italiano, tras su infección por COVID.
ResponderBorrarEn cuanto a la carta, se me ha hecho un nudo en la garganta, ya que tengo una sobrina con cuatro hijos y cuarenta cinco años de edad, que todos los días tiene que hacer de tripas corazón para no preocupar a los hijos, aún sabiendo que no le queda de vida más de siete u ocho meses. Muy duro, ¿verdad?, y cuantas lágrimas no estará también derramando a solas; y que fortaleza hay que tener para ello.
Un placer siempre leerte amiga, Lu.
Un fuerte abrazo.
Manuel
ResponderBorrarEn mi país en cuanto al bicho estamos, por lo que cuentas, más o menos como en el tuyo.
En mi provincia y ciudad muy tranqui, tanto que la gente empieza a olvidarse de mantener distancia en los lugares públicos y/o usar el barbijo correctamente.
Ayer mismo en el super mientras esperaba en la fila para las cajas tuve que pedirle, amablemente y con mi mejor cara de "perdoname", a dos personas que estaban cada vez más encima mío sin respetar las marcas puestas en el piso que mantuvieran la distancia.
Lamento lo de tu sobrina...Algunos tipos de cáncer no dan esperanza. Otros, y es a los que apunto, pueden no ser terminales siempre y cuando las personas se hagan los chequeos de salud pertinentes.
Sí, es muy duro amigo...hay que encontrar las fuerzas para seguir andando y preparar a los hijos para lo que vendrá.
Abrazo inmenso
Bueno, hasta aquí he llegado amiga. Años viendo tu "LU" por otros blogs pero nunca intercambiamos un ¡hola cómo estás!
ResponderBorrarLeídas y "entendidas" tus palabras, reflexiones, situación de vida...
Como bien señalas, es la tuya. Como la de tantos. Sus vidas, circunstancias, realidades. Alguna en los medios de comunicación hoy. Otras en el silencio de sus protagonistas.
¡Es la vida! ¡Y sus valores! Qué puede que no sean todos fáciles de percibir... Qué puede que muchos sean lecciones a trascender... Por cada uno. No todos las mismas.
Abrazo.
Hola Ernesto
ResponderBorrar¡Bienvenido!
Cierto es que nos cruzamos cuando visitamos blogs amigos.
¡Es la vida! Bien lo dices y cada quien con su experiencia.
Abrazo va desde el sur del sur
Hola!! En cuanto a tu falata de inspiracion no parece ser asi...tenes mucha imaginacion para crear tua entradas.
ResponderBorrarRespecto del bicho que vino para quedarse deboa tomar conciencia que hay que seguir con mucha precaución y cuidarse!! Ojalá se puesa viajar tranquilos.
Y la historia que nos dejas es muy conmovedora. Te dejo un beso
Hanna
ResponderBorrarGracias por pasar y dejar tu huella
Abrazo