viernes, 15 de marzo de 2024

Infancia patagónica

 Tampoco me importa el mío
Creo que en verdad la vida es una sucesión de buenos y malos momentos.
Creo por lo tanto en que hay épocas en nuestra vida que todo empieza a estar patas para arriba. 
De pronto algo se rompe, no podemos conseguir lo que necesitamos, se nos presentan problemas de salud -digo sólo a modo de ejemplo- y sentimos que "estamos con mala racha"
Me pregunto -y les pregunto- si a ustedes les pasa o si tengo la exclusividad en transitar momentos en que todo sale mal.
Me siento agobiada y espero que se acabe. Necesito volver a mi llanura, a mi camino con pros y contras pero no "atravesado" ¿por qué digo esto?
Pues...
estoy atravesando una etapa de una seguidilla de hechos desafortunados. 
Y viene "persiguiéndome" desde hace por lo menos un mes....
He leído por allí que hay quienes opinan que los años bisiesto "son de mala estrella" por el día "fantasma" que se agrega. 
¿Será? En lo personal no creo en los mitos. Creo más bien que es la vida misma y sus vicisitudes.
En todo caso, sé que "siempre que llovió paró" y me enfoco en ello con la esperanza de que luego vendrá una muy buena etapa.
Dicho esto, comparto unos "chistes pavos" para que todos y todas podamos sonreír. ¡la risa no debe faltar!...
¡ Aunque a veces haya que "remar en dulce de leche" para lograrla! 
¿Cómo suena el teléfono de un carpintero?
-Aserrín

¿En qué se parece un sauce a un zapato?
-En que el sauce llora, y el zapato consuela.

Suena el teléfono en la comisaría: Atienden y una voz con mucho miedo sale del teléfono.
-¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Vengan pronto! ¡Un gato entró en mi casa!
-Pero señor –contesta el oficial de guardia- ¿Cómo va a molestar a la policía por semejante pavada? ¿Quién habla?
-¡Un loro!
Gracias por pasar. Hasta el viernes que viene, o hasta cuando gusten volver.
Lu
Esa Musiquita en el recuerdo
                                             Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº514 de la                                                                          suelta de mis letritas)
Infancia patagónica 
Éramos niños de ciudad patagónica lo cual en aquellos tiempos (y aun hoy) era todo un tema.
Y más aún cuando, como en nuestro caso,  formabas parte de una familia que no era nyc*, sino que habitaba aquellos “desolados parajes” por cuestiones de índole laboral.
Imaginen entonces, desarraigo, frío, meseta patagónica con fuertes vientos. Chenque** levantando kilogramos de tierra y una “madreamadecasa” educada en otro siglo, con costumbres burguesas y depositada en ese paisaje hostil por obra y gracia del trabajo de su marido, con el dinero justo como para el mate cocido con leche de la mañana y la polenta varias veces en la semana de almuerzo. Ni mencionar la frugalidad de la cena.
¡Que panorama! Si casi lo estoy viendo, a pesar de no recordarlo.
Es decir, estoy situándome en los pensamientos de mi madre por aquellos años…
De hecho, amo la Patagonia, y mi sentir siempre fue y será otro al respecto.
Como antes, como siempre, como ahora, a veces las cigüeñas se meten en la chimenea equivocada.
Y no. No  estoy emitiendo quejas sobre mi familia. ¿Con qué derecho lo haría?
De mis padres aprendí el buen hacer, los valores que tengo y, en parte, les debo lo que hoy soy. 
Solamente estoy reafirmando mi condición de “distinta”…Desde  chiquita lo fui.
Lo cierto es que mi hermano y yo, vivíamos encerrados dentro de la casa, y todos los temores maternos, nos hacían muy vulnerables.
No teníamos televisión, no salíamos a jugar afuera, no teníamos una “barra” de amigos ni amigas, no conocíamos insectos, ni gallinas, ni vacas, ni animales del zoológico (que tampoco conocíamos) Así que, nuestra idea de animales salvajes y domésticos, se basaba en algunas figuras vistas en libros de cuentos, perros y gatos de los vecinos y algún que otro caballo que por el fondo de nuestra casa pasaba.
Fue en ese entonces, cuando mis padres decidieron un verano, ir a pasar unos días de vacaciones nada más ni menos que al campo.
Sí, al mismísimo campo, en plena pampa húmeda…a la chacra de mis tíos.
¡Qué revuelo! Descubrir moscas, mosquitos, abejas y toda suerte de insectos…sapos, ranas, vacas, chanchos, aves de corral y cuanto animal pueda imaginarse uno en los campos argentinos, de la provincia de Santa Fe, allá por el principio de los '60.
Y no es que recuerde yo estos hechos, pero con el paso del tiempo, se los escuché contar a mi madre infinidad de veces, por eso lo sé.
Lo único que recuerdo nítidamente, y aún ahora en vez de parecerme un episodio chistoso me genera un poco de melancolía, es la risa dibujada y sonora en esas caras adultas que, en vez de ayudarme, me miraban correr, desesperada, a una gallina blanca de impresionante cresta roja. 
Llevaba, entre mis manitos, una lata vacía, mientras a viva voz y muy colorada por el esfuerzo decía:- ¡Gallina, que sucia!, tenés que hacer caca en la lata. 
Luego llegan confusos los sucesos. Me caí en el intento de atrapar a la cocorita, mi tía me abrazó y alguien decía que no pasaba nada...
Y yo me puse a llorar al darme cuenta de que había otra forma de vida más libre y que no era tan importante ponerse muchos abrigos, quedarse siempre adentro y tener la casa ordenada.

* NYC sigla que se usa en las ciudades patagónicas de Argentina para denominar a los que nacieron y se criaron en el lugar: "Nacidos y criados"
** Cerro ubicado en la ciudad de Comodoro Rivadavia. (La palabra chenque denomina a los cementerios de aborígenes)

31 comentarios:

  1. Querida Lu:La vida es así ,llena de mitos, refranes, miedos, aunque sin creer en mitos, reconozco que mas de alguno tiene asidero por que a mas de alguno se le ocurre venir y enrostrarnos en la propia cara ,lamento que estes en una seguidilla de sucesos, al mal tiempo buena cara dice el refrán,sonrie y siente que es mejor que sucedan cosas a vivir una vida plana.Pobre loro!! jajaja.Un abrazo para ti y animo!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Holaaa Menta! Siempre tan cálida ¡Graciassssss!
      Y ¡tal cual! pobre loro!!! A mi me hace reír mucho ese chiste.😂
      Va mi abrazo ¡que tengas un bonito finde!

      Borrar
  2. Qué bonito ese darse cuenta de la vida sencilla.
    Un abrazo y que pase pronto esa racha, sé bien de lo que hablas.
    Besitos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Noe, gracias. También espero que acabe pronto. Creo que ya está en retirada...Por si acaso, no lo digo muy fuerte.😊
      Beso ¡buen finde!

      Borrar
  3. A ver mi Lu querida, ese ánimo sigue un poco flojo, asi, pues, vamos a tenerte qué dar dos vasos de leche con miel ajajja.
    Es cierto, preciosa que hay momentos que todo se tuerce, pero igual que se tuerce se vuelve a poner enderezado, lo que ocurre que el camino que pasa hasta que se logra, pues lo pasamos un pelín regular. No te preocupes que en esta vida todo tiene arreglo.
    El sol sale para todos, y para ti lo hara tan bien.
    Muy bonito tu texto, son partes de la vid de uno allá en su niñez.
    Te dejo un besote y abrazo gigante para que te cubran y te den calorcito. muakisss

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Campi, hola hola. Creo que me llegaron las buenas vibras y creo que va mejorando mi racha.
      Te paso una primicia: pronto iré a Bs As para visitar amigos y amigas de esos que saben abrazar y mimar, poner la oreja y escuchar.
      ¡Esa ya es una buena noticia!
      ¡Gracias por tu cariño y buena vibra!
      Va mi abrazo ¡buen fin de semana!

      Borrar
  4. Ay, dulce Lu, tienes razón, yo he poasado por varias etapas en mi vida en las que creía que todo era un horror, nada me salía bien y, además, creaía que todo iría aún peor, pero luego acabo siendo, tan solo, un mal recuerdo. Son etapas, dices bien ... mucho ánimo, tú vales mucho, todo irá bien. Me voy a los chistes.

    ResponderBorrar
  5. El poema de Benedetti y la voz de Nacha Guevara, una mezcla para el éxtasis. Gracias, dulce LU.

    ResponderBorrar
  6. Ese desnudo relato de parte de tu infancia ... emociona de tal forma que me hace viajar contigo en ese tiempo, dulce Lu.
    Gracias, una vez más, por esa forma tan especial, sencilla, trasparente y brillante que tienes de escribir.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Enrique. Como acabo de decir en los coment anteriores, creo que va pasando, poquito a poco se va extinguiendo esta mala racha...¡Ojalá así sea!!
      Sí, opino lo mismo: El poema de MB y la voz de Nacha...¡Para el éxtasis!
      Gracias a ti por alentarme siempre
      Va mi abrazo
      Disfruta del finde

      Borrar
  7. Te leía y no podia creer que tu madre te tuviera encerrada sin disfrutar de la vida natural, pero, a veces el miedo a todo, solo nos ciega y no nos permite disfrutar ni dejar vivir a nuestros hijos.
    Muy linda tu forma de relatar, a pesar de la tristeza que encierra.

    Un abrazo y bella semana.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola María: No te inquietes, no es tan lineal y verídico lo que cuento. Es sólo un relato literario.
      En Comodoro Rivadavia he nacido y he vivido sólo hasta los 3 años.
      No recuerdo nada de esa época y reconstruyo sobre anécdotas que he escuchado a mi mamá, a la mamá de "mi hermanito de chupete", y a lo que imagino puede haber sido.
      Respecto a mi "hermanito de chupete" te invito a pasar, si tienes ganas por la entrada del 08/12
      https://quemeimportatupasado.blogspot.com/2023/12/toma-y-daca.html
      De todas maneras es cierto lo que dices sobre los temores excesivos. Pero no es un dato menor que la Patagonia a mediados de los 50 era "inhóspita" y el viento de Comodoro es "aterrador" para quienes lo enfrentan por primera vez.
      Abrazo va
      ¡Disfruta del finde escritora!

      Borrar
  8. Espero que las cosas mejoren. Mi hermana dice que las cosas malas o difíciles van de tres y lo mismo las buenas. A uno le toca seguir. Te mando un beso.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Citu querida!
      No sé si será cómo dice tu hermana pero...
      ¡En mi caso coincide!
      Es así como lo dices "hay que seguir andando"
      Felizmente algunas ya comenzaron a cambiar y pareciera que, luego de poco más de un mes, todo va mejorando.
      Beso ¡que tengas un bonito fin de semana!

      Borrar
  9. De verdad que tu infancia fue... digamos que, accidentada. La zona es muy inhóspita. Pero vale la pena traerla a colación. el texto es atrayente.
    Menos mal que aclaraste lo de NYC, porque para mí es una sigla, casi universal, de cierta ciudad.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Alí. Gracias por pasar.
      Nooooo! NADA TIENE QUE VER con lo que has imaginado. 😂
      Saludos ¡buen fin de semana!

      Borrar
  10. Querida Lu; tu calidez humana siempre atrapa al lector; así lo escribas literalmente. Un placer siempre leerte aunque no estés en el mejor momento.
    Cuánta capacidad para comunicarte!
    También creo como tú que los malos momentos vienen todos juntos; de ahí el nombre de "racha". Y tal como sostienes: "No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo aguante"!
    Deseo de corazón que el tratamiento de bloqueo te mejore.
    La suspensión del viaje lo entiendo perfecto. Si tienes el pensamiento y preocupación en tu salud; lo primero es lo primero.
    El cuento de tu infancia (estimo sí que se trata de tí) es pura infancia.
    Pero no comprendo por qué no les permitían salir de su casa. Cuál era el temor si vivían en la Patagonia.
    El detalle de la gallina; entrañable. Me parecía verte corriendo detrás de las gallinas. No sé por qué pero a los niños en general le atraían las gallinas y jugábamos con ellas.
    Con los mejores deseos para ti LU; un gran abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Graciela!

      Si lees lo que le respondí a Maríarosa, podrás encontrar la respuesta a tu duda.
      Y tampoco lo de la gallinita es "tan así" El que quería ponerles una latita era mi hermano, dos años mayor que yo.
      Y nadie se ha caído. Es un relato literario amiga.

      Cierto es que no conocíamos "en vivo y directo" tanto "bicho" que abunda en las provincias del centro y norte del pais.
      De hecho en Ushuaia, y lamentablemente, no hace tantos años que aparecieron las moscas, arañas, abejas y avispas, por citar algunos.
      Obviamente, tiene que ver con una cuestión de clima.

      Va mi abrazo.

      Borrar
  11. A todos nos pasa, Lu, eso de las buenas y malas rachas. Afortunadamente, es prueba de que vivimos y de que jugamos con la vida (hay que jugar con ella). La felicidad absoluta tiene que ser un aburrimiento difícilmente soportable 😊. Yo procuro aceptar mis malas rachas pensando "ya pasarán". Y si no pasan, también las acepto. Quizás, son ley de vida. Lo que nunca haré será quedarme parado llorando mi mala suerte 😊 Y no culpemos a los pobrecitos e inocentes años bisiestos, que no son más que un apaño de Gregorio XII en el año 1582 para que la Tierra no se “desmadrase” en su movimiento de rotación alrededor del Sol 😊

    El relato de tu infancia patagónica, deliciosamente expresivo. Aunque me ocurre como a Grace, no entiendo que estuvierais encerrados en casa (¿Por el frío invernal?), para mí la Patagonia es naturaleza en estado puro.

    Un abrazo en casi nuestro inicio de la primavera, que es casi el inicio de tu otoño (siempre andamos a “contrapelo” 😊)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Estamos de acuerdo amigo en tus planteos sobre "malas rachas"

      Cómo le digo a Grace también, si lees lo que le respondí a Maríarosa, podrás encontrar la respuesta a tu duda.
      Agrego que una cosa es "romantizar" la Patagonia siendo turista y otra es vivir en ella. ¡Y no olvides que en ese relato hablo de mediados de los años 50! Hoy por hoy, todo ha cambiado, y más aún en todo el sur argentino que creció aceleradamente...¡Demasiado para mi gusto personal!

      Imagínate lo que podría ser si en algún momento nuestras estaciones coincidieran! Aunque al paso que va el cambio climático...😊
      Abrazo yendo

      Borrar
  12. No se me ocurre otra cosa que darte mucho ánimo, y ya verás como el tiempo lo cambia todo... ya lo dice el refrán que no hay mal que dure cien años... por aquí decimos cuando todo nos sale mal, de que tenemos el santo de espaldas.
    Y de tus letras, me quedo con ese gracioso momento de la gallina, porque del resto al tratarse de actitudes familiares, prefiero no opinar, aunque me queda la duda de si es real o ficción.
    Un fuerte abrazo, Lu, y a pesar de esta mala racha tu narrativa no se ha resentido, ya que lo cuentas todo de forma muy interesante y amena...como de costumbre.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Manuel. ¡gracias! En eso ando, siempre con la esperanza puesta en el horizonte.
      A decir verdad, ya lo dije varias veces, soy una persona que siempre intento ver el vaso "medio lleno"

      Manuel, haces bien en tener la duda. Si tienes ganas puedes leer la respuesta a Mariarosa y creo se te aclarará el panorama.

      Va mi abrazo, siempre es un placer encontrarte en mi casita de letras, amigo.

      Borrar
  13. Por cierto Lu, ese poeta que, más que argentino es universal, pasó su infancia en esos pagos. Pero te aseguro que fue peor que la tuya. Me refiero a Facundo Cabral

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Alí, no entiendo la comparación. La infancia de FC fue tremenda, se había convertido en un pibe "marginal" y nunca vivió en la Patagonia.
      En lo que estamos de acuerdo es que luego devino en un poeta grandioso.
      Saludos

      Borrar
    2. Lo decía por que él vivió en la Patagonia... bueno... eso era o que yo creía. Pero tranquila. De verdad que no vale la comparación

      Borrar
  14. La vida es cambio constante, amiga. Es más, creo fervientemente en la mutabilidad de todo lo espiritual-fenoménico. De modo que en mi opinión -me costó entenderlo, la mente es muy jodida- uno no debería nunca -insisto nunca- eternizar nada... porque las buenas cambian y las malas también... hay que tratar de equilibrarse en ese punto -no es fácil- porque la naturaleza de la vida es cambio, aunque veces llevan tiempo esos cambios, no son instantáneos... Hace bastante disfruto sólo el momento de las buenas y padezco el momento de las malas y enseguida de ocurrido -lo bueno o lo malo- me desenchufo y paso a otro tema -no eternizo - y sigo adelante -golpeado o no- mientras la realidad cambia. Es cierto que a veces las malas duran más que las buenas (un par de días, por ejemplo, objetivamente) pero ya no me hacen mella porque sé que pasaron y sufro los efectos apenas... porque recuerdo, por ejemplo, porque me niego a aceptar lo ocurrido...
    Es como el gol, se grita, se goza, pero luego se sigue jugando el partido, sin éxtasis, para seguir ganándolo... porque si me descuido o me la creo lo pierdo...
    Abrazo agradecido hasta vos, patagónica Lu!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Poeta de la brevedad! Aunque...en este comentario te has extendido y hemos intercambiado el estilo: yo he sido breve.
      Comienzo la entrada diciendo "Creo que en verdad la vida es una sucesión de buenos y malos momentos." Un par de renglones más abajo digo: "En todo caso, sé que "siempre que llovió paró" y me enfoco en ello con la esperanza de que luego vendrá una muy buena etapa".
      Es decir, dicho de una u otra manera, creo que básicamente coincidimos en la idea sobre el devenir de los días, sobre la vida misma.
      Abrazo va, que tengas una buena semana.

      Borrar
  15. Hola Lucía, qué bueno eso de la mala racha, es verdad, a mí me pasa, de pronto un día se termina la bonanza y empiezan a darse vuelta las cosas que estaban en su sitio. No creo que sea por el año bisiesto porque todos los años pasa algo. En cuanto a la infancia patagónica la conozco pero no por mí, sino por mi hijo, claro que él la vivió con más libertad. La que tuvo problemas de adaptación fui yo. Pero hoy, no cambiaría la vida patagónica por la del «norte», hoy creo que pertenezco al grupo de los «vyq» venidos y quedados. Por otra parte, la escena de la gallina, la vi en la hija pequeña de una amiga, en Río Colorado, azorada siguiendo una fila de hormigas con sus hojitas a cuestas, no entendía qué era eso porque en Tierra del Fuego no lo había visto y en televisión tampoco. Los chistes están bien, hacen reír, y la canción también me encantó. Besos, Evy

    ResponderBorrar
  16. Así es Evy, tampoco yo creo que sea por el año bisiesto. Lo he dicho, creo que son las vicisitudes de la vida nomás.
    Amiga, sólo quienes habitamos la Patagonia, particularmente hace más de medio siglo, sabemos de qué se trata.

    A mi me da mucha risa el chiste del loro...jajaaj
    Beso
    ¡Buena semana!

    ResponderBorrar
  17. Pasaba por aquí y me he detenido a leerte, vale la pena encontrarse, de vez en cuando, con alguien que diga verdades como puños, que escriba aquello según lo siente y le salga en ese momento del corazón.
    La vida de todo ser humano no es un bello camino de rosas, muchas veces son encontramos con zarzales que tenemos que salvar, a veces nos sentimos impotentes y creemo hundirnos, pero en el fondo, con más o menos esfuerzo, solemos salir airosos.
    En esta tierra castellana he aprendido una frase que dice así: No hay mal ni bien que cien años dure.
    Mi marido (D.P) que tenía mucho sentido del humor, añadía: Ni cuerpo que lo resista. Me hacía reír.
    Sigamos caminando querida bloguera, no nos queda más remedio, pero hagámoslo siempre con esperanza, nosotros podemos, llevamos un gran potencial de resiliencia encima. Dejo mi huella entre tus seguidores.
    Ha sido un placer visitarte.
    Cariños y buen fin de semana.
    kasioles

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Kasioles! Gracias por pasar y dejar tu huella.
      ¡Bienvenida a mi casita de letras y más!
      Lindas palabras dejas y te cuento que por acá también decimos esa humorada de ¡Ni cuerpo que lo resista!
      Y es tal cual lo dices pues, por cierto, "hay que seguir andando nomás"
      Va mi abrazo con el deseo de que tengas un bello finde.

      Borrar