viernes, 31 de octubre de 2025

Imágenes

Tampoco me importa el mío
Tal lo dicho la semana anterior, voy a intentar en esta edición hacer una breve reseña sobre las palabras.
Para ello recurrí , en principio, a https://www.latrochadigital.com.ar/
De allí extraje el siguiente párrafo:
"¿A dónde irán las palabras cuando mueren? Parece una reflexión de un poeta, pero tiene un anclaje en la actualidad. Unas 460 palabras quedaron en desuso en Argentina, porque se dejaron de decir, porque aluden a objetos que ya no existen más, porque son expresiones que ya no se utilizan, entre otros impiadosos motivos. La cifra es del Diccionario del Habla de los Argentinos.
De las que ya no se usan, van ejemplos:
Bofe (feo) Churro (muy lindo) Bagarto (horriblemente feo) Chau pinela, Sanseacabó (ambas para rematar una historia, punto final)  Pilchas (ropa) Meter el perro (engañar) Es un traga (muy estudioso) Salir de levante (salir a buscar pareja) Arrastrar el ala (cortejar) Pasado de rosca (excedido) Es un banana (que busca tener popularidad), Chapar (besar)
Varios de estos dichos y palabras son de nuestro lunfardo.
Y de https://www.clarin.com/sociedad, extraje el siguiente párrafo:
"Cada época tiene su forma de hablar. Por eso, hay palabras y frases que resultan viejas. A veces, los objetos que nombran desaparecieron. Pero el cambio de palabras obedece a muchas causas
Ya nadie dice "un kilo y dos pancitos". No se dice "de rechupete" ni se siente "un cuiqui bárbaro". No se dice "Niño bien", "petitero", "fifí", "pituco", "cajetilla".
No se usa rapé, no se viaja en tranvía, no se va al centro a ver las cintas de ningún famoso cinematografista.
"Estar en la pomada", "Ver el noticiario", "emperifollarse" y ser "paquetón"
Una época se dice con unas palabras que quedan marcadas. No sólo la nombran, son parte de ella. Y con ella se van".
Hay palabras que cayeron en desuso pero porque los avances tecnológicos han hecho desaparecer varios elementos.
Fax, máquina de escribir, “tírame la agujas” –para averiguar la hora-
Aún así, hay otras como “tirar la cadena” la seguimos usando a pesar de que las mochilas de los inodoros tienen botón.
Me acuerdo de expresiones que usaban mis tíos, tías y mi papá como “A la perinola”, "A la marosca", "¡Hace un tornillo!" (por mucho frío), “De rechupete” “Mirá que te doy un skiafo”, o “Te vas a ligar un sopapo” “¡Le dio un soplamocos! ¡Qué “chinchudo/chinchuda”! (por malhumorado)
Es un “filito” –cuando empezábamos a relacionarnos con un joven-
En fin, que en verdad este tema me resulta fascinante, pero tal vez no lo sea tanto para vos que venís a visitarme.
Sólo por eso voy a cerrar, por hoy, este segmento de mis letras.
¡Pero hay tanto para recordar y decir!
Y, no quiero meterme con lo que “está de moda” y tanto detesto: usar anglicismos en detrimento de nuestra hermosa lengua para referirse a tantos objetos y/o sucesos.
¡Otro tema!
Bueno, ya me voy. Espero no te hayas aburrido.
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gustes volver.
 Lu
Esa Musiquita  en el recuerdo
NOTA: Me emociona hasta las lágrimas Milo J. Un pibe de tan solo 19 años(cumplidos el 25 de octubre) que es ¡Un grande! Y ni hablar de este encuentro de dos generaciones, con otro grande como es Nito Mestre.
                                           Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº614 de la                                                                                suelta de mis letritas)
NOTA: De mi archivo, un texto que escribí hace 10 años:
                                                                          Imágenes
Estoy realmente feliz. Esta noche volveremos a encontrarnos, luego de 40 años, los cumpas del cole. 
Hace una semana que no dejo de pensar en ello, imagino los abrazos, nuestras risas, esos rostros amados, pero mi imaginación queda en blanco si trato de visualizar nuestros cuerpos...
Hace una semana que pienso en qué vestido ponerme, como peinarme y trato de recordarme en aquellos tiempos de cole secundario.
Logra mi memoria una imagen y revolviendo, no sólo en los recuerdos sino en un baúl de "prendas para disfrazarse", encuentro una camisola que usaba por aquel entonces. Se ve impecable, y como no he engordado demasiado y es amplia, me la pruebo pensando que será muy divertido llegar a la cita con esa prenda que seguramente todos recordarán.
Voy hacia el espejo gigante que instalé hace unos años en el interior de la puerta de mi placar. Compruebo que esa camisola en verdad aún me sienta bien...levanto la vista, y algo sucede. No comprendo quien es esa señora mayor que me mira con extrañeza.
Me distraigo, cierro la puerta pensando que tal vez con tanta emoción estoy un poco mareada, o algo así. Dejo pasar un rato, hablo por teléfono con una de las chicas, que me llama para confirmar el horario del encuentro
Vuelvo al espejo, terca como una mula, con la convicción de que visualicé una imagen irreal, pero....allí está de nuevo esa señora. 
Yo no soy esa, pues si lo fuera... 
¿Quién es la que piensa alocadamente? ¿Esa que tiene sentimientos a flor de piel y la sangre ardiente? ¿Esa que siento bullir dentro de mi cada día? ¿Soy yo? ¿Soy la que fui? ¿O soy ésta, la señora del espejo? 
Cierro lentamente la puerta del placar y me quedo pensando que tal vez mañana llame al vidriero de mi barrio, para decirle si no quiere llevarse un magnífico espejo, un espejo que devuelve una fiel imagen. Que se lo regalo, que no lo dude.
Lo que no voy a contarle es que ese maldito espejo a veces miente. No voy a decirle que es un espejo embrujado...

viernes, 24 de octubre de 2025

Te debo el cuento

 Tampoco me importa el mío

Esta ha sido una semana de mucho "trajín".
¿Se usa aún esa palabra? Vino a mi en este instante y a la vez me surgió la pregunta. No creo que sea una palabra usada por la gente joven.
Pero, no es sobre las palabras que quiero contarte hoy. Sí lo haré en alguna edición próxima pues es un tema que mucho me gusta. Palabras nuevas, "antiguas", significado de algunas no tan conocidas y mucho más.
Volviendo al punto de mis "días trajinados", te cuento que ha llegado al fin doña primavera y, particularmente, el sol ha asomado con bastante frecuencia.
Entonces...
he salido a caminar y he tomado "fotos al paso"
¿Qué quiero decir con esto? Que no son fotos espectaculares pero, me parece, son luminosas.
¿Las vemos? recordá que si le das "clic" las puedes ver ampliadas.





Y antes de despedirme, quiero contarte también que en mi país se celebra el día de la madre el tercer domingo de octubre, por lo tanto este año fue el 19. 
Yo no soy de los "días de", ya lo he dicho en varias ocasiones, pero eso no quita que me agrade que mi hija me haya agasajado con un desayuno compartido y una hermosa taza de vidrio con un gatito. Otro pequeño/eterno momento, de esos que te dibujan una gran sonrisa.
¡Y qué bien sabe el café en mi taza nueva!
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gustes volver.
 Lu
Esa Musiquita  en el recuerdo
                                            Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº613 de la                                                                                suelta de mis letritas)
Te debo el cuento
En estos días enredados, las palabras me urgen, se hacen borrador y mancha y tachón...los dedos endemoniados teclean letra tras letra y la pantalla se convierte en un texto enloquecido…
Surgen frases que juegan escondidas y cambian el orden de mis pensamientos...No logro compaginarlas, se sublevan, me piden la libertad de ser palabras sueltas para poder acomodarse donde más quieran...
Y huyen, se esconden una y otra y otra vez. Luego aparecen en apretados montoncitos, y vuelven a cambiar el texto original que mi "yo escritora" había trazado...
Me faltan horas. Me sobran: ideas apalabradas, frases desorganizadas, textos inconclusos, palabras revolucionarias, tsunamis del alma...
Por eso, sólo por eso, y por el valor de las palabras libres, me rasco la cabeza, apuro el coñac, las dejo ser y, con la mente en blanco, decido que lo mejor que puedo hacer es ir a dormir.
Tal vez surjan como sueños ideas originales, frases ocurrentes o regresen, en puntas de pie, las musas inspiradoras.

Mañana, será otro día...

viernes, 17 de octubre de 2025

Descorchando citas

 Tampoco me importa el mío
Quiero contarles que el lunes por la noche viví momentos de alegría y felicidad.
¿Y qué es la vida sino una sumatoria de momentos?
He ahí la importancia de disfrutar a pleno por "insignificante" que parezca el acontecimiento. 
No creo en la felicidad eterna. No. ¿Quién pude tener una felicidad absoluta cada día de cada año?
¡No me cuenten que sí porque no voy a creerles!
Por cierto lo importante es disfrutar de cada pequeña opción, cada pequeño gesto, de despertar los sentidos y saborear la vida con deleite.
El olor a café y tostadas por las mañanas, el sol iluminando el paisaje y entibiando la piel, o el sonido de la lluvia, que bien bonita se ve a través de la ventana, ese sabor que nos recuerda a la cocina de mamá o de la abuela, esos pajarillos cantando.
Y si estás pensando en que hay muchos días grises ¡claro que tienes razón!  
Lo dicho, la vida es una sucesión de momentos, los hay buenos, mejores, malos, peores, tristes, alegres...
Lo importante, en todo caso, es cómo gestionamos cada uno de esos momentos.
Hay quien sabe disfrutar de lo que tiene y hay quien, a pesar de tener mucho, sólo sabe quejarse por lo que le falta.
Pero volviendo a mi lunes quiero contarles que estuvo en Ushuaia Matías de Rioja. 
Se presentó en un bar llamado Krund, fui con una amiga y vivimos  momentos inmensamente ricos escuchando sus poemas, sus historias.
También estuvo presente mi hija con un grupo de amigos y amigas, toda gente con la mejor vibra.
¡Y mi emoción a flor de piel al poder estrechar en un abrazo a este inmenso ser, para mi lo es, que admiro y sigo desde que lo conocí, Instagram mediante.
No soy lectora de poesía, no es mi género preferido. 
O, en todo caso, la poesía con la que me identifico es la que reivindica, la que presenta batalla, la que incluye, la que alza la voz, la que muestra lo cotidiano con palabras simples y certeras, la que de algún modo te ayuda a reflexionar, te hace vibrar, te emociona.
Y eso me sucede con la prosa poética de Matías de Rioja. 
Puede que a vos te guste, o puede que no. Así es el arte: 100% subjetivo

 
  
Muy difícil escoger cual de sus textos compartir. Todos me parecen grandiosos. Espero que estos dos que elegí sean de tu agrado, y si te emocionas al leerlos: 
¡Hazte fan de Matías de Rioja! 😊 
Gracias por pasar, hasta el viernes que viene o hasta cuando gusten volver.
Lu
Esa Musiquita  y la actualidad argentina
                                              Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº612 de la                                                                                suelta de mis letritas)
NOTA:  Recordé este texto que escribí en 2009. Para ustedes:
Descorchando citas
Todo listo para la cena...
¡Y Damián que no aparece!
El guiso de lentejas humeante, aromático; la mesa puesta; las copas listas: el vino sin abrir...
¡Y Damián que no aparece!
Busca el sacacorchos.
Lo observa como si fuera un objeto aterrizado en su cocina desde alguna lejana galaxia. Descubre esos dos bracitos y se le ocurre un marciano que la mira con un solo ojo. Mete el dedo en ese "ojo", empuja hacia abajo, enrosca y desenrosca...espera
¡Y Damián que no aparece!
Siempre siguió el consejo de Raquel
- "Una dama nunca debe descorchar el vino" Eso es lo que le decía.
Y no va a ser esta vez la que deje de cumplirlo.
Pero, lo sabe, tampoco será esta vez la que deje de tomar su tinto con la cena.
Piensa unos instantes y luego, decidida, marca el número de la remisería para solicitar un auto.
Al oír la bocina, hace señas llamando al chofer, quien intrigado desciende y camina hacia esa mujer que lo invita a pasar, mientras atropelladamente dice, o balbucea casi:
- “...Disculpe UD., le pagaré su viaje...es que Damián no llega y necesito abrir el vino...se enfrían las lentejas... no logro usar este maldito aparato, en fin, lo que digo es... ¿podría descorchar mi vino?...”
Sin salir de su asombro el chofer - devenido en mozo -, sostiene la botella con una mano –la izquierda precisamente- y con la derecha pincha el corcho con la punta retorcida del más común de los sacacorchos, gira, gira el ojo del marciano, se levantan los bracitos hacia el cielo mientras Elisa casi en trance, se da cuenta del calor/color de sus mejillas y se siente transportada a una ceremonia cuasi privada de adoración a Baco.
Y aquel hombre, que digo hombre... ¡genio! Tan viril, tan maestro en abrir botellas de tinto a señoritas que se ahogan en un vaso de vino –perdón, de agua- sigue con su misión solidaria, suelta la botella, toma con cada una de sus fuertes manos los respectivos bracitos elevados al máximo en esa oración – adoración al elixir de la vida y con un empujoncito certero los baja y retira así el sacacorchos marciano justo en el instante que con un triunfal ¡ sblup! acaba de deglutir el corcho...
Vuelve Elisa, aterriza, pone los pies en la tierra, y puede sentir ese aroma a frutos rojos y vainilla, se ubica de nuevo en su simpática y cálida cocina. Suspira y aún ruborizada dice:
-Gracias...disculpe la molestia...
Balbucea casi... ¿Cómo se llama Usted?
Damián, contesta él imperturbable.
-¿Damián?... ¿Cuánto le debo?-
Pues... ¡Un plato de lentejas y una copa de tempranillo!

viernes, 10 de octubre de 2025

Ver las estrellas

 Tampoco me importa el mío 
Hoy sale "parte 2" de tradiciones cumpleañeras alrededor del mundo.
Intentaré resumir dado que encontré mucho material al respecto.
En principio tomé párrafos de 
https://www.ef.com.ar/blog/language/tradiciones-cumpleanos-mundo/
Leí en esta página que en Japón, una de las celebraciones cumpleañeras más importantes se da al cumplir 20 años. Significa esa edad que se ha alcanzado la edad adulta.
"Esto se celebra con un ritual llamado Seijin Shiki, o ceremonia de la mayoría de edad. El segundo lunes de enero, conocido como Seijin no Hi (día de la mayoría de edad), aquellos que cumplen 20 años visitan el ayuntamiento vestidos con trajes tradicionales para escuchar un discurso que marca su entrada a la adultez. Muchos pueden luego visitar un santuario para rezar por buena fortuna o salir a celebrar con amigos".
En Corea del Sur: sirven a quién está cumpliendo años un plato de miyeok- gook que es una sopa de algas.
"La tradición dicta que este plato saludable, rico en hierro y yodo, se come en cada cumpleaños. Esto muestra respeto y agradecimiento hacia la madre, ya que es una comida común que las madres consumen antes y después de dar a luz."
Me encanta cómo se celebra el primer año de vida en Malta:
"En la fiesta de cumpleaños, se colocan varios objetos en el suelo y se anima al niño a gatear hacia ellos y elegir uno. Los objetos simbolizan diversas profesiones, y se cree que el que elija predecirá su futura carrera. Por ejemplo, un libro de texto puede simbolizar un título universitario, una pelota puede representar una carrera como deportista, y un libro para colorear puede representar un futuro en las artes creativas."
De https://generalab.ar/blog/como-se-celebran-los-cumpleanos-en-otros-paises/
extraje los siguientes párrafos:
India
"El mundun es una ceremonia hindú que se realiza en el primer o tercer cumpleaños de un niño. Según la religión, afeitarse el cabello elimina cualquier negatividad traída de una vida pasada, limpia el interior del niño, protegiéndolo de todo daño. Después de quitar el cabello, se lava la cabeza con agua bendita y se frota una mezcla de cúrcuma y sándalo en la cabeza del niño para curar cualquier corte."
Egipto:
"En Egipto, hay una fiesta llamada hafla, en la que se invita a familiares y amigos y hay mucho canto y baile. Las flores y las frutas son los principales adornos de la fiesta ya que se consideran símbolos de vida y crecimiento. Los egipcios suelen tener un pastel de cumpleaños".
Y hay mucho más, pero me extendería demasiado.
Sólo decir que en varios países en los cumples infantiles, ponen una "piñata". En Argentina también se usaba pero, creo, ya no se estila.
Costumbres compartidas también en varios países: No saludar al cumpleañero o cumpleañera antes de su día pues traerá mala suerte, un tirón de oreja por cada año, torta con velas -una por cada año- dar regalos a quien cumple, reunirse con la gente del entorno para celebrar comiendo "cositas ricas".
Ya me contarás, si es que tienes ganas, cómo se celebraba en tu país o en tu vida personal.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver. 
        Lu
Esa Musiquita  y la actualidad argentina
                                           Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº611 de la                                                                                suelta de mis letritas)
NOTA: Me gusta este relato breve. Por eso vuelvo a publicarlo. Ojalá no lo recuerden, quienes lo hayan leído, de modo tal que pueda parecer "una primicia"😊
                                                                     Ver las estrellas
Esa noche, como cada noche, abrió la ventana de su cuarto, en el piso superior de la casa, y tomó aire.
Inspiró lenta, profundamente, como para renovar su energía, como para cargarse de vida luego de un ajetreado día. Y disfrutó del aire fresco, y se conmovió al ver ese cielo tan atiborrado de estrellas.
Le gustaba escudriñar, en la negrura del firmamento, cada punto luminoso, dejando volar su imaginación hacia ese universo desconocido.
Esa noche percibió una estrella que le pareció la más gigante y luminosa que jamás había visto.
Y otra vez el bullir de interrogantes en su mente fantasiosa y disparatada. ¿Y si fuera un OVNI? ¿Un planeta nuevo? ¿Una satélite espía? ¿La estarían viendo a ella, allí asomada a la ventana, respirando el aire fresco?
Aunque, tal vez, tan solo fuese un avión acercándose a la ciudad...
En un intento por apreciar mejor esa luz titilando gigante en el firmamento, se asomó un poco más...y otro poco...y otro poquitooooooooooo.
Fue así como logró ver todas las estrellas juntas y sentir en sus huesos el dolor del mundo, tendida boca arriba y con la nariz sangrante desde el, por suerte, mullido colchón de césped de su jardín.

viernes, 3 de octubre de 2025

Espejos

   Tampoco me importa el mío 

Estoy algo enredada en pensamientos que intentaré ordenar para que esta sección no sea demasiado caótica.
En principio, decir que el 30/09 hicieron 5 años de la desaparición física del grandioso Quino. 
Física, claro, porque él sigue presente, en el mundo entero, en cada viñeta de Mafalda .
Y en este punto, necesito  decir que Mafalda ha cumplido el 29/09 sesenta y un años. 
¡Tanto tiempo ha pasado y sus frases y pensamientos cada día tienen más vigencia! 
Y, como una palabra me lleva a la otra, si de cumpleaños hablamos quiero contarte que, el 27/09, he cumplido treinta y siete años de ser mamá.
Sí, hiji acaba de cumplir esa cantidad de años. ¡No me lo puedo creer!
Y, al decir cumpleaños, se me ocurrió pensar, por primera vez en mi vida, cómo serán las tradiciones al respecto en diferentes culturas, cómo y cuándo surgieron. 
Entonces busqué info, Google mediante, y quiero compartir con vos algo de lo que encontré.
Hay muchas notas al respecto y en diversas páginas. No me resultó fácil seleccionar pero...
¡Lo intenté! y extraje los siguientes párrafos de:
https://www.meer.com/es/84207-el-origen-de-los-cumpleanos-y-sus-rituales
¿Por qué festejamos nuestro día de nacimiento? Todo empezó con las antiguas civilizaciones, por su parte los egipcios celebraban los cumpleaños de sus faraones con grandes fiestas, los griegos realizaban fiestas a sus dioses por fechas especiales como su nacimiento, y los romanos festejaban los cumpleaños de sus figuras públicas, lo que eventualmente terminó como una costumbre también para el resto de los romanos.
En el siglo XV el Papa Julio I estableció al 25 de diciembre como el día del nacimiento de Jesús, a partir de esto las iglesias comenzaron a registrar los nacimientos de las personas, dándole una importancia al día de natalicio que antes no existía. Fue durante el renacimiento que se comenzó a utilizar el día de nacimiento como una excusa para celebrar un año nuevo de vida.
En la antigua Grecia hacia el siglo I antes de Cristo, cuando celebraban los cumpleaños de sus dioses, los griegos acostumbraban a poner tortas redondas con velas encima como una ofrenda para la diosa Artemisa, la diosa de la Luna. El fin de las velas era representar a la luna, creyendo que al apagarlas el humo se llevaba sus deseos y oraciones a los dioses.
En el caso de los regalos, esta costumbre también empezó con las antiguas civilizaciones. Egipcios, romanos y griegos creían que las personas estaban más vulnerables a los malos espíritus en sus cumpleaños, por eso entregaban regalos como una forma de protección y de darle buena suerte al cumpleañero.
Respecto a la piñata, se cree que la idea viene de China, donde para celebrar el año nuevo se solían utilizar figuras de animales de papel rellenas de semillas. Esas figuras se rompían para dejar caer las semillas como un símbolo de la buena suerte que vendría ese nuevo año que comenzaba. 
Sin embargo, en Latinoamérica se practicaba un ritual muy parecido para festejar el solsticio de invierno y venerar al dios Huitzilopochtli.
A pesar de las diferencias culturales, religiosas, de las distintas formas de vida y de estar en continentes tan distantes, sin haber forma alguna de que conocieran lo que se hacía en otro lugar, las civilizaciones antiguas crearon rituales muy similares. 
Por esta vez, voy a poner el punto aquí. Pero, hay tanto para decir respecto a los festejos cumpleañeros, que seguramente retomaré en una próxima edición. 
Es muy interesante ver cómo, actualmente, celebran las diferentes culturas.
Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.  
 Lu
Esa Musiquita para la ocasión
                                        Acá no zafás:
   (por eso me hice “bloguera”, para publicarme...entrega Nº610 de la                                                                                suelta de mis letritas)
                                                                      Espejos                                        
Era una de esas siestas correntinas, pesadas, aburridas...
Esas siestas que nos invitaban a desafiar a los adultos, a transgredir las normas, a echar a volar la imaginación más allá de lo permitido.
La casa de mi abuela, donde vivíamos, era la típica casa chorizo, de amplia y larga galería, a la cual daba cada una de las puertas de las habitaciones, incluido el baño. Habitaciones que obviamente se comunicaban entre si por una puerta interna. Solamente la cocina quedaba excluida de esta suerte de logia habitacional.
¡La cocina! Amplia, con su reina en el medio: La mágica cocina económica, que no solo permitía cocer los alimentos para el cuerpo, sino también alimentaba nuestras fantasías infantiles respecto a conjuros mágicos y pócimas.
Pisos de ladrillo, acoto aunque sea una obviedad.
Los dormitorios, con sus roperos enormes, pura madera, puro ébano. Negros, oscuros, pesados. Tres puertas. A saber: la puerta del medio, enorme, flanqueada por dos menos imponentes, pero no por eso pequeñas y, cada una de ellas con espejos acordes a sus dimensiones
Y fue en una de esas siestas, decía al principio, cuando se me ocurrió transgredir la más importante norma de convivencia de una familia burguesa. Venida a menos, claro, pero ideológicamente burguesa con el condimento justo que ofrece para ello el norte argentino. Es decir: ancestralmente burguesa, por herencia de derecha... ¡Y por esas cosas de la vida mi familia!
Silencio cuasi mortecino interrumpido. Ni una mosca, nada que cortara esa interminable siesta y yo solita y aburrida, pensando que en la habitación de servicio estaba Gerónimo, un niño de mi edad, pero "distinto".
Él era "un criado"...yo "la niña" Eso respondía mi madre, cuando yo preguntaba porque no podía jugar con Gero.

Claramente, yo desde chiquita iba por otro camino...Por eso nomás, salí esa siesta a hurtadillas de la casa y fui a buscar a mi amigo prohibido a su habitación, que quedaba el fondo del patio. Por eso nomás, lo metí en mi casa "de prepo", por eso nomás, lo llevé a mi cuarto para jugar “tapadita” o a las estatuas.
Gero un tanto asustado, vislumbro esto en el recuerdo, tal vez haya elegido estatuas porque tenía pocas figuritas y no querría perderlas.
Así que intentando no hacer ruido, y aguantándonos la risa, compartíamos la hermosa y transgresora siesta, hasta que Gerónimo, “convertido en estatua”, vio su imagen reflejada en el espejo del ropero y huyó despavorido gritando: ¡“hay un niño en ese mueble"!