Un despertar diferente

Tampoco me importa el mío

Y por eso hoy quiero compartir algunas reflexiones sobre el ser "madre" ...¡Difícil tarea si las hay! es lo que a mi me parece...Pero me parece también que tal vez dependa eso del concepto de madre que cada mujer tenga, por el deber ser, porque realmente lo cree así , o por lo que sea...

Hago un paréntesis acá, para decir que hablo de madres de adolescentes y jóvenes

Si ser mamá es danzar al compás de lo que los hijos quieren...supongo que no será difícil...pero lo imagino frustrante...

Si ser mamá es hacer valer tus derechos, tus necesidades e intereses, y a la vez querer acompañar a tu hijo/hija en su desarrollo, no ser invadida ni invadir, pero ganarte un espacio en sus vidas y compartir tiempo...entonces creo que se torna difícil, porque lo difícil es justamente encontrar el equilibrio...¿dónde se corta el fino hilo de la independencia sin pasar al abandono? Y digo esto, en ambos sentidos de la relación: madre - hijos y viceversa.

Y no hablo de independencia económica, de si los jóvenes que estudian deberían o no mantenerse solos, yo tengo postura tomada al respecto, y ya lo charlamos aquí hace un tiempo...

Hablo de sentimientos, de tiempos para compartir, de elecciones y prioridades...

No sé si es claro lo que digo hoy...es que tengo las ideas enredadas, por eso, mejor dejo el tema planteado, y trato de darle un cierre el próximo jueves, tal vez, algunas opiniones me ayuden en este laberinto de ideas...tal vez no...

Es cierto también que se me juntaron varias actividades y ...¡NO PUEDO CON TODO!

Como siempre, gracias por leer mi blog. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? ¡Hasta el jueves próximo! Buena vida.

Lu

La frase para pensar:

Jamás ha habido niño tan adorable que su madre no quisiera verlo dormido.

                                                                                                                  Ralph Waldo Emerson. 

Acá no zafás:

(para eso  me hice “bloggera”, para publicarme...¡así que leé la entrega Nº 71 de la suelta de mis letritas!) 

Un despertar diferente

Esta mañana, amanecí sobresaltada. La boca reseca, los ojos lagañosos...¡y ni que hablar de las ojeras!

Pensé que era una suerte que estuvieras de viaje, eso me daba la ventaja de remolonear metida en mi pijama de algodón y mi nada sexi apariencia matinal.

En esos pensamientos me estiraba y acurrucaba entre mis suaves y tibias sábanas, cuando el teléfono me volvió a la realidad. Comprendí, a pesar de mi somnolencia, que seguramente ese sonido me había despertado unos minutos antes. 

Pero… ¿quién puede llamarme antes de las 9 de la mañana?...

Vos no. Vos más que nadie en el mundo, sabe el humor que tengo cuando eso sucede. Mi hija… ¡no! Ella tampoco…A menos que se haya acordado que hacen dos días que no se comunica conmigo.

La gente amiga… ¡menos! Si todos saben que odio amanecer cuando aún es de noche… y a nadie se le escapa, estoy segura, que está transcurriendo el mes de junio y vivo en Ushuaia.

Pienso no atender, pero me desquicia ese sonido continuado y chicharrero.

Levanto el tuvo de mal talante, grito con voz seca y odiosa –Hola!

- Sra Irene Díaz Alcocer?

-Sí. Si, que hay

- Soy Paula, Le hablo de telefónica para…

-¡Paulaaaaa! ¡Pará un poco! Estaba durmiendo! Y corto sin más, pero no puedo dejar de estar molesta y enojada con estas compañías que se meten en tu casa como si nada, como si fueran tus íntimos, y te interrumpen sueño, cena, lectura, o cualquier otra actividad de tu cotidiano.

Decido darme una buena ducha, para calmarme, para mejorar mi aspecto, para sacarme la mala vibra de encima y particularmente, porque el tiempo pasó y son más de las 9: 30.

Apenas el agua tibia empieza a resbalar sobre mi piel cuando siento otra vez el maldito teléfono…Esta vez, podrías ser vos, que tal vez ya sabrías tu día de regreso, y entonces atiendo muy animada, pensando que es una suerte haber entrado al baño con el inalámbrico.

-¿Sra Irene Días Alcocer?

Sí, digo molesta a pesar de la cautivante voz, masculina esta vez

-Soy Ricardo, le hablo de Sancor seguros….

Ni me molesto en contestarle…corto sin más, y antes de que pudiera siquiera abrir el shampoo, vuelve a  sonar…pero no atiendo. Bajo la campanilla y decido cambiar la ducha por un buen baño de inmersión y aprovechar el hidromasajeador.

Y fue tan relajante, que me quedé dormida…tanto que no sé si estoy soñando o es cierto que estás diciéndome –Hola bonita, te llamé para decirte que volví antes porque te extrañaba, que prepararas café… ¡Pero naaa!  Este baño me apetece más que el mejor desayuno del mundo.