Tampoco me importa el mío
No puedo pensar ni escribir nada a esta hora que no verse sobre mi tierno gatito "Calabaza".
Es que lleva desaparecido 20 horas y en este momento estoy a punto de desfallecer.
Pueden estar pensando, como es lógico, que mi gatito se fue de parranda, que anda tras una "novia", que ranchea con otros cumpas...
Todo podría ser y ojalá así sea.
Pero...hoy tengo un mal presentimiento.
No estaba faltando a casa por las noches...se había aquerenciado y volvía siempre a dormir tanto sus largas siestas como la extensa dormida nocturna.
Si desaparecía por varias horas, incluso alguna que otra noche hace tiempo y a lo lejos, volvía "muerto"de hambre ni bien amanecía...
Esta vez no lo hizo. Y ayer, a pocos minutos que salió de casa, rumbo al terreno de atrás, escuché ladridos, algún maullido y un fuerte ruido de algo golpeando contra las chapas del muro divisorio entre mi casa y la del vecino.
He dado vueltas por los lugares posibles en que podría estar pero...¡nada! Ni uno de sus amigos gatos por allí, ni menos que menos alguna gata en celo.
En un rato cuando llegue hiji, iremos de nueva ronda...Tengo un mal presentimiento, ya lo dije, por eso no quiero cruzar mi jardín del fondo, escalera en mano, trepar y espiar por sobre el divisorio...
Lo haré cuando llegue mi hija...con los dedos cruzados y encomendándome a todos los dioses del Universo.
He tenido muy mala experiencia en diciembre de 2015, recordarán quienes ya pasaban por aquí, cuando 4 perros masacraron a Tomi, el gatito de hiji que pasaba mucho tiempo en mi casa.
Y estoy ahora mismo como puedo, intentando pensar que Calabaza aparecerá en cualquier momento, para comer y descansar entre almohadones luego de callejear casi un día entero.
Lo intento...pero el mal presentimiento me avasalla...
Nadie que no tenga ni haya tenido un gatito podrá entender mis sentimientos...quien lo tenga o lo haya tenido en algún momento de su vida, no tendrá dudas de lo que estoy sintiendo y por lo que estoy pasando.
Si antes de cerrar esta edición tengo novedades, se las contaré al mejor estilo noticiero de TV ¡¡ULTIMO MOMENTO!! ¡¡PRIMICIA EN CANAL GATUNO!! o algo similar.
Ojalá las tenga...ojalá sean buenas nuevas.
Aquí les dejo unas fotos del más tierno, el más compañero, el más bello y buen gatito del universo, y si tienen alguna cábala...¡Úsenla por favor pidiendo que Calabacita aparezca!!
"CRONICAS GATUNAS" ULLLLTIMOOOOO MOMENTOOOOO
21.30 hs del jueves 22 de agosto, apareció como si nada, reclamando comida. Estuvo ausente durante 27 horas.
Esta edición sale como estaba, ya no tengo tiempo de escribir otra y estoy mentalmente agotada. Voy a hacerle unos cuantos mimos y a decirle, una vez más, que cada noche debe dormir en su casa.
Gracias por pasar por aquí. Espero opiniones, críticas y halagos también ¿Vale? Hasta el viernes próximo. Buena vida y BUENA VIBRA.
Lu
Frases: 4 sobre gatitos
No sé quien las ha pensado, pero acuerdo con ellas y me parecen geniales. Las tomé de expertoanimal.com, hay muchas más y unas bellas imágenes.
El gato posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad, todas las virtudes del hombre sin sus vicios
- Los gatos saben por instinto la hora exacta a la que van a despertarse sus amos, y los despiertan diez minutos antes.
- No puedes nunca ser dueño de un gato; en el mejor de los casos te permite ser su acompañante.
- El ideal de la calma es un gato sentado.
- Acá no zafás(por eso me hice “bloggera”, para publicarme... ¡así que leé la entrega Nº 326 de la suelta de mis letritas!)
- NOTA: Recordé un relato breve que escribí hace varios años y me pareció oportuno...A ver qué les parece...
Compañero, se busca
Esa mañana tan luminosa, el bosque coloreado, la bahía serena, el manchón blanco en El Martial…el aire fresco y las hojitas que vistieron de otoño mi cuarto al abrir la ventana me enredaron los sentimientos.Silvio Rodríguez me pareció una buena compañía para comenzar este día que pintaba distinto. El agua tibia deslizándose sobre mi piel, y ese olorcito a rosas inundando el baño, cerró el círculo casi perfecto para un bello amanecer.Faltaba el café con su aroma y faltabas vos…Decidí ir por él al barcito de la esquina, que ya era como el desayunador de mi casa, y así podría tachar en mi lista de faltantes el aromático café._Hola Juan_Buen día ¿Qué onda hoy? ¿Te traigo lo de siempre?_Si, por favor y que las medialunas sean 3_Buenoooo! Hay hambre esta mañanaSonreí y justo entonces reparé en tus ojos verdes. Me mirabas desde esa distancia de dos mesas y 4 sillas que nos separaban. Vi apenas la espalda de Juan y no recuerdo si respondí a su directa sobre mi hambre mañanero.Me distraje un instante saludando a uno de mis ex que dijo no sé que gansada, como siempre.Volví a buscarte. Escurridiza tu mirada, habías cambiado un tanto de posición pero seguías allí y pensé que eras muy bello, que estaría genial compartir el resto del día –y todos los días- contigo.Pensé estrategias para seducirte, para que te acercaras, para que te interesara mi propuesta y me acompañaras.Me di cuenta de que nadie más que yo en ese minúsculo bar prestaba atención a tu presencia.Pedí la cuenta y un “poquitín” más de leche fría.Descuidadamente metí la punta de una servilleta dentro de la jarrita, luego me serví el resto, terminé el café, dejé el dinero sobre la mesa, saludé y salíMe fui dejando detrás de mí una estela de gotas de leche, mientras Juan gritaba no sé que cosas del gato.Tuve mucha suerte…a Garfield le interesó mi propuesta y puedo asegurarles que en este año que llevamos juntos su ronroneo de antes de dormir es lo mejor que puede sucederme luego de un día agitado.- Es la mejor manera de volver a la calma para dormir, serena y acompañada.
Hola Lucía, te leo en esta fresca madrugada platense, de vuelta de una entretenida cena y posterior larga sobremesa con mis amigos riograndenses aquerenciados aquí en Villa Elisa. Verlos a ellos una o dos veces por semana es seguir un poco allá donde quedaron tantos años de mi vida. Un lugar al que no puedo volver porque mi salud ya no está para ese clima. pero que extraño mucho, ese mar en la esquina de casa, el viento que siempre está, ese cielo claro y límpido y la casa que llevó tantos años construir para terminar habitada por extraños. Reflexiono, qué cosa rara es la vida, hacemos tantas cosas para estar en algo propio y disfrutarlo y resulta que después de tanto trabajo de amor, el tiempo se ha ido y hay que adaptarse a otros lugares y costumbres.
ResponderBorrarEn fin que me fui del tema, cuánto cariño le ponemos a los animales domésticos, yo tuve gatos dos veces en mi vida, una cuando era muy chica y tuvieron que salvarlo de mí porque vivía con él a upa como si fuera un peluche y como tal lo apretujaba. Por lo tanto le buscaron otro hogar con alguien menos cariñoso. El otro gato, llamado Margarito, en homenaje a un personaje de un cuento de Wimpi, fue compañero en los primeros tres años de matrimonio allá por los 70. Tuvimos que dejarlo cuando emigramos al sur y quedó en casa de amigos. Luego, siempre tuve perros, me llevo mejor con ellos, pero entiendo tu preocupación por este habitante de tu hogar, menos mal que apareció, y tu angustia terminó. Tu mal presentimiento no se cumplió de lo cual me alegro mucho.
El cuentito final me hizo pensar por un momento en un galán de bellos ojos verdes e imaginé su cabello ensortijado y hasta una pícara sonrisa. ¡Lograste engañarme! Besos, Evy
Evy! qué genial que te haya sorprendido el final.
ResponderBorrarEn una época escribía los relatos breves haciendo parecer algo que sobre el mismísimo final se develaba que era otra la situación o el objeto/personaje contado. ¡me gustaba hacerlo y, por los comentarios de quienes los leían, lograba "el engaño"
Tal vez lo intente nuevamente
Abrazo de domingo con bello sol y bellos paisajes del sur del sur
Me pasó como a Evy, Lu, me imaginé un galán de ojos verdes, largas pestañas y mirada ensimismada... Ja, ja, ja. Y era ¡un lindo gatito! Hasta pensé que lo de utilizar ela leche podñia ser un conjuro ancestral para atraer el amor...Me encantó el relato, Lu.
ResponderBorrarUf, casi no podía leer la primera parte de tu post sin echarle un vistazo a las últimas noticias prometidas con la esperanza de que Calabacita regresara. Y sí, ¡ahí estaba como si nada!
Como te comprendo, Lu, mi primer gato, Borís, desapareció el primer día que lo llevamos de vacaciones a un pueblito desconocido para él, era tan tranquilo que no se me ocurrió que pudiera salir de ronda por el jardín ante los reclamos de una gata en celo.
Estuvo cinco días perdido. Recorrimos todo el pueblo y alrededores y nada...
...Pero al final, no sabemos como, nos encontró, ya que para él todo era desconocido en aquella casa y en aquel pueblo. Y sentí su maullido una mañana, me levanté corriendo y lo reconocí aunque no parecñia el mismo.
Se marchó con su pelo blanco y perfecto y su cuerpo grande y orondo y regresó magullado, sucio, y delgado como una tabla, no era parrandero como tu Calabacita e imagino que los gatos del pueblo lo trataron como a un forastero indeseable y él sólo pensaba en volver a la paz y a los mimos.
Las fotos de Calabacita todas adorables, Lu, y las frases muy ciertas, que te voy a decir yo que soy tan gatuna.
Un abrazo, ah, ya estoy de vuelta por el Almacén.
Tesa!! sí, pasé por El almacén...pero no hice tiempo a comentarte.
ResponderBorrarMañana, tranquila, te escribiré pero te adelanto ¡Bellezza! (no es es error de ortografía, es que estoy tan copada con el italiano....)
Calabacita ahora mismo duerme a mi lado, en su silla, y no tengo dudas de que comprendes 100% lo que pasé ese fatídico jueves.
Gracias amiga!!!
Un abrazo
(Hoy fui a ver "La odisea de los giles"...¡Maravillosa! y me quedo corta. Te la recomiendo y te escribiré a tu correo con detalles.)
Querida Lu
ResponderBorrarQuede pasmada con la desaparicion de Calabazita, menos mal que volvio, y tu relato genial, me ha encantando, yo ya termine mi libro de poemas de Valparaiso y espero que lo publiquen pronto, porque tengo que tenerlo antes de viajar, aqui estoy haciendo meritos para mi viaje jajaja! Un abrazo feliz amiga, te llamo en la semana vale?