De sueños y realidades

 Tampoco me importa el mío 

Estoy habitada por este otoño que llegó apresurado. 

Es una bella estación, lo sé y sé que es la preferida de mucha gente.

Pero...

¡Sí casi siempre tengo un "pero"!

En este caso es que se presentó tan de prisa que olvidó sus mejores cualidades: el cálido solcito y los colores mágicos conque viste al bosque.

Por ahora llegó lluvioso, demasiado, frío, gris y oscuro.

Entonces, he decidido recordar junto a ustedes un soleado día en que fui, con mi prima,  a caminar hacia Estancia Túnel por el bello sendero de la reserva Playa larga. Sucedió el 20 de febrero.

Y si algo de la magia otoñal ya se hizo presente es que los suelos, sea del bosque o de los jardines, ya están poblados de florecillas silvestres y de hongos (setas).

Sobre estos últimos no tengo idea de especies, de si son comestibles o no, desconozco sus nombres. Lo que sí sé es que me gusta verlos (y comerlos, obvio, pero los compro en el supermercado).

¡Me parecen mágicos! Imagino a los duendes rondando por allí, entrando y saliendo de ellos a su aire, correteando divertidos y silbando alguna canción, inaudible para los seres que han perdido a su niño interior y con ellos el poder de  imaginar y soñar despiertos.

Y va la muestra de mi jardín otoñal, aun sin sus árboles coloridos y el  manto amarillento cubriéndolo todo.

Para cerrar por hoy, les dejo la "foto estelar" que conjuga ambas muestras.

Es, ya verán, de unos hongos increíbles. Al menos para mi, jamás los había visto y me fascinaron cuando los descubrí aquel día de la caminata por el sendero de Playa larga.

¿Verdad que son "soñados", magníficos, irreales?

Gracias por pasar. Hasta el viernes próximo, o hasta cuando gusten volver.

   Lu

Esa Musiquita:

Acá no zafás:

(por eso me hice “bloggera”, para publicarme...entrega Nº433 de la suelta de mis letritas)

NOTA: Creo que el hablar de duendes, o mis ganas de viajar allende los mares, me llevaron a encontrar este relato que escribí en 2014 y acabo de versionar para compartir con ustedes:

De sueños y realidades

Otra vez las 2 de la mañana y ella con los ojos tan abiertos y grandes como si fueran el 2 de oro.

Tantas ideas batallando en su mente y atropellándose con tantos sentimientos encontrados, no le permiten conciliar el sueño.

Amores y desamores, dolores antiguos y presentes, vínculos familiares, trabajos inconclusos, soledad ancestral, grises de ausencias… ¡tantas ausencias acumuladas!

Una casa que se desploma, países lejanos -o no- por conocer, viajes postergados, libros olvidados, relatos no narrados...

Revisa el inventario de cosas a hacer antes de morir…¡uff!

Las 3 de la mañana y piensa que las determinaciones hay que tomarlas con el pulso acelerado y la sangre hirviendo. ¡La vida es hoy!

Piensa en las malditas tragedias y tanta gente joven que pierde el tren del mañana…

Llora…profundo…agitada…con sentimiento…agobiada.

Enciende su tablet y lee el último mail de ese hombre que entró a sus días, de manera virtual, y le puso color, sabe que es él quien le ha puesto su vida en espejo, y por eso tanta revolución…porque le ha dicho frases tiernas, porque le pasa energía diciéndole “que todo sea bueno delante de ti cuando caminas”, porque le manda besos soleados y le desea una vida "dulce como la miel".

Porque él es mágico, tierno como nunca nadie lo fue con ella…porque  vive en “une terre de fêtes, de musiciens et de danseurs”.

Se refriega los ojos, sabe que Francia no está a la vuelta de la esquina, sabe que ella ya no es una jovencita lista y desenfadada como lo fue, tiene claro que si bien es una mujer joven aun, que dispone de algún dinero como para quedarse unos días en ese mágico rincón de cuento que, tal parece, es Bretagne, tiene dudas porque…

Y ya no sabe si estaba despierta pensando o dormida soñando y cuando se despertó lo hizo…

¡Lo hizo! Fue impulsiva y se alegra por ello.

¡Se compró un pasaje vía internet!…

Mira otra vez la foto de su “duende ojos buenos” y vuelve a leer la info que estuvo acumulando durante los últimos 15 días:

Tierra de leyendas y tradiciones

Forêts mystérieuses, elles cachent de nombreuses pierres étranges, des arbres ditsmagiques et seraient peuplées de gnomes. (Bosques misteriosos, que esconden extrañas piedras, y sus árboles, que con dichos mágicos son poblados de duendes)

Son necesarios al menos siete días para recorrer y conocer, entre otros sitios, lugares icónicos como: La mítica Abadía de Mont Saint Michel, La ciudad corsaria de Saint Malo, Fougeres y su imponente castillo, Dinan, un viaje al Medioevo, Vannes, la antigua capital de Bretaña, pasear por las románticas calles de Locronan...

 

Tiene apenas 72 horas para organizar su viaje, armar la maleta y avisarle a Maurice que le reserve un lugar donde hospedarse.

Está hecho!

Mañana será otro día

Cinco de la mañana. Cierra los ojos.

Tal vez sueña que Maurice le dice que nada de hotel, que se alojará en su casa, y sueña con su nueva vida en Bretagne...